[si quieres entender mejor esta historia lee la versión original de Green's Revenge en mi perfil :D]

En las páginas de la historia, hay momentos de oscuridad que parecen emerger de las sombras mismas, momentos que desafían el curso del tiempo y dejan una marca indeleble en el alma de aquellos que los experimentan. Este fue uno de esos momentos para Green y sus compañeros, una encrucijada en la que el pasado y el presente colisionaron de manera implacable.

La decisión de regresar a Mira HQ fue un pacto silencioso entre ellos, una necesidad arraigada en el peso de la incertidumbre y el misterio que rodeaba su última visita. A bordo de la nave, el aire parecía cargado de una tensión palpable, como si el universo mismo contuviera la respiración ante lo que estaba por venir.

Al llegar a Mira HQ, los pasillos parecían haberse encogido, sus sombras más oscuras y densas que nunca. Cada paso resonaba como un eco inquietante en el silencio inmenso que los rodeaba. Fue entonces, en medio de esa atmósfera lúgubre, que la oscuridad misma pareció cobrar vida.

De las sombras emergió una figura, un ser cuya presencia destilaba pura malevolencia. Green apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de ser envuelto en un abrazo de sombras y terror. Cuando alzó la mirada, se encontró con los ojos de alguien a quien nunca esperó volver a ver, una presencia del pasado que ahora acechaba en el presente con intenciones desconocidas y peligrosas.

—Vaya, vaya... he aquí al pequeño bastardo. Pensé que habías huido como una rata asustada, pero veo que estabas escondido en las sombras, como siempre ——Con estas palabras, el rey impostor sostuvo a Green por el cuello contra la pared, su mirada llena de desprecio y triunfo——

—¿A qué viniste de nuevo? ¿A MATARNOS? Pensé que ya habías causado suficiente caos la última vez. ¿Qué más quieres arruinar esta vez? ——Las palabras de Índigo resonaron en la habitación, cargadas de desafío y resentimiento, mientras mantenía a Green sujeto con firmeza contra la pared. La tensión en el aire era palpable, una manifestación del conflicto que había consumido sus vidas——

—E-espera, y-yo no vine por eso... ——su voz era apenas un susurro, apenas audible sobre el rugido de la confrontación—— V-vine por l-la cura de i-impostores... ——Green luchaba por hablar, su voz temblorosa reflejando la desesperación y el miedo que lo consumían en ese momento——

Índigo al escuchar eso solo se enojo mas y apretó con mas fuerza el cuello de Green a tal punto de casi desmayarlo

—impostor! ——Black apuntaba hacia la cabeza de aquel rey con una glock cargada—— Deja a nuestro capitán en paz o me veré obligado a disparar!!

—B-Black?! que mierda haces?! lo vas a hacer enfurecer mas!! ——Yellow cargaba a Navy de forma protectora mientras le gritaba a Black——

—Tengo un plan Yellow! ——Black miro a Green y le giño el ojo——

Green hizo lo mismo y logro alejar un poco a índigo de una patada, aunque este reacciono primero ya antes de dejar caer a Green agarro su brazo y con la otra mano lo sostuvo contra la pared

—Eres patético ——rugió Índigo con una voz que helaba la sangre, mientras su mano se movía con una velocidad inhumana. Con un tirón violento, arrancó el brazo de Green, desgarrando la carne y haciendo que la sangre brotara en un torrente oscuro y espeluznante. El grito de agonía de Green se mezcló con el sonido sordo de su miembro desprendiéndose de su cuerpo, llenando la habitación con una atmósfera de terror y desesperación——

A pesar del inmenso dolor que lo embargaba, Green se aferraba a su determinación con una ferocidad inquebrantable. Aunque su cuerpo se retorcía en agonía y la sangre manaba de su herida, su espíritu seguía ardiendo con una determinación feroz. Cada latido de su corazón resonaba con la promesa de continuar la lucha, sin importar los obstáculos que se interpusieran en su camino. Con los dientes apretados y la mirada llena de determinación, se preparó para enfrentar a su adversario una vez más, dispuesto a defender a sus amigos y a sí mismo hasta el último aliento.

Desde la perspectiva de Índigo, un resplandor rojo resplandeciente irradiaba con una determinación feroz desde la mirada de Green. Era como si cada destello de luz carmesí fuera una manifestación tangible de la voluntad indomable que ardía en lo más profundo de su ser. A través de los ojos de Green, Índigo podía percibir la fuerza inquebrantable que impulsaba al joven, una fuerza que desafiaba incluso las sombras más oscuras que se cernían sobre ellos. Era un recordatorio ominoso de que, aunque Green pudiera estar herido y vulnerable, su espíritu seguía siendo imparable, listo para enfrentarse a cualquier desafío que se interpusiera en su camino.

—hmm . . .Observo una determinación inquebrantable en tu mirada... Veo el valor y la audacia que te impulsan a desafiarme en solitario, todo por la vida de tus compañeros... Me sorprendes, Green. Eres un rival digno... No tanto como yo, por supuesto, pero podrías aspirar a un alto rango en mi imperio... Piénsalo. ¿Por qué te aferras a unos débiles humanos que no pueden protegerse por sí mismos? Tú podrías tener lo que siempre has anhelado... Respeto y honor, bajo mi mando

Las palabras de Índigo resonaron en la mente de Green como un eco siniestro, retumbando en los rincones más oscuros de su conciencia. Por un instante, dudó, sintiendo la seductora llamada del poder y la promesa de un futuro donde él sería el amo de su propio destino. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, una chispa de humanidad se negaba a ser extinguida

índigo dejo caer su cuerpo y se alejo unos pasos, después de su mochila saco una jeringa llena de un extraño liquido color lavanda

—Ven hacia mí... Permíteme ser tu liberación ——susurró Índigo con voz profunda y resonante, mientras extendía una mano en un gesto de invitación. Sus ojos brillaban con una intensidad cautivadora, como si contuvieran secretos antiguos y oscuros—— En mis dominios, encontrarás la verdadera libertad, lejos de las cadenas que te atan al mundo exterior. Juntos, podemos conquistar todo lo que desees, todo lo que anheles... Solo tienes que aceptar mi ofrecimiento y sumergirte en las profundidades de mi reino

—Por favor... libérame... ——murmuró Green con voz entrecortada, su rostro reflejando una mezcla de dolor y anhelo. Extendió su mano temblorosa hacia Índigo, aceptando su oferta con una resignación silenciosa. A pesar de la angustia que sentía en su interior, una sensación de alivio lo invadió al rendirse ante la promesa de libertad que Indigo le ofrecía

Índigo observó con satisfacción la rendición de Green, su rostro impasible revelando un destello de triunfo. Con un gesto de mano, Índigo atrajo a Green hacia sí, envolviéndolo en un abrazo oscuro y opresivo. Al aceptar su oferta, Green había sellado su destino, y ahora estaba destinado a convertirse en un peón en el juego siniestro de Índigo

Mientras tanto, en el fondo, los gritos desgarradores de los amigos de Green resonaban en el aire, llenos de desesperación y pesar. Sabían que habían perdido a su compañero ante las garras del enemigo, y temían las consecuencias de su elección.

Para Green, el futuro se desplegaba ante él como un oscuro abismo, lleno de promesas inciertas y peligros insondables. Ahora, más que nunca, tendría que enfrentarse a las consecuencias de su decisión y luchar por encontrar la redención en un mundo donde la luz y la oscuridad se entrelazaban en una danza mortal . . .