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🌸16🌸

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Mientras llegaba el próximo domingo, Sunoo pasó sus días nervioso como un estudiante de primaria antes de salir en una excursión. Y tenía una buena razón para ello: el domingo era su cumpleaños y se vería con Sunghoon. No lo había mencionado —pensó que sería demasiado vergonzoso hacerlo— pero se preguntaba si él lo recordaba, aunque no había dicho nada cuando lo invitó.

Bueno, seré feliz con solo pasar el día juntos.

Cuando recordaba los días cuando su amor era no-correspondido, estaba extremadamente agradecido por su buena fortuna. Ser odiado por la persona que amas es doloroso, pero cuando esa persona era detestada por un grupo debido a él y no saber cómo resolverlo, eso había sido amargamente frustrante.


Razón por la cual a veces creía que era un milagro el hecho de que su amor fuera correspondido. Incluso ahora, la emoción se acumulaba en su interior y lo hacía sonreír.

Además de eso, cuando comenzó a salir con Sunghoon el chico se había vuelto cada vez más y más lindo. Su rostro enfurruñado y sonriente era irresistible. Antes apenas si lo podía ver y ahora todas esas expresiones eran especiales. Por supuesto, cuando le explicó apasionadamente esto, su novio le mostró una mirada sorprendida y se arrepintió de decirle algo.

Debí haberlo abrumado con eso. Sunoo sabía que sus sentimientos eran profundos e intensos. Quizás esa era la razón por la que Sunghoon no había querido besarlo desde entonces.

Con esos angustiados pensamientos, el tiempo continuó avanzando y el domingo finalmente llegó. Cuando la hora en la que Sunghoon debía llegar se acercó, Sunoo caminó por la sala al lado de la puerta principal, mirando su reloj una y otra vez. Sabía que él era una persona puntual por naturaleza y no podía contener su impaciencia.

Soy como un perro al que le han dicho que tiene que esperar para cenar. No, el día de hoy tengo que comportarme tranquilo y ser un verdadero Príncipe Azul se dijo con firmeza mientras empuñaba las manos.


—¡Mierda!


Como si alguien se burlara de lo estúpido que era, su teléfono comenzó a vibrar. Inmediatamente lo levantó y revisó quien lo llamaba. Era de Sunghoon.


—¿Hoon? ¿Pasa algo malo?

—Lo lamento, sé que prometí verte esta tarde, pero ¿estaría bien si cambiamos los planes para esta noche?

—¿Eh? —Por un momento Sunoo no pareció comprender— ¿Por qué? —Preguntó estúpidamente.

—Bueno, Jake dice que necesita urgentemente hablar con alguien.

—¿Tiene que ser hoy? ¡Tenemos planes hechos! ¿Acaso no puede hablar con nadie más?

—De verdad lo siento, pero parecía bastante alterado. —Sunghoon dijo disculpándose.


Es cierto, quizás un amigo en problemas era una de esas cosas que tomaban precedencia y normalmente Sunoo lo hubiera comprendido y lo hubiera dejado pasar. Pero hoy era su cumpleaños, y a su novio no solo se le había olvidado este día especial sino que ahora lo pasaría con alguien más.


—Bien. —Respondió cortantemente. Su voz expresó tanta frialdad que incluso él mismo se sorprendió. —Si Jake es tu prioridad ¿por qué mejor no te olvidas de mí y te pasas todo el día con él? De todas formas es mucho más importante que yo.

—Sun

—Pero si así van a ser las cosas, mejor no hubieras planeado esta cita. Creo que las personas que cancelan a último minuto son realmente molestas.

Una vez terminó de hablar, Sunoo colgó ignorando la voz de Sunghoon gritándole del otro lado de la línea. Tiró el teléfono contra la pared y colapsó en el piso. El serrín de la madera voló tan tempestuosamente como su enojo y su color era oscuro como sus sentimientos.


—¿Cómo es que las cosas terminaron así? —Suspiró. Se sentía como un idiota. Sin explicación, se había emocionado esperando que Sunghoon celebrara su cumpleaños, pero a este se le había olvidado. Si se pensaba en cuanto tiempo habían estado separados, era natural que no lo recordara.


Intelectualmente sabía eso, pero Sunghoon no era el único que se sentía inseguro. La semana pasada, tuvo sus dudas y sospechó que Sunoo deseaba estar con una mujer. A veces no podía evitar preguntarse porqué Sunghoon lo amaba. ¿O es que los sentimientos del otro muchacho se debían únicamente a su renovada amistad?

