🌸14🌸
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—¡Buenos días, Sunghoon! —Estaba demasiado animado para ser de mañana. Así que su alegría me enfureció. —Oye, ¿estás bien? Te ves terrible.
—Cállate.
—Si te sientes tan mal, deberías ir a la enfermería. —Las palabras de Jake no eran del todo agradables, pero sí parecía estar preocupado.
¿Acaso siempre era tan entrometido?
Sentí sospechas por un momento, pero luego recordé algo que me hizo entenderlo.
Probablemente cree que estoy enamorado de Soodam. Así que debe sospechar que las ojeras que tengo son por cuidar de mi corazón roto.
—Ah, ya veo que aún eres pésimo en comprender el humor de un chico —dije.
—¿Acaso tratas de iniciar una pelea tan temprano? —Me mostró una sonrisa intimidante y luego la puerta de la clase se abrió y Sunoo entró.
—Hola chicos, parece que se están divirtiendo bastante tan temprano.
—Hola, llegas justo a tiempo. Nos estamos divirtiendo bastante, comentamos como el rostro de Sunghoon parece el de un muerto —Jake me señaló con su mandíbula.
—Oye, sí que tienes unas enormes ojeras. ¿A qué se debió?
—A nada, solo fue que me quedé mirando TV hasta muy tarde.
—De acuerdo, pero si no te sientes bien, será mejor que vayas a la enfermería
—Oigan, y ustedes quienes son, ¿mis guardianes? —Me encogí de hombros, mis párpados comenzaron a sentirse más pesados. Estaban exagerando con mis ojeras.
Sunoo lucía preocupado, pero dos chicos en la pizarra lo llamaron y luego de decirme: —No te presiones demasiado —
Coloqué mi barbilla sobre una de mis manos y vi como Sunoo les sonreía felizmente.
Últimamente había estado intercambiando saludos con él frente a otras personas, pero nunca hacía más que eso. Si hablábamos por mucho tiempo, Jay y los otros nos interrumpían con cualquier cosa y eso era bastante molesto. Sabía que no podía evitarse, pero me sentía muy solo. ¿Por qué era que estaba bien hablar con ellos y no conmigo? Seguro, yo fui el que provocó esto pero sentía que por más que lo intentaba, no lograba derribar estos muros invisibles que me rodeaban.
Suspiré lleno de irritación. Luego de la nada, Jake comenzó a darme palmaditas en la cabeza.
—¿Y eso a qué se debe?
—A nada en especial. Es sólo que lucías como un niño abandonado y no pude evitarlo. —Sonrió y despeinó mi cabello. Me sentía agradecido por su preocupación, pero sus caricias me estaban molestando, así que empujé con rudeza su mano.
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La hora del almuerzo no tardó en llegar. No tenía mucha hambre, quizás se debía a mi falta de descanso. Sólo comí un pan y luego me fui a la biblioteca a tomar una siesta, debido a que el salón de clases era demasiado ruidoso para dormir.
¿Será que la falta de sueño me enfermó de verdad? Decidí acercarme a la enfermería en vez de a la biblioteca.
La enfermería estaba al lado de la entrada de invitados en el primer nivel y el área que la rodeaba era bastante silenciosa. Caminé por varios corredores vacíos hasta que vi a dos personas al final de las escaleras justo al lado de mi meta.
Eran Sunoo y Soodam.
Sunoo tenía su espalda en mi dirección, así que no podía ver su cara. Tuve un mal presentimiento mientras miraba su nuca. Decidí continuar caminando, fingiendo que no los había visto cuando
Soodam dijo —Gracias por lo de ayer, me divertí mucho.
—De nada. Aunque me agotaste un poco. La pasión que las chicas sienten por las compras sí que es de temer.
—¡Supongo que eso te enseñará tu lección! Vendrás conmigo la próxima vez, ¿no? Es mucho más sencillo cuando alguien me acompaña para cargar todas mis bolsas, no te enojes. Ven, te daré una recompensa. — Sonriendo animadamente, lo abrazó.
