Capítulo doce: Dada la luz verde...
Star Sapphire todavía estaba furiosa por la renuncia de Green Lantern cuando hizo su patrulla por Coast City, como se había convertido en su hábito desde que asumió el cargo como única protectora de la ciudad. Ella había pensado que era temporal hasta que Green Lantern regresara de cualquier misión de la Justice League o del Corps; nunca en su imaginación más salvaje había pensado que renunciaría.
-Bueno, ¿quién lo necesita? – ella murmuró enojada – Los hombres son violentos, arrogantes y de mente cerrada. Estoy mejor sin que él me frene.
Vio un intento de allanamiento en el vecindario residencial debajo de ella, e inmediatamente se lanzó para lidiar con los culpables (hombres por supuesto). Los tres ladrones sabían quién era ella e intentaron huir, pero Star Sapphire usó su energía fucsia para hacerlos retroceder y someterlos sistemáticamente a golpes.
Por fin y completamente acobardado, el más alto del grupo finalmente suplicó:
-¡Está bien, está bien! ¡Nos rendimos! ¡Llévennos a la cárcel!
Star Sapphire hizo una pausa por consideración mientras sus víctimas se acurrucaban malhumoradas. Su práctica general desde que comenzó con el vigilantismo había sido llevar a los criminales que se encontraba en la estación de policía más cercana, como lo hacía Green Lantern, pero estaba cansada de seguir el ejemplo de Green Lantern. Él había demostrado ser débil y ella no iba a seguir su ejemplo.
Por supuesto, si no iba a enviar a estos tres ladrones a la policía, necesitaba otro método para neutralizarlos; si los dejaba ir, no solo les permitiría robar de nuevo, sino que también estaría socavando su propia reputación. Una persona fuerte no dejaba simplemente que los criminales se vayan.
Un pensamiento apareció en su cabeza en ese momento, y sonrió ante la hermosa simplicidad del mismo. Green Lantern tampoco no lo hubiera aprobado (ni la mayoría de la Justice League) pero era la solución ideal para garantizar que estos tres no causaran problemas nuevamente.
Empuñando su mano derecha, Star Sapphire desató una poderosa ráfaga de energía rosa a los tres intrusos, luego se lanzó de nuevo al aire.
Esos hombres no volverían a ser un problema.
-Seré la protectora de Coast City de ahora en adelante – dijo ella – Y la campeona de las mujeres de Zamaron. El próximo Green Lantern, quienquiera que sea, será mejor que no se interponga en mi camino.
***
El anillo de Hal Jordan volvió a Oa aproximadamente veinticuatro horas terrestres después de que el ex Green Lantern se lo quitara, sorprendiendo a los Guardianes con su conveniencia. Habían imaginado que el anillo se tomaría su tiempo para seleccionar varios candidatos adecuados para que ellos eligieran, pero aparentemente habían subestimado la calidad de los habitantes del Sector 2814.
En ese momento, gran parte de los escombros del ataque de los Qwardianos se retiraron de las calles de Oa y los cuerpos de los Green Lanterns que se pudieron encontrar se recuperaron y se colocaron en una cámara a la espera del entierro. Confiados en que los miembros del cuerpo restantes podrían continuar con la limpieza y el reagrupamiento sin su intervención, los Guardianes se instalaron en una habitación privada para examinar a los candidatos elegidos del anillo de Hal y los anillos de los otros Lanterns muertos que ya habían buscado a sus reemplazos.
Nunca habían tenido que nombrar tantos Green Lanterns nuevos a la vez, pero el proceso seguía siendo el mismo. Cada anillo que había regresado se colocó en una plataforma circular que escaneó los datos de los candidatos almacenados en el anillo y luego los mostró para que los Guardianes los vieran.
Los líderes del Cuerpo ya habían seleccionado los nuevos Green Lanterns para cinco sectores cuando llegaron al 2814. El rostro de Ranakar se oscureció ligeramente cuando lo colocó en el escáner, pero por lo demás era el mismo sin emociones de siempre.
Sin embargo, no pudo contenerse cuando vio a los candidatos que el anillo había seleccionado.
-¿¡Qué!? ¿Tres terrícolas? ¡¿Y nadie más?!
-Jordan habría soltado el anillo en la Tierra – dijo Lianna –
-Independientemente, hay muchos planetas habitados en el Sector 2814 – dijo Ranakar – Ungara, por ejemplo. Alaxos, Dalgova, Caudatia Prima, Heliopolis, Zerbon: todos estos mundos deben tener individuos capaces de llevar el anillo. ¿Por qué nuestra selección se limita solo a las terrícolas?
-El anillo lo sabe mejor... – comenzó Ganthet –
-Ganthet, estoy comenzando a preguntarme si este anillo de poder en particular tiene algún tipo de mal funcionamiento – dijo Herupa Hando Hu – Primero elige a Hal Jordan sin ningún concurso y ahora parece estar limitando su selección de portadores a un solo planeta. No puede ser que no haya posibles candidatos en ninguno de los otros mundos en 2814.
