El único sonido que sus oídos escuchan son las de su propia tortura.

Siempre era torturado y a día de hoy siempre ha sido así. Ha olvidado el calor, lo único que siente su cuerpo es dolor y frío.

Hace mucho que dejó de sentir dolor o gritar por su tortura, solo el frío nunca le abandono.

Su cabello tiene la forma de una peculiar palmera. Sus manos se encontraban encadenado hacia la pared como si fuera crucificado dejando sus pies libre.

A su alrededor no se encontraba nada, una sala vacía que el no podía llenar más que solo su sangre. A su frente un poco alejado de él se encontraba un gran vidrio simulando la ventana de aquella habitacion blanca, pero no se veía nada, se preguntaba quienes era las personas detrás de aquella ventana que le hacían pagar un pecado que el no ha cometido.

Hace tiempo empezó a escuchar voces en su cabeza que le decían que el era parte de algo, pero la voces nunca terminaban su frase, lo más curioso es que aquellas voces eran las de una mujer.

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La puerta fue abierta, pasos pesados se acercaban a su posición más el no levanto la mirada.

Sabía lo que se acercaba así que solo cerró sus ojos preparado a lo que se avecinaba. A los segundos su tortura comenzó, con diversas máquinas, varios objetos punsante dirigidos a su carne. La sangre se derramaba pero el no tenía reacción, frente a sus ojos su sangre caía se preguntó cuando pararía.

–Al final, el rey algunas vez tiene que caer –Eso fue lo unico que escucho de su torturador. Con aquella voz de completa locura.

Claro, después de todo, el era alguien puro de una raza desconocida, su único pecar fue nacer con aquella "Deformidad" una cola.

Su torturador no tenía alguna clase de piedad, se reia amando de su trabajo, le exitaba ver el dolor de aquel pelo parados. Siempre le satisfacía asta el punto que el pobre no podía sentir mas del dolor.

Solo le quitaron el derecho de nacer como humano.

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Sus ojos empezaban a ver borroso, la vista le nublaba poco a poco y su cuerpo empezaba a no ejercer ninguna fuerza.

–¿Voy a morir? –Un pensamientos que rondo por su cabeza, más no le tuvo miedo a la muerte, si no le amo. Hace tiempo que esperaba su visita.

Poco a poco cerró sus ojos asta que lo último que escucho fue la sutil risa de su torturador.

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Grito silente Capítulo 1 "Causalidad".

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–¿Una melodía? –Entre el profundo del bosque una profunda melodía resonaba trayendo paz al bosque.

La niña, de piel clara ojos rosas como su cabello con unos peculiares cuernos en su cabeza, era atraída por aquella resonante melodía.

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La melodía le guiaba de donde provenía, echisada caminaba Curiosa por tal bello canto asta que cuando atravesó unos arbusto pudo ver al dueño de aquel cantar.

Un niño tal vez casi de su edad de espalda con un instrumento que ella nunca ha visto se encontraba soplando aquel peculiar intrumento con tranquilidad.

Hipnotizada por aquel niño le quedó viendo siendo sus ojos como sus oídos siendo bendecidos.

Los minutos pasaban, pero ella los sentía como si fueran segundos regreso en sí cuando la melodía dejó de sonar.

–Se que estas ahí –De pronto el chico dejo de tocar, hablo a la nada pero sabia que se trataba de ella ¿Como lo supo? No se confío y no salió por que tal vez solo fue simple casualidad.

–¿Acaso buscas esto? –El chico con una de sus manos volteo hacia su pocicion y saco a un perrito que ladraba de felicidad.

La niña al estar hipnotizada por la melodía olvidó la razón por la que ella estaba ahí. Su amigo sin razón aparente había huido al bosque así que ella preocupada también se adentro para buscarle.

Sin más opción salió de su escondite dejándose ver hacia el peculiar niño que viéndolo mejor, su pelo tenía una forma de palmera.

El niño al ya verla salir de su escondite bajo al cachorro que ladró y corrió hacia las manos de su dueña.

