Para Yuuji, Gojou lucía como si hubiera sido elaborado a la perfección; elegantes y fuertes líneas de músculos a lo largo de su cuerpo llevaron a sus desordenado cabello albino y la polla más larga y gruesa que Yuuji podría haber imaginado. Su alpha parecía una especie de depredador mientras caminaba a través del nido hacia él, colocándose sobre él y entre sus piernas como si perteneciera allí. Con una nueva ola de deseo, el omega se dio cuenta de que Gojou si encajaba perfectamente ahí.

-Joder, omega... eres tan hermoso. Te ves lo suficientemente bien para comer- el albino gimió, presionando besos a lo largo su clavícula. El pelirosado jadeó cuando el albino chupó su pezón, que exaltó y encogió bajo su atención. Los ojos de Satoru estaban oscuros cuando se alejó con un pop.-No puedo esperar a verlos hincharse con leche para nuestros hijos...

Itadori estaba seguro de que su rostro no podría calentarse más después de esa declaración, pero por la forma en que su miembro saltó, no se podía negar que encontraba atractiva la imagen. Podía sentir su mancha resbaladiza debajo de él cuando Satoru volvió su atención a su otro pezón incluso mientras empujaba las piernas del omega más amplias. El pelirosado se sintió expuesto y vulnerable mientras se retorcía bajo los cuidados del albino, pero no se sentía inseguro, así que se permitió relajarse con todas las nuevas sensaciones que lo recorrían.

Satoru se deslizó más abajo por el cuerpo de Yuuji, mordiendo besos a través de la suave y temblorosa piel de su estómago. El omega se sostuvo sobre sus codos, confundido acerca de lo que estaba haciendo el alpha justo cuando Gojou lamía a lo largo de su miembro y luego compelto la mamada con su boca. El alpha presionó la cadera de Itadori con una mano fuerte para evitar que se moviera mientras continuaba chupando la polla del omega.

-Oh, por Poseidon, ¿qué estás haciendo?- preguntó Itadori frenéticamente. Jadeó con fuerza cuando Gojou deslizó un dedo hacia su agujero empapado, el dedo se deslizó sin resistencia. -Ah... Satoru, por favor.

El alpha sonrio alrededor de la polla del omega, curvándose y presionando su dedo contra las paredes del pelirosado. Yuuji gimió y abrió más las piernas, la ahora familiar sensación de placer se acumuló en su vientre y se dejo llevar. El ojiazul añadió un segundo dedo y los ruidos lascivos de él estirando el resbaladizo agujero de Yuuji llenaron la habitación. El omega se apretó con un gemido cuando el más alto encontró ese punto dentro de él que envió picos de placer a través de todo su cuerpo.

Itadori se deshizo con la adición de un tercer dedo en su agujero, todo su cuerpo se puso rígido cuando el placer lo invadió. Satoru tragó todo el semen de la primera corrida del omega, ralentizando el movimiento de sus dedos mientras Yuuji se quedaba flácido, cubierto de sudor y con el corazón acelerado. Vio adormilado mientras Gojou se lamía los dedos para limpiarlos y sintió un renovado pico de excitación ante el gemido de satisfacción que solto el alpha por el sabor.

Satoru se elevó sobre él, cubriéndolo con su cuerpo mucho más grande. Movió una almohada y la colocó debajo de las caderas de Itadori para que estuvieran inclinadas. El omega pasó sus manos alrededor de su cuello y tiró suavemente de él para darle un beso. No pudo evitar gemir ante el sabor combinado de su propia liberación y resbaladizo. Era fácilmente la cosa más sucia que había probado, pero era difícil avergonzarse de ello cuando sintió la gran verga de Satoru contraerse contra la suya.

-Quiero follarte, omega. Quiero abrirte con mi verga, quiero reclamarte. Quiero llenarte con mi semilla, quiero verte hinchado con nuestros hijos. ¿Puedo?- Preguntó Gojou con brusquedad.

Yuuji lo miró con los ojos muy abiertos y más excitado de lo que jamás había creído posible. El omega por fin había caído en celo, su mente se disperso y quedó su en su instinto.

-Si... si- gimió desesperado.

