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Después de eso, gradualmente comencé a hablar con Sunoo. Por ejemplo, si lo veía en la clase durante las mañanas le decía algo como "Buenos días", si lo veía en el corredor, le decía un "¿Qué tal?" y al irme a casa le decía algo como "Hasta mañana".
Eran conversaciones triviales que no tenían más de dos oraciones, pero aun así, considerando como habían estado las cosas, era un enorme progreso. Después de todo, hasta hacía poco, había ignorado a Sunoo cada vez que me saludaba y él tampoco me prestaba mucha atención, quizás se debió a mis sentimientos y a la hostilidad de sus seguidores.
En estas conversaciones había algo en lo que debía ser muy cuidadoso, no podía hablar mal de Sunoo, acordamos eso un día, después de la escuela cerca de los botes de basura detrás del edificio, la conversación fue algo como:
—¿Acaso debo admirarte como lo hace tu séquito?
—No, no, no me refiero a eso. No me importa nada de lo que me digas y puedes decirme y hacerme lo que desees cuando estemos en casa, pero si dices esas cosas frente a otros, sabrán que me criticas otra vez y si te defiendo, las cosas se vuelven peores
—Es cierto. Trataré de no hacerlo cuando haya otras personas cerca—No me gustaba tener estas conversaciones civilizadas con él porque que me hacía parecer como uno de sus seguidores, pero era una molestia el ser atacado cada vez que abría la boca.
Misteriosamente, después de una semana de portarme bien, el insultar a Sunoo, algo que había sido una especie de segunda naturaleza para mí, no ocurría a menos que me lo propusiera.
Como resultado, casi no me peleaba con los seguidores del mismo.
Jay continuaba viéndome con hostilidad, pero no estaba interesado en pelear conmigo. Jake estaba contento de que me hubiera calmado y algunas veces se acercaba a hablarme
Sunoo observaba todo esto con una sonrisa que decía algo como "Te lo dije". Seguro, la paz era algo positivo, pero no estaba seguro de que fuera lo mío, se sentía como si él estuviese manipulándome.
Le dije esto por teléfono una noche.
—Bueno, al parecer nunca podremos deshacernos de tu hostilidad. — Dijo riendo sorprendido.
Sí claro, sé que soy un retorcido.
—Entonces, ¿tienes algo que hacer mañana?
—¿Eh? —Estaba recostado sobre la cama con el teléfono en la mano y cuando Sunoo me preguntó esto recordé que mañana era domingo. —No tengo planes, ¿por qué?
—Los exámenes se acercan, ¿por qué no vienes a mi casa a estudiar?
—Una sesión de estudios, ¿eh?
No había ido a la casa de Sunoo desde la primaria. De una manera me hacía sentir algo tímido, temía que si no era lo suficientemente grosero con él, podría ganarse una de mis sonrisas. —Seguro, iré después de la hora de almuerzo, a eso de la una de la tarde.
—De acuerdo, nos vemos entonces.
—Ajá —Respondí brevemente y cuando estaba por colgar escuché una ligera risa del otro lado de la línea.
—¿Por qué demonios te ríes? Es perturbador.
—Oh, no es nada. —Sunoo me dijo inmediatamente.
Sí como no...
—En verdad me enfurece que hagas eso.
—De hecho me gusta esa actitud tan hostil tuya.
—¿A qué te refieres?
—Nos vemos mañana. —Colgó antes que pudiera terminar de hablar.
Me frustré al ser cortado de esa forma sin haber podido decirle todo lo que deseaba. Suspiré fuertemente y me dejé caer en la cama.
No sabía si era porque en mi interior aún pensaba en Sunoo como la persona sumisa que solía ser, aunque algunas veces me confundiera.
Cuando me molestaba, me confundía a tal punto que me sentía sorprendido. Sin embargo, no era desagradable. De hecho, últimamente esperaba los mensajes de texto y llamadas con ansias. Eso me hacía sentir asqueado conmigo mismo. Sin embargo no podía evitar emocionarme.
