-Porque quieres mandarme con ellos?

-Vamos Megumi, por una vez no interrogues mis ordenes- frunció el ceño.

-Es porque tus intenciones claramente no son las mejores.

-Necesitamos información, tu eres mas cercano a su edad, confiara primero en ti.

-Si claro. Si pasa algo te echaré la culpa.

-Ellos no sabrán que eres un espía, solo hazte su amigo.

-Si me gusta más su tripulación, te aseguro que me quedare allá- le amenazó.

-Ah... eso si dolió- fingió un dolor en el corazón, pero no borro su sonrisa ladina.

-Si claro... -iba a irse pero el capitán lo detuvo.

-Por cierto... él puede que sepa información de tu padre...

Eso le detuvo por completo. Se quedo congelado ante esas palabras que nunca espero escuchar. Su padre? Aquel que desapareció hace tanto tiempo?

-Deja de bromear.

-No lo hago. Su madre estuvo en la noche sangrienta...

-Si ya sabes todo esto... porque quieres que vaya?

-Porque necesito vigilarlo- su mirada se volvió mucho mas sombría, al punto que logro doblegarle- ese chico es casi un tesoro por si mismo.

-Si juegas con él, esta vez te estas metiendo en un terreno muy peligroso, si lo que dices es verdad.

-Solo diviértete Megumi... disfruta tu vida...

-Tienes una perspectiva muy retorcida de la vida.- con eso dio por terminada la conversación y se fue.

-Es tu mano derecha, en serio lo harás irse?- preguntó Suguru, que entro casi enseguida.

-Solo será en este viaje...

-Que tiene ese omega que te tiene tan emocionado?- se sentó frente a él y espero la respuesta.

-Es diferente...

-Tengo que conocerlo entonces?

-Yo lo vi primero...

-No te ha escogido, puedo tener una oportunidad.

-Ni se te ocurra- gruño en advertencia- él es... no se, mi instinto como alpha sale a flote cada vez que le veo, es diferente.

-Acaso te logro conquistar?

-Estas loco? Soy un hombre libre... nunca me han gustado las ataduras.

-Nunca te has enamorado...

-Son sueños de niños.

-Ya veré, veamos si caes tu primero... o el omega.

-Estas apostando?

-No... seria muy tonto hacer eso, después de todo, detrás de tu sonrisa, existe algo muy cruel.

-Siempre he dejado las cosas claras con todos, antes de que pase algo se los advierto. Que ellos lo malinterpreten es diferente.

-Y ya le dijiste algo a él?

-No mostró interés en mi de esa forma...

-Ah... ahora tengo mas interés en conocerle- rio ante el pequeño enojo de su amigo.

-Cállate...

-Si un omega no te abre las piernas apenas lo conoces, ya es un merito gigante... y segundo llevar la tripulación de Sukuna también es algo de admirar.

-Empezara a llamar la atención, después de como lo juzgaron en la reunión, no tardaran en buscarlo.

-No hay muchos omegas en el mar... la mayoría de los piratas hacen paradas a tierra firme a desahogar sus deseos sexuales... ya que las mujeres  que están aquí son igual de fuertes como para golpearte si intentas algo o los omegas ya están marcados.

-O son secretos... pero Itadori fue expuesto por el viejo... era claro que quería derrotarlo ahí, pero al no poder, ahora solo puso un blanco en su espalda.

-Le espera un infierno...

-Sólo tiene que encontrar a su hermano y estará libre.

-Y si su hermano lo hizo a propósito? O si esta muerto? Estas seguro que todo va a ir bien?

-Ese loco no es fácil de matar. Esta vivo...

-Ya veremos... solo espero que el omega sobreviva.

-Apostaría a que si...

-Estas muy confiado.

-Lo vi golpear a unos cuantos, así que si...

-Bien. Espero conocerlo pronto.

Aunque pareciera broma, Satoru si le estaba advirtiendo y casi amenazando que tuviera cuidado. Había puesto al pelirosa como su objetivo y si alguien más lo tocaba, estaba seguro que iba a golpearlo hasta la muerte.

Su instinto era mucho mas puro y violento cuando se trataba de ese omega, no sabia la razón y no le importaba, lo estaba tomando como un juego y definitivamente lo iba a ganar.

-Entonces... me estas diciendo que te mando a ayudarnos?- le interrogó Choso algo incrédulo.

