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((🌺))' O25

grown up: niña buena



Señorito Jeon 👻✨


Señorito Jeon, me reporto
07:56 pm

Acabo de llegar a la casa
de nini, y déjeme
decirle que es todo un
desastre
07:57 pm

07:57 pm

Una pequeña reunión decía...
07:57 pm

Solo habrán cinco
personas decía...
07:57 pm

Será para conocer a Seojoon
decía...
07:57 pm

Ah, pero cuando voy a su
cocina me encuentro con esto

07:59 pm

Es muy tarde para
decir que quiero ir a casa?
07:59 pm

Odio aquí
08:00 pm

snndkkdkddksskdks
11:18 pm

Lo dientto la demora,
acabo de revisar mi
celular bebé
11:18 pm

Quién hace unas firsta
un lunes???
11:19 pm

Claroo, soolo a tu ingeniosa
amiga Kim
11:19

¿Profesor Jeon?
11:23 pm

¿Está bien?
11:23 pm

No me malentienda pero,
por qué habla tan raro?
11:24 pm

Yo?
11:24 pm

Yo stoy perfectamente
bien qué dices
11:25 pm

Emmmmm
11:25 pm

Está seguro?
11:25 pm

sjjshjdjdjwwjeejjdj
11:26 pm


11:26 pm

Salí con unos amigos
a comeer, nada del
otro mundo

11:27 pm

:o
11:28 pm

Será que me puede pasar
el número de alguno de ellos?
11:28 pm

Digo, es para una tarea
11:29 pm

...
11:29 pm

No soy suficiente?
11:29 pm

:(
11:30 pm

Qué? Nooooooooo
11:30 pm

Lo pedía para Jimin, ya
sabes cómo es, dice que
está en busca de un sugar 👀
11:30 pm

Además, déjeme decirle
que usted es muchísimo
mejor ;)
11:30 pm


Bebita preciosa
11:31 pm

Te extraño mucho,
espero verte proonto
11:31 pm

Qué tal la fiesta?
11:31 pm

Te estás divirtiendo
mucho?
11:32 pm

Sé que no es la gran cosa,
pero le envío esta
foto para que ya
no me extrañe más :)
11:34 pm

Y si con divertirse mucho
se refiere a nada...
11:34 pm

Entonces sí, me
estoy divirtiendo bastante
uffff no se imagina
11:34 pm

Ya veo...
11:35 pm

Con que se cree graciosa
11:35 pm

Y por cierto, gracias
por darme uma nueva
cosita para admirar
toda la noche
11:35 pm

Toda tu carita es
muy preciosa y siiento
que no te lo digo
muy seguido pero bueno
11:36 pm

¿ya te dije quen estoy
muy coladiito por ti
bebé?
11:36 pm

¿Qué?
11:38 pm

Ahhh T-T por qué
me dice eso ahora?
11:38 pm

Creo que debería irse
a casita a dormir, ya es
tardecito y seguramente
solo está delirando...
11:38 pm

Pues...
11:38 pm

Estoy en casita y
no tngo sueño 💤
11:39 pm

Qué?
11:39 pm

No que estaba en un
restaurante
con sus amigos?
11:39 pm


pues ya me fui hace
rato bebé
11:39 pm

Te empecé a hablar
cuando ya estaba de
camino a casa

11:42 pm

Noticias de último
minuto: boomer aprende
a usar filtros
11:42

Uy, ahora usted es el que
se cree graciosito eh
11:43 pm

Tendrá que darme un
autógrafo entonces
11:43 pm

Por exceso de belleza 😴
11:43 pm

Bueno, si quieres
un autógrafo, lo más lógico
sería que vengas a
mi casita :)
11:44 pm

No sabe cuánto
me gustaría
11:45 pm

Pero lamentablemente,
Seojoon está ebrio
y no quiere irse de
la fiesta ;;;;;;

11:45 pm

Pero ya deberías
regresar, mañana
es martes y tienes
clases
11:45 pm

Conmigo
11:45 pm

Está bien profe Jeon
11:46 pm

Lo pensaré 👀
11:46 pm

¿Sería muy grosero de
mi parte si lo visito a mitad
de la noche?
11:46 pm

Uhm... una vez me
visitaste en pijamas
así que ya nada me sorprende
11:46 ✔️✔️

Una sonrisa de idiota quedó tatuada en mi rostro incluso después de haber apagado el celular, finalmente alcé la vista a la gran fiesta que estaba a mi alrededor y un suspiro largo escapó de mis labios.