—¡Oye! ¡Suéltame! —Sunoo gritó sonrojado. Soodam le dio de palmadas en la cabeza diciendo: —¡Ay, qué lindo! ¡No seas tímido! —Sus ojos brillaban seductoramente y sus hermosas y perfectas mejillas estaban teñidas de rojo.
Me quedé inmóvil, mirando la espalda de Sunoo. Sus manos aún continuaban reposándose sobre sus hombros, los cuales parecían incómodos, pero aun así no intentó moverla. Fue en esos momentos cuando Soodam me notó y se alejó de él.
—Oh, ¿ese es Sunghoon?
—¿Sunghoon? —Sunoo repitió sorprendido dándose la vuelta. Cuando me vio salió corriendo en mi dirección. —¿Qué pasa? ¿Después de todo sí estás enfermo?
—Supongo —No tenía ganas de hablarle. En su lugar, me caminé en dirección a la enfermería. Sin embargo, Sunoo persistió y me preguntó. —¿Estás bien?
Le respondí con un cortante: —Sí
Entré a la enfermería y la enfermera no estaba. Me encontraba a solas en una habitación con olor a medicina. Blancas cortinas se mecían por la ventana entreabierta. La brisa fría se sentía maravillosa.
Cielos, supongo que después de todo no me sentía bien.
—¿Sunghoon, estás bien?
Cuando me senté sobre la camilla, se paró a mi lado. Sin decir una palabra, me recosté y cubrí de pies a cabeza con la frazada. Pensé que ese era un mensaje bastante claro de que quería que me dejara solo, pero se quedó y se sentó en la cama a mi lado. — ¿Viste lo que ocurrió? —Preguntó con voz titubeante.
Me aferré a mis sábanas —¿Ver qué?
—Mmm..
—¿Hacías algo que pudo haberte metido en problemas? —Pregunté.
—No fue nada. —Dijo rápidamente.
Ese fue el final de nuestra discusión. El silencio se apoderó nuevamente de la habitación y la enfermera aún no había vuelto. Si no iba a recibir ayuda, entonces quería estar solo, pero en su lugar, Sunoo comenzó a acariciarme la espalda.
Suspiré suavemente. Quizás en verdad estaba enfermo, porque me sentía terrible.
Parecían una pareja de enamorados.
¿Cuál es el maldito problema? ¿Acaso Sunoo me mintió? ¿Pero cuál era la mentira? El beso, esos mensajes de texto, ¿Qué demonios significaban? Mientras más pensaba al respecto, menos lo comprendía. Mi corazón me dolía y quería vomitar.
Sunoo se preocupaba por mí y del porqué ya no hablé —Sunghoon, ¿hay algo que necesites? —En cuanto escuché su alterada voz, me sentí lleno de repulsión.
Acabas de estar coqueteando con Soodam hace dos segundos ¿y ahora vienes y te preocupas por mí? ¡Dame un respiro!
Furia se apoderó de mí hasta que sentí que mi corazón se incendió. Exhalé fuertemente y miré a Sunoo. Su rostro reflejaba su preocupación.
¿Me gusta este sujeto? ¿Es esa la razón por la cual mi corazón me duele tanto? Quizás así sea, pensé nerviosamente y mi cuerpo entero comenzó a temblar.
Tenía miedo, un extraño y desconocido temor comenzó a devorarme. El sentimiento de "amor", esta inquietud que siento por otro chico, la sonrisa en el rostro de Soodam cuando se acercó a él, la forma en la que se había sentido tan poco natural cuando yo me acerqué a él, todas esas imágenes y sentimientos atravesaban mi cabeza y como resultado resonaban en mi cráneo como la cacofonía de un radio.
—Sunoo —Dije después de un rato.
—¿Qué?
—¿Qué hiciste ayer?
Sunoo permaneció en silencio por un momento y luego dijo con un tono perfectamente calmado. —Tuve una visita de familiares, así que los estuve atendiendo. ¿Por qué?
—Ya veo —murmuré. No había nada más que decir. Me estaba mintiendo, sí, el honesto y siempre correcto Sunoo. No sabía porque, pero me ocultaba su relación con Soodam. Eso era todo lo que necesitaba saber. Si me acercaba más a él, simplemente me dolería más.