—Esperen, ¿en qué diablos pienso?
Seguro, no había ido a la casa de Sunoo en un buen tiempo, pero me estaba alterando demasiado por eso. No es como si fuera a ir a la casa de mi novia por primera vez ni nada.
Me bajé de la cama y me acerqué a mi escritorio, abrí mi libro de inglés y traté de cambiar mi humor. Si voy a estudiar con Sunoo, entonces me aseguraré de no quedarme atrás. Sería bastante patético si tuviera que explicármelo todo, después de todo, quería presumirle un poco.
Sin embargo en algún momento de mi pasión por los estudios, me quedé dormido... cuando abrí los ojos, las manecillas del reloj indicaban las 12:30.
—¿Es en serio? — Me levanté de inmediato y caminé en círculos por mi dormitorio como un oso enjaulado. La casa de Sunoo está como a diez minutos en mi bicicleta, así que si me lavo los dientes, la cara, me cambio de ropa y me alisto a velocidad supersónica, creo que podré lograrlo.
Habiendo tomado la decisión, salí del dormitorio como un cohete y realicé todas las actividades que tenía en mi lista mental. Para cuando salí de casa con el cabello bien peinado, ya eran las 12:50. Me subí en mi bicicleta y pedaleé a toda velocidad, avanzando por el vecindario como si fuera un ciclista Olímpico con destino a la casa de Sunoo.
A la familia de Sunoo le iba bien y su casa era enorme. Cuando uno se paraba frente a ella, lo primero que mirabas era una pequeña puerta y detrás de eso, una casa de estilo antiguo de dos niveles. Era un edificio bastante antiguo pero estaba en perfectas condiciones y según tenía entendido, le habían pedido fotografiarla en más de una ocasión. Incluso yo podía entender que la casa tenía su encanto.
Aunque había un problema con esta maravillosa casa, por ser tan antigua no tenía un intercomunicador para anunciarse como las casas modernas. Después de detener mi bicicleta en la puerta, me paré frente a la entrada un momento. No estaba seguro de qué hacer. Algunas personas pensarían que era ridículo sentirse ansioso porque no había un timbre, pero al ser estudiante de preparatoria era bastante vergonzoso gritar: "Oye, Sunoo, ¿quieres salir a jugar?"
Justo cuando se me ocurrió la brillante idea de llamarlo a su móvil, la puerta frente a mí se abrió de un tirón y respingué.
—Sunghoon, sabía que eras tú. Escuché una bicicleta detenerse frente a la casa y supuse que ya habías venido. ¿Pero qué hacías ahí parado sin hacer nada?
—¿Yo?, nada
—¿Oh? Bueno, no importa, vamos pasa adelante —Sunoo miró mi rostro sonrojado y parecía preocupado. —Cielos, estás sudando.
—Bueno, disculpa, me quedé dormido.
—No tuviste que apresurarte tanto. ¿O acaso estabas ansioso por verme?
—Ya deja tus bromas. Me asustas.
—Oh, entonces estaba en lo cierto — Me di la vuelta, le mostré mi mirada más hostil y él arrepentido hizo una reverencia.
—Lo lamento, me disculpo— Frunciendo el ceño, tomé a Sunoo por la cabeza y la giré en otra dirección, demandándole silenciosamente que se apresurara y fuéramos a su dormitorio.
—Eso duele —se quejó.
Pretendí no escucharlo. No quería que se diera la vuelta y notara como me sonrojé.
—Sunghoon, ¿te hice enojar?
—No estoy enojado.
—Entonces, ¿por qué no me dices nada? —preguntó preocupado. Pero no admitiría que estaba tan ansioso como un niño en una excursión de la escuela.
Después de atravesar una serie de corredores, Sunoo se detuvo frente a una habitación del lado este de la puerta principal. Su puerta corrediza estaba pintada con increíbles pinos verdes. Solté su cabeza y abrió la puerta aliviado.
