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Y de repente, me mostró una reverencia.

—Sé que es egoísta de mí decirte esto ahora, pero de verdad lo lamento.

—¿Qué?

—Lamento haberte mostrado una actitud tan mala desde que iniciamos la secundaria. Lamento intervenir en tus discusiones con Jay.

—¿A qué viene todo esto? —Pregunté ansioso.

—Sunoo me dijo que estuviste tomando notas para mí.

—Ese idiota.

—También me dijo que debería hablarte más. De todas formas, siempre quise ofrecerte unas disculpas apropiadas, pero me sentía incómodo —Pausó— Pero cuando Sunoo me dio ese empujón, finalmente me decidí a hacerlo.

Después de que Jake dijo todo eso, respiró profundamente.

Lo miré lleno de confusión.

—En el quinto grado te involucraste en una pelea con el resto de la clase, ¿recuerdas? Estaba tan seguro que serías capaz de resolverlo de alguna manera, pero al contrario, comenzaste a hacerte enemigo de todos.

—No es como si me hubiera propuesto hacerme enemigos de todos — respondí molesto.

—Eso lo sé —Jake sonrió—Los otros no notaron que tú y Sunoo tenían el tipo de relación en la cual podían decirse lo que querían. Incluso yo a veces pensaba que era demasiado exagerado tomar el lado de Sunoo en todo. Sin embargo tú ya estabas sentado en el avispero, era como si estuvieras provocando peleas. Así que no sentí la necesidad de decir algo e incluso si hubiera tratado de apaciguarlos hubiera empeorado las cosas, así que no había nada que pudiera hacer. 

—Pero últimamente has cambiado. Así que finalmente puedo hablarte. Realmente lamento haberte dejado solo todo este tiempo. Siempre pensé "tengo que hacer algo por él uno de estos días", pero al final no hice nada.

Ver a Jake hacer otra reverencia me hizo entrar en pánico. —No, eso no es cierto. Estoy feliz de que me hayas hablado hoy.

Me sentí incómodo al decir lo que sentía en verdad y tímidamente alejé mi mirada de Jake.

—Supongo que incluso tú puedes dejar a un lado la hostilidad y hablar honestamente, ¿eh? Continúa haciéndolo —Dijo.

—¿Continuar haciendo qué? ¿Qué se supone que significa eso?

—Digo que dejes de provocar a Jay. Seguro, es fanático de Sunoo, pero mientras no busques peleas con él, él no peleará contigo.

Parecía que estaba apaciguando a un niño y eso me enfureció. No trataba de provocar a Jay. Él era el que buscaba pelearse conmigo.

Sin embargo, Jake hacía que todo esto pareciera mi culpa y no lo aceptaría.

Al ver mi gesto de furia comenzó a reír —Esto me trae recuerdos. Esa mirada tuya no ha cambiado desde que éramos pequeños. Comprendo cómo te sientes, siempre fuiste muy pegado a Sunoo.

—Creo que te estás equivocando y era al contrario.

— ¡Ustedes eran muy pegados! ¿Quizás fue por esa actitud que ofendiste a todos cuando Sunoo comenzó a volverse más popular? ¡No, espera! Lo lamento, no trato de culparte. —Inmediatamente se tapó la boca con una mano.

Sacudí mi cabeza sardónicamente. —Puedes dejar de disculparte. Digo, somos amigos, ¿cierto?

Jake asintió animadamente. Sonreí en respuesta y golpeé su puño con el mío.

—Esta es la primera vez que te veo sonreír en mucho tiempo. Tu personalidad retorcida hace que te veas mucho más lindo cuando sonríes así.

—Mi sonrisa no es barata y lo sabes —dije con seriedad.

—¿Qué eres, un tipo de extorsionista?

Y así, caminamos por las oscurecidas calles uno al lado del otro, discutiendo amigablemente. El estar nuevamente con Jake me hizo saber lo estúpido que mi orgullo había sido y el tiempo que perdí con amigos simplemente por él y eso me entristeció un poco.

La mayor parte de la soledad que sufrí fue por mi propia culpa. Al pensar en ello, el rostro de Sunoo apareció en mi mente. Ahora ese tiempo ya estaba perdido y eso hizo que me arrepintiera.

¿Por qué escogí no luchar por algo tan valioso?

—Oye, Sunghoon ¿Ya comenzaste a salir con Sunoo?

—¿Eh? —Me giré inmediatamente para mirarlo, impactado por escuchar el nombre de Sunoo.

—Estuviste hoy en su casa ¿Ya regresaron a ser como eran antes? — Me sonrojé, recordando aquel beso y los mensajes de texto de antes

—No exactamente.

