Ella nunca había corrido tan rápido y con tanta preocupación desde que la batalla de Hogwarts se había llevado a cabo, pero nadie podía culpar a Nela de preocuparse cuando en realidad ella jamás había escuchado a Neville llorar desde que era un bebé de año y medio.

Al llegar al recibidor seguida de Hermione, ambas mujeres jadearon por la carrera y contemplaron la escena frente a ellas con suma impresión, pues los participantes de esta aún no notaban que ellas habían llegado:  

Todos los papeles estaban tirados, la recepcionista estaba en el suelo inconsciente, el jarrón que contenía las flores de adornó del mostrador estaba rotó en el suelo y parecía haber herido a alguien pues un trozo de vidrio estaba lleno de sangre, y, por sobre todo, Harry Potter tomaba bruscamente al pequeño Neville de los hombros, gritándole furioso.

—¡Dime ahora mismo quien es tu padre! ¡Necesito saberlo!—exigía Harry desesperado.—¡Solo di mi nombre, maldición!

—¡Déjeme, por favor! ¡Suélteme! ¡Me duele!—sollozaba Neville, indefenso.

—¡SOLO RESPONDEME MALDITA SEA, NIÑO! ¡¿QUIEN CARAJOS ES TU PADRE?! ¡SE QUE SOY YO PERO NECESITO ESCUCHAR EL NOMBRE, MALDICIÓN!—grito Harry fuera de si, zarandeando al niño.

—¡SUELTA A MI HIJO, POTTER!—grito furiosa Nela, pero fue sujetada por Hermione para hacerse hacia atrás debido a que otro jarrón salió volando hacia ellas debido a la magia accidental que estaba haciendo Neville por su edad e inestabilidad emocional.

—¡YA SUELTEME! ¡SE LO RUEGO! ¡DEJEME YA EN PAZ!— grito Neville llorando, con el rostro rojo y notablemente asustado— ¡PAPÁ! ¡PAPI! ¡AYUDAME!

En ese momento Blaise Zabini, que llegaba corriendo por el pasillo con un ramos de rosas en las manos, las cuales tiro al piso, fue hasta el Elegido, lo tomó furiosamente del cuello de la camisa, alejándolo del lloroso y tembloroso Neville, y lo estampo contra la pared. Harry lo miro furioso e intentó golpearlo pero Blaise fue más rápido y lo golpeo primero. 

—¡¿CÓMO TE ATREVES A TOCAR A MI HIJO, TU MALDITO CARA RAJADA?!—grito Blaise furioso.

—¡EL NO ES TÚ HIJO! ¡NUNCA SERÁ TU HIJO! ¡ES MIO Y DE NELA! ¡NUESTRO!— replicó Harry con malicia. 

A lo lejos estaba Ron Weasley, quien también se encontraba en el recibidor para apoyar a su amigo pero apartado de todo el desastre junto a su inseparable hermana Ginny Weasley, la cual se removía nerviosa en su lugar ante el como se estaba llevando a cabo la pelea. Ron se acercó molesto a pasos agigantados, dispuesto a defender a su amigo.

—¡Maldita serpiente rastrera! ¡Suelta a Harry, ahora mismo, imbécil!—grito Ron furioso, alzando la varita.

Por el pasillo aparecieron Theodore Nott y Draco Malfoy, quienes rapidamente fueron contra Ronald, empujándolo del pecho hasta estamparlo contra la otra pared. No iban a permitir que atacara a Blaise por la espalda.

—¿No que muy amante de los muggles, comadreja?—siseó Draco fríamente, remangándose las mangas.— Resolvamos esto de la forma muggle.

—¡Imbécil! ¡Eso es lo que eres, Malfoy! ¡No sabes con quien te metes!—grito Ron enfadado.

—¡Tú eres quien no sabe con quien se mete, Weasel!—dijo Theodore con sorna, imitando a Draco y remangándose las mangas. 

—¡Deja a mi hermano, hurón botador!—exclamó Ginevra saltando hacía Malfoy con la varita en alto.—¡Mocomur...!

—¡Expelliarmus!—lanzó Nela quitándole la varita.

—¡Deténgase todos ya!—grito Hermione desesperada.

Pero nadie le presto atención, especialmente cuando Ginevra Weasley saltó encima de Theodore y comenzó a arañarle la cara mientras que este, intentando no golpearla, la aventó lejos de él haciéndola caer al suelo.

—¡Ginny!—exclamó Hermione asustada, corriendo a socorrerla.

—¡Ginny!—exclamó Ron intentando liberarse de Draco.

—¡Ah, no! ¡Tu no vas a ninguna parte, maldita comadreja!— dijo Draco sujetándolo de la camisa y volviendo a darle un puñetazo.— ¡Tu no te vas a meter!

—Esto es demasiado drama para mi.—murmuró Theodore con cansancio mientras se tallaba la cara, adolorido por los rasguños que le hizo Ginny a la cara.

—¡¿Pero que esta pasando aquí?!—pregunto Luna sorprendida, apareciendo en compañía de Astoria, quien jadeo asustada, y viendo el rostro arañado de su querida pareja.— ¡¿Quién te hizo eso?!

—Esa idiota.—respondió Theodore señalando a Ginny, quien fingía dolor en el suelo con Hermione a su lado, notablemente molesta y esta misma se levanto con la varita en mano, dispuesta a atacar.

—¡Ni siquiera lo pienses, Granger!— Exclamo Luna empujándola lejos y lanzándose encima de Ginny.

—¡¿QUÉ HACES LUNA?! ¡TU Y YO SOMOS AMIGAS!—grito Ginny desesperada.

—¡Sí, claro! ¡Y por eso también te metiste con mi ex esposo!—grito Luna furiosa.

—¡Ya suelta a Ginny, maldita Lunática!—exclamó Hermione e intentó jalar a Luna del cabello.

—¡Ah no! ¡Tu no vas a ninguna parte, Granger!—exclamó Astoria y la jaló del cabello, tumbándola al suelo.— ¡Ni siquiera lo pienses, estúpida! ¡Con Lunita no te metes!

—¡DIME QUIEN ES TU PADRE, PUTA MADRE!—gritaba Harry furioso, ya con un ojo morado y el labio partido. Blaise solo tenía un golpe en el pómulo y le soltó otro puñetazo— ¡ES MI HIJO, ZABINI, CARAJO! ¡MEREZCO QUE ME DIGAN LA VERDAD A MI CARA!

—¡ASÍ SEAS EL PUTO DONANTE DE ESPERMA, TU NO ERES SU PADRE!— replicó Blaise iracundo.— ¡Neville es y siempre será solo de Nela! —remarcó despacho, temblando de irá y añadió en voz alta: — ¡Y