Mis ganas de bailar y disfrutar la fiesta, sinceramente, eran tan inexistentes como las ganas de SeoJoon por dejar de beber más y más alcohol. Lo cierto era que jamás se me había pasado por la cabeza que, justamente a mi nuevo amigo, le fascinaban las fiestas de todo tipo. Claro, de no ser hasta que llegamos a la casa de Jennie, y solo le bastó con apreciar la luz y la música reventar por el lugar, para jurar que por un segundo, incluso sus ojos brillaron de emoción. 

Y pocos minutos pasaron para que él se convirtiera en el rey de la fiesta, literalmente.

Sin embargo, eso ni siquiera era relevante para mí, más bien, lo único que me preocupaba era saber que mi padre le había encargado el carro a SeoJoon y ahora, con él ebrio, ni siquiera había forma de regresar a casa cuando la ansiedad me picaba por visitar a JungKook.

Tenía que idearme un plan que encajara a la perfección para escapar de la fiesta, para escabullirme a la casa de mi vecino sin que mis padres sospechen y también para dejar a SeoJoon y buscar cualquier excusa luego. Aún no era tan tarde, todavía tenía oportunidad que tomar un taxi y regresar a casa pero, apenas y traía un poco de dinero que tampoco era suficiente.

Personas bailando a la fuerte música del lugar, tan felices y yo era la única sentada en uno de los muebles sin siquiera inmutarme. No podía cuando hoy era lunes, cuando mañana tendría que levantarme a las siete de la mañana y además, cuando mi mejor amiga me había mentido diciendo que sería una pequeña reunión donde al final los invitados terminaron multiplicándose.

Pensé que no encontraría ningún escape posible hasta que observé al hermano de Jennie tratando de pasar por la sala, y fue ahí que la bombilla en mi cabeza se encendió. 

Sin pensarlo dos veces, caminé casi que corriendo para alcanzarlo. Sus ojos se achinaron en una pequeñita sonrisa que me hizo devolverle el gesto de manera automática. 

—Lisa... Pensé que estarías por el otro lado bailando. Hola. —me saludó primero. Sus usuales lentes acompañaban su rostro pero lo que más me llamó la atención fue la ropa que llevaba y que casi me hizo reír. NamJoon estaba usando pijamas y unas pantuflas que dejaban un contraste total con la ropa de toda la gente allí. 

—Hola Nam... sí, bueno, digamos que hoy no tengo ganas de bailar. —le di una pequeña reverencia en el acto, siendo totalmente sincera a mi humor. En realidad yo solo disfrutaba de las fiestas cuando estaba en el humor de bailar, pero cuando todo había sido tan impredecible, mis ganas de querer divertirme eran inexistentes y prefería distraerme de mil y otras formas diferentes. Pero aun así, eso no quitaba el hecho de que mañana mi mejor amiga y yo teníamos bastante de qué hablar. 

—Si mis padres se enteran, van a matar a mi pobre hermanita. —respondió con una falsa empatía mi profesor, claramente anticipando a que esa "mala suerte" suceda cuando la relación de ambos era de amor odio—. Y por cierto, ¿para qué me llamaste? 

Su voz salió curiosa más que nada y asentí, volviendo a la idea que había creado en primer lugar. NamJoon siempre se había caracterizado por ser una persona bastante directa y era consciente de lo olvidadiza que yo casi siempre era.

—Ah, sí, bueno... Esto va a ser un tanto vergonzoso pero... En realidad me preguntaba si me podías prestar un poquito de dinero. —la sangre fue acumulándose en mis mejillas a medida que hablaba, y quise morirme ahí mismo cuando vi el rostro sorprendido de mi profesor. ¿Era de molestia o  incomodidad? Ninguna de las dos opciones me gustaba en lo absoluto, pero no tenía otra opción. 