—Espera aquí, iré por unas bebidas. ¿Te parece bien un poco de té?
—Sí, lo que sea está bien.
Después de guiarme al interior, Sunoo regresó por el corredor en la dirección en la que había venido, me quedé parado en el centro de la habitación y miré a mí alrededor. Era una habitación de estilo normal, estaba todo limpio y ordenado. Era la clase de habitación que describía su personalidad, en una esquina estaba un cómoda antigua con una lámpara de papel que producía luz indirecta. Su escritorio era antiguo y simple. La atmósfera de la habitación era bastante clásica.
Había una mesa pequeña de comedor en el centro de la habitación, quizás era para la sesión de estudios que tendría conmigo. Me senté en uno de los cojines de alrededor y finalmente suspiré lleno de alivio.
Algunas personas eran tímidas con extraños, pero yo estaba actuando con timidez por una habitación. Mientras respiraba los aromas frescos de la madera, recordé aquellos viejos días.
En aquel entonces cuando Sunoo y yo todavía éramos amigos, solíamos escalar la cómoda y saltar, su madre solía regañarnos. Nos divertimos mucho aquí, los dos solos y yo me consideraba el jefe, por lo que le daba todo tipo de órdenes.
Mientras mis pensamientos vagaban, Sunoo regresó con una bandeja con tazas de té y bocadillos tradicionales. Los colocó sobre la mesa y se sentó.
—Aquí tienes. Escogí bollos para los bocadillos, ¿te parece?
—Sí, Sun.
—¿Eh? —Sunoo y yo dijimos al mismo tiempo. Nos quedamos mirándonos fijamente sorprendidos.
¿Acabo de decir "Sun"?
—¡Oye, oye! ¡Olvida eso!
—Cielos, eso sí que me trae recuerdos. Solías llamarme así, ¿no?
—¡Puedes olvidar esos recuerdos!
—¿Cuál es el problema? Deberías comenzar a llamarme así, Hoon —Me dijo con una sonrisa maligna. Inmediatamente me enfurecí y moví mi mano para taparle la boca, pero Sunoo me esquivó con facilidad y terminó capturando mi mano.
—Últimamente te has vuelto tirano, ¿no? —Le mostré mi mirada más hostil.
—¿Eso crees? Creo que actúo normal
—No, te has vuelto más malvado. No solías ser así de descarado.
—Oye, soy un chico. Todos los chicos tenemos la necesidad de molestar a la persona que nos gusta— Me quedé inmóvil y lo miré boquiabierto, mis ojos debieron abrirse también.
—Era una broma —dijo riendo avergonzado.
Entonces había estado bromeando. Dejé caer mis hombros e incliné mi cabeza a un lado y descubrí que me sentía un tanto deprimido.
—Muy bien, comamos y luego estudiemos. —Sunoo me regresó a mi asiento frente a la mesa y me ofreció del té que había traído.
Me sentía un poco insatisfecho con mis conclusiones, pero al final decidí no analizarlas a profundidad. No sería capaz de descifrar lo que ocurría sin importar cuanto pensara en ello y al ver a mis amados bollos dulces frente a mí, hizo que el hambre borrara todas aquellas dudas de mi mente.
Los dos nos acomodamos y disfrutamos del té. El azúcar debió ayudarnos tanto psicológica como físicamente porque después de comer ambos nos pusimos a estudiar con seriedad. Me costaban las matemáticas y la odiaba al punto de que al ver una ecuación casi me causaba una reacción alérgica. No tenía problemas con otras materias, así que matemáticas era la única que se me complicaba.
—Por lo tanto x=27. ¿Lo entiendes?
—Bueno..
—De acuerdo, esa era un poco complicada de entender. La explicaré otra vez.
Cuando había un problema que no podía resolver, Sunoo me lo explicaba hasta que lo entendía. No solo sus explicaciones eran completas y sencillas, sino que cuando me desalentaba a la mitad del camino, me animaba con una sonrisa alegre y un: "Si ya llegaste tan lejos con el problema, puedes resolverlo." Era bastante reconfortante y tomaba esa motivación para esforzarme más.