–Me tenias preocupada. –La dulce voz de la niña se pudo escuchar y con cariño abrazo a su pequeño amigo.

El niño volvió su vista hacia al horizonte sin importarle mucho el asunto esperando que quella chica se fuera..

–¿Quien eres? –Si esperaba que aquella chica se fuera estaba muy equivocado, la curiosidad de ella era muy grande y no se iría fácilmente.

–¿No estas muy lejos de casa? –El chico pregunto hacia la chica que esta mirando a su alrededor se dio cuenta que se encontraba perdida en medio del bosque.
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–¿Ahora que voy ha hacer? –Nerviosa se preguntó como volvería a casa, poco anocheceria y probablemente ella a un este perdía en el bosque...

Antes de seguir preguntando que hacer, tuvo la idea de preguntarle al chico que miraba el horizonte si le podía ayudar.

–No.. –Respuesta seca e rapida le fue dada incluso ni volteo para verle.

Aquella respuesta le entristeció pero no preguntaría más. También, si el se da cuenta de sus cuernos es probable que el molestaría o le pegaría así que como si fuera instinto intento ocultar sus cuernos con sus manos así soltando al cachorro que se acomodaba en sus brazos.

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La niña dándose cuenta de su error, se disculpo y trato de agarranlo nuevamente pero el salio corriendo hacia la pocicion del chico así alertando a la pequeña.

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El chico Sentía un leve estiramiento en su pantalón, bajando su mirada se dio cuenta que era el cachorro que jalaba su pantalón con su boca.

–¿Que haces? –Pregunto el niño a lo que el cachorro ladró hacia una dirección. El chico mirando donde ladraba veía que era a la niña, finalmente le presto atención en ella. Se veía con una gotas de lagrimas en su ojos apunto de derramarse, pero eso no es lo que le llamaba la atención si no aquellos dos cuernos al descubierto adornando la cabeza de la pequeña.

El chico se sorprendió de sobre manera al ver aquellos dos peculiares cuernos, que llevó toda su atención en ellos.

–Tu... tienes cuernos.. –Bocifero el chico mientras señalaba vulgarmente los cuernos de la chica que esta al saber que el chico se dio cuenta de su deformidad quiso ocultar una vez más sus cuernos con sus manos temblorosa.

–Tu.. eres igual que yo.. –La pequeña se confundió con aquello último dicho, observo que el chico no hubo movimientos amenazantes o bruscos solo estaba sorprendido.

El pequeño palmera en su cintura se empezó a mover lo que sería su "cinturon" de sus prendas pronto la pequeña se daría cuenta que aquello que creía no era realmente lo que pensaba.

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–¡¡¡Tienes una cola!!! –efectivamente, en la parte baja del pequeño se mesia  un cola con brusquedad, tal vez reflejando lo que sentía.

La pequeña igual que el chico por sus cuernos ella también se vio sorprendida por su cola, una cola de mono, ahí entendió las palabras del chico que aun no sabía su nombre.

En un mundo tan grande, ella era la única diferente entre la multitud, siendo juzgada, golpeada, amenazada incluso por los de su misma edad nunca pensó que alguien sería igual a ella, aún que sea una cola diferente a sus cuerno. El.. era igual a ella.

–Goku... me llamo Goku –Finalmente el chico dijo su nombre, al parecer aquella  confianza nula que tenían en un inicio desapareció convirtiéndose en simpatía.

–Lucy.. Un gusto –Torpemente se presentó hacia el pequeño Goku, aúnque su comunicación era incomoda era verdad que los dos sentía un revoltijo en sus cuerpos al verse, tal vez la emoción de conocer a alguien igual a uno mismo.

El ambiente quedó en completo silencio, ya no tenían palabras que decir o que inventar, querían quebrar el hielo que congelaba sus labios.

–¿Donde vives? –Goku saco un tema que rompió el hielo satusfactoriamente.

–En un orfanato serca de aquí.. –Respondió la pregunta del pequeño aúnque lo dijo en voz baja como si lo dijera con vergüenza afortunadamente Goku le pudo escuchar.