—Sé que no debería incumbirme esto pero, ¿se podría saber para qué? —me preguntó de regreso él. Su rostro se curvaba en una pequeña sonrisa, que remarcaba sus hoyuelos y lo hacían ver más atractivo de lo que esperé. Pero NamJoon ni siquiera me dejó responder, él se adelantó y respondió por mí—. Déjame adivinar... ¿quieres irte de la fiesta?

Asentí lo más rápido que pude, casi como un cachorro desesperado que lo hizo reír suavemente. 

—Sí, quiero irme a casa y creo que la mejor opción es tomando un taxi... —NamJoon dejó de reírse al escuchar mis últimas palabras. Frunció el ceño, observándome desaprobatoriamente. 

—¿Taxi? Ni en sueños, Lisa. Ya es medianoche y Corea podrá ser un país muy seguro, pero no te fíes tanto eh. —me regañó tal y como un padre lo haría. Bajé la mirada asintiendo. Después de todo, no podía contradecirlo cuando tenía razón. 

—Pero quiero irme de aquí y no hay otra forma. 

—Yo te llevaré, vamos, de todas formas no queda tan lejos. —dijo con simpleza, pero dejándome la cabeza en blanco porque no lo esperé en lo absoluto. Hasta casi me habría atorado con mi propia saliva si pudiera porque definitivamente esto era tan NamJoon. Siempre siendo tan amable e inteligente. 

—¿Estás seguro? No quiero incomodar...  

—No lo harás. Además, siento que mi consciencia no quedará tranquila si no lo hago. —trató de restarle importancia al encogerse de hombros, y yo no demoré mucho en aceptar su propuesta. Después de todo, tampoco la primera vez que NamJoon me ofrecía a llevarme a casa, lo había hecho varias veces en realidad, cuando yo visitaba la casa de Jennie y se me hacía tarde para regresar a la mía, él siempre estaba al rescate. 

Así que, tampoco desconfiaba de NamJoon en lo absoluto, ni mucho menos cuando caminábamos en dirección al estacionamiento y yo me subí al asiento de copiloto. Mi profesor finalmente puso en marcha el carro, el recorrido fue acompañado de nuestras voces cantando algunas canciones que se emitían en la radio o hablando sobre su hermana y lo intensa que era a veces. Pero cuando la velocidad fue disminuyendo y pude visualizar el portón del edificio, supe que ya había llegado a casa. No tardé en abrir la puerta, sonriéndole suavemente. 

—Gracias Nam... —murmuré antes de reverenciarme. 

—No hay de qué.  Nos vemos mañana. —me devolvió el gesto a lo que yo asentí. Y finalmente, lo último que pude ver fue su rojizo auto comenzar a alejarse. Di media vuelta, caminando lo más rápido posible al ascensor. 

Y mientras iba caminando por el quinto piso, la emoción comenzó a picarme por todo el cuerpo. No me importó nada en esos momentos, ni siquiera mis propios padres, porque comencé a caminar en dirección a la única persona que había tenido tantas ganas de ver desde la tarde. 

Toqué suavemente la puerta, esperando unos pocos segundos hasta que esta se abrió.

Y lo vi. 

Como siempre, usando una camisa blanca, el cabello un tanto revuelto y sus redondos ojitos detallándome de pies a cabeza. Sin embargo, justo cuando yo estaba por decir algo, JungKook agarró mi brazo hasta meterme por completo en su apartamento y rápidamente cerró la puerta tras de mí. 

—Hey... ni siquiera te saludé. —hice un puchero con los labios que solo logró que me sonriera.  

—Hola. —canturreó en mis oídos y sin esperar ni un segundo, me dio un pequeño besito. Fue mínimo, pero lo suficiente para sonrojarme por la sorpresa. 

—Hola... —murmuré ya avergonzada. Perfecto. No llevaba más de un minuto con él y el rubor en mis mejillas solo aumentaba, ni siquiera quería imaginarme cómo saldría de aquí. 