-Más o menos...- contesto Megumi incómodo.

-Porque dejaría ir a su mano derecha? -insistió.

-Yo tampoco entiendo sus decisiones- rasco su cabeza tratando de expresarse adecuadamente.

-Esta bien... lo acepto- la sonrisa sincera del capitán logro sonrojar a Megumi y quedar descolocado.

-Yuuji estas seguro?

-Si- insistió- pero ya sabes... tienes que pasar una prueba.

-Que tipo de prueba- desvío la mirada.

-Mañana en la mañana lo sabrás...

-Mañana llegaremos con Aoi, será buena idea?

-Si, nos encontraremos en la tarde, así que hay tiempo.- le resto importancia- entonces?

-Supongo que esta bien- acepto Megumi.

-Bien. Chozo dale una habitación.

-Para el solo?- se sorprendió.

-No podemos tratar mal al invitado- con eso dio por terminada la conversación.

Yuuji sabía que podía ser juzgado por esa decisión. Había pocas habitaciones privadas y solo sus altos mandos tenían una, él había cambiado un poco esas cosas cuando llego, por personas en las que confiaba y si hubo molestias, pero aceptaron porque se conocían y eran parte de la tripulación, aunque meter a un desconocido era algo diferente.

Suspiro cansado y dejo ir esos pensamientos, aun tenía cosas por las cuales preocuparse. Pero también las ignoro, necesitaba un descanso desde que su hermano desapareció.

La tripulación fue por el a aquella isla donde vivía, su padre había muerto hace unos años y su abuelo había ido a buscarle para ir a Inglaterra a vivir, pero no se sentía a gusto en la ciudad... era muy parecido a sus padres y claramente el mar era su hogar.

Así que vivió unos años solo en la isla y ahora ocurrió esto. No se llevaba mal con su hermano, pero tampoco bien. Solo se encontraban una vez al año, no había forma de sentirse encariñados de esa forma y aun así la tripulación se la dejo a él.

Conocía a muchos de ahí por las veces que su hermano le visitaba o en todo caso, en momentos de viajes que hacían por separado y también se daban una vuelta.

Su mundo había cambiado con solo esa petición.

Empezó a divagar en el barco mientras pensaba en todo aquello, se subió en la borda del barco y empezó a caminar sobre ella aun sabiendo que si caía iría a parar al mar.

-Tendría más cuidado si fuera tu!- le asusto el grito.

No esperaba que alguien más estuviera despierto y pensó que fue alguien en el barco, pero no, estaba el solo. Entonces busco del otro lado y vio al albino observándolo desde su barco.

-Estaré bien...- contestó ya más relajado y siguió su camino.

-Será difícil rescatarte si caes al mar...- insistió.

-Me salvarías?- pregunto juguetonamente.

-Lo haría...

-Y piensas que podrías salvarme?

-Si...

-Entonces puedo seguir haciéndolo sin preocuparme -rio de corazón.

-Estas jugando con tu suerte cariño...

El apodo logró sonrojar al menor, pero no desistió de su juego. Hasta que llego casi al frente donde se iba a acabar su camino y decidió sentarse ahí y mirar atentamente al alpha.

-Que apodo más inapropiado...

-En serio? Yo creo que te queda perfecto- si Itadori podía ser denso con el romance, pero el albino estaba siendo tan descarado que no le daba forma de ignorarlo.

-Un alpha demasiado descarado no crees?

-Yo? Pues, solo soy sincero.

-Decirme cariño crees que es perfecto? Solo provocaras que confundan nuestra relación.

-Y cual es nuestra relación?

-Socios?

-Ja... ni siquiera amigos?

-No te conozco y no pienso arriesgarme a una traición.

-Quieres que me apuñale de nuevo para que me creas?

-No! Tu eres un...

-Increíble chico?

-Hombre muy extremista.

-Disfruto la vida... siendo piratas nunca sabes cuando será el último día.

-La muerte suena mejor si lo dices de esa manera.

-Una perspectiva diferente...

-Supongo- por fin bajo de donde estaba y le dedico una última mirada al alpha- gran platica Capitán...- se despidió y fue corriendo a su camarote.

Trato de ocultar su sonrojo por la forma tan casual en la que se hablaron y el como le trató... en el había algo... más.