-Por el contrario, es bastante posible – respondido Appa Ali Apsa –Recordarás, por supuesto que en el momento de la selección de Sinestro, cada uno de los miembros potenciales del Cuerpo procedía de Korugar.
-Y mira lo que pasó con eso – dijo Herupa Hando Hu – Oa está en ruinas.
-Y sin embargo – intervino Lianna – elegimos a otro korugariano para que fuera el sucesor de Sinestro, a pesar del potencial de los candidatos de otros planetas.
-El nombramiento de Katma Tui se debió tanto a razones políticas como a la elección del anillo – le recordó Ranakar – Después del atroz abuso de poder de Sinestro, necesitábamos darles a los korugarianos una razón para confiar nuevamente en los Green Lantern Corps. No habrían reaccionado bien al nombramiento de un Green Lantern no korugariano para su sector.
-De acuerdo – asintió Basilus – Incluso Tui, amada como es por su revolución contra la opresión de Sinestro, enfrenta cierta hostilidad en su planeta natal por aceptar el anillo. Pasará mucho tiempo antes de que Korugar esté listo para perdonar al Cuerpo.
-Por eso no me inclino a confiar en el juicio de la red cuando presenta una lista tan limitada de candidatos – concluyó Ranakar –Particularmente una lista compuesta únicamente por terrícolas.
-Sea como sea, Katma Tui se desempeñó de manera admirable en la batalla de ayer, ¿no crees? – Ganthet preguntó suavemente –
-Ella lo hizo – admitió Ranakar – Pero no olvidemos que Sinestro una vez mostró una promesa aún mayor.
-Al igual que Hal Jordan – agregó Basilus –
-¿Estás diciendo que debido a dos ex Green Lanterns decepcionantes, vas a dudar de la elección de cada anillo en cuánto a quién es apto para usar? – le cuestionó Liana –
-No todos los anillos – refutó Herupa Hando Hu – pero el de Sinestro y el de Jordan, sin duda. Ambos seleccionaron Green Lanterns que finalmente fallaron en sus deberes, y en el caso de Jordan, nosotros los Guardianes, no tuvimos opción alguna en cuanto a su nombramiento. Si ese anillo tiene fallas, entonces tampoco podemos confiar en ninguno de los otros anillos.
Ganthet enarcó una ceja blanca.
-Los anillos han demostrado ser casi infalibles durante eones.
-Eones que pudieron haber contribuido a su degradación.
-¡Esto es absurdo! – exclamó Liana – Nosotros mismos creamos estos anillos. Si los anillos tienen fallas, entonces nuestro trabajo tuvo fallas, lo que significa que tenemos fallas.
-De hecho... – dijo Appa Ali Apsa – ¿Estás sugiriendo que hicimos algo mal cuando hicimos los anillos?
Ranakar y Herupa Hando Hu parecían un poco incómodos. Eran lo suficientemente sabios como para darse cuenta de que de hecho, no eran perfectos, pero eran demasiado orgullosos para admitirlo.
-Por supuesto que no – dijo Ranakar finalmente – pero el hecho es que después de la vergonzosa renuncia de Jordan, soy muy reacio a seleccionar a otro humano. Todavía son una especie extremadamente joven y Jordan no ha hecho nada para asegurarme que son lo suficientemente maduros para usar el anillo.
-Hal Jordan nos salvo de los Manhunters – le recordó Ganthet –
-Con mucha ayuda de su amigo Sinestro – Basilus le enfatizo –
-¿Qué otro Green Lantern conoces que sea capaz de hacer brillar la Bateria Central sobre una ciudad entera durante un período de tiempo bastante significativo? – exigió Lianna – Incluso nosotros tuvimos que hacerle frente a Parallax cuando lo derrotáramos la primera vez.
-De Parallax no se habla, y menos en estos tiempos tan temerosos – inquirió Appa Ali Apsa –
-Eso me queda claro, pero la pregunta es... – interrumpió Ganthet –no es si podemos confiar en el juicio del anillo, pero... ¿tenemos otra opción? Necesitamos reponer nuestros números rápidamente, porque no dudo que Sinestro volverá como tan pronto como sea capaz. No tenemos tiempo para investigar y mucho menos rectificar cualquier falla percibida en el anillo; necesitamos un Green Lantern para el Sector 2814 y como ha señalado Lianna, debe ser uno de estos tres humanos: John Stewart, Kyle Rayner o Jessica Cruz. O es eso o esperamos a que Hal Jordan recupere su voluntad.
Hubo una pausa mientras los Guardianes procesaban eso. Lianna asentía, Appa Ali Apsa parecía aprobarlo e incluso Herupa Hando Hu tenía una expresión de resignación en su rostro. Ranakar y Basilus se quejaron ligeramente, pero incluso ellos sabían cuándo se había perdido la batalla. Puede que no les haya gustado, pero Ganthet tenía razón: no tenían elección.
-Muy bien, entonces – cedió Basilus – Dejemos que el terrícola recapacite.
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