JungKook comenzó a caminar y lo seguí por detrás, al parecer, dirigiéndonos a su organizada cocina. De allí sacó dos tazas, los reposó en la encimera para llenarlos con agua. El vapor emergió casi al instante, y detallé pacientemente todo lo que hacía. 

—Pensé que no ibas en serio con eso de venir aquí, pero me alegra que hayas cumplido con tu promesa, ¿sabes? —dijo, mientras ponía dos bolsitas de té a cada taza. Ni siquiera se lo había pedido, pero como siempre, la atención que JungKook siempre me daba era demasiada. 

—¿Y por qué no lo haría? —esta vez pregunté yo, frunciendo el ceño en falsa molestia. Apoyando mi codo encima de la barra y acunando mi barbilla en la palma de mi mano. 

—Porque eres una niña buena y hoy es lunes. —respondió con simpleza, como si no fuera la gran cosa pero mi orgullo quedó ofendido. No me molestaba que JungKook me creyera una niña buena, pero tampoco quería que se quedara con esa idea que, a mi parecer, era completamente errónea. 

—Yo no soy una niña buena. —dije sin hesitar. Sin siquiera darme cuenta en un principio lo sugerente que aquello sonó de no ser porque JungKook dejó de remover la cucharita para endulzar el té. Alzó la cabeza y hasta pude sentir cómo sus ojos me clavaban por dentro. Pero yo no pensé quedarme intimidada, le devolví la desafiante mirada y me crucé de brazos. 

—Sí lo eres. No hay nada qué discutir. —quiso dar por terminado el tema con una sonrisa traviesa en su rostro, hasta que de pronto, pareció recordar algo que le hizo vacilar un poco—. Por cierto... ¿Cómo hiciste para venir aquí? ¿SeoJoon no estaba ebrio?

Volvió a preguntar, tratando de lucir desinteresado aunque sus ojos le delataban. Sonreí. JungKook estaba preocupándose por mí y de la forma más adorable. 

—Uhm... pues, no volví con SeoJoon. De hecho, él sigue en la fiesta. —el ceño de mi vecino se frunció entonces, luciendo más intrigado que antes. Me extendió la taza de té mientras él iba tomando un sorbo del suyo. 

—¿Y qué agencia de taxis tomaste entonces? Lisa, sabes que es muy peli- 

—Tampoco tomé taxi. —JungKook se calló al instante y si las miradas asesinaran, probablemente ya estaría muerta por tener mil dagas en mi rostro. Presa de los nervios, no pude evitar agarrar mi té y darle el primer sorbo, solo para evitar la mirada de JungKook sobre mí. En realidad ni siquiera sé por qué me sentía tan ansiosa cuando no había hecho nada malo, pero de todos modos, su mirada tan intensa era la que me dejaba así. 

—¿Alguien te trajo? —asentí lentamente, a punto de decir quién pero él me interrumpió—. Espera, ¿por qué no me avisaste para recogerte? Me siento ofendido. A la próxima dile a Jennie que yo puedo traerte, la verdad, no tengo proble...

Sin embargo, esta vez fui ya la que interrumpió su pequeño monólogo al reírme. Había estado tratando de reprimirlo pero escucharlo tan serio, tan metido a su preocupación, me hizo reír de una mezcla entre ternura y otra cosa. Sonreí aún más cuando él me miró como un bicho raro. 

—¿Qué es gracioso? —me preguntó él, fingiendo molestia cuando también quería sonreír conmigo. 

—Que siempre asumes cómo volví a casa cuando estoy a punto de decirte la respuesta.

—¿Y bien? ¿Cuál es? —me devolvió la pregunta, derrotado a estas alturas porque sabía que estaba en lo cierto. 

—Que NamJoon me trajo. O bueno, el profesor Kim. —traté de decir en son de broma, pero a él no le pareció divertido en lo absoluto. Me observó con seriedad, acercándose lentamente hasta quedar cara a cara conmigo. Traté de mostrarme relajada, como si su cercanía no me afectara a extremos niveles cuando sentía mi corazón palpitar cada vez más rápido. Cerca, muy cerca. 