Hoon definitivamente no querría besarlo si lo único que sentía por él era amistad, pero por otro lado, desde la primera vez que dijo "me gustas" no volvió a repetirlo y eso simplemente lo hacía sentir más inseguro.


—Soy patético.


En resumidas cuentas, no tengo confianza en mí mismo. Fue por eso que me descargué con Sunghoon.

Sunoo se sentó lentamente y se movió para recoger su móvil el cual estaba al lado de la pared. 

Imagino Sunghoon ya llegó a la casa de Jake. No pudo ocultar el enojo que sintió al pensar en eso. Respiró profundamente y se calmó, luego marcó al número de Sunghoon y presionó "llamar". Se sentó sobre sus piernas y esperó.

Escuchó el tono de llamada una y otra vez, no le prestó atención a su impaciencia, sin embargo nadie le contestó.

Quizás no ha escuchado el teléfono ya que está hablando con Jake. Sunoo se dejó vencer por lo inevitable y no hizo nada por el momento. Sin embargo cuando intentó llamarlo más tarde otra vez, siguió sin contestarle.

Ahora parecía que estaba tardándose demasiado, incluso si Jake en verdad necesitaba hablarle de algo urgente. Cuando ya no pudo soportarlo más, se dio por vencido y llamó a Jake.


—¿Diga?

—¿Jakie? Lamento la molestia.

—Hola Sunnie. ¿Qué pasa?

—¿Sunghoon sigue contigo?

—¿Sunghoon? ¿Qué? No —Su amigo respondió asustado.

—¿Qué? —Sunoo estaba igualmente sorprendido.

—¿Estás seguro que no te equivocaste? No tengo planes con él, estoy en una cita con mi novia.

—Lamento haberte molestado —Sunoo se despidió y colgó. No tenía idea de qué ocurría.

Jake no parecía estarlo cubriendo y eso significaba que Sunghoon le mintió. Pero no podía entenderlo, si su novio no quería verlo, no hubiera pedido que pospusieran la cita sino simplemente la hubiera cancelado.


—¿Pero qué diablos está pasando? —Sunoo exclamó en voz alta, inclinando la cabeza. Pero no pudo pensar en una respuesta. No descansaría hasta que supiera cómo se sentía Sunghoon. Se puso de pie y salió corriendo de la casa en dirección a la casa su novio.

Al llegar, inmediatamente entró al jardín. Ambos elevadores se detuvieron en el último piso y Sunoo no tenía tiempo por lo que corrió por las escaleras sin titubear hasta que llegó al quinto nivel.

Revisó su correo de voz y los mensajes de texto una última vez mientras estaba parado frente a la puerta de su apartamento, pero no tenía ninguno de Sunghoon.


Calmó su acelerada respiración y presionó el intercomunicador. Recibió una pausa y luego una respuesta. —¿Diga?

Sin duda alguna, la voz parecía deprimida, pero era la de Sunghoon.

—¿Hoon? —Preguntó

Pudo escuchar como alguien tragaba fuertemente.

—Sunghoon, lamento lo de antes. Lamento haberte dicho algo tan cruel sin explicar las cosas.

Pero no hubo respuesta.


—Cariño, déjame explicar —Sunoo le rogó, ligeramente pero con firmeza. Aun así no recibió respuesta. Empuñó las manos y contuvo su irritación. Tenía toda la intención de esperar hasta que saliera a hablar con él.

Luego la puerta se abrió y se lanzó sobre ella. Escuchó un grito de sorpresa del otro lado cuando haló el pomo y Sunghoon salió tambaleándose. Usó la oportunidad para ingresar al apartamento.

Fue en esos momentos en los que Sunoo notó que los ojos de su novio estaban rojos.


—Oye, esa sí que es una forma ilegal de ingresar 

—Lo siento, ¿pero qué opción tenía? No respondiste a tu teléfono sin importar cuantas veces llamé.

—Mira..

—Dime, ¿por qué me mentiste? Cuando le pregunté a Jake, dijo que no tenían nada planeado.


Sunoo quería discutir el tema de la forma más calmada que le fuera posible, pero no podía contener el dolor y el enojo de su voz mientras discutía con el otro chico. Quizás se había rendido porque respondió tranquilamente.


—No podía decirte la verdad —Dijo 

—¿Por qué no? ¿Cuál es la verdad?


Sunghoon permaneció en silencio. En vez de responderle, se dio la vuelta sin decir una palabra y se alejó. Sunoo lo siguió tranquilamente, porque no estaba huyendo. Se detuvo justo afuera de su dormitorio y abrió la puerta y lo invitó a pasar.


