Ruinas de la ciudadela; Oa (Sector 0)

Los ojos de Hal se abrieron de golpe, mirando a su alrededor vio lo que parecían ser las ruinas de una gran ciudad. A su alrededor había varios alienígenas durmiendo, algunos de ellos eran de diferentes especies, y todos tenían cadenas.

Tomando un momento para analizar la situación, Hal notó un enorme edificio en la distancia, o al menos lo que quedaba de un enorme edificio. Encima había una gran cúpula de metal, casi como si estuviera diseñada para contener algo.

Hal dio pasos lentos, con cuidado de no despertar a nadie. Entonces entrecerró los ojos a la estructura derrumbada más cercana, notando lo que parecía ser el símbolo del Green Lantern Corps.

-¿Dónde estoy? – se preguntó en un susurro –

Hal fue sacado de sus pensamientos cuando todos los alienígenas comenzaron a levantarse ante el sonido de grandes pasos de metal. Dándose la vuelta rápidamente, Hal vio a un Manhunter parado frente a una gran puerta.

Mientras los alienígenas se amontonaban entre sí, Hal notó que todavía tenía puesto el anillo. Rápidamente, se lo quitó y lo metió en su bolsillo. Ahora tenia su aspecto sencillo, vestido con sus pantalones de mezclilla y su chamarra de la Fuerza Aérea.

El robot Manhunter entonces comenzó a decir algo, pero Hal no podía entender lo que decía gracias a que ya no traía su anillo con traductor universal. Notó que varios alienígenas hablaron entre sí, pero nuevamente, no pudo entenderlos.

Pronto, el Manhunter comenzó a sacar a los alienígenas del edificio derrumbado en el que se encontraban y salieron al exterior. Hal los siguió poco después, examinando su entorno. Una vez que llegó a la puerta, el Manhunter levantó la mano. Hal volteo para ver un pico pequeño y bastante flojo en la mano del gran robot.

Al comprender la situación, Hal salto cuidadosamente en una roca. Tomó el pico y siguió caminando junto a los alienígenas.

Minas subterráneas; Oa

El grupo fue conducido a una gran caverna donde comenzaron a picar rocas. Hal siguió mirando a su alrededor y vio que varios alienígenas aparentemente discutían con uno de los Manhunters. Sin embargo, todo termino mal, ya que el gran robot activo un cañón en su mano y disparo contra los esclavos que los confrontaban.

Tres cuerpos caían incinerados por rayos de energía ante los ojos de los prisioneros temerosos.

Al elegir estar picando roca en el lugar más alejado, Hal se mantuvo apartado. Escuchando lo mejor que pudo, se puso lentamente el anillo y trato de no llamar demasiado la atención.

Varias horas de trabajo después, Hal notó que varios alienígenas se empujaban entre sí. Hal casi tropezó cuando uno de los alienígenas lo empujó directamente.

-Mira por dónde vas – lo amenazó el alienígena que era de piel verde y parecía que traía picos en la cara. Hal levantó una ceja y bajo su vista hacia el suelo. Lo que más le sorprendió fue que notó un brillo verde brillante que salía de su anillo.

Casi de inmediato comprendió que este se estaba cargando.

Comedor; Oa

Los alienígenas se movían alrededor, agarrando las bandejas con su comida. Hal se acercó para ver a un extraterrestre grande que le sirvió un plato de sopa llena de partes del cuerpo de un muerto. Entrecerrando la nariz con disgusto, Hal tomó su comida y se dirigió a la mesa más cercana.

Sentándose, Hal escuchó a uno de los extraterrestres que hablaba con algo de misterio, por lo que se colocó discretamente su anillo para oír la conversación.

-¿De verdad crees que es verdad lo de los Lanterns? – pregunto un extraterrestre de piel morada con escamas –

-Sí, conozco un tipo que dice que vio a dos de ellos dando vueltas a diferentes planetas – otro alienígena que tenía cara de pescado respondió –

-¿Por qué dos Lanterns irían a diferentes planetas?

-¿Quién sabe? Todo lo que sé es que no se quedan por mucho tiempo en un mismo sitio.

-Lo último que supe fue que todos los Green Lanterns fueron asesinados – un tercer alienígena que tenía cuatro brazos y piel como de roca se unió a la conversación –

-No me sorprendería si hubiera uno aquí, ahora mismo – contesto el de la cara de pescado. Hal metió su mano al bolsillo ya que notó que su anillo seguía brillando.

Al girar la cabeza por una ventana cercana, vio la gran cúpula que había visto en la mañana.

Luego, un Manhunter entró en el comedor y los alienígenas se levantaron de sus asientos y caminaron de regreso a las minas. Cuando todos comenzaron a salir, Hal se dio cuenta de que lo que había debajo de esa cúpula, estaba cargando su anillo.