Lentamente, me senté, mis movimientos eran iguales a la tristeza que se apoderaba de mí ser. —Sunoo no necesitas molestarte más en ser mi amigo. —El tono de mi voz era rasposo.
—¿Por qué no? —Sus ojos se abrieron en sorpresa—. ¿Por qué me dices eso tan de repente? ¿Hice algo que te molestara?
—No.
—¿Entonces por qué?
—Con respecto a ese beso.
Me tomó por los hombros, pero no hizo nada más. Su rostro se tornó serio y su mirada se enfocó en mis labios, como si estuviera desesperado por saber cada palabra que diría. Continué hablando, evitando su mirada. —Me interesa alguien más.
Las palabras parecieron rebotar por toda la habitación. Sunoo pareció haberse vuelto de piedra y permaneció un buen rato con los ojos bien abiertos. Eventualmente, respiró profundamente, dejó caer la cabeza y se mordió el labio. Luego, dejó caer los hombros como si estos soportaran todo el peso del mundo sobre ellos, se levantó sin decir una palabra y se marchó.
Lo único que permaneció fue el silencio.
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A partir del día siguiente, evité a Sunoo por completo. Todos a nuestro alrededor sospechaban que algo había ocurrido, ya que últimamente nos habíamos comenzado a llevar bien. Jake no dejó de interrogarme al respecto. Ignoré cada una de sus preguntas hasta que finalmente se cansó y me llevó a la parte trasera del edificio después de la escuela.
—Oye, ¿algo ocurrió entre tú y Sunoo? —preguntó.
—¿Acaso no fuiste tú el que me dijo que dejara de actuar tan amistosamente con él en público? Hago lo que me dijiste.
—Te dije que no te pelearas con él. Además ya habían llegado al punto en el que podían hablarse durante las mañanas. ¿Por qué has comenzado a alejarte de él?
—Ya déjame en paz —dije enfurecido. Ese tono no me agradaba. — No tiene nada que ver contigo.
El humor de Jake inmediatamente se amargó. —Tienes razón, supongo que no. Además no sé cuáles son las circunstancias, pero esa no es forma de hablarme. Esta actitud tuya es la razón por la que la gente no se lleva bien contigo. Si no haces algo con tu personalidad serás una molestia incluso para Sunoo, el cual ha hecho tanto por ti. —El tono de su voz fue usado para herirme y lo logró.
No necesitaba que me dijera lo idiota que era. Lo sabía mejor que nadie, pero escucharlo de él, un chico al cual conocía desde la primaria, lo hizo peor.
¿Acaso soy tan desagradable?
—¿Sunghoon? —Cuando lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas, Jake se angustió.
Quería decirle algo, pero sollozos se apoderaron de mi voz y apenas si podía hablar.
—Sé todo eso, soy un idiota.
—De acuerdo, lo siento, me pasé. —Luego murmuró algo acerca de que no sabía qué hacer conmigo, Jake me abrazó fuertemente, el que me tratara con tanta gentileza me hizo llorar aún más e hice que su camisa se arruinara. No me importaban ya ni las apariencias ni mi orgullo.
Si hubiera sabido que así de terrible se sentía, jamás hubiera dejado ir a Sunoo. La agonía me mostró exactamente cuánto me gustaba y el arrepentimiento no me dejaba en paz, era tan insoportable, que solo quería alejarme del dolor.
Durante todo ese tiempo Jake me acarició la espalda. Era un tanto reconfortante que me hizo preguntarme si se burlaba de mí, pero juzgando por la expresión incomoda de su rostro, me di cuenta que no tenía ni idea de qué hacer. Me sentí un poco culpable, pero decidí que sólo en esta oportunidad abusaría de su nobleza. Sentía que si no lo hacía, me caería al suelo y no sería capaz de levantarme otra vez.
—Realmente no has cambiado desde que éramos niños —Estuve de acuerdo. Nos quedamos ahí hasta el atardecer y lloré en sobre su pecho todo el rato.
