Elizabeth

Dragones.

La primera prueba eran dragones.

Unos malditos dragones.

–Pase toda mi vida sobreviviendo al entrenamiento de mi padre y ahora moriré en la primera fase del torneo.–Pensé con amargura.

Al levantar mi mirada pude comprobar que todos sabían que la primera prueba serian dragones, Toni, Krum y Lestrange miraban sorprendidos el hecho de que yo estaba genuinamente sorprendida y al instante su rostro mostro susto.

No tuvieron tiempo de decirme nada cuando el ministro ingreso junto al trió de oro y mi mirada inmediatamente cayo sobre el pelirrojo, Ronald Billius Weasley.

(...)

–¿Crees que Lizzie este bien?–Pregunto Alessandro

–Esperemos que sí. Solo espero que no le toque el colacuerno húngaro.–Respondió Theo

(...)

–El colacuerno húngaro.–Dijo Kingsley mirando el pequeño dragón en mi mano.

–La puta que me pario.–Pensé.

(...)

Alessandro y Theodore estaban lo que les sigue de nerviosos, el corazón parecía salírseles por el pecho de solo pensar en que Lizzie, su Lizzie, estaba a punto de enfrentarse al peor dragón del lugar. La chica Susan Roberts, alumna de Beauxbatons, había tenido tantos problemas con su dragón que incluso a pesar de que no lo deseaba, fue muy consciente al momento de afirmar su retirada y oficialmente ya no era participante del torneo. Yaxley obtuvo 34 puntos, Krum 44, Lestrange 48, Potter 40 y por fin tocaba el turno de Elizabeth.

(...)

–Bien tuve una buena vida, no larga, pero buena.–Susurre para después salir de la carpa y dirigirme al colacuerno húngaro.  

(...)

–¡¿De entre todos los dragones le tuvo que tocar ese?!–Exclamo Theodore

–Eso no es lo peor, mira.–Alessandro señalo con la mirada hacía la fila principal de los espectadores.

–Oh, mierda.–Susurro 

Gellert Grindelwald, acompañado de los hermanos Lestrange, los tres se encontraban observando fijamente la actuación que daría Elizabeth y eso no era bueno.

–Espero Lizzie tenga un buen hechizo en mano, porque Grindelwald no dejará pasar una actuación mediocre.–Zabini se cruzo de brazos con preocupación.

Gellert Grindelwald jamás había sido un padre maltratador, a decir verdad, jamás había golpeado o gritado a su hermosa y amada hija. Sin embargo, todos sabían que la cordura de el hombre pendía de un hilo, por lo que nadie sabía que pasaría si Elizabeth no daba una perfecta presentación en este torneo, eso incluía no salir herida.

(...)

–Genial, el universo se puso de acuerdo para joderme–Pensé mirando a mi padre de refilón.

Con mi varita en mano, inspire y me acerque al dragón no sin antes lanzarme un hechizo encima para hacerme invisible. Al mismo tiempo murmure unas palabras en latín a lo que de la punta de mi varita comenzó a salir un humo rosado.

(...)

Narrador

–¿Un hechizo aromático rosal? ¿Para qué?–Alessandro se confundió

–El colacuerno húngaro ama las rosas. Las ama tanto que no puede evitar dormir al olerlas–Respondió Theo.

Justo como el dijo, el dragón callo profundamente dormido y rápidamente Elizabeth consiguió el huevo. El publico exploto en sonoras ovaciones, Elizabeth había sido inteligente y astuta, como una digna Slytherin. 

–¡ROSE, NO! ¡DEJALA!–Grito Lily y todos miraron como Rose Weasley lanzaba una enorme bomba fétida a la cabeza del dragón. El cual inmediatamente desperto y golpeo con su cola la  espalda de Elizabeth, lanzándole una rafaga de fuego que logro evitar.

–¡Cuidadores! –Llamo el Ministro.

Sin problemas, Elizabeth desmayo al dragón con un hechizo y aun en el suelo, no pudo evitar perder la consciencia.

