-Llegamos- anuncio Nobara.

El suspiro de Itadori distrajo a Megumi y a Choso. Parecía afligido, su mirada perdida y sus manos nerviosas viajaban entre sus cabellos tratando de relajarlo.

-Sucede algo?- pregunto Choso.

-Sabes que este viaje no era fácil y... ahora que estamos aquí se hace mucho más real.

-Tu hermano, hizo lo que pudo.

-Él es un tonto empedernido, seguir con este viaje fue una estupidez...

Megumi no entendía lo que sucedía y se sentia incomodo con la mirada de Choso sobre él, casi amenazandolo.

-Megumi...- la voz del omega distrajo a ambos.

-Mmh?- hizo un pequeño sonido sin atreverse a hablar.

-Se que tu lealtad no esta con nosotros... pero podrías hacerme un favor.- pregunto con inocencia.

-De pende de tu pedido... pero haré lo que pueda...

-No es nada complicado, solo guarda el secreto de lo qie escucharas ahora. Por favor...

No supo que contestar a aquello, siempre ha sudo fiel a Satoru, desde que le recogió, después de no saber que pasó con su padre, pero... le mando a este barco sin problemas, así que un secreto no dañara a nadie.

-Esta bien... lo prometo- le dio su palabra.

Itadori levanto su meñique y espero a que el otro hiciera lo mismo, cuando conectaron sus dedos, el pelirosa sonrió y acepto el trato.

-Debiste pensar antes de hacer eso- le advirtió Choso.

-De que hablas? Solo es un promesa...

-Es algo infantil- explicó Yuuji- pero recuerdas de donde vienen las promesas de meñique?

-No realmente, era algo que solo hacia de niño.

-Bueno... si rompes tu promesa, tengo el derecho de cortar tu dedo...- el ambiente se volvió frio y amenazante.

-No rompo mis promesas- aseguro ofendido, al poner su honor en duda.

-Eso espero...- la mirada perdida regreso al omega y esta vez termino con un pequeño dolor en el pecho al ver tan desanimado al chico que en todo momento le había regalado calidez.

-Le dirás lo que esta pasando? -preguntó Choso al verlo tan perdido.

-No queda de otra, esta en el barco y seria un riesgo dejarlo sin información...- se volteo y enfrento al alpha -es cierto que mi hermano desapareció y que lo estamos buscando... pero eso no es todo.

-Estamos en peligro?

-No aun, pero podríamos ser el objetivo de alguien.

-Y quien es?

-Aun estamos investigando, pero seguramente escuchaste de la tripulación de los demonios...

-Si, pero fue derrotada, porque mencionarlos ahora?- se adelanto a los hechos, escuchar solo el nombre lo ponía nervioso.

-Probablemente, pero sabemos que todavía existe y que se están ocultando, mi hermano hizo toda este absurdo viaje para encontrarse con uno de ellos...

-Si saben todo esto, porque lo ocultaron de mi Capitán!- se exaltó y al mismo tiempo se arrepintió al ver el rostro del omega.

-Esto tampoco lo sabe mi tripulación... -susurro- sabemos que es lo suficientemente malo y peligroso como para no hacerlo, pero es mi hermano y... él tenia buenas intenciones.

-Como lo sabes? Acaso tu hermano te prometió algo? Hay algo a lo que debamos aferrarnos para seguir esta locura?- quería detener sus palabras y dejar de hostigar a Itadori, pero era imprudente, solo se metieron en un horrible problema.

-Él... él me dejó un carta y...

-Ni siquiera te lo dijo a la cara?

-Tuvo sus razones.

-Tu mismo acabas de decir que esto es una estupidez, entonces porque tratas de convencerme?

-Porque... porque soy su siguiente objetivo.

-Que?- eso le bajo la ira de golpe.

-Basta Yuuji, solo lo arruinaras más. -trató de consolarlo.

-No... tiene que saberlo!- fruncio el ceño- la asamblea de piratas tiene infiltrados, por eso acepte esa ridícula invitación para presentarme.

-Si eso es verdad ellos...

-Probablemente buscan gente en ese lugar y marcan a algunos como objetivos.

-Esto es una locura... porque no dijiste nada de esto?

-Crees que confiaría en alguien de ese lugar sabiendo esto?

-Entonces porque yo?- pregunto ya con los nervios de punta.

-Porque... me salvaste y te opusite a tu capitán, además es injusto que si algo pasa, no pueda tomar la decisión de abandonar mi barco e irte...

-Crees que los dejaría en un problema?

-No te corresponde defender este barco, solo viniste por apoyo no?

-Hey mirame...- le tomo de los hombros y se acerco lo suficiente para casi poder sentir la respiración del otro- soy un miembro mas de este lugar justo ahora y daré mi vida por protegerlos... así que ya que confiaste semejante secreto, no puedo solo abandonar.

-Me alegra escuchar eso...- se relajo e iba a abrazarle, pero fue detenido por Chozo.

-No hagas nada imprudente de nuevo- le dijo al omega.

-Si... tienes razón- retrocedió y acepto- por ahora tenemos que bajar a la isla- le dijo a Megumi.

-Nos prepararemos- contestaron al unisono.

Yuuji fue a darle el aviso a los otros barcos y de nuevo el barco que viajaba a la par, era el de Satoru y no pudo evitar sonreir al verle relajado entre las cuerdas casi dormitando.

-Satoru!- grito para llamar su atención.

-Que sucede Itadori?- contesto casi como si supiera que estaba ahí.

-Vamos a bajar... puede esperar aquí.

-Yo también quiero ir...- no parecía una petición, si no una orden.

-No se que tan buena ide...- su voz se vio interrumpida por un disparo.

-Itadori?...- no obtuvo respuesta- Itadori? - insistió.

-Yuuji!!- escucho un grito desesperado y entro en pánico.

Se quito la venda y trato de forzar sus ojos a buscar al omega, pero aun no podía acostumbrarse a la luz.

-Estas loco?- fue tirado hacia atrás y de nuevo escucho un disparo.

-Suguru?- pregunto al ver a su salvador.

- Hay unos tipos en pequeñas barcas frente a la isla, nos están disparando.

-Que prenden? No van a derribar a los barcos.

-Talvez solo detenernos...

-Corran por vendas, tenemos que movernos, saquen las armas!- oía gritos del otro lado y recordó el primer disparo.

-Los que tengan armas, al frente. Preparen cañones y los demás cabezas a bajo, no queremos otro problema- escucho de nuevo la voz del omega y lo relajo, pero al encontrarlo con la vista una furia insoportable surgió de su pecho.

-Hagan los mismo, prepárense para atacar- ordeno.

-Porque estas tan enojado?

-No estoy enojado... ahora muevete.

Siguió su orden y volvió a quedar solo. Noto la herida del costado de Itadori y sus ropas manchas, parecía que alcanzó a moverse y no era grave, pero había gente rodeándolo para atenderlo y se alegraba, pero igual le molestaba... porque no podía ser él quien ayudaba?

-Estan listos para el ataque? -trató de despejar su mente y concentrarse en lo que era importante... atacar a esos hijos de puta.