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Beomgyu nunca había pasado la Navidad lejos de casa.
Siempre las había pasado trabajando en la gasolinera con su madre.
Esa noche, las calles cercanas al apartamento del hermano de Wonyoung estaban especialmente vacías. La razón era más que obvia: era 25 de diciembre. Aún existían personas sin corazón que trabajaban en Navidad, de todos modos. Su propia madre había estado encantada cuando le mencionó la invitación de la familia Jeon. Por primera vez su pequeño (ya no tan pequeño) Beom tendría una Navidad con olor a pavo en lugar de a gasolina.
No era un problema para Beomgyu estar en la gasolinera. Para ser honesto, le gustaba, o quizás solo se acostumbró. No era solo la Navidad; Beomgyu pasaba todas sus tardes en ese lugar. Había comida, una oficina solo para él y una cama plegable para dormir. Era todo lo que necesitaba. Viviría ahí si pudiera.
No había mucha diferencia entre esa oficina y su habitación real en su casa. Esa era una de las razones por las que nunca había llevado a Wonyoung a su habitación habitación.
Si no estaban en la gasolinera, siempre iban a la casa de los Jeon. El cuarto de su novia (novia, wow) era grande, con una cama lo suficientemente grande como para que ambos cupieran sin tener que tocarse (aunque sí lo hacían. Solían dormir abrazados), un televisor de pantalla plana y un armario que ocupaba una pared entera. Era acogedor, aún con todos los posters y el edredón infantil y la lámpara de mariposa.
Era acogedor porque se trataba del cuarto de Wonyoung.
Beomgyu sintió un escalofrío y se estremeció bajo la luz tenue de uno de los postes de luz. La tienda de conveniencia frente al apartamento había estado cerrada, así que los cuatro tuvieron que caminar un poco más para encontrar otra que estuviera abierta a las nueve de la noche en Navidad. Se fijó en la espalda de Wonyoung, cubierta por su abrigo (no lo había agarrado para él, lo había agarrado para ella. Era una chica bastante torpe, ¿quién saldría a comprar con ese clima, en la noche y en un vestido sin mangas?). No lo había usado como excusa para verla usando su ropa, por supuesto que no. Aunque debía admitir que lucía adorable. El abrigo le quedaba grande y sus manos quedaban escondidas en las mangas. Quería abrazarla.
Lástima que su novia estuviera muy ocupada hablando con Kim Taehyung en ese momento.
Hmm, muy bien. A Beomgyu no le molestaba todo el asunto de Kim Taehyung. De hecho, antes de aquel día lluvioso en la gasolinera, Wonyoung y Taehyung básicamente significaban lo mismo para él: Ese par de tontos que siempre estaban juntos y que solía toparse en las fiestas. Esa era la parte importante: Siempre estaban juntos, pero no parecían una pareja. Podría decirse que eran sus amigos-de-fiesta, que lo acompañaban en el sillón hasta que fueran las doce y pudiera irse sin lucir sospechoso. Claro, hasta que el par de tarados empezaron a beber y todo el tema de amigos-de-fiesta se echó a perder.
Había otro problema con que esos dos vinieran en paquete (¡Promoción! ¡Lleve uno y el segundo será completamente gratis!): Realmente no los conocía. Wonyoung actuaba diferente con Taehyung a su alrededor. Más ruidosa, pero más precavida también. Como si se esforzara por ocultar algo, e intentara taparlo con risas y bromas y gritos.
Sentado junto a él con las piernas cruzadas, con una cerveza en la mano y tamborileando sobre el suelo alfombrado de la oficina, solo los dos en la gasolinera, Wonyoung era diferente. Más relajada, más suelta. Hablaba muchísimo más, pero su tono era confiado. Con Taehyung, ocultaba cosas. Pero con Beomgyu, no podía dejar de contar secretos.
Y así fue como descubrió la historia completa.
