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💿 15 (Epílogo) 💿

[ 🎵 ]

Jeon Wonyoung y Choi Beomgyu.

Estaban sentados en un sillón, en la sala del apartamento de Jungkook (y de Wooyoung, aunque éste no había salido de su habitación hace más de una hora, ¿realmente hablaba con sus padres?). Observaron una pila de regalos apilados en el centro; algunas cajas demasiado grandes, y otras envolturas tan pequeñas que cualquiera rogaría que no fuera su regalo. Wonyoung se acurrucó contra el pecho de Beomgyu, aprovechando la cercanía para preguntarle en un susurro.

—¿Crees que ya se reconciliaron?

Wonyoung.

—¿Qué?

—Regresaron todo el camino de regreso tomados de las manos.

—Pero, puede que...

—Jungkook besó la mejilla de Taehyung.

Pero...

Más de una vez.

Wonyoung atrapó su labio inferior entre sus dientes y decidió que lo mejor sería guardar silencio. Frotó su nariz contra la camisa de Beomgyu (la tela era bastante suave), y él acarició su cabello. Sus padres se habían marchado hace poco con la excusa de visitar a sus abuelos. La señora Jeon se había ido con una generosa cantidad de regalos, cortesía de Taehyung y Beomgyu, y el señor Jeon había recibido dos botellas de elegante y costoso vino (de nuevo cortesía de esos dos). Así que ahora estaban solos, aún con varios regalos por entregar. Ninguno parecía muy entusiasmado por entregarlos, incluso podrían decir que lucían nerviosos.

Taehyung tomó valor y agarró un regalo al azar de la pila, empezando a hacer juegos para adivinar a la persona, tal como había sugerido la señora Jeon antes de irse. El primer regalo era para Wonyoung: Una taza con el logo de los Backstreet Boys rebosante de chocolates (regalo de Jungkook, quien aún creía en su cabeza que Wonyoung tenía doce), así que ahora era el turno de Wonyoung para escoger un regalo. Tomó uno pequeño y rectangular forrado con papel de regalo azul. Observó la etiqueta que colgaba y se aclaró la garganta.

De: Taehyung

Para: Jungkook

—Bien, el dueño de este regalo tiene el cabello negro —los tres chicos la observaron con atención. Taehyung, evidentemente, solo estaba actuando. Y actuaba muy mal, porque el sudor de su frente brillaba bajo la luz—. Hmm, lo tiene muy largo también.

—¡Beomgyu! —exclamó Jungkook, y las miradas de todos cayeron sobre el recién nombrado, quien solo frunció el ceño y miró de vuelta a Wonyoung, esperando una confirmación.

Ella rió y negó con su cabeza, Beomgyu se había sonrojado.

—¿Jungkook? —preguntó Beom a su vez, cruzándose de brazos y enarcando una ceja. Wonyoung lanzó las manos al aire como si estuviera en un programa de televisión, señalando a Beomgyu con el regalo.

¡Coo-rrecto! —dijo, alargando la primera sílaba— ¡Llamamos al señor Jeon Jungkook al escenario a recibir su premio, por favor! Oh —al ver que Taehyung se encogía con vergüenza en una esquina del sillón, lo agarró por el brazo y lo jaló hacia el centro de la sala, pasándole el empaque forrado de verde y volviendo de un salto a su lugar junto a Beomgyu—, ¡el señor Kim Taehyung será quien haga entrega del premio!

Los dos chicos eran ahora el centro de atención de la sala de estar. Taehyung abrazó el regalo contra su pecho, mirando sus zapatos para no mirar a Jungkook, parado junto a él en completo silencio. Wonyoung lucía completamente complacida, era lo que necesitaba para saber si las cosas entre ellos dos seguían tensas. Beomgyu, a su lado, la observó, completamente confundido. ¿Ella sabía lo que hacía? ¿Sabía la razón tras la aparente tensión entre esos dos? ¿Y no le importaba?

Beomgyu tragó saliva.

Wonyoung siempre había sido una chica despistada. Vagando en su propio mundo, creyendo que todo estaba bien hasta que era muy tarde. Guardando todo para sí misma hasta que es demasiado y todo lo que ocultó sale a borbotones.