Coloqué mi barbilla sobre mis manos y los codos sobre la mesa, y miré a Sunoo. Estaba explicándome un problema de matemática y señalando su libro de texto para enfatizar su punto.
¡Solía ser tan tierno y debilucho! ¿En qué momento fue que su rostro se volvió tan masculino? Ahora es tan impresionante y atractivo como un súper héroe.
Mientras miraba su bello perfil, Sunoo levantó la cabeza y nuestras miradas se encontraron. Abrió la boca en sorpresa y se sonrojó. No comprendía porque estaba tan avergonzado al inicio, pero la razón era bastante obvia, nuestros rostros estaban tan cerca que nuestras narices podrían chocarse en cualquier momento.
—¡Lo siento! —Sunoo se alejó inmediatamente, retirando la mirada y tosiendo.
No sabía que decir, así que tomé mi borrador y comencé a borrar innecesariamente fórmulas en mi cuaderno. Ahora que los dos estábamos en silencio un aire frío pareció descender sobre la habitación. Me sentía muy consciente de la presencia de Sunoo, pero no sabía cómo debía iniciar una conversación. Era un sentimiento perturbador, mi corazón latía con mayor velocidad.
—Oye, acabo de recordar algo. —Dije incómodo. Comencé a buscar en mi maletín y saqué un cuaderno azul. —¿Podrías darle esto a Jake de mi parte?
Cuando se lo entregué, parpadeó confundido. —¿Qué es esto? ¿Lecciones de física?
—Sí, ya sabes que se perdió las lecciones por ese resfriado. Esas son las notas de las clases de esos días.
—¿Pero por qué no se las entregas tú mismo, Sunghoon?
—Me siento incómodo cuando le hablo. No hemos sido amigos en mucho tiempo. —Me encogí de hombros.
Física fundamental era una clase optativa. No había muchos estudiantes que la llevaban y el maestro era famoso por sus malas explicaciones por lo que era difícil tomar notas coherentes.
Aunque para ser honestos, pensé que probablemente estaba entrometiéndome donde no me llamaban, pero al pensarlo con cuidado, el examen sería pronto y el material de esas clases sería evaluado, además de que quería ayudarle y las notas era una forma de agradecerle.
Después de comenzar a hablar más con Jake, descubrí que él siempre estuvo preocupado por mí. Así que cuando me dijo que era "bastante molesto" lo que pareció ser un ataque en realidad era una advertencia.
Sunoo abrió el cuaderno y comenzó a hojearlo, no podía imaginar que era lo entretenido de leer anotaciones de una clase que no llevaba, pero él las estaba analizando con cuidado. Cuando llegó a la última página, sonrió y dijo: —Tienes linda letra.
—Como sea —dije cortante y avergonzado.
—Eres bastante amable, Hoon, ya sabes, por hacer algo así por Jake.
—No es la gran cosa. Solo le estoy prestando mis anotaciones.
—Aun así es un gesto admirable y creo que eres grandioso por hacerlo.
—¿Acaso eres un idiota? —Dije enojado. —El halagarme no te traerá ningún beneficio y lo sabes—Cielos, ¿Cómo es que puede decir cosas tan vergonzosas con tanta facilidad?
Sunoo estaba mirando mi puchero y sonriendo suavemente. Su sonrisa era tan natural que hizo que mi puchero desapareciera y en su lugar una sonrisa emergiera. Al ver eso, sus ojos parecieron brillar más y se acercó lentamente a mí. Tenía pestañas largas para ser un chico y esos ojos rápidamente comenzaron a llenar mi campo visual y me cautivaron al punto que olvidé respirar. También olvidé escapar. Mi corazón latía a tal punto que podía escucharlo, pronto la nariz de de Sunoo rozó la mía.
La puerta se abrió fuertemente y me hice hacia atrás sorprendido mientras tres chicos entraron energéticamente en la habitación.
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