(N/A: Hoy van a conocer a los actores que he elegido para la novela, al menos a los del trio oscuro;) )

Narradora

El ambiente estaba frío, el tipo de frío que te hiela los huesos.

El tipo de frio que profesa un mal augurio. 

Elizabeth soltó un profundo suspiro, era lo que mas hacía desde que inicio este tormento. Su aire salió como humo por el frío, todo su ser se sentía extasiado, como si una fuerte electricidad recorriera cada vena de su cuerpo, su estomago parecía comprimirse dentro de ella y se sentía como si caminara sobre una nube.

Que sentimientos tan horrendos. 

–Bendito Merlín–Murmuro Theodore observando la escena frente a el.

–Dramático, justo como le gusta a tu padre–Comento Alessandro mientras le daba la ultima calada a su cigarro.

Tan solo esa misma tarde habían destruido los horrocruxes y ahora los tres se encontraban en una de las torres de Hogwarts, contemplando la escena frente a ellos. Todos los seguidores de Grindelwald manteniendo la barrera protectora sobre Hogwarts, alumnos de Hogwarts de las cuatro casas (Slytherin's a favor de Elizabeth), todo el profesorado, los pocos sobrevivientes de la orden de la familia Weasley , Harry y James Potter, Ginevra ahora Zabini junto a su hija Lily y su nuevo esposo Blaise. 

Elizabeth miro a Theodore quien hacía muecas frente a la situación. Ella no pudo evitar pensar que era la primera vez que notaba lo mucho que sus mejores amigos habían crecido. Theodore era alto, de espalda ancha y musculoso, con el mismo rostro afable de siempre pero con su típico aire serio. Theodore la miro con el ceño fruncido e hizo nuevamente una mueca. Seguía siendo el mismo, solo que ahora con ciertos problemas de alcohol.

–Quiero un Whiskey–Mascullo irritado.

–Cállate, Adicto.–Mascullo Alessandro con fastidio. 

–Cállame.–Se burló 

–No me coquetees, idiota. Desde que saliste del closet eres más insoportable–Bufó rolando los ojos.

–Nadie se resiste a tus encantos, dulce–Dijo Elizabeth y Theo rio ligeramente.

Elizabeth miro con una sonrisa al heredero de los Zabini, quien miraba al frente con rostro inescrutable. Era, probablemente, el más preocupado de entre los tres. 

Alessandro Zabini había cambiado durante ese año que estuvieron fuera, paso de ser el más carismático a ser el más serio, pero tambien era el soporte de Elizabeth.

Siempre lo había sido.

Era el mas alto entre los tres, de espalda ancha, fornido, atractivo. 

Alessandro volteo a ver a Elizabeth (N/A: Elizabeth no tiene una actriz en la que me basara pero la chica que esta en la portada es lo mas similar que tengo a como sería ella en realidad, solo que con cabello ondulado/chino) 

Miro su delicado rostro y sus hermosas facciones para detenerse unos segundos en aquellos ojos heterocromos que tanto le gustaban, mientras que Elizabeth miraba aquellos oscuros ojos intentando descifrar sus pensamientos. 

¿Cuándo había dejado de poder leer a Alessandro?

En realidad, ¿Alguna vez lo había hecho?

–¿Cuánto falta?–Pregunto Theodore

–Lograran derribar las barreras en al menos 10 minutos.–Contesto ella separando su mirada de la del moreno.

–¿Podrías repetir tu visión, por favor?

–Nosotros peleando contra los mortifagos, bueno, más bien los alumnos; mi padre luchando contra Dumbledore, alguien matara a Nagini y...

–¿Y qué?–Cuestiono Alessandro con el ceño fruncido.

–Nada.–Mintió. 

Alessandro y Theodore la miraron seriamente, para ellos era más que obvio que mentía, mas sabían que no era ni el lugar ni el momento para cuestionarla, estaban a punto de empezar una guerra. Quizá despues de que todo acabara podrían saber que pasaba. 

O quizá no.

–Y bien...tu mandas, Liz.–Dijo Alessandro.

Ella suspiro y asintió–Theodore, ve al frente, trata de llegar los principales mortifagos y utiliza el fuego maldito para matarlos de una buena vez; Alessandro, tu ve a apoyar a mi padre, mientras tanto yo ire tras Voldemort. 

–¿Cómo se supone que lo vas a encontrar?–Inquirió Alessandro con seriedad mientras bajaban por las vacías escaleras de Hogwarts.