Taehyung le entregó el regalo a Jungkook sin mirarlo, ambos tan rojos como un par de cerezas avergonzadas. Jungkook le agradeció en un susurro y desgarró el papel con dedos cuidadosos. Dentro, había un retrato de Jungkook en un lienzo pequeño y un álbum aún cubierto de plástico. Wonyoung se levantó un poco para ver que se trataba de Love Songs, de The Beatles.

Jungkook sonrió en grande. Wonyoung no recordaba haberlo visto tan feliz nunca. Ni siquiera cuando le dijeron que fue aceptado en la Universidad Kirae. En realidad, ahora mismo parecía a punto de llorar.

No, estaba llorando.

Antes de que Wonyoung pudiera reaccionar (antes de que cualquiera pudiera hacerlo), Jungkook se abalanzó sobre Taehyung con los brazos bien abiertos, arreglándoselas para besarlo (besarlo, en los labios) aún con las manos ocupadas. Taehyung, con la sorpresa estampada en su mirada de horror, correspondió el beso fugaz con ojos cerrados y labios fruncidos.

Beomgyu se apresuró en revisar la reacción de Wonyoung, mentalizándose para consolarla y decirle que salieran de ahí a comer hamburguesas de la gasolinera. Su mano ya estaba lista para darle palmaditas en la espalda, pero se sorprendió al notar que no hacía falta.

Wonyoung miraba la escena con una pequeña sonrisa en los labios. Lucía... feliz, aliviada, pacífica. Se giró de repente para mirarlo a los ojos, sonriéndole a Beomgyu con ojos cerrados. Beomgyu se quedó sin palabras, ¿realmente estaba bien?

—Van a ser las diez, ¿nos vamos? —preguntó ella, tomando su mano. Beomgyu, aún sin entender, asintió.

—Está bien.

Wonyoung se aclaró la garganta de forma exagerada para que los dos chicos la notasen. Se separaron y la miraron al mismo tiempo, adquiriendo un tono completamente nuevo de rojo hasta las orejas y alejándose al instante el uno del otro. Jungkook empezó a balbucear incoherencias, rascándose la nuca, pero Wonyoung levantó su mano y lo detuvo antes de que pudiera decir algo más.

—No quiero explicaciones ahora —dijo ella, con una sonrisa divertida y agarrándose el puente de la nariz—. Estoy feliz por ustedes, pero necesito cancelar nuestro pequeño juego de adivinanzas porque llegaremos tarde a la casa de Beom —señaló al chico con un movimiento de cabeza. Jungkook y Taehyung se miraron, indecisos y poco convencidos. Wonyoung rió, levantándose de la mano de Beomgyu—. Nos vemos luegos, noviecitos —se aclaró la garganta—. Feliz Navidad.

—A-Ah, ¡Wonyoung, espera! —Taehyung se arrodilló para tomar dos regalos más de la pila y se apresuró en entregárselos antes de que llegaran a la puerta— Esto, ehm, no sabía qué darle a Beomgyu, así que solo compré chocolates, y... —carraspeó, intentando sonreír cuando le entregó a Wonyoung un sobre café—. Feliz Navidad.

Wonyoung miró el sobre, tragando saliva y mirando de vuelta a Taehyung.

—Gracias, Taehyung. Feliz... —miró por sobre el hombro de Taehyung a su hermano— Navidad, a los dos.

—¿Estás bien? —preguntó Beomgyu una vez estaban fuera del apartamento. Wonyoung, por fin, dejó de sonreír y ahora su rostro quedó vacío. No había rastro de ninguna expresión.

—Sí. Quiero decir, es inesperado —rió sin gracia, caminando por el pasillo con Beomgyu siguiéndola de cerca—, pero supongo que es... el golpe de realidad que necesitaba, ¿sabes? Creo que siempre sospeché que Jungkook era... ya sabes. Mamá también lo creía, pero ¿Taehyung? —bufó, cubriéndose el rostro antes de empezar a bajar las escaleras. Beomgyu la sostuvo para que no tropezara— Dios, eso tiene mucho más sentido. Es raro, pero no quiero llorar. Sabía que lo necesitaba para cerrar la etapa de Taehyung era que él consiguiera pareja, y lo que menos me importa es el género de esa persona, pero ¿tenía que ser mi hermano? ¿Por qué nunca me di cuenta?

—¿Hubiera habido alguna diferencia si lo sabías antes?

