—¡Les juro que es todo de ella!, El tamaño, la voz, el rostro... ¡Todo!

—Bueno, yo la conozco desde hace tiempo, nunca he visto que haga nada extraño

—Igual yo, ni siquiera tiene amigos

—¡Tobs!

—Sera mejor que la vigiles muy bien, pero como ya te dije, jamás he visto que haga nada fuera de lo común

—Pues la vigilaré muy de cerca...

"Nuevo amigo"

—¡Ya cállate!— le lancé la almohada a mi despertador para luego sentarme en la cama y bostezar —Odio los lunes...— me tallé los ojos mirando mi celular —Ah... ¡Pero hoy es sábado!— una sonrisa se hizo presente en mi rostro

Me levanté canturreando alguna canción y me arreglé un poco el cabello para bajar a desayunar.

—Vaya, te ves de buen humor— sonrió mi mamá

—Pues es que hoy es sábado— di una vuelta y me senté en las sillas del comedor

—Pues si, pero recuerda que tienes actividades de matemáticas que hacer— su sonrisa era tan inocente que sabía que lo dijo para arruinar mi preciosa mañana

Y lo logró, tan pronto escuché "matemáticas" todo mi buen humor se fue como un rayo.

—Mate...máticas...— junté los dientes con rabia

—Toma— me dejó mi desayuno enfrente de mi

—Detesto mi vida— miré con desprecio el desayuno y lo comencé a comer —pero es tan deliciosa— ya no sabía cómo reaccionar

—¿A qué hora vendrá tu amigo?— se sentó a la silla contraria con una sonrisa

—¿Mi amigo?— alcé una ceja

—Ayer me dijiste que alguien te ayudaría con tus trabajos hoy

—Ahhh... Douxie— comí otro bocado —el no es mi amigo

—¿Entonces?

—Solo nos hemos visto dos veces y ayer que pasé a comer se me quedó viendo como dos horas con una expresión que no puedo descifrar y luego se ofreció a ayudarme con mi trabajo— me encogí de hombros

—Mmm...— mi madre me miró no muy convencida

—¿Recuerdas que te conté que un chico fue a nuestra escuela a avisar sobre la batalla de las bandas?

—Si, dijiste que tenía unos rayos azules en su cabello— soltó una pequeña risa

—Pues es el— dije con la boca llena —iré a arreglarme— terminé de comer y subí a mi habitación

Cuando entré busqué en mi celular el contacto de Douxie, procedí a marcarlo enseguida.

—¿Hola?

—¡Hola Douxie!, Soy yo __________

—¡Oh __________!, ¿Ya estás lista?

—¡Si, sí!, Solamente me visto y te esperaré— dije alegre

—Muy bien, llegó en 20 minutos

—¡Claro, bye Douxie!— colgué y me levanté feliz —¿Ahora quién teme a quién?, ¡actividades sucias de matemáticas!— las señalé triunfante, las cuales se encontraban en mi escritorio

(...)

—¡Hija, baja!— corrí como un rayo abajo

—¿Ya le abriste?— me rasqué la cabeza señalando la puerta

—No es mi visita— rió un poco con los brazos cruzados

—Mmm— la miré con los ojos entre cerrados y corrí a la puerta

Cuando la abrí ahí estaba ese cabello con rayos azules, en cuanto me miró parecía haberse puesto nervioso.

—¡Que bueno que llegas!— sonreí y con la cabeza le hice una seña de que pasara

—Que linda casa— miró el interior

—Así que tú eres Douxie— mi mamá se hizo presente con una sonrisa

—Oh, señora Dunne que descortés no haberme presentado— extendió su mano —en realidad me llamo Hisirdoux, un gusto— estrecharon las manos

—¿Hisirdoux?, Que curioso y atractivo nombre— rió tiernamente mi madre —vayan arriba, procura tenerle paciencia a __________— hizo una seña de que fuéramos arriba

—Para que lo sepas, ella miente, yo soy como un ángel caído del cielo— le dije una vez estábamos en las escaleras para ir arriba

—No lo dudo...— escuché que rió

Entramos a mi cuarto y ahí estaban... Esas diez hojas con ecuaciones esperándome con una mirada retadora en el escritorio.

—Muy bien, matemáticas, no es tan difícil como crees— me miró, era bastante alto, cuando crucé miradas con el su sonrisa despareció y desvió su mirada —Bueno... A trabajar— caminó al escritorio

(...)

—Solo tienes que cambiar esta letra por un número con el que te pueda dar este resultado

—Pero... pero... ¿¡Qué número!?— me llevé las manos a la cabeza

—Haz la cuenta y tú sabrás

—¿Cómo hago la cuenta?

—Con sumas

—¿Qué voy a sumar si no tengo un número?

—Para eso tienes que sumar, tienes que ver qué número

—¿Osea que tengo que hacer millones de sumas para poder saber que número?

—Algo así

—¿Y si nunca me sale?

—Lo hará, en algún momento

—Mmm...

(...)

—De verdad que sin tu ayuda ni habría logrado esto, gracias— asentí sentada desde mi cama

—No tienes que agradecer nada, fue un gusto— sonrió desde la silla de mi escritorio

—¿Ya te tienes que ir?— ladeé la cabeza

—Si, entro en turno en media hora al restaurante— miró su reloj

—En ese caso vámonos juntos, tengo que irme yo también— reí un poco y me levanté buscando mi mochila

—¿Irte?, Pero vives aquí— también se levantó

—Ayer y parte de hoy si, pero parte de hoy y mañana tengo que vivir con mi papá— sonreí

—Oh... Ya veo— alzó una ceja

—Bueno, todo listo, será mejor que nos apuremos, no querrás llegar tarde al trabajo— guiñé un ojo y me dispuse a salir

—Olvidas algo— me puso en la cabeza las hojas de los ejercicios

—Soy una causa pérdida— comencé a reír y el también

Bajamos y mi mamá estaba leyendo algo en el comedor, en cuanto nos vió se quitó sus lentes dejándolos en la mesa y se levantó.

—¿Ya se van?, Que rápido se va el tiempo— miró el reloj de la pared

—Si... Te veo después mamá— la abracé y ella a mi

—Y yo a ti pequeña florecita— comenzó a darme besos por toda la frente y mis mejillas

—¡Mamá, basta, me averguenzas!— me sonroje, solo escuché una risa por parte de Douxie

—Bien, bien, ya...— me acarició la cabeza por último —nos vemos Douxie, que disfrutes lo que resta de tu día— nuevamente estrecharon las manos

—Igualmente señora Dunne, hasta luego— y así salimos de la casa

Caminamos durante un rato en un silencio grande y asechante, ninguno de los dos decía nada, hasta que tome un poco de valor.

—Espero conocer yo a tu mamá algún día— reí por lo bajo

El lo respondió nada, por lo que baje la mirada con un sonrojo de vergüenza, creí que dije algo malo.

Hasta que escuché una pequeña risa de su parte también, por lo que alcé la mirada para contemplar su expresión.

—Que cosas dices Trix...— aún reía, yo alcé una ceja con una pequeña sonrisa

—¿Trix?— ladeé la cabeza

Parecía haber vuelto a la realidad, su expresión de congeló en una de sorpresa y se detuvo de caminar.

—Me gusta ese apodo— arrugué la nariz aún sonriente

—Ahm... Que... ¡Que bueno por qué es muy especial!— se rascó la nuca —ya sabes, suena algo así como... Galáctico y... Estelar, si tú sabes a lo que me refiero

—La verdad no, pero me gusta— me rasqué la mejilla

—Que... Que alegría que te guste— sonrió de lado

—Bueno vamos, ya casi es tu turno de trabajar— lo jalé de su suéter para continuar caminando

—Inclusive sus expresiones... Su nombre

—¿Alguna vez haz comido tortas de papa?

—Su olor, su hablar...

—Pues mira, son hechas con papas hervidas y...

—Sus historias, su forma de ser...

—Les pones harina y luego las empanizado para...

—Definitivamente ella es Beatrice...

—¿Y quién es Beatrice?

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¡Que bonito es ver qué si tiene apoyo un fic! Uwuwuwu

Shaushau!