Una amistad de infancia que había evolucionado a algo más, quizás solo para Wonyoung. Beomgyu lo había visto en las fiestas: Mientras su Wonnie bebía hasta perder la razón, gimoteando el nombre de Kim Taehyung y haciéndose un ovillo en una esquina, Kim Taehyung se lanzaba a los brazos del primer chico que le hablara bonito y lo besaba toda la noche. Siempre chicos, nunca chicas. Era más que evidente lo que sucedía. Teniendo en cuenta que Wonyoung nunca lo mencionó y que ambos bebían tanto que la cerveza seguramente borraba todos los recuerdos de sus cabezas, lo más probable era que ninguno realmente recordara lo que pasaba en esas fiestas.
Taehyung y Wonyoung eran mejores amigos desde hace años. Inseparables. Ella se había enamorado de él, él era indiscutiblemente gay. Wow, vaya... historia.
Nadie lo sabía, solo Choi Beomgyu, el espectador lejano y sobrio. El personaje secundario en la vida de Jeon Wonyoung.
El chico que consolaría a Wonyoung cuando le rompieran el corazón, el que estaba ahí como pañuelo de lágrimas. El que, obviamente, terminaría enamorándose de Jeon Wonyoung, porque así lo decía el maldito guión.
Lo interesante era que Wonyoung nunca lloró por Taehyung, al menos no con Beomgyu. Solo lucía... enojada.
Parecía odiarlo.
—Es un imbécil, ¿sabes? Digo, es mi mejor amigo, y lo quiero, pero es muy lento. Es tonto —dijo ella una tarde, abriendo una lata de soda dietética y frunciendo el ceño—. Es una mierda enamorarse de él. No quiero que me corresponda, es lo que menos quiero. Pero al menos desearía que... no lo sé, ¿se diera cuenta? Que abra los ojos. Siento que la tonta soy yo. No creo que me entiendas —le sonrió con tristeza. Beomgyu no dijo nada (casi nunca decía nada). Wonyoung hizo un pequeño brindis con su lata y la que Beomgyu tenía en su mano—. Pero gracias por escucharme.
Por supuesto que Choi Beomgyu no seguiría el guión. Maldición, si querían un personaje secundario solamente para existir y escuchar historias tontas sobre Kim Taehyung, debieron escoger a otra persona. Porque Choi Beomgyu no se quedaría sin hacer nada. Choi Beomgyu besaría a Jeon Wonyoung apenas tuviera oportunidad (él tampoco buscaba ser correspondido, solo quería sacarse de la cabeza la duda de a qué sabía el brillo de labios que Wonyoung usaba todo el tiempo. La respuesta fue decepcionante —el brillo de labios no sabía a nada—, pero el beso no lo fue. Principalmente porque Wonyoung le correspondió).
Lo que menos esperaba era ser besado de vuelta.
Pero las cosas salieron así, y ahora tenía novia y estaba cenando pavo con la familia de su novia (ah, y el roomie de su hermano) (Ah, y Kim Taehyung).
Vaya historia.
Alguien se aclaró poco disimuladamente la garganta junto a él. Giró el rostro, algo irritado, y se encontró con la mirada apenada de Jeon Jungkook. El chico le sonrió un poco. Beomgyu solo movió su cabeza, preguntándole sin palabras qué quería.
—¿Desde hace cuánto sales con Wonyoung?
—Desde hace —Beomgyu hizo cálculos rápidos con su cabeza— ¿un poco más de un mes? La conozco desde hace mucho antes.
—Oh, está bien —avanzaron uno o dos pasos más en silencio antes de que Jungkook intentara de nuevo revivir la conversación—. ¿Se conocieron en la escuela?
—No, en fiestas.
—¿Cuántos años tienes?
—Diecinueve.
—Entonces eres un graduado, ¿cierto?
—Sí.
Jungkook tragó saliva. Era más que obvio que estaba intentando entablar una conversación para ser amigable. A Beomgyu le convenía agradarle al hermano de su novia, pero estaba empezando a sentir frío y ver la mano de Kim Taehyung sobre los hombros de su novia mientras ambos se reían estruendosamente unos pasos al frente le estaban poniendo de mal humor. (Bien, quizás sí le molestaba un poco el tema de Kim Taehyung).