–Solo se que puedo hacerlo, dejémoslo así.–Musito con nerviosismo, la realidad era que no sabía como lo haría.

–Bien, aquí nos separamos.–Dijo Alessandro cuando llegaron a las puertas principales. Los tres se miraron y se tomaron de las manos. 

No dijeron absolutamente nada. Si decían algo, se romperían.

–Estaremos bien, lo prometo.–Dijo Elizabeth.

En ese momento las explosiones resonaron por todo el lugar, se soltaron las manos y corrieron en direcciones opuestas sin mirar atrás, con la esperanza solida de poder volver a verse.

(...)

–¡Protego!–Lanzo Alessandro hacía Lord Grindelwald. Este lo miro sorprendido por sus reflejos.

–Es de cobardes atacar por la espalda.–Dijo con asco mirando al atacante–Gracias, Ale.–Miro a Zabini.

–Ha pasado un tiempo, Gellert.–Musito Dumbledore con la varita en alto.

–Si...un tiempo no tan largo, nos vimos al final del torneo de mi hija, aunque quizá sea tiempo de cambiar eso, el mundo no es tan grande para que estemos ambos.

–Nunca antes había estado tan de acuerdo contigo.

–Vamos, Albus, si que lo has estado. Despues de todo, me amas.

Dicho eso, la batalla comenzó. 

(...)

Theodore luchaba fieramente contra tres mortifagos a la vez.

–¡Crucio!–Lanzo un mortifago en su dirección.

–¡Avada Kedavra!–Exclamo una voz a sus espaldas, protegiéndolo.

Theodore volteo sorprendido e inmediatamente sonrió, sus ojos recobraron la vida y pronto se encontró besándolo.

–Cygnus–Sonrió embobado

–Hey, amor.–Sonrió el Lestrange. 

Ahora, espalda con espalda, continuarían la lucha.

(...)

Elizabeth corría evitando los combates, su único destino era...

–¡Nagini!–Exclamo asustada cuando la serpiente apareció frente a ella y de pronto caer muerta.–¿Qué...?–Miro sorprendida al asesino de la serpiente.

–Corre...yo me encargo.–Afirmo seguro.

–James...

–¡Corre!–Exclamo sin verla y ella obedeció. 

En cuanto llego al bosque prohibido se encontró cara a cara con Voldemort, quien sonrió cínicamente acompañado de Marcus Flint y Lucius Malfoy.

–Es un placer conocerte, pequeña Malfoy bastarda–Siseo con arrogancía.

–Lo mismo digo, anciano Riddle mestizo.–Soltó ella con burla.

–¡Maldita! ¡Avada...!

(...)

En el campo de batalla se podían apreciar diversos cuerpos de estudiantes asesinados, pero en su mayoría se trataban de mortifagos, entre los muertos se encontraban Fred y George Weasley adultos, así como tambien Harry Potter, Helena y Antón Greengass, Rolf Scamander y Pansy Parkinson. 

Dumbledore y Grindelwald lanzaban sus mejores ataques y en ese momento una ola de magia se sintió por todo el lugar. Ante todos, el cuerpo de Voldemort apareció completamente muerto y desintegrándose, mientras Elizabeth lo miraba con rostro inexpresivo.

Mortifagos comenzaron a huir del lugar, los estudiantes clamaban victoria. Theodore sonreía abrazando a Cygnus, Elizabeth miro en dirección a su padre y en ese momento ante sus ojos, el cuerpo asesinado de su padre cayo al suelo.

–¡Avada Kedavra!–Soltaron Dumbledore y Alessandro contra el otro al mismo tiempo.

La explosión de poder fue tanta, que mientras que Dumbledore se desintegraba, dando fin a su vida, los ojos de Alessandro y Elizabeth se encontraron y en ese momento, Elizabeth vio el mismo rostro desesperado que en su visión y este cayó al suelo.

–¡NOO!–Exclamaron Theodore y Elizabeth.

Ambos corrieron hacia el cuerpo de Alessandro buscando estabilizarlo con todos los hechizos curativos que sabían. 

En ese momento Elizabeth comprendió todo.

Ella había pensado que ese día moriría y que lamentablemente seria Alessandro el principal espectador, pero ahora entendía que el rostro desesperado de Alessandro se debía a que moriría frente a los ojos de ella.

–¡Alessandro!–Lloró contra su pecho.

–L...iz–Murmuro moribundo antes de cerrar los ojos.

Ya estamos en los últimos episodios;) Saquen sus teorías, les doy una pista, alguien se salva de la muerte.