Capitulo 32 Maratón 3/5
Narrador
A la mañana siguiente, todos en Grodic's Hollow guardaban silencio. Nadie tenia verdadera intención de comenzar una conversación, el drama del día anterior había sido demasiado para todos. De repente, una lechuza apareció por la ventana trayendo consigo un paquete. Todos levantaron sus varitas con precaución y despues de cerciorarse que no venía nada peligroso u oscuro, se tranquilizaron.
–Es para ti–Dijo Theodore a Lizzie mirando la nota con su nombre.
Con el ceño fruncido, Elizabeth miro confundida la nota, no reconocía la letra que marcaba que era para ella. Suspiro y opto por abrirla.
"He cometido muchos errores, pero creo que ninguno tan grave como haber estado equivocado en el trabajo. Esto se le perdió a tu padre en mi casa, lo encontré y decidí traértelo, se que es fanático del Quidditch..
Por cierto, aquel día numero 7 que usaste una diadema mientras bebías de la copa de vino, me encanto tu guardapelo y anillo, muy hermosos. Seguramente habrás escrito sobre ese día en tu diario, a menos que tu serpiente se lo haya comido. Ese día Harry estuvo muy ocupado y no pudo ir, por eso ya no es invitado a nuestras comidas.
Bueno, estoy un poco ocupado así que acabare esta carta. Ten un buen día, saludos.
P.S.J"
Elizabeth tomo aquella caja entre sus manos, de la cual saco una snitch dorada, ella la reconoció como la primera snitch que capturo en su primer juego de Quidditch, Gryffindor contra Slytherin. La toco entre sus dedos y esta se abrió mostrando mostrándole algo que la sorprendió.
La piedra de la resurrección.
–¿Qué es?–Cuestiono Alessandro.
–Un obsequio de mi padre, debemos decirle que sea más discreto, yo no soy tan temida como el y a mi si me persiguen con ganas.–Mintió naturalmente y todos rieron.
Durante el almuerzo, Elizabeth cavilaba en sus pensamientos. Su padre, Gellert Grindelwald, era el Dios de la Muerte, sin embargo, hace poco más de un año se dio cuenta que alguien había hurtado en sus bóvedas de Gringotts, donde claramente la piedra de la resurrección ya no se encontraba.
–Harry.–Llamo Elizabeth una vez que terminaron de comer.
–¿Si?
–Estoy muy agradecida con tu ayuda y más por saber que eres un miembro fiel de mi padre, pero creo que es momento de que los chicos y yo continuemos nuestra misión, ya lo hemos discutido y estamos listos para partir.–Mintió
Theodore y Alessandro se lanzaron una mirada confundidos, pero disimularon rápidamente y apoyaron las palabras de Elizabeth, a lo que Harry asintió con una sonrisa.
–Me alegro que al fin estén listos y que mi biblioteca familiar les haya sido de ayuda. Quisiera recomendarles que partan mañana al amanecer, lo mejor sería que hoy vayan de compras, arreglen las maletas y hagan todo antes del toque de queda.–Opino
–Es una buena idea, Theodore y Alessandro irán por la comida para el viaje mientras que yo preparare las maletas.–Ordeno Elizabeth.
–Nos vemos al rato. Quizá tardemos un poco, compraremos también algunas especias para las pociones.–Dijo Theodore
–Cierto. Nos vemos al rato.–Dijo Alessandro y ambos partieron.
–Iré por las protecciones que me dijo tu padre que te diera cuando partieras. –Informo Harry.
–Si, yo iré a hacer las maletas.–Informo ella.
(NOTA IMPORTANTE: Quiero aclarar que lo que se leerá a continuación es bajo tu propio riesgo y que si no te gusta puedes saltarlo ya que no afectara en nada más adelante a la novela)
Elizabeth se dedico a hacer un hechizo indetectable en su bolsa cruzada, donde metió toda la ropa de sus amigos y la suya propia; algunas pociones que había hecho y otras que le había enviado su padre; muchos libros que había sacado de esa misma casa y la casa de campaña donde acamparían, así como también su recién llegado paquete.
–Aquí están–Dijo Harry entrando sin tocar la puerta.