—Eso pensé. Bueno, si los dos se han reconciliado, me alegro mucho por ustedes. Sin embargo, creo que cuando los otros chicos estén cerca, no es buena idea que te acerques a Sunoo. Después de todo, todavía tienen un mal concepto de ti —Habló desanimadamente, como si le doliera decir dichas palabras, pero sabía que tenía razón. —Lamento parecer tan cruel, no te digo que te alejes de él para siempre. He hablado con Sunoo al respecto y estamos creando un plan.

—No te preocupes por mí.

—Esa respuesta está muy bien. A veces cansa lo hostil que eres.. ¡Auch!

Interrumpí la conversación sin sentido de Jake al darle un puñetazo en el estómago. Quizás le di más fuerte de lo que pensé, porque sus ojos se llenaron de lágrimas. Bufé y luego me apresuré a susurrarle: —Gracias.

La verdad es que me hacía feliz lo que estaban haciendo. Pero jamás podría decírselos en voz alta. Eso sería súper vergonzoso.

—Cielos, ¿no puedes mostrar un poco de agradecimiento sin actuar como un patán? Aunque recibir un agradecimiento de un cactus es un poco emocionante —Jake me mostró una sonrisa mientras se sobaba el estómago.

Cuando le dije que sus gustos eran los de un pervertido, respondió que eso no había cambiado y que siempre había sido así. Aparentemente lo había olvidado en el tiempo que estuvimos separados.

—Eres cruel. Eres del tipo que si lo miras, lo olvidas, ¿Al menos recuerdas mi apellido?

—¿Crees que soy un idiota? Por supuesto que lo recuerdo. — Pero luego me quedé callado pensando en ello, mientras Jake me miraba indignado. —Shim, ¿de acuerdo? ¡Es Shim!.

—En verdad se te olvidó, ¿no? —Preguntó con sospecha.

Qué imbécil, como si de verdad se me hubiera olvidado. No, no se me olvidó.

—¡Sunghoon!

—Está bien. Quieres ver tu programa, ¿cierto? —Ignoré su reproche y comencé a caminar a pasos agigantados. Jake me siguió obediente mientras continuaba murmurando. Había sido mi culpa, pero su voz me dio tanta lástima que no pude evitar reírme.

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Al día siguiente fui al tejado con Sunoo. El cielo era una mezcla de blanco y azul celeste con nubes esponjosas. Parecía que el viento estaba soplando con mucha fuerza.

Me incliné sobre la barda mirando de reojo a Sunoo de vez en cuando. Él me volvía a ver a cada tanto también. Nos mirábamos como si hubiera cosas que queríamos decirnos, pero no nos animábamos. Últimamente simplemente conversábamos de cosas triviales.

—Entonces, tú y Jake se reconciliaron.

—No lo llames "reconciliaron", haces que parezcamos niños.

—¿Tú crees? ¡Pero es algo bueno! —Sonrió, como si él fuera el que acabara de recuperar a un amigo. Era la misma sonrisa de siempre, pero por algún motivo no pude verlo a los ojos y retiré la mirada. Me sentía tímido e incómodo a su lado.

—Aunque me dan celos de Jake. ¡También quiero poder hablar contigo cuando se me antoje! —Dejó caer la cabeza y suspiró.

—Siempre exageras todo. Nos vemos seguido, ¿no es suficiente?

—No, eso sólo hace que te extrañe más. Prácticamente somos como Romeo y Julieta. ¿No lo crees, Romeo?

—¿Por qué entonces no te bebes veneno real y te mueres de una vez?.

—¡Qué malo! ¿Acaso prefieres ser Julieta? —Dijo este chiste con seriedad y yo lo miré con hostilidad. Odiaba que tuviera el valor de hacer bromas de ese tipo.

Lo insulté en voz baja por tener mucha labia. Me había sentido muy nervioso cuando me citó aquí, preguntándome de qué quería hablarme.

Mi rostro se había tensado por el temor, pensando que me confesaría sus sentimientos. Pero entonces, cuando por fin llegué al tejado, me pidió que comiéramos juntos el almuerzo y así lo hicimos.

Pensé que quizás me diría algo al terminar, pero no mostró señales de hacerlo. Sólo me miraba de vez en cuando y me sonreía como para disimular la tensión. Me sentía decepcionado y bastante avergonzado al pensar en lo ansioso que estaba. Sin embargo, esos sentimientos también fueron acompañados por alivio.

—Dime algo, Sunoo —Murmuré.

—¿Qué? —preguntó, mirándome fijamente. Debió haber notado algo en mi voz, porque su expresión cambió a una de seriedad. Cuando noté esto, mi corazón comenzó a latir con fuerza. Algo en mi pecho comenzó a estrujarse y no supe qué decir. Quizás, él tampoco lo sabía, esa sonrisa incómoda todavía estaba congelada en su rostro y miraba a todas partes menos a mí.

—¿Estás libre el domingo?

—¿Te refieres a este domingo?