—O sea, déjame ver si entendí. —agarró su mentón, pretendiendo meditar algo—. ¿Llamaste a Kim pero no a mí? ¿y por qué a él? ¿ustedes se conocen? 

Dijo tantas preguntas a la vez que mi cabeza quedó mareada por un segundo.

—Sí, desde que era pequeña. Cada vez que visitaba a Jennie lo veía a él, así que nos llevamos relativamente bien, nada del otro mundo. —traté de restarle importancia pero él no se inmutaba, me iba desesperando poco a poco—. Además, él se ofreció a llevarme porque nos encontramos en la fiesta y no es la primera vez que lo hace. 

Dije, con la única esperanza de haberlo calmado, pero cuando su mirada se oscureció aún más, supe que solo había añadido más leña al fuego. 

¿En serio, Lisa?

—¿O sea que te ha llevado más veces? —asentí, mordiendo mis labios para calmar los nervios cuando él iba acercándose cada vez más, quedándose a centímetros de mi cara—. No hagas eso. 

Dijo de repente, y quedé extrañada. 

—¿Hacer qué? 

—Morder tus labios. Se supone que debo estar molesto y si haces eso solo me da ganas de comerte la boca. 

Mis mejillas se calentaron como un tomate mientras el corazón me palpitaba a mil por hora. Pero cuando JungKook reposó la mirada en mis labios hasta podría decir que perdí los papeles, y si antes había estado nerviosa, ahora simplemente la confianza me arraigó en donde una Lisa sin ápice de vergüenza estaba al mando. 

Porque entonces corté la pequeña distancia que JungKook había decidido entre nuestros rostros, para que su respiración comenzara a mezclarse con la mía, y esta vez, para provocarlo, relamí lentamente mis labios. 

—Entonces hazlo. —dije en un cálido susurro, y las palabras dejaron de existir cuando el autocontrol de mi querido profesor se fue a la basura, atacando mis labios, pero esta vez, todo fue diferente. Me besó sin piedad, intensamente, calando por cada centímetro de mi boca con placer y cuando nuestras lenguas se encontraron, mi cuerpo no se veía capaz de aguantar todas esas emociones que estallaban unas a otras. 

Sin embargo, a JungKook no le pareció suficiente nuestra cercanía, porque entonces, sus manos agarraron con fuerza mi cintura, y yo supe lo que pretendía hacer. Estábamos de pie pero él me cargó hasta que pudiera enrollar mis piernas alrededor de su cintura, sin soltar nuestro beso en ningún momento. 

Mis manos fueron acariciando su nuca hasta que sentí algo frío y plano golpear mi trasero. JungKook me había puesto encima de la barra de cocina. Sus besos dejaron de ser en mis labios, porque poco a poco fue bajando hasta quedar en mi cuello, y allí, esconder todo su rostro dejando lamidas en el acto. 

—Ah, JungKook... —suspiré al sentirlo succionar la zona de mis clavículas, sin embargo, cuando fue besando por la zona de atrás, donde casi mi cabello estaba, mordió sin ser muy duro pero que me hizo gemir porque al parecer, era uno de mis tantos puntos sensibles. Su respiración agitada chocando contra la piel sensible de mi cuello tampoco me ayudaba en lo absoluto y lo único que podía hacer era acariciar su nuca, cegándome por las sensaciones. 

—¿Por qué me dijiste que lo hiciera? Si sabes que ya no voy a ser bueno contigo ahora. —su cálido aliento chocó contra mi oído antes de morderlo, provocando un estremecimiento en mi espina dorsal. 

Era como si el JungKook amable y cuidadoso de nuestra anterior vez se haya esfumado por completo, y esta vez, los papeles de hayan invertido, haciéndome perder la cordura poco a poco. Porque el JungKook de cualquier forma derretía mi pobre cuerpo. 

—Nunca me lo dijiste... —murmuré entre jadeos, siendo completamente honesta. Sus besos se detuvieron por completo, y fue alejándose lentamente del cómodo hueco en mi cuello para observarme. 