Gojou movió la punta de su polla presionando contra su entrada. El omega inhaló bruscamente mientras estaba abierto. Era mucho más grande, estaba sensible talvez, pero volverlo a sentir dentro, parecía como si fuera su primera vez.

-Mírame- rugió Satoru con fuerza. -Relájate... para esto fuiste hecho, para tomar mi verga y mi nudo.

Yuuji se concentró en el hermoso rostro del albino, relajándose mientras él continuaba deslizándose hacia adentro. Pareció pasar una eternidad antes de que sus caderas presionaran contra la parte posterior de sus piernas. Satoru gimió y dejó caer la cabeza sobre el cuello del omega, los músculos de la espalda y los hombros se flexionaron cuando finalmente tocó fondo. El omega sintió como si le hubieran quitado el aire incluso cuando su miembro se endureció de nuevo y su agujero se cerró.

La sensación de la enorme verga del alpha retrocediendo y empujando hacia adelante de nuevo hizo que Itadori inclinara la cabeza hacia atrás en un prolongado gemido. El albino marcó un paso tranquilo, gimiendo contra su cuello mientras reclamaba al omega completamente como suyo.

Yuuji clavó sus uñas en la espalda de Gojou mientras trataba de mover sus caderas al compás de las embestidas. Una de las manos de Satoru jugó con su pecho, tocando su pezón y pellizcándolo ligeramente, enviando pequeñas chispas de placer por la columna del omega.

-Joder, te sientes tan apretado. Te sientes tan bien envuelto alrededor de mi verga -murmuró Gojou.

Su ritmo aumentó hasta que los sonidos lascivos y resbaladizos de su piel golpeándose juntos llenaron la habitación. El aire estaba cargado de olores sexuales; resbaladizo, sudor y el aroma del alpha intoxicandolos a ambos.

-Joder...- grito Yuuji al sentir como golpeaba su próstata repetidas veces.

-Quiero poner un heredero en tu vientre. ¿Quieres eso? Que te jodan bien, quedar embarazado.

El omega jadeó cuando el placer estalló y se apretó contra la gran verga que lo follaba. El propio miembro del omega lanzó su semen a través de su estómago y pecho. Satoru continuó follándolo hasta llegar a su propio clímax, enterrando su nudo, encajando perfectamente y Yuuji gimió por sentir como forzaba la expansión dentro de él.

-Ah... mgh Alpha...- gimió el pelirosado.

De alguna manera se sentía increíblemente más profundo y sucio de esta manera, en ese momento estaba siendo montado y tomado como una perra y le encantaba.

Satoru comenzó a follarlo aun con su nudo dentro, golpeándolo contra el colchón y mordiendo su marca de apareamiento. Los sentimientos eran abrumadores, todos a la vez demasiado y no lo suficiente para Itadori, quien encontró su miembro endureciéndose de nuevo.

Las caderas de Satoru rmpujaron contra su trasero con suficiente fuerza como para magullar mientras se acercaba a correrse. La sensación de él mordiendo la marca de apareamiento, su nudo estirando su agujero, de ser llenado con su semilla, envió a Yuuji al límite por última vez. Llegó al clímax con un sollozo, su pene palpitaba de una manera dolorosa pero placentera. El peso del alpha cayó sobre él, pero el pelirosado lo encuentra reconfortante y seguro.

Satoru por sin suelta su cuello y empieza a limpiar la herida, aun sentía la mente nublada por la lujuria, pero atender a su ahora pareja era primero. La gran mano del albino descansa sobre su estómago y ronroneaba satisfecho contra su cuello.

El omega se preguntó si después de esta noche ya estaría cargando a su heredero y cubrió tentativamente su mano con la suya. Satoru ronroneo complacido y busco sus labios para besarlo de manera lenta y profunda.

-Por fin... eres mio cariño.

-Y tu mío...

Su noche era larga, pero esa primera vez vinculandose, significaría mucho mas que todas las veces siguientes... que probablemente influirán con la creación de un nuevo integrante a su familia.

Ahora si amigos, estamos a 2 capítulos del final 🥰

Esta es la última actualización del año, les deseo felices fiestas y bonito año.
Nos vemos pronto 🎆