—Sí, te he mencionado a mi mamá y dijo "Ha pasado tanto tiempo que me gustaría verlo", así que si no tienes nada planeado ¿Te gustaría venir a mi casa?

Los ojos de Sunoo se abrieron en sorpresa. Probablemente jamás se imaginó que lo invitaría, pero estaba igual de sorprendido que él.

—Si no puedes venir, no te preocupes. —Dije rápidamente —Es solo mi mamá, después de todo. A propósito, quería agradecerte también, pero no tienes que venir hasta mi casa para poder hacer eso.

—¿Agradecerme?

—Por lo de Jake. Le dijiste todas esas cosas y ahora somos amigos otra vez.

—No hice nada, él ya estaba preocupado por ti.

—Pero fue gracias a ti que todo se resolvió. Si no fuera por mi estúpido orgullo, pude haberle hablado antes.

—Sunghoon.

—Trataré de ser mejor y esforzarme más. Si soy capaz de hablarles a otros chicos podría hablarte cuando quisiera, ¿no? No lo tomes a mal ni nada. —Realmente fui honesto cuando dije que deseaba poder hablarle cuando quisiera, pero mi tono parecía ser de alguien enojado. Para ser honestos, me sentía confundido, temía lo que significó su último mensaje de texto e incluso si escuchaba su confesión, no tenía idea de cómo le respondería.

Sin embargo, deseaba hablarle más, quería pasar tiempo con él y divertirnos como solíamos hacerlo. No sabía si este sentimiento era solo de amistad o si iba enfocado en otra dirección, pero el punto era que deseaba averiguarlo. Todo lo que sentía en estos momentos era incertidumbre, una enorme opresión en el corazón y quería saber qué significaba.

Mientras esos pensamientos pasaban por mi cabeza, Sunoo se me quedó viendo boquiabierto un rato para después abrazarme.

—¿Qué haces, idiota?

—Lo lamento, pero estoy tan feliz.

Avergonzado por ser abrazado, luché y demandé que me soltara cuando la campana sonó anunciando que era el final del almuerzo.

Sunoo reaccionó y me dejó ir. Parecía bastante desconcertado, pero yo tenía peores problemas; mi corazón latía tan fuerte que sentí que me causaría verdadero daño físico.

—Oh, por cierto, Sunghoon.

—¿Qué?

—Con respecto al domingo ¿A qué hora debería llegar? ¿Está bien a la una de la tarde?

—Seguro, pero sería mejor que llegaras a almorzar, porque seguramente mi mamá querrá alimentarte.

—¿Estaría bien? Claro, me encantaría. —Sunoo se emocionó y luego señaló a las escaleras— ¿Nos vamos?— Asentí y lo seguí.

La escuela ya se había terminado al igual que el periodo del aseo y estaba en mi clase preparándome para irme. Casi todos se habían ido a casa.

Al ver los corredores vacíos debió haber relajado a mi "viejo" yo. Sin embargo, el día de hoy lo vacío me hizo sentir solo. Suspiré un poco y miré mis manos.

—Oye, ¿estás por irte a casa?

Una voz detrás de mí interrumpió mis pensamientos sórdidos y cuando me volteé me topé con Jake, quien llevaba una bolsa en una mano.

—Oh, sólo eres tú —dije.

—¿Qué se supone que significa eso? Eres un gruñón. Como sea, ¿por qué suspiras tanto? Si tienes problemas, deberías decírselos a tu mejor amigo Jake.

—¿Mejor amigo? Sí claro —Titubeé un poco y luego lo invité a que fuéramos juntos a casa. Jake aceptó inmediatamente y salimos juntos de la clase. El sol del oeste bañaba los corredores con un brillo naranja gentil.

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Como lo prometió, Sunoo llegó el domingo a mi casa a las 10 de la mañana y comimos juntos el almuerzo. Luego fuimos a mi dormitorio y estudiamos un rato, intercambiamos bromas y nos divertimos como en los viejos tiempos. Nos la pasamos bien, pero antes de partir tuvimos un momento incómodo de silencio.

—Eh, ¿entonces pasarás más tiempo con Sunoo otra vez?

Cuando le mencioné a Jake nuestros planes del domingo, actuó tan feliz como si fuera él el que iba a salir.

—Sí, pero solo estudiaremos.

—Oye, me parece genial. El ver que los dos tratarán de retomar su amistad me parece algo bueno. ¡Y me beneficia a mí también!

—Supongo —Agregué vagamente.

Era verdad. Parecía que Sunoo y yo habíamos vuelto a nuestros días de primaria, era divertido estar con él y las cosas nunca eran aburridas. Quería hablarle más y enviarle más mensajes de texto. Si hacía un conteo de prioridades, diría que él estaba en primer lugar ya que era el más especial para mí. Pero ¿acaso eso no era lo mismo que decir que me gustaba?