—Pues te lo digo ahora y si no quieres es mejor que me lo digas antes de que me olvide de todo, bebé. —agarró con suavidad mi mentón, depositando un besito en mis labios, paciente por una respuesta que ya tenía clarísima. ¿De verdad él pensaba que me iba a negar? Ni ganando la lotería lo habría hecho, la tensión y el calor entre nosotros era demasiado palpable, y una gran parte mía estaba más que emocionada. Así que, la única manera que me pareció perfecta para hacerle saber mi decisión, fue enrollando su cuello entre mis brazos, acercándole a mí y me quité la camiseta sin separar mis ojos en ningún segundo de los suyos, sonriendo con fingida inocencia. 

—¿Esto te parece como si me estuviera negando? —sus ojos fueron creando un tortuoso y lento sendero de mis labios hasta mi sujetador, lamiéndose los labios. 

No dijo nada más, pero mi sorpresa fue grande cuando sus manos agarraron mi trasero para acercarme más a él, y como era yo la única sentada en la barra, pude sentir al instante su miembro chocar contra mi vientre. Gemí sin poder evitarlo, haciendo que mi profesor apretara mi trasero aún más, prácticamente restregándome contra él. 

Podía sentir el calor acumulándose en mi cuerpo con más intensidad mientras mis manos paseaban por su pecho para encontrar el dobladillo de su camiseta, se lo quité y finalmente pude jugar con sus abdominales como tanto había estado deseando aquellos últimos días. Con mis dedos tracé cada línea trabajada de su pecho, cada línea de sus tatuajes en los brazos, buscando su boca para besarlo y morder su labio inferior sin piedad. Pude sentir cómo JungKook gruñía en respuesta, y se restregaba aún más contra mí.

—Eres una niña muy buena por haber aceptado... muy inocente. —la gravedad de su voz me hizo jadear, pero cuando una mano fue directamente a tocar mi pecho encima del sujetador, cerré los ojos suspirando. Su diestra iba acariciando mi pecho mientras la otra recorría mi espalda para desabrochar mi sujetador. Y cuando esta cayó a suelo, los ojos de JungKook detallaron cada uno con nostalgia, deseo y demasiada intensidad. 

Llevó uno de mis pechos a sus labios sin siquiera hesitar, haciéndome gemir y con su otra mano bajó por mi estómago hasta llegar al comienzo de mi ropa interior, introdujo su mano dentro al instante, y mientras con su boca trataba de distraerme chupando y succionando, con la otra se encargaba de acariciar mi clítoris. 

—¡Ah, J-JungKook! —prácticamente lloriqueé, la cantidad de sensaciones que sentía eran tantas que mi cuerpo no podía controlar. Recorría entre mis pliegues con total destreza del que apenas podía ser capaz de recepcionar, frotaba con su índice mi punto, pero cuando introdujo dos dedos a mi mojada entrada, mordí mis labios a más no poder, gimiendo en alto. 

—Estás tan mojada... Me provocan hacerte tantas cosas, me provocas tanto, bebé. —y cuando sus dedos aumentaron la rapidez, el calor en mi vientre explotó, me corrí después de escuchar su ronca voz susurrándome con tanto placer. 

—Déjame hacer algo primero.  —con una sonrisa traviesa adornando mis labios, me bajé de la barra y JungKook me observó expectante. Fue entonces que agarré, guiándolo hasta la sala, y una vez ahí, empujé con todas las fuerzas su cuerpo para que cayera sentado en el sofá. Mi profesor dejó hacerse pero quedó confundido cuando yo no me senté encima suyo como él esperaba, sino que me arrodillé en el suelo. 

—¿Qué tratas de insinuar, bebé? —preguntó, aunque la respuesta a estas alturas era obvia cuando mis manos iban tocando cada uno de sus muslos, ascendiendo hasta llegar a su bóxer. No lo toqué, pero alterné la mirada entre su ropa interior y sus ojos. 