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Los exámenes terminaron, la época lluviosa terminó y en un abrir y cerrar de ojos, llegaron las vacaciones de verano. Apenas si intercambié palabras con Sunoo desde el incidente en la enfermería.
Él estaba ocupado con sus actividades después de clases antes que las vacaciones de verano iniciaran y sabía que estaría entrenando fuertemente después de clases. Quizás fue por esa razón que lucía tan pálido y desaliñado últimamente. Todos a su alrededor parecían estar preocupados, pero Sunoo simplemente sonreía y decía que estaba bien, y nunca tomaba un descanso.
Cuando Jake se acercaba a mi escritorio, miraba a Sunoo que se encontraba frente a mí, con una expresión de preocupación. —Me pregunto si en verdad estará bien. ¡Hoy está tan pálido como un fantasma!
—Si dice que está bien, probablemente si lo esté.
—Bueno
Después de haber llorado aquel día, Jake me llevó a casa. Era bastante humillante el que me haya visto llorar, pero me sentía agradecido por su apoyo. Lo único es que la herida de mi corazón aún no había sanado y todavía sentía las punzadas.
Aún estaba deprimido cuando las vacaciones de verano iniciaron. El primer día, me fui a comprar un reloj. Normalmente odiaba tener algo sobre mis muñecas y solía verificar la hora en mi móvil. Pero ahora cada vez que lo miraba, no podía evitar preguntarme si tenía algún mensaje de texto. Aunque el tono de nuevo mensaje no había timbrado, no había abandonado las esperanzas. Odiaba lo patético que era, así que dejé de ver al teléfono cuando no era necesario.
Jamás tuve muchos amigos, así que no era la gran cosa si me deshacía de mi teléfono. Lo ignoré y dediqué mi tiempo libre a hacer mis tareas y a ver películas
Si me quedaba en casa todo el tiempo, mi mamá se preocuparía por mí, así que salía a matar el tiempo de vez en cuando. Como estudiante normal de preparatoria, no tenía dinero, así que siempre me iba a la biblioteca.
El conseguir un empleo temporal hubiera sido una manera muy rentable de invertir mi tiempo, pero nuestra escuela tenía una política en contra de los trabajos así que si encontraba uno, me suspenderían sin preguntarme. Algunos estudiantes de todas maneras lo hacían, pero no tenía el valor para arriesgarme así. Incluso aunque las posibilidades que un maestro me viera eran bajas, era demasiado peligroso para alguien que tenía tantos enemigos en clase como yo lo hacía.
Las primeras semanas de mis vacaciones de verano fueron solitarias. Ese día estaba disfrutando de un episodio de mi serie favorita en la sala, cuando escuché a mi mamá llamarme.
—¿Qué te parece la obra maestra de tu madre, Hoonie?
—¿Eh? —Miré al objeto que había sido colocado sobre mis brazos. Era un hanbok hecho de tela azul. El hacer ropa tradicional coreana era el pasatiempo de mi mamá y cada verano nos hacía hanbok a los tres, para ella, mi papá y para mí
Llamarlos sus "obras maestras" cada vez que hacía uno, era algo que hacía para parecer linda, aunque sí era bastante buena y este estaba tan bien hecho como siempre.
—Este tiene un lindo tono de azul—dije— y es conservador pero no es aburrido. Muy bueno.
—¿Verdad? Encontré excelentes telas este año, así que me esmeré. ¡Vayamos los tres juntos a ver los fuegos artificiales este año!
Estaba algo preocupado por lo emocionada que se sentía, pero asentí como un buen chico. —Está bien, está bien. —Para ser honesto, era bastante vergonzoso ir con mis padres a ver los fuegos artificiales y usar un hanbok a mi edad, pero era parte de ser un hijo obediente. Mi madre se esforzaba tanto para hacerlos para que fuéramos a ver los fuegos artificiales, que si decía que no quería ir, quizás no me serviría de almorzar por el resto de mis vacaciones de verano.
—Fuegos artificiales, ¿eh?
Miré el calendario de la sala. El espacio del sábado está decorado con flores y "Fuegos Artificiales" estaba escrito con trazos fuertes con la letra de mi madre.