—¿Qué ocurre, Hoon?

—Solo cállate y entra —Sunghoon dijo molesto.


Sorprendido, Sunoo le obedeció.

Estaba algo completamente inesperado, una tarta de fresa, su favorita y eso no era todo, había pollo, ensaladas y vasos con té frío, todo estaba acomodado para una fiesta. Sunoo estuvo sin habla.


—¿Para qué es esto?

—¿Qué no es obvio?

—No tengo ni idea 

—¿Cómo es que alguien que se supone que es tan perceptivo puede ser tan imbécil? ¿O es que lo haces a propósito para molestarme?

—¿Qué? ¿Acaso culpas a la víctima? Eso es irracional 


Sin embargo Sunghoon solo dijo: —Es tu culpa si no lo entiendes —Su cara estaba tan roja como un tomate y sus labios mostraron su desagrado, de la forma en la que le hacía saber que se sentía mortificado.

Completamente confundido, Sunoo revisó el dormitorio una vez más.

Esta vez, encontró una pequeña caja envuelta en papel de regalo al lado de la cama. 


—Espera.


Una idea pasó por su mente, pero podía ser interpretada de demasiadas formas y no lo pudo creer al principio. Sin embargo, no importaba de qué forma viera el problema, era la única respuesta.

Sunoo se armó de valor y lo dijo. —Esto es para mí

—Sí. Una fiesta por tu cumpleaños. —Sunghoon respondió.

Los ojos de Sunoo se abrieron en sorpresa y abrió la boca para decir algo, pero se le hizo un nudo en la garganta por la felicidad y la sorpresa, cuando finalmente logró que los músculos le funcionaran, lo único que salió fue un estúpido sonido.

—¿Por qué no me lo dijiste? —Dijo cuando finalmente pudo hablar—. Si lo hubieras hecho, no habría pensado en todas esas cosas raras.

La respuesta de Sunghoon fue brusca. —Como si pudiera, después de que me dijiste lo mucho que apestaba por haber cancelado. Además, sé que estaba siendo un tanto infantil, pero me avergoncé y planeaba decírtelo para disculparme después de terminar de arreglar todo

Cuando Sunoo le preguntó porque había cambiado la hora y luego mentido, su novio le respondió que todavía no estaba lista la tarta. Al imaginar a Sunghoon preparando todo esto para hacerle una fiesta de cumpleaños Sunoo sintió un abrumador cariño.


—Gracias, no creí que recordaras mi cumpleaños.

—Como si lo fuera a olvidar, idiota. No soy así de desconsiderado —Sunghoon lo abrazó sin esperar a que terminara. Estaba tan alegre que la acción los hizo caer al suelo.

—¿Qué haces? —Sunghoon gritó tratando de pararse, pero Sunoo lo mantuvo en el suelo y no lo soltó.


Sin dejar ir a su pareja, Sunoo tomó una fresa de la tarta y la metió en su boca.

El sabor de la dulce tarta se esparció en su lengua y el aroma a fresco inundó su nariz. Era jugosa y dulce, como algo que comerías de un restaurante de primera clase.


—Sí, es verdaderamente bueno. Muy bien, comeré el resto después.

—¡Oye!

—No te preocupes —Sunoo quitó otra fresa y gentilmente abrió los labios de Sunghoon con ella— ¿Quieres un poco también? —Sonrió.

Hoon obedientemente abrió la boca y saboreó la fresa. Era adorable.

—Yo también comeré algo de eso —anunció Sunoo y besó una de sus mejillas.

Sunghoon se quedó en silencio. Su novio comenzó a preocuparse pensando que había hecho algo mal hasta que Sunghoon dijo —¿Fui patético?

—¿Qué?

—Digo, cuando me confesaste lo que sentías, yo no sabía qué decir y me preocupé de no ser suficiente.


En otras palabras, la razón por la no le había permitido a Sunoo darle ni un solo beso era porque Sunghoon no tenía la confianza suficiente y pensó que no lo hizo bien. Su expresión avergonzada era tan encantadora que Sunoo se estremeció de la emoción.


—Cariño, ¿Qué debería hacer? Eres tan lindo que creo que me sangrará la nariz.


Luego de un rato Sunoo se aclaró la garganta.


—Dime, Hoon, ¿Porqué sales conmigo? —Eso era demasiado patético. Sin embargo, si no lo hacía no podría dejar de preocuparse.


Sunghoon lo miró con hostilidad y luego con timidez. —No es porque esté confundido. Hago esto contigo porque es lo que siento. Jamás me permitiría enamorarme de otro chico. Imbécil.