–¡Espera!
–¡Ou!
Elizabeth había tropezado con unos libros que estaban tirados y al entrar Harry perdió por completo el equilibrio, a lo que el en una maniobra confusa logro sujetarla de la cadera y alzarla, consiguiendo que el se fuera hacía atrás, topando con la pared y que quedaran a escasos centímetros de distancia sus rostros.
–Lo siento–Dijo el intentando quitar sus manos pero Elizabeth se pego más a el.
No sabía lo que estaba haciendo, ella no solía ser así, sin embargo, le parecía la situación perfecta. Ella estaba muy estresada y necesitada de mimos, se había acostumbrado a esto con Lysander y ahora sin el se sentía afectada al menos en ese ámbito -también en el amoroso pero ella no lo admitiría- y más aparte de todo, Harry Potter era el padre del chico que siempre intento joderla.
–Yo no.–Musito ella contra sus labios atreviéndose a besarlo.
Sorprendentemente para ella, Harry Potter correspondió su beso con fogosidad, cargándola en el proceso tomándola de sus muslos. Elizabeth agradecía estar llevando un vestido corto negro en ese momento, jamás los usaba, pero si que ahora le veía beneficios.
–¿Serías mi Daddy por hoy?–Susurro a su oído y el gruño besando su cuello con fiereza.
–Cuando tu quieras–Respondió.
Le quito el vestido sacándolo por arriba de su cabeza y rápidamente la despojo de su brasier, empezando a lamer lasciva y eróticamente los grandes senos de la chica, quien gimió ante su tacto.
–¡Harry!–Gimió cuando mordió uno de sus pezones.
No queriendo dejarle todo el trabajo, Elizabeth se coloco encima de el, se quito sus bragas y mientras el se quitaba la camisa, ella lo despojaba de su pantalón y bóxer. La erección de Potter era evidente, Elizabeth se sintió complacida y no solo por eso, sino por que era un miembro grande y grueso.
–Chúpalo, bebé.–Ordeno con la voz ronca.
Elizabeth abrió la boca y mirándolo a los ojos comenzó a chupar su miembro con glotonería y satisfactorias succiones que liberaron más de un gemido al jefe de aurores. Tomo a Elizabeth del cabello y comenzó a mover sus caderas, follandose la dulce boca de la chica quien se dejo hacer dócilmente.
–Aún no quiero venirme–Musito sacando su miembro de la boca de ella.
–Buu–Hizo un coqueto mohín y el sonrió de lado.
–¿Qué te parece si montas a Daddy, bebé?–Acarició su mejilla
–Mmm...me parece una excelente idea, Daddy–Sonrió ella.
Unos besos y acaricias despues, Elizabeth cabalgaba rápidamente sobre el miembro erecto de Harry Potter, quien la nalgueaba a cada embestida y chupaba sus pezones con esmero.
–Deliciosa–Mascullo él cambiando las posiciones, dejándola debajo de el y comenzando a embestirla fuertemente.
–¡Ahhh! ¡Daddy!
–¿Así? ¿te gusta, bebé?
–Sisisi...dame más–Rogo apretando las sabanas.
Harry continuo embistiendo y mordiendo sus pezones y unas cuantas embestidas despues, ambos tuvieron su delicioso orgasmo gimiendo en voz alta el nombre del otro.
(Aviso que yo no soy ni de cerca experta en partes +18 así que perdonen mi pobre intento de lemon, lo hice más que nada por los que querían esta convivencia, pero aclaro que no serán pareja, esta es quizá la única vez que tendrán este tipo de situaciones)
–Iré a bañarme, los chicos no deben tardar en llegar.–Dijo Elizabeth dándole un casto beso en los labios.
–Seguro, por cierto quiero aclarar que esto...
–Fue solo sexo, tranquilo Elegido–Se burlo guiñándole un ojo y el rio.
En su ducha, Elizabeth no pudo evitar sentirse dichosa.
–Que se jodan, James, Lysander y todos los putos Weasley–Pensó con satisfacción
Tampoco iba a estar teniendo sexo casual, lo cual no tiene nada de malo, pero debía admitir que el polvo con Harry Potter había sido excepcional.
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