Ahora que lo pienso, Sunoo nos acompañó en varias ocasiones cuando éramos niños. ¿Hace cuánto había sido? En aquel entonces, se había visto forzado a usar el hanbok viejo de su hermana y siempre terminaba al borde del llanto. Cuando le dije que se miraba lindo, se enrojeció, además el cinto del hanbok estaba acomodado de una manera bastante adorable. Luego me tomó de la manga y caminó incómodo detrás de mí con sus sandalias.
¿Me habrá gustado Sunoo en aquel entonces? Cuando pensaba en ello, pude notar la evidencia de ello y eso solo hizo que me deprimiera aún más
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Mi padre, madre y yo nos dirigimos a la ribera del río a para ver los fuegos artificiales. Este año, nuestros hanboks eran del mismo color, únicamente que los patrones y detalles de cada uno eran distintos. Gruñí diciendo que era demasiado vergonzoso usar ropa similar como si fuéramos una pareja loca y eso hizo que me metiera en problemas con mi mamá.
—¿Qué tiene de malo que luzcamos como una familia cercana? —Dijo.
Mi padre, por cierto, sonreía ampliamente y no tenía quejas. ¿Acaso se comportarán como estúpidos recién casados por siempre? Era asqueroso. Deja a tu hijo con el corazón recién destrozado en paz.
—De acuerdo, iré a echar un vistazo. —Me despedí de ellos y me fui antes que pudieran empezar su melosidad y me mortificaran con ello.
Los fuegos artificiales ya habían iniciado y había un gran público. Puestos estaban alineados en ambos lados de la calle cerrada, pero había muchas personas en el camino, así que nunca lograría pasar por ahí. Me rendí y dejé guiar por las personas, caminando donde hubiera espacio.
Cuando me alejé lo suficiente del bullicio, me topé frente a un pequeño parque que sólo tenía dos o tres juegos. Personas vestidas con hanboks estaban sentadas en las bancas del interior. Había comprado una soda de una máquina expendedora y me recosté sobre la baranda de la entrada.
Ahora que lo pienso, había venido hasta acá ¡y no podía ver ni un solo fuego artificial! Pero no me quedaban ganas de regresar. Esta bebida carbonatada me sentaba mejor en este momento que las luces en el cielo.
—Eso fue un poco patético —me dije en voz alta y luego me sonrojé. Miré alrededor para tratar de cubrir mi vergüenza y vi a cuatro sujetos haciendo un gran escándalo mientras caminaban por la calle en dirección al parque. Parecían conocidos y efectivamente, cuando se acercaron más pude notar que eran compañeros de clase. Me impacté y casi dejo caer mi bebida. En el centro del grupo, vestido con una camiseta y jeans, se encontraba Sunoo. Y para mi mala suerte, escogió ese momento para darse la vuelta y nuestras miradas se encontraron.
—¿Sunghoon?
Pudo haber continuado con su camino, pero no, se alejó del grupo y corrió hasta alcanzarme.
Sorbí de mi bebida tratando de ocultar mis nervios. Mi pulso se aceleró y latía al mismo ritmo de las burbujas que explotaban en mi garganta.
—Entonces también viniste, Sunghoon —Pausó— ¿Tú mamá te hizo eso?
—Tienes buena memoria. —El tono fingido de mi voz no me engañó ni a mí.
—Te luce bien. —Dijo, pero incluso ese cumplido era como una puñalada a mi corazón. La sonrisa de Sunoo se veía un poco forzada y no enfocó sus ojos con los míos aunque había sido él quien inició la conversación.
Pude sentir que algo se comprimió en mi pecho y deseaba irme. Estaba orando para que se apresurara y continuara caminando cuando...
—Bueno, sí que eres entusiasta — Jay se acercó con los otros y se pararon al lado de Sunoo mostrándome una sonrisa burlona—. Entonces incluso alguien como tú asiste a los festivales, ¿eh? Siempre dices que odias las multitudes y el ruido, así que creí que estarías en casa.
Un chico a su lado asintió. —Sí, pareces del tipo que se quedaría solo en casa viendo televisión o algo así.