–Ya veo.. –Sin más, Goku se puso a caminar no sin antes hacerle una seña a Lucy para que le siguiera a lo que ella hizo cazo no sin antes recoger a sí pequeño amigo.

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La luz del Sol casi por completo se ocultaba en el horizonte dando así a un casi oscuro bosque.

Ya han camino por unos minutos, no sabían a donde se dirigían, solo seguía al Son confiando plenamente en el, pero realmente se sentía incomoda, desde que empezaron a caminar no han vuelto a intercambiar ninguna palabra. Luce tenía muchas preguntas sobre el y aquella peculiar cola se mecía.. tenía tantas preguntas que probablemente no serían respondidas si es que sus labios no decidieran abrirse..

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–¿Este es tu hogar? –Goku paro repentinamente y señaló con su dedo diciendo lo antes dicho que Lucy al ver en donde señalaba era al orfanato en donde ella vivía, ahora lo supo, solo la guiaba a su "Hogar"..

Pero eso no era el tema si no, ¿Como supo que aquí era exactamente el orfanato? Pues habían muchas direcciones en el bosque para concordar aquí. ¿Como sabía que aqui estaba? Tal vez el ha vivído aquí?.

Pues ya no pudo hacerse más preguntas por que Goku comenzó a retirarse en dirección al Bosque por que ya terminó aquella pequeña misión mientras el Sol se ocultaba por completo dando el paso a la oscura noche.

Sus pasos cada vez se escuchaba más alejado, quería detenerle, pero su voz no formulaba palabras, le perdería, probablemente la única vez que lo vería si es que lo dejaba cruzar aquel bosque, le perdería, habla. habla.. Habla... ¡¡¡HABLA!!!!!

–¡¡ESPERA!! –Con un grito ensordecedor pero efectivo Lucy pudo detenerle y se volteo a verle. es ahora o nunca.

–Y-yo.. –Aunque es cierto que pudo gritar para detenerle le costaba formular más palabras, ¿Por qué se sentía de esa manera con el? Será por sus parecidos en aquella deformaciones?.

El pequeño Goku balanceo la cabeza confundido al ver a una Lucy tartamudeando.

–N-nos.. ¿Nos volveremos a ver? –Lucy pregunto aunque tartamuda lo logro.

El pequeño ahora entendió un poco de la situación, tal como el y ella, tenían curiosidad por el otro.

Entendiendo, Goku se acercó a una Lucy que nerviosa se quedó inmóvil asta tenerlo enfrente.

–Entonces hagamos una promesa –Dijo Goku levantando su dedo meñique a una confundida Lucy.

–¿Una promesa? –Pregunto Lucy confundida al no saber que era una promesa.

–Si, es cuando dos personas entrelazan sus meñiques, un sello. Si nosotros prometemos volvernos a vernos tenemos que hacerlo si o si. Si uno de los dos rompe la promesa esa persona tendra que cortarse el dedo. –Goku explico a una Lucy recibiendo un leve escalofrío por lo último pero si entendiendo lo más importante de lo antes explicado.

–Entonces, si yo entrelazo mi meñique al tuyo ¿sellaremos nuestra promesa? –Pregunto Lucy a un Goku que este solo asintió.

–Bien. –Al ya entender sin ningún temor levantó su meñique y lo acercó al meñique de Goku.

Finalmente la promesa está echa. Sus meñiques se han entrelazados, así selladolos. Y así una Lucy sonrojada al sentir aunque sea poco la piel de aquel niño.

–Recuerda, si uno de los dos rompe la promesa, tendrá que cortase el dedo. –Goku recordó una vez más aquel detalle muy importante y Lucy solo asintió, sin temor.

–Espérame aquí, en este mismo lugar en el medio día, así cumpliremos nuestra promesa. –Dijo Goku al último para luego retirarse en dirección al Bosque perdiéndose entre los arbusto dejando a un Lucy que tocaba su corazón en llamas.

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Fin de capitulo 1.