Tal vez ya sea demasiado tarde para decirte "lo siento"; sé que no esperabas a que llegara con un ramo de flores y te profesara amor eterno, lo sé, sólo hubiera querido estar contigo un poco más y poder apreciar por más tiempo esa mirada esmeralda y la sonrisa radiante que siempre me ofrecías.
Prometí protegerte a toda costa, ni eso pude cumplir ¿eh?
Ahora te observo, estas frente a mi, tu cuerpo lleno de sangre... Tú lloras, sé que tus ojos en cualquier momento se van a apagar y ya no seré capaz de verte. Sangre sigue saliendo de tu cuerpo.
Sé que en cualquier momento dejaras de respirar por la herida de gravedad, desesperado, grito para que venga el equipo médico.
Me miras y no me ves, gastaste tus últimos momentos viéndome. Sigo sin entender por que tú estabas allí.

Un ángel en medio de una guerra

Ahora veo tu cuerpo vacío, sin alma, frente a mi. Tus rosáceos labios están violetas. Vi tu rostro, estaba pálido.

Así se debe de ver un ángel a quien cortaron sus alas y murió desangrado por ello

No puedo hacer mas que creer que es una pesadilla, pero sé que es la realidad.
Me quedo viendo tu inerte cuerpo; con la esperanza de que abras los ojos, y me digas que todo esta bien.

Sé que nunca volverás a abrir los ojos, sólo abrazo tu cuerpo, ya sin vida y lloro a mares.
Y grito, grito como nunca antes, con la esperanza de que mi voz te alcance.

Grito para que vuelvas

Con el paso del tiempo, las lágrimas se secaron. Sólo con un defecto, el dolor sigue ahí.

Y llega un momento en que todo se derrumba. Su sonrisa desaparece, dejando solamente el recuerdo de cuando estabas a mi lado. Lo sabía; lo sabía muy bien.
No se puede traer a alguien que ya esta en el cielo. 

Y sin más, observo esa infame piedra, esa que ha roto una y otra vez el corazón de los que te amaron y te aman.

Fuiste, eres y seras la única persona que he amado tanto, en mi miserable vida llena de pecado.

Te amaré por siempre.

Mi flor de cerezo.