Narrador

Habían pasado ya dos meses desde que el mundo entero descubrió el amorío entre Ronald Weasley y Astoria Malfoy. Desde entonces, ambas partes se divorciaron de su pareja a la semana de que exploto la noticia y al mes ya se habían casado por lo que ahora eran Ronald y Astoria Weasley. Ambos se habían mudado a una mini mansión que se compro Ronald con sus ganancias de cuando fue jugador de los Chudley Cannons y ahora como Auror, después de todo, no por nada Astoria cargaba a su próximo hijo. 

Por otro lado, Draco Malfoy había intentado contactar a Hermione de mil formas distintas, sin embargo pareciera que la tierra se la había tragado. Sabía que aun cumplía con su trabajo en el ministerio, pero aun no se cruzaba por ahí y no respondió ninguna de sus cartas. 

Ahora, dos meses después de ese suceso en el baile de Navidad, Hermione nuevamente Granger se apareció en Malfoy Manor con un pantalón negro, una camisa gris y un suéter de lana, tenía el cabello desordenado y el rostro lleno de tristeza. Una elfina la recibió y rápidamente la guio hasta el despacho de su amo, donde con mucho nerviosismo, la castaña toco la puerta y al no recibir respuesta, ingreso.

–Tutsy te he dicho que si...–Regaño Draco a su elfina sin mirarla hasta que al levantar la mirada se encontró con esos ojos miel que el tanto amaba.–Hermione...–Susurro levantándose de su escritorio para dirigirse rápidamente donde ella.

La tomo de los hombros mirándola con preocupación, mientras tanto los ojos de Hermione se llenaron de lagrimas e irremediablemente rompió en llanto. 

–Perdón...perdóname, Draco.....perdóname por favor...–Balbuceo entre llantos recargando la cabeza en su pecho.

–No tengo nada que perdonarte, cariño. Nuestro error no fue ir en contra de todo y todos por nuestro amor...pero ahora somos libres–La separo de su pecho y tomo el rostro de su amada entre sus manos– Todo estará bien, mi amor, al fin podemos estar juntos–Rozo sus labios–Te amo...

Hermione negó repetidas veces con la cabeza alejándose levemente de el.

–No entiendes...–Susurro con la voz quebrada.–Hice algo terrible–Lo miro desolada

–¿De que hablas, cariño?–Frunció el ceño.

–Hace 16 años...cuando...

–¿Cuándo dormimos juntos?–Enarco una ceja

Ella asintió.

–Nosotros...tuvimos una hija.–Soltó con la cabeza agachada

Draco la miro sorprendido–¿Dónde esta ella?–Pregunto con un hilo de voz.

Hermione rompió en llanto.

–¡La abandone!...¡yo la abandone, Draco!...a nuestra niña... mi niña...–Cayo al suelo llorando desconsolada.

Draco se quedo de pie unos minutos, completamente serio y analizando rápidamente la situación para después agacharse y guardar entre sus brazos a la castaña que lloraba desconsolada. 

Draco Malfoy amaba con todo su corazón a Hermione Granger, imaginar a una hija, fruto del amor de ambos, lo llenaba de dicha pero el solo saber que ella la había dejado, lo rompía en mil pedazos.

Sin embargo, no iba a ceder, no ahora que al fin tenía a la mujer que amaba entre sus brazos.

–La encontraremos, Hermione. Así tenga que buscar debajo de las piedras, te prometo que encontraremos a nuestra hija.–Beso su frente y ella se abrazo con fuerza a el.

 Era una promesa que no pretendía romper.

El encontraría a su hija, como que se llamaba Draco Lucius Malfoy.

Y si era necesario que todo el mundo supiera que ella existía para dar con ella, lo haría.

(...)

En Hogwarts, las cosas no podrían estar mejor entre Elizabeth y Lysander, quienes demostraban su amor cada que podían. 

