Las sirenas de las ambulancias sonaban, mis oídos no sabían que ruido era peor; si la alarma de saber que había heridos en cualquier parte de Los Ángeles o el de la radio que estaba mostrando mi interpretación. No había disquera en medio de esto, eso solo significaba que alguien la había filtrado.

Y me aterraba el pensar que pudo haber sido Marck.

Pero él no pudo haber sido ¿verdad? Él me lo había prometido.

Pero las promesas no existen, nadie me las había demostrado y la persona que creí que me había mostrado un poco de eso, me decepciono de la peor manera.

—¡Wow! De verdad esa voz es increíble, una gran competencia para los demás que se dedican a la música. Esta voz anónima ha hecho temblar de verdad a la industria musical, pero ¿Quién será?

Eso era lo que había dicho el locutor cuando termino la melodía. Había hecho temblar al mundo, pero ni siquiera sabían quién era y de ser así, no dirían lo mismo.

—Oye—le hable a mi chofer—podrías apagar la radio, me duele un poco la cabeza—Estaba lejos de mi casa y no quería que todo el camino me abrumara.

Me miro por el retrovisor.

—¿Se siente bien? Podemos pasar a alguna clínica—sugirió.

—No. Estoy bien, solo apágalo.

Hizo lo que le pedí y traté de estar bien. Pero como siempre tenía que fallar en todo.

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Nueva era, nuevos dramas.

Espero sea de su agrado esta nueva etapa de nuestras gran Cecil, que dentro de unos cuantos capítulos sabremos su nuevo nombre artístico, obviamente elegido por ella.