—Que no soy una niña buena. —lamí mis labios después de sonreír, y finalmente, deslicé su boxer al suelo para agarrar su miembro con mis manos. Mi pulgar acarició el glande y cuando lo escuché jadear, sonreí. Pero eso no era lo que tenía planeado aquella vez como él tanto pensaba, y se lo hice saber al acercar mi rostro a su miembro, sin apartar la mirada profunda que sus ojos me daban.

Acerqué mi boca lo suficiente y escupí un poco en la punta, para ir deslizando poco a poco con mi mano. Y miré directamente la brillosa mirada de mi vecino cuando empecé a meter el glande a mi boca, lamiéndolo apenas un poco pero lo suficiente para ver cómo él apretaba los ojos de placer. Finalmente metí todo el miembro a mi boca, o bueno, al menos, lo que pude si no quería atorarme. 

Mi lengua lamió toda la longitud, chupando todo el tronco y apoyando mis manos en cada uno de sus muslos para tener mejor acceso. 

—M-mierda, bebé, tienes que ser una niña buena o voy a tener que castigarte. —dijo, antes de que la habitación se llenara por los gruñidos y jadeos de mi profesor. Sin embargo, mientras yo andaba en mi trabajo y sentir el calor volver acumularse en mi vientre, su mano acarició mi cabello antes de agarrarlo y formar un puño sin hacerme ningún daño. Y fue entonces que ese agarre le ayudó a manejarme y formar un mete y saca con mi boca. Soltó mi cabello a los pocos segundos, supuse que solo lo había hecho para guiarme, porque esta vez fui yo quien lo hizo por su cuenta, cada vez más rápido a medida que sus jadeos aumentaban—. Ah, bebé, m-me voy a correr. 

Y aceleré mis movimientos al escucharlo. Fue cuestión de segundos para dejar que un líquido caliente se asomara en mi garganta al tragarlo, sin dejar de mirar sus ojos. Sin embargo, a medida que iba separándome para ponerme de pie, JungKook agarró su miembro y empezó a masturbarse sin dejar de mirarme. 

—Trae los condones, están en la mesita de mi habitación. —caminé rápidamente por su pieza hasta encontrarlo y cuando volví, lo encontré en la misma posición de antes, sentado en el sofá. Él extendió la mano esperando que le diera el condón pero yo negué. 

Me paré frente suyo, y bajo sus expectantes ojos, fui quitándome toda la ropa pieza por pieza. JungKook iba masturbándose con más prisa mientras me iba quitando todo, yo solo sonreír como una inocente niña, porque sabía que eso solo le provocaba más. Cuando terminé quitándome las bragas, fui acercándome lentamente completamente desnuda hasta sentarme a horcajadas de él, agarré su miembro con mis manos, rasgando el envoltorio del preservativo y fui yo quien se lo introdujo, todo bajo sus ojos, sintiendo su agitada respiración aumentando por cada toque mío. 

—La verdad es que me encanta provocarle, profesor Jeon. —empecé a hablar con simpleza, tranquila cuando lo único que él hacía era jadear por cómo lo había llamado—. ¿Las niñas buenas hacen esto?

Rápidamente alcé mis caderas y agarré su miembro para que acaricie mi entrada sin introducirlo. Me restregué piel con piel y jugué todo lo que pude hasta que me cansé y lo introduje. Ambos gemimos al instante, mis paredes fueron amoldándose a su tamaño, recibiéndolo sin problema con lo mojada que había estado. Sin embargo, JungKook no tardó mucho tiempo para atrapar mis caderas y moverme a su antojo encima suyo, mientras él iba alzando su pelvis para profundizar el contacto. 

Gemí sin prohibirme de nada, gemí en alto por lo bien que se sentía dentro de mí y volví a gemir cuando él chupaba y succionaba mis pechos, dejándolos más sensibles y a mí hecha un desastre. 

—Enséñame lo mala que eres, bebé. —dijo y fue suficiente para incentivarme a moverme por mi propia cuenta, saltando encima de su cuerpo y moviéndome de forma circular mientras sus jadeos acompañaban los míos. Pero lo que lo volvió loco fue cuando me moví rápidamente de adelante hacia atrás, gimiendo al sentir sus manos agarrar y apretar mi trasero sin ninguna prenda de por medio. Eso lo ayudó a moverme a su antojo y mover sus propias caderas de manera más profunda. 

