Había pasado un mes desde su unión. Estuvieron dos días más encerrados, sobrellevando bien el celo y sus momentos de descanso, hablaron muy poco, pero suficiente para entenderse.

Después regresaron a los barcos demasiado alegres para no saber lo que había pasado, para todos fue evidente la unión, además de las claras señales físicas, el omega apestaba totalmente como el albino... lo había marcado descaradamente.

Todo iba perfecto... hasta que en un viaje a la nueva sede de piratas, Itadori se desmayó.

Recibió un gran regaño de Choso, reclamandole no comer bien y no dormir sus horas, pero nadie se preocupo mucho por aquello, creían que fue por la precisión de volverse el omega más reconocido del mar y al mismo tiempo el mas poderoso, sumándole ser recién emparejado

Nadie podía realmente pensar en algo más, porque su aroma se opacaba por el del alpha, a veces el aroma era una forma de saber si realmente había algo mal, pero ahora era casi imposible.

-No estas embarazado?- pregunto Suguro de broma.

Su castigo era proteger al omega y como tal lo ha observado demasiado, no como amigo como lo hacia Megumi, que también pidió quedarse en la tripulación de Yuuji, por lo que el alpha mayor no tenia distracciones emocionales, pensó en bromear al respecto por algunos síntomas que se parecían a los de los omegas en estado.

Pero cuando vio el rostro pálido y de terror del pelirosado, también se asusto.

-En serio lo estas?!- preguntó Megumi que también escucho la sugerencia.

-No lo se! Él es el que dio la sugerencia.

-Pero... estaba bromeando!- se defendió Suguru.

-Y si si lo estoy?- pregunto asustado.

-Pues no creo que a Satoru le afecte, la verdad va a ser molesto alardeando de esto, pero y tu?

-Bueno, no lo pensé. Ya había quedado embarazado, no pensé que en cada intento ese tonto alpha podría embarazarme.

-Ya habías que...?

-Bueno no es algo que quería decir ok? Pero si, ya había tenido un embarazo, pero lo perdí y... ahora esto.

- Increíble, ese idiota a donde apunta lo logra ¿eh?- se burlo Suguru, pero no se espero el golpe en la cabeza de Megumi- Oye!

-Eres un idiota, como puedes bromear con esto?

-Y que quieres que haga? No soy doctor para confirmarle lo que acabo de decir y muy amigos tampoco.

-Eras el mejor amigo del padre de ese bebé, acaso no te importa?

-Si lo pones de esa manera... supongo que sí.

-Tienes que ver a Shoko... ella nos lo confirmara- susurro Megumi

-No puedo creer que de verdad lo este- el omega puso sus manos sobre su vientre y se notaba emoción en sus ojos.

-Ve con ella antes de que pase algo más-refunfuño Suguru- no quiero tener a ese tonto de Satoru molestando por no cuidarte.

-Bien... bien... voy.

El omega se puso en marcha, llego a donde ella estaba y le pidió le acompañara a su camarote, no quería que la conversación fuera pública hasta estar seguro.

Ella parecía sorprendida con la petición, no parecía convencida, pero hizo su mejor intento. No tenía los utensilios para ese tipo de consulta en el barco, pero después de un rato, ella se lo confirmo. Él estaba en cinta.

Aunque Yuuji se planteo la posibilidad, estaba sorprendido por la noticia, estaba embarazado... como se lo iba a decir a su alpha?

-Tienes que tener cuidado los próximos tres meses, no hagas esfuerzos, mantente cerca de Satoru para mantener tus feromonas estables y... felicidades capitán... tendrán al primer heredero de los mares.

-Primero quiero asimilar que tendré un bebé, lo del heredero... bueno será después.

-Lo se, aunque Satoru lo tomara diferente, presumirá esto por semanas.

-Me lo puedo imaginar- sonrió satisfecho.

-Yuuji!- gritaron desde afuera, para después tener al albino entrando estrepitosamente al camarote- me dijeron que Shoko vino a verte. Te sientes mal?

-Si tienes malestares llamame- Shoko recogió sus cosas y salió de ahí, no iba a lidiar con un Satoru alterado- Felicidades...

-Felicidades?- el albino estaba confundido y aun algo asustado, pero al ver al omega tranquilo y con una sonrisa, lo relajo.

-Bueno... me dio una buena noticia.- alzó sus brazos y el alpha se acurrucó junto a el en el abrazo que le ofrecía.

-En serio? Y cual es esa buena noticia?

-Nosotros... es posible que haya un cachorro próximo en nuestras vidas.

-Que?- preguntó emocionado, separándose del abrazo.

-Que vamos a ser...

-Padres... estas embarazado?

-Si, Shoko me lo acaba de confirmar.

Apenas termino la frase, Satoru le beso. Era tierno y a la vez exigente, Itadori soltó un pequeño gemido al sentir las manos frías tocar su vientre directamente y aprovecho para meter su lengua en su boca y jugar con su lengua, cuando se sintió satisfecho se separó dejando un pequeño hilo de saliva.

-Joder... Yuuji, eres lo mejor que me ha pasado en la vida.

-Estas exagerando.

-Lo digo en serio, eres... mi todo justo ahora, llevas a nuestro hijo y eres mi pareja... eres mi todo.

-Hey... tu también eres importante para mi. Te amo...

El albino se tensó, era la primera vez que le decía esas palabras y le causo escalofríos escucharlo... le abrazo y oculto su rostro en la cuenca de su cuello, rozando su marca, provocando de nueva cuenta al omega.

-También te amo...

-No pensé que tendríamos un bebé tan rápido, ni siquiera pudimos hablar sobre esto.

-Bueno, estamos bendecidos por la fertilidad.

-No digas cosas vergonzosas.

-Apostamos?

-Que quieres apostar? Ya estoy embarazado...

-Apostemos por los niños que llevas.

-Oh no... no pienso jugar con eso.

-Vamos, será divertido.

-No lo creo, siento que en nada saldré ganando.

-No confías en tus instintos?

-No confío en ti... alpha~

-Que grosero Yuuji...

-No jugare contigo, no importa lo que digas.

-Solo es una pequeña apuesta, estoy seguro de que cargas mas de un cachorro en tu vientre.

-Bueno, si estas tan seguro, ve a apostar con los demás, seguro ganas.

-Tienes razón- le robo un beso y salió corriendo- ganare esa apuesta cariño...

Yuuji solo rodó los ojos y río ante su pareja infantil, pero tierna. Sería divertido verlo apostar, ya que nadie sabe de su embarazo.

Esa tarde se enterarian de una forma muy peculiar.