—No —respondió planamente, apretando los labios—. Bueno, quizás me hubiera olvidado de Taehyung antes... Bueno, ¡bueno! No hay nada que podamos hacer. Mientras esos dos sean felices, yo también estaré feliz. Te quiero a ti, de todas formas —intentó sonreírle a Beomgyu—. Quiero estar contigo ahora, así que no hay necesidad de darle vueltas al asunto. Estoy bien ahora, vamos a ver a tu madre.

—¿Estás... segura?

—Por supuesto. Estoy completamente... —se detuvo por un momento antes de bajar el último escalón, mirando el sobre en sus manos con duda. Se mordió el labio y lo abrió con miedo, sacando con cuidado un retrato de ella dibujado en ese papel caro que había comprado con Taehyung hace unas semanas (¿papel opalina? algo así). El trazo era delicado y había tantos detalles que tardaría días enteros en analizarlos todos. Sin darse cuenta, dejó caer una lágrima sobre el retrato, humedeciendo el papel. Wonyoung se apresuró en guardar el dibujo en el sobre de nuevo y alzó la mirada, encontrándose con los ojos preocupados de Beomgyu. Rió con tristeza, fregando sus ojos con el dorso de su mano—. Estoy bien...

En un segundo, tenía los brazos de Beomgyu alrededor del cuello y su cuerpo estaba pegado al de él. La camisa de Beomgyu ahora tenía una rastro de lágrimas, qué vergonzoso. Lo abrazó con fuerza, escondiendo su rostro para que nadie pudiera verla en ese estado patético. La mano derecha de Beomgyu empezó a moverse con suavidad sobre su cabello.

—Puedes llorar. Llora, no intentes ocultar las cosas, ¿sí? Quiero que estés bien, y no estarás bien si no aprendes a soltar —Wonyoung sollozó con fuerza y Beomgyu la atrajo más hacia sí mismo—. Empecemos desde cero. Sé que necesitarás tiempo, pero quiero que sepas que aquí estoy y aquí estaré. Siempre.

Pasaron cinco minutos que se sintieron como una eternidad, una tranquila y muy suave, como una almohada hecha de algodón en la que Wonyoung había dejado todas sus lágrimas. Se sorbió la nariz, dejando por fin de llorar, y apoyó la mejilla en el hombro de Beomgyu.

—¿Podemos no hablar de Taehyung hasta Año Nuevo? Lo quiero, pero necesito un respiro.

—Seguro. Tampoco es como que Taehyung sea mi tema de conversación favorito...

Los dos se rieron sin ánimos y Wonyoung tomó aire, sus pulmones temblando. Lo que necesitaba ahora era una hamburguesa de la señora Choi y una lata de cerveza fría.

—Gracias —susurró, alejándose un poco para mirar a Beomgyu a los ojos—. Feliz Navidad, Beom.

Él le sonrió de vuelta, plantando un beso en su frente y tomando su mano para caminar lejos del apartamento.

—Feliz Navidad.

Fin.

Sé que tardé mucho en terminar esta historia, y me disculpo por eso. La verdad es que no sabía qué final darle (tenía demasiadas ideas y no sabía cuál sería la mejor opción), pero creo que logré darle una conclusión con la que me siento satisfecha. 

No tengo muchos comentarios sobre Grown-Up! Solo quería escribir un romance adolescente cliché y bonito, un coming-of-age, y además quería darle a otro personaje que no fuera ni Taehyung ni Jungkook un poquito más de importancia, y de esa idea salió Wonyoung. 

(Beomgyu se me ocurrió a medio camino porque quería darle a la pobre un final feliz también c:)

Escribir esto fue un poco un suplicio, porque no organicé bien la escaleta en un inicio y me confundía bastante con cosas muy tontas (abrigos y chalecos, Wonyoung y Wooyoung. El tema de los años y las fechas fue una tortura). Espero que no haya resultado confuso para ustedes, y si encuentran algún error de este tipo, ¡les agradecería de todo corazón que lo comenten! Siempre suelo cometer deslices que ni siquiera noto al momento de corregir, lo siento, jeje TT.

En fin, ¡muchísimas gracias por haber leído Grown-Up! ♡♡♡

También quiero agradecer a todo aquel que se tomó el tiempo de leer y votar en esta historia. Muchísimas gracias por acompañarme. Los quiero muchísimo, gracias por todo y perdón por tan poco

¡Nos leemos luego (espero) en una próxima historia! ♡

[ Noduru, 2023 ]

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