Mis gemidos aumentaron pero al parecer JungKook no pensaba tener una sola posición. Porque separó nuestra unión y esta vez él se puso de pie, dejándome echada en el sofá.

—Creo que ya te dejé jugar suficiente, ahora déjame a mí. —comentó, con una sonrisa traviesa en sus labios. Ladeé la cabeza, sin entender bien lo que trataría de hacer hasta que alzó una pierna mía y la colocó encima de su hombro, acarició de arriba abajo mi muslo, y con solo una pierna azada, la utilizó de soporto para introducirse en mí de una sola embestida, tan seca, tan rápida y tan fuerte que gemí. 

Sus embestidas fueron tan duras y placenteras, entraba a mi cavidad sin piedad alguna, me embestía hasta tocar mi punto más débil y el sudor recorriendo por su rostro y el mío solo generaba que me ponga a lloriquear otra vez. Se sentía demasiado bien, se movía tan rápido en mí y el dolor que me provocaba era tanto que solo me producía placer. 

El calor iba acumulándose sin darme una tregua y en menos de dos segundos, mis paredes se amoldaron hasta apretar todo su miembro, dejándome correr y JungKook se vino con tan solo sentirme. Ambos gemimos al unísono. JungKook fue separándose lentamente de mí y me guiñó un ojo, haciéndome sonrojar al recobrar la consciencia y darme cuenta de todo lo que había ocurrido. 

—Ven, vamos a la habitación. —JungKook y yo caminamos juntos a su mandata, mientras sentía mis mejillas arder con más intensidad de tan solo recordar.

Simplemente fue asombroso. Ni siquiera había palabras para describirlo. Aún desnudos, JungKook separó las sábanas de su cama para meternos dentro y la suave calidez que las mantas me dieron, hizo que sonriera con pura calma. 

—Hoy fue una noche muy intensa. —murmuré cuando comenzó a acercarme a su pecho para abrazarnos. Lo escuché reír un poquito mientras acomodaba su barbilla encima de mi cabeza. 

—Pues hoy solo fue una pequeña demostración de todo lo que quiero hacerte bebé. —dijo, y sonreí al escuchar los rápidos latidos de su corazón muy dentro de su pecho. Mis ojos se encontraban muy cansados y se iban a cerrar en cualquier momento, pero aun así hice el esfuerzo de escuchar cada palabra que salía de sus bonitos labios—. Lo cierto es que me traes loco, bebé. No dejo de pensar en ti siempre... 

—Tú tampoco sales de mi cabeza, señorito Jeon. —bostecé por última vez, acurrucándome en su pecho aún más para sentir su calidez y dejé cerrar mis ojos—. Ahora vamos a dormir, dulces sueños. 

Dije, desconectando mi cabeza de la realidad y durmiendo por completo. Pero entonces, una voz se escuchó difusa en mi cabeza que nunca supe si fue real. 

—Yo... te quiero mucho. 





🌺🌺🌺

hola, solo venía a decir que sally cumple sus promesas gente

¿les gustó? ¿qué tal les pareció?

POSEAPOKSKIASSL, la verdad hasta podría decir que este ha sido uno de mis capítulos favoritos de escribir pq siento que tiene de todo y quedé bastante satisfecha con el smut njenjejnejen ¿y ustedes? 

creo que este es el capítulo más largo que he hecho en toda la historia, contiene +5k palabras aaaaaaaa, pero quería compensárselos por haber desaparecido, gracias por esperarme uwu y también, me preguntaba si les gusta la idea de incorporar de vez en cuando chats de ellos en los capítulos, a mí en lo personal se me hace bastante divertido escribirlo pero también quiero la opinión de ustedes hehe si no les gusta, no pasa nada, simplemente dejo de hacerlo JAAJAJAJ 

en fin, gracias por leerme, los amo mucho, chapemos

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