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—Y después de ello ¿Qué sucedió?
SeokJin se encuentra desayunando junto a TaeHyun en una cafetería. Era fin de semana por lo no tenían trabajo para alivio de ambos. El mayor le estaba relatando lo que sucedió hace dos noches con NamJoon. El estrés del mayor era un tema ya sabido por el menor por lo que no tuvo problema en contarle lo sucedido.
—Yo... —desvío la mirada a su café en la mesa— después de tranquilizarme salí huyendo —El rubio rápidamente mordió sus labios evitando reír, pero no sirvió de mucho— olvidé la plantita en el local.
La risa del menor no se hizo esperar, SeokJin solo suspiró ya que sabía que eso era digno de burla. —¿No deberías ir por ella, hyung?
—Moriré de vergüenza, él me dio medicina, estuvo a mi lado hasta que me calme y yo huí apenas él no estuvo cerca. —Una vez que SeokJin dejó de pensar en el trabajo y se enfocó en lo que sucedía en la tienda, se sintió muy tímido. Apenas conocía a NamJoon, pero este le secó sus lágrimas con mucha delicadeza, salió a buscarle medicamentos para su dolor de cabeza, pero había llorado frente a él y eso fue suficiente como querer enterrarse diez metros bajo tierra. Y esta aumentó cuando se percató que ni siquiera le pudo agradecer como debía ¿Cómo lo haría si con solo pensar en la situación ponía su rostro rojo como tomate?
—¿Es lindo? —el mayor miró a el rubio confundido?— que si el chico del vivero es lindo ¿Lo es?
—Te estoy contando la mayor vergüenza de mi vida ¿Y a ti solo te importa si es lindo? Ni tiempo de tener pareja tienes, Kang TaeHyun.
El rubio puso los ojos en blanco—Aguafiestas, es una pregunta sencilla que no puedes responder hyung ¿Por qué de ello?
Con mucho cuidado, NamJoon ponía algo de fertilizante en la pequeña plantita que estaba sobre su escritorio. Intentaba ser discreto mientras mantenía un ojo en el cliente que acababa de entrar. Este se encontraba dando vueltas en el lugar viendo todo ahí, no parecía genuinamente interesado en comprar algo; posiblemente solo entró por curiosidad.
—Ya tardó mucho. —escuchó hablar al cliente, dicho esto miró hacia fuera de la tienda buscando a alguien. El castaño estaba confundido por la actitud ¿Esperaba a alguien?
Unos minutos pasaron y el chico desconocido pareció hartarse, salió de la tienda sin decir nada para volver segundos después gritando y empujando a alguien. NamJoon comenzaba a preocuparse pero se sorprendió de que a quien empujaba era SeokJin.
El castaño no sabía si debía decir algo, honestamente, le daban ganas de reír ver al más bajo empujando al más alto. Una vez SeokJin realizó que estaba siendo visto por él dejó de luchar y sin remedio se acercó hasta el escritorio.
—Buenos días hyung —evitando algún silencio incómodo, el menor saludó primero— ¿Te encuentras bien?
—Sí, estoy mejor yo... —la timidez del pelinegro le estaba dando mucha ternura, sus orejas estaban rojas pero sería mejor no hacerle saber eso al contrario— lamento haberme ido así anoche yo, me sentí apenado.
NamJoon sonrió, mostrando sus lindos hoyuelos. — Hyung, no te preocupes por nada, lo importante es que ya te ves mejor.
TaeHyun que miraba, para nada disimuladamente, la escena juraría que vomitaria con tanta ternura.
—Cierto, tu plantita —tomó el cuentagotas y terminó de ponerle el abono líquido. Revisó por última vez que todo estuviera bien en la maceta y se la entregó a SeokJin— ya está lista por ahora, no sufrió ningún percance.
—Perdón plantita, te olvidé.
Al escucharlo, NamJoon no pudo reír un poco— Eres un padre un poco olvidadizo.
—Eso es tal vez porque la planta necesita otra figura paterna —interrumpe TaeHyun, poniendo su mano en el hombro de su superior— ¿No te interesa? —preguntó al castaño.
—¡Kang TaeHyun!
El rublo reía mientras que Jin quería ahorcarlo justo en ese momento. —¿No son pareja? —ambos voltearon a ver a NamJoon sin creer lo que dijo, incluso la risa del menor cesó.
—Jamás me había ofendido tanto en la vida —dramatiza el rubio poniendo la mano en su pecho— trabajo con él y soy su amigo, además no es mi tipo.
NamJoon formó una o con su boca mientras asintió. Esta vez fue el turno de los amigos de reír, ambos parecían más hermanos que pareja, de eso estaban más que seguros.
Un cliente entró en la tienda, NamJoon fue hasta él para darle la bienvenida. Ambos se despidieron rápidamente y salieron de la tienda.
—Debo decir que fue más divertido de lo que pensé.
—¿Me trajiste aquí solo para entretenerte?
El rublo asintió fingiendo una sonrisa inocente. —Quería ver si huyes de nuevo o si te pondrías rojo, eso es algo digno de ver hyung.
SeokJin bufó— Para tu mala suerte no hice ninguna de las dos.
TaeHyun sonrió con su boca cerrada intentando no reír— Seguro, sí.
El reloj de la pared marca las ocho de la noche, SeokJin estiraba sus brazos después de terminar un poco de trabajo que se había llevado a casa. Ojalá pudiera traer todo su trabajo a su hogar y no tener que ir a la oficina, así se evitaría tanto estrés, pero no podía porque el mundo real no es tan lindo. Ya había cenado por lo que decidió ir por su plantita que estaba cerca de la ventana y caminó hasta su cuarto colocándola en la mesa de noche junto a su cama.
Podría parecer un exagerado, pero siempre se aseguraba de ponerla en un lugar justo donde no pueda caer al suelo o hasta en la misma mesa. Había integrado eso a su rutina.
Encendió el televisor pasando los canales sin encontrar algo que ver hasta que encontró un canal que hablaba de plantas.
¿Siempre existió? Se preguntó, igual comenzó a ponerle atención a lo que este decía.
Se encontraba hablando de los beneficios de tener plantas en el hogar. No pudo evitar pensar en NamJoon, de seguro le gustaría este canal o tal vez ya lo hace.
Sonrió ante ese pensamiento.
—Si TaeHyun, NamJoon es muy lindo.
Aparecí :D
Y ya me fui uwu
Espero les haya gustado :3
Nos leemos luego~
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