Nunca nadie había visto sonreír tanto a Elizabeth como ahora que salía con el mayor de los Scamander, sin embargo, la segunda prueba sería el día de mañana, por lo que a pesar de todo no habían tenido casi oportunidad de estar juntos ya que ella estuvo ocupada resolviendo el misterio del huevo dorado y después en como descubrir el como respirar bajo el agua.

–Lily, ¿Estas bien?–Pregunto Lysander al ver a la pelirroja deprimida y recargada en el árbol cerca del lago negro.

–Lysander–Lo miro sorprendida–No es nada, no te preocupes.

Este la ignoro y se sentó a su lado.

–Vamos, creo que somos amigos. Cuéntame que te ocurre, incluso Liz se ha dado cuenta de que tienes algo pero ha estado tan ocupada con lo de la prueba que no ha tenido tiempo de hablar contigo. –Comento codeándola con una sonrisa.

–Lo se y la entiendo.–Sonrió tristemente–Es solo que todo esto me supera.–Suspiro

–¿Es por Theo?–Cuestiono 

Después del baile de Navidad, Lily había intentado superar su amor por Scorpious saliendo con Theodore Nott, quien estaba completamente enamorado de ella, sin embargo al mes Lily decidió terminar la relación y ahora su comunicación era casi nula.

–En parte.–Admitió con pesar– Es que yo ya no podía seguir con el, yo amo a Scorpious, no puedo engañarme así.–Exclamo con tristeza 

Lysander se tensó, Lily lo noto y sonrió tristemente. Ella sabía porque se mostraba así, después de todo, Elizabeth y el estaban en una situación similar pero a la vez muy diferente y ella lo sabia.

–No te preocupes, Lysander. No es el mismo caso con ustedes, Lizzie literalmente borro por completo de su vida a mi hermano, ella...enserio te quiere, nunca la había visto así.–Sonrió con genuina felicidad por su mejor amiga.

Y era verdad. A pesar del sentimiento tan fuerte que Elizabeth sentía hacía James Potter, desde que había permitido la entrada de Lysander Scamander en su corazón todo había cambiado. Se sentía feliz, dichosa, amada y más completa que nunca. 

Había sido demasiado fácil comenzar a amar a Lysander.

–En realidad lo que me tiene así es otra cosa.–Confesó suspirando.

–¿Es por el divorcio de tus tíos?

–No. La verdad jamás me gusto mi tío Ron para la tía Hermione, creo que quizá ella conseguirá ser mas feliz sin el.–Admitió

–¿Entonces?–La miro confundido.

–Se trata de Rose.

–¿Qué pasa con ella? ¿Le va mal en el área de psiquiatría mágica?–Cuestiono 

–Ella no ha ingresado. Jamás ingreso.

–¡¿Qué?!

–Si. El tío Ron es el jefe del escuadrón de los que resguardan San Mungo, así que nadie la delatara. 

–Mierda...¿Lizzie lo sabe?

Ella negó con la cabeza.– No he querido decírselo, mi familia esta molesta conmigo desde que delate a Rose cuando lo del dragón–Suspiro–La cosa aquí es que...tengo miedo.

–¿De qué?

–...de lo que planea. Creo que ella va tras Lizzie y tengo miedo de si mi familia la apoya en su estúpida venganza.

–Eso no puede ser. Liz debe saber esto. ¿Y si la ataca de sorpresa? ¡Debemos decirle!

–¡No! ¡Lysander, no por favor!–Rogó– No quiero que esta vez Rose si vaya a Azkaban...

Lysander suspiro, era verdad, después de todo era la prima más cercana de Lily. 

–En ese caso...nosotros nos encargaremos de ello.

–¿A que te refieres?–Pregunto confundida

–Nosotros investigaremos que planea Rose y la detendremos. ¿Trato?–Extendió su mano y ella la estrecho con una sonrisa.

–Trato.–Sonrió.

Era el comienzo de una amistad y equipo para proteger a quien mas querían: Elizabeth Grindelwald.