–¡LIZZIE!–La voz de Lily fue lo ultimo que alcanzo a escuchar.

(...)

En el despacho de la directora Mcgonagall, la situación era demasiado tensa. Ahí reunidos se encontraban Hermione, Ron y Rose Weasley, junto a Harry Potter, el ministro Kingsley y por supuesto, Gellert Grindelwald.

–Mi hija no hizo nada, no hay pruebas de ello.–Replico furioso el pelirrojo y su hija sonrió con suficiente

–Lamento decirle, señor Weasley, que si las hay.–Intervino Severus ingresando al lugar con Theodore, Alessandro, Lysander y Lily.

–Jóvenes, ¿ustedes vieron a la señorita Weasley lanzar la bomba fétida al dragón?–Cuestiono Kingsley

–Así es, ministro.–Admitieron los cuatro chicos con seriedad

–Si es necesaria la poción veritaserum o ver nuestros recuerdos, no tenemos problema.–Hablo Theodore con seriedad

–¡Mienten! ¡Lily di algo!–Grito Rose

–¡PUDISTE MATAR A ELIZABETH!

–¡SE LO TIENE MERECIDO LA PERRA!

Con esa ultima frase, todo mundo guardo silencio y en shock. 

Gellert Grindelwald tenía clavada la legendaría varita de sauco en el cuello de aquella joven.

–¡Lord Grindelwald...!–Grito Hermione a punto de reprenderlo

–¿Qué me puede decir usted, señora Weasley? Su hija a atentado contra la vida de la mía, no solo eso, sino que podría dejarla invalida.–La clavo más y Rose comenzó a temblar y sollozar–Aún cuando mi hija ha rescatado innumerables veces a su familia, su hija sigue jodiendole la vida a la mía. 

–¡Eso lo menos que ustedes pueden hacer por ser magos oscuros!–Grito Ron

–¡Cállate Ronald!–Gritaron Harry y el ministro

–Ah...veo que la estupidez viene de familia.–Espeto fríamente.

–Señor Grindelwald...–Susurro Lily y el la miro

–Theodore, Alessandro. Ya saben que hacer.–Dijo y ambos asintieron para después sujetar a Lysander y Lily.

Habían provocado la furia de Grindelwald.

Nadie tocaba a su princesa.

(...)

Cuando Elizabeth abrió los ojos, lo primero que noto era que estaba en la enfermería. Con mucho pesar, logro incorporarse, notando que en las mesas de a lado se encontraban miles de regalos de alumnos de las cuatro casas.

–Tus admiradores saturaron la enfemería, Pomfrey incluso tuvo que poner un hechizo.–Dijo Theo entrando junto con Alessandro, quien le coloco una bandeja con comida.

Ella sonrió agradecida.–Ya veo, ¿Qué ha pasado?–Cuestiono probando un bocado de la comida

Ambos chicos se miraron con preocupación, a lo que Lizzie los miro con el ceño fruncido.

–Bueno, estuviste inconsciente tres días. Tu espalda sufrio demasiado daño, tuvieron que venir medicos de San Mungo a curarte, creímos que perderías la habilidad de caminar.

–Oh...–Musito ante lo dicho por Theodore

–Y eso no es todo.–Hablo esta vez Alessandro–Quien lanzo la bomba fetida fue Rose, el asunto se trato directamente con el ministro.

–Supongo que no le hicieron nada, es hija de dos miembros del trio de oro.–Replico Elizabeth con fastidio y ambos chicos rieron con malicia.–¿Qué?

–Tu padre se puso furioso, incluso Lily testifico en contra de Rose...

–Vayan al grano.

–Rose Weasley tiene una demanda de parte de Grindelwald, y de esta no se salva ni con los contactos de su padre.

–¿Por que lo dicen?–Murmuro sorprendida

–Es obvio, el juicio se llevara a cabo con el Wizengamont y...

–Mi padre posee más de la mitad de los puestos–Susurro ella al fin comprendiendo.

Grindelwald acabaría con Rose Weasley.