El sarcasmo en sus voces me enfureció, pero me contuve y les mostré una sonrisa macabra. Habían estado preparándose para una pelea, pero parecieron sorprenderse ante mi reacción.
—Lamento desilusionarlos, pero mi familia entera asiste a ver los fuegos artificiales cada año. Si buscan algo que comer, les recomiendo el puesto del taiyaki por allá, al lado del buzón. Es bastante bueno.
Cuando agregué que el lado exterior era crujiente pero agradable y que el interior era suave, los ojos de Riki comenzaron a brillar de interés. Quizás todos ellos ya tenían hambre, porque comenzaron a susurrar cosas como: "Oye, el taiyaki suena bien." A este punto, Sunoo quien había estado escuchando en silencio, le dio un puñetazo a su palma. —¡Es cierto! Eso me trae recuerdos. Sí, recuerdo que antes no podíamos terminarnos una porción, así que siempre la compartíamos.
—¡Pero tú siempre le sacabas el relleno y te comías la masa!
—¿Oh todavía te recuerdas?
—¿Cómo podría olvidarlo? A mí me tocaba comerme todo lo que sobraba. Además, siempre terminabas llorando y diciendo algo como: "es que sabe tan feo" —Dije esa última parte con un tono de voz agudo y el grupo comenzó a carcajearse.
Sunoo me mostró una sonrisa y comenzó a rascarse la cabeza. El sujeto con gafas detrás de él dijo —¿De verdad? —
—¿Qué? ¿Tú y Sunghoon siempre se han llevado así?
—Sí. Sunghoon era un sádico y yo un masoquista, así que éramos perfectos el uno para el otro.
—Ah, cierto, la reina y su esclavo, jamás me lo habría imaginado.
A este punto Riki y el resto de su grupo comenzaron a reírse y continuaron: —Es verdad,—una atmosfera agradable se dejó sentir y reaciamente sonreí también. Al ver esto, los otros se relajaron y las personas comenzaron a sonreírme también.
Se sentía tan maravilloso como la fresca brisa de una noche de verano y mi corazón se sintió mejor. Quizás esta era la primera vez desde que inicié la preparatoria en la que me había reído con varios compañeros. Sin embargo, la sonrisa de Sunoo parecía forzada y esta desapareció con un pequeño suspiro.
—Oye, Sunoo, será mejor que nos vayamos —Dijo Jay con la cara tan amargada como siempre. Ahora que analizaba la conversación, me di cuenta que él fue el único que no dijo nada.
Sí, probablemente hará un comentario hostil al final. No lo dudo.
—Adiós, que se la pasen bien.
—Oye, Sunghoon. ¿Quieres venir con nosotros y ver los fuegos artificiales? —Riki me invitó de repente. Mi boca se abrió en sorpresa. Sunoo que estaba al lado, lo miró incómodo.
No podría pasar tiempo a su lado. A penas si había logrado hablar con él con cierta normalidad, pero mi sonrisa falsa y mi corazón acelerado ya no podrían más.
—Oye, Sunghoon dijo que no quiere venir. Apuesto a que el bebé quiere regresar con su mamita.
—¡Jay! —Sunoo regañó a su acompañante.
Cuando Jay me volvió a ver, su mirada reflejaba todo el odio que sentía por mí, sin embargo no me dejé intimidar. Tenía bastante coraje al haberme llamado "el bebé de mamá".
Al parecer jamás me llevaré bien con este sujeto. Tratando de mantener mi irritación controlada, hice un chasquido con la lengua.
—No soy un bebé de mamá, soy el sirviente de mamá por esta noche.
—¿Eh?
—Si no me comporto como el hijo obediente hoy, entonces me dejará sin almuerzos por el resto del verano. ¿Acaso el tener que entretener a mi familia a esta edad no me hace el héroe de una tragedia? —Lamenté con un suspiro exagerado.
Los otros que hasta ahora nos habían estado observando impactados, comenzaron a decirme cosas con empatía como "Eso es terrible".
Yo solo lo dije para romper la tensión y ver que había personas que sentían una pena verdadera por mí me hizo sentir extraño.
—Debo irme. Disfruten sus fuegos artificiales.
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