Respiró profundamente, cerrando los ojos, e hizo lo posible por calmarse.
—Oye, ehm —intentó decir, rascándose la nuca—. Jungkook.
—¿Sí?
—¿Pasó algo entre tú y Taehyung? —la pregunta pareció dejar sin aliento a Jungkook, quien evadió su mirada y empezó a parpadear demasiado rápido— No quiero ser entrometido, pero Wonyoung estaba preocupada. ¿Todo... está bien?
—Sí. Es decir no. Es complicado —se pasó una mano por el rostro y suspiró—. No peleamos, solo... Digamos que escuché algo que no tenía que escuchar, y ahora Taehyung está actuando... distante.
—¿Distante? —ambos dirigieron la mirada a Taehyung, que hablaba animadamente con la chica a su lado. Beomgyu frunció el ceño. Es gay, es gay y los celos no son sanos— Luce a punto de derrumbarse. Deberías hablar con él. Ya sabes, aclarar las cosas.
—No es tan sencillo.
—¿Qué escuchaste para que las cosas se tornaran así? —Jungkook no respondió, sino que se sonrojó salvajemente y miró el suelo. Beomgyu alzó las cejas, algo haciendo click en su cabeza— Oh —añadió, asintiendo para sí mismo. Eso tenía mucho sentido—. Así que le gustas al peli-teñido.
—¿Q-Qué? —Jungkook exclamó nerviosamente, mirando a Beomgyu y empezando a reír, negando con su cabeza— ¿Cómo lo... ?
—A Taehyung le gustan los chicos, ya sabía eso —dijo, tan naturalmente como si estuviera hablando del clima. Jungkook lucía tan sorprendido como si su alma hubiera dejado su cuerpo. Beomgyu lo observó de pies a cabeza, sonriendo con diversión—. Solamente no creí que, de todos los chicos, te eligiera a ti. Demasiadas coincidencias. Hmm, ¿así que las cosas son incómodas entre ustedes ahora? ¿Eran buenos amigos, y ahora no sabes cómo reaccionar?
—No es eso. Solo... —Jungkook dejó salir un pesado suspiro y pateó una pequeña piedra que se encontró en el camino, quedándose callado.
Beomgyu lo observó con curiosidad, otro click sonando en su cabeza. Sonrió en grande.
—Te gusta Taehyung también, ¿cierto?
No es que estuviera entre sus planes actuar de Cupido esa noche (¿Un Cupido en Navidad?), y no sabía lo que pensaría Wonyoung sobre el asunto. Pero lo que preocupaba a Wonyoung era el estado de ánimo de Taehyung. Y, si el chico del que Taehyung estaba enamorado le correspondía, ¿no se pondría feliz? Taehyung feliz significaba menos preocupaciones para Wonyoung. Wonyoung no se deprimiría si Taehyung conseguía pareja, porque ya había superado a Taehyung (¿cierto?).
Quizás ese no era el problema.
El problema era que el susodicho chico era Jeon Jungkook.
Al ver la reacción avergonzada de Jungkook, Beomgyu solo confirmó sus sospechas.
—No quiero meterme en asuntos que no me conciernen, pero realmente creo que deberías hablar con él. Si él te quiere, y tú lo quieres, ¿no es eso todo lo que importa? ¿Qué más necesitas? —señaló a los chicos de adelante y le dio un ligero empujón a Jungkook. Beomgyu le sonrió— Y apresúrate, porque extraño a mi novia y tu chico la está acaparando.
Beomgyu nunca había pasado la Navidad lejos de casa.
Pero, cuando Jungkook se llevó a Taehyung unos metros más adelante y por fin pudo tomar la mano de Wonyoung, cuando su novia le sonrió con dulzura, acurrucándose contra su pecho mientras caminaban hacia la tienda de conveniencia, sintió que quizás sí estaba pasando la Navidad en casa después de todo.
Una segunda casa, tal vez.
Aunque esta casa era, en definitiva, más cálida que la gasolinera.
¡Nos leemos luego! :)
[ Noduru, 2023 ]
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