Ok. No me lo esperaba.

"Si es sordo ¿por qué carajo gritaste su nombre cuando venías?"

"Estaba preocupado, me... me dejé llevar por el alcohol, y... cuando estuve más sobrio sólo pude pensar en que él estaría incómodo aquí. Por eso grité. En realidad... no lo pensé, sólo actúe."

Asentí, luego mire a JiMin, quería disculparme pero no sabía cómo. Así que mire a TaeHyung.

"¿puedes decirle que... lo siento...?, no sabía de su condición."

E inesperadamente JiMin soltó una risa tímida, miró a TaeHyung y comenzó a hablarle.

"Oh... él... dice que puede leer los labios muy bien, y... también, también dice que no quiere darte lástima."

Con lo último TaeHyung soltó una risa también...
No me daba lástima, pero si supiera que estuve a punto de gritarle... ugh...
Después de esa incómoda experiencia sólo quería ir a casa y tumbarme en mi cama, pues mi primer intento por socializar en una fiesta fue un asco, puto alcohol. Pero no. El destino no me quiere, ni mis amigos me quieren. HoSeok propuso ir por hamburguesas, ya que la fiesta de estaba "poniendo aburrida", aunque para mí lo fue desde un inicio.

Después de hacer unas presentaciones formales, fuimos a comer y resultó que, irónicamente, JiMin era el que más hablaba, contaba chistes traducidos por TaeHyung, también se quejaba del local inundado por niños y sobre el precio elevado de las gaseosas.
Extraño, sumamente extraño.
Después, sin notarlo, yo seguía la corriente de JiMin, hablaba frente a él para que lograra entenderme y reíamos ante nuestras ironías (o a veces reíamos sobre los demás).

Al final, cuando HoSeok se ofreció a llevarlos, yo tuve que ir en la parte trasera del coche, con JiMin a mi lado. Era muy de madrugada, y sólo note lo cansado que estábamos todos cuando sentí un bulto contra mí. JiMin se había quedado dormido. Y mentiría si dijera que no me incomodó, pero no me moví... al final, él seguro estaba muy cansado.

Cuando llegamos TaeHyung despertó con suavidad a JiMin, éste se levantó y se sonrojó al ver que se había quedado dormido sobre mí. Sonreí para calmarlo. Antes de que saliera del coche me miró y esa sonrisa nuevamente apareció, aquella en donde sus ojos se ocultaban siendo estrujados por sus mejillas.

Asentí moviendo la mano.

"Adiós, JiMin"