Al escucharlo ahora de Sunghoon directamente, su corazón se le estrujo.

Eran palabras groseras con tono cortante, fue la timidez y sinceridad que trataba de ocultar lo que hizo tan feliz a Sunoo. 

—Vaya —Susurró y le mostró una enorme y brillante sonrisa que hizo a Sunghoon sonrojarse.

La momentánea vulnerabilidad era adorable. La sonrisa encantadora y principesca que había intentado hacer se convirtió en una sonrisa tonta


—Es un alivio saber que también te gusto.

—¡Idiota!

—Es que siempre parece que sufres, he estado torturándome al pensar si acaso era tan terrible como pareja. Pero al escucharte decir eso es un gran alivio. —Sunoo empuñó las manos y declaró— ¡Te juro que lo haré mejor!



-🌺-



Cuando Sunghoon apareció, sin decirle una palabra le lanzó una barra de chocolate a la cara —Feliz cumpleaños, Jake, patético fenómeno soltero de 30 años. Ahí está tu regalo.

—¿Qué? ¿Acaso mi regalo de cumpleaños solo vale diez yenes?

—Te has quedado rezagado en el tiempo. Ya valen veinte.

—¿Qué, hablas en serio? —Levantó la barra de chocolate y se le quedó mirando. ¿Quién creería que algo así de pequeño costaría veinte yenes?

—Cómo cambia el tiempo.

—No llevas ni un día con treinta años y ya suenas como un hombre viejo.

—Cuando llegues a mi edad, sentirás como ha pasado el tiempo. Oye, ¿por qué me miras así? Sabes que no lo digo solo porque una mujer más joven me botó.


Jake dijo ese pequeño discurso con un aire histriónico, pero Sunghoon solo lo miró con lástima. Desearía que Hoon le respondiera con una broma en esos momentos, pero su viejo amigo era una persona cruel y siempre lo había sido. De hecho, últimamente parecía estar peor que nunca. Era extraño considerando que su trabajo y vida amorosa iban viento en popa y básicamente no tenía problemas.


—Oye, por cierto, ¿en dónde está tu preciado cariño hoy? ¿Escalando una montaña otra vez? —Jake preguntó abriendo el menú.


Sunoo, el amante de Sunghoon y amigo de Jake, se había obsesionado con escalar este último año. Aunque ambos vivían juntos, el horario de sus trabajos no coincidía y sus pasatiempos eran completamente opuestos. A Sunoo le gustaban las actividades exteriores y a Sunghoon las interiores. Pero aun así se llevaban bien.


—Quince años, su relación sí que ha durado bastante —Jake dijo en voz baja recostando su mejilla sobre su mano.


Cuando descubrió su relación en el último año del instituto, estaba seguro que no durarían. 


— Bueno, sí que tiene energía. Últimamente, eso lo había hecho pensar. Quizás encontrar a alguien con quien compartir los mismos sentimientos, alguien con quien crear un vínculo de confianza y felicidad para llevar una vida juntos, no era algo que se obtuviera por buena fortuna y con facilidad.

—¿Acaso sabes lo afortunado que eres? —Jake dijo ofendido, quería molestar un poco a su amigo.

—Sí —Sunghoon se encogió de hombros— Digo, él podría haber encontrado a alguien mejor. Creo que es un estúpido fenómeno por quedarse con un hombre como yo por quince años.

—¿Qué es esto? ¿Acaso estás presumiendo? —Jake preguntó.


Una de las esquinas de la boca de Sunghoon se elevó formando una sonrisa. —Ups, me descubriste.

—La forma en la que dices las cosas es tan retorcida como siempre. ¿Por qué no tratas de decirlo directamente?

—Sun dice que la forma en la que hablo es linda.

—¿Sabes qué? No importa. No tienes que decir las cosas directamente.—Jake se retractó y sintió como la piel de los brazos se le erizó.


Eran una pareja bastante amorosa, pero Shim sabía que casi habían cortado en más de una ocasión. Sufrieron muchas pruebas y escogieron vivir juntos, por esa razón Sunghoon y Sunoo todavía eran una pareja.

A Jake le gustaba que estuvieran juntos. Tenerlos a los dos como una constante en este mundo tan cambiante le hacía sentir extrañamente aliviado en aquellos momentos en los que se sentía deprimido.

Que mis amigos continúen felices para siempre y que yo también encuentre a una maravillosa amante. Deseó Jake cuando tocó su vaso de cerveza contra el de Sunghoon en un brindis por su cumpleaños número treinta.

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