Me muero por un abrazo de mi papá, pero me aguanto porque no quiero que te odie.

Me guardo y me encierro para poder llorar porque no quiero que te odien.

Miento y te excuso porque no quiero que te odien.

Escojo estar sola porque no quiero que te odien.

Estoy destrozada pero no quiero que te odien, porque sigo esperando y rezando para que hagas las cosas bien, que esta vez no me hayas mentido y porque quiero que todos te amen como yo.

No puedo comer, no puedo dormir, no quiero salir y lloro y berreo sola, a escondidas porque no quiero que te odien, ni que se burlen de mí por creerte otra vez.