⎯En la tercera noche de soledad, me dolió como la flor marchita, mientras escribía la carta que nunca enviaré; culpame a mí si quieres, pero es así: ambos nos quedamos buscándonos en los cambios, como un tamagotchi olvidado. La invitación al caos llegó como un tsunami, dejándonos a la mitad de todo lo que soñamos. ¿Qué pasa cuando un año sabático se convierte en despedida? Solo me quedan flores para lo que fuimos.

⎯Para ti, que sigues en busca de algo, pero nunca supiste qué. Para ti, que te quedaste a la mitad, dudando entre quedarte o dejarlo ir. La flor se marchitó mientras esperabas, mientras yo escribía una carta que no quisiste leer y te enviaba una invitación que nunca aceptaste.

Ahora solo queda el eco de lo que no fue.

⎯A las personas suicidas que permanecen vivas estrictamente por el bien de los demás. Te veo. Eres importante. Eres amado. Gracias por estar aquí a pesar de tus propios sentimientos. Espero que algún día quieras estar aquí tanto como todos los demás quieren que estés. Es fácil perder de vista las cosas a veces, pero aún importa.

⎯Gracias a ti por abrirme tu corazón y permitirme acompañarte. Siempre estoy lista para deslizarme contigo hacia lo desconocido. ¿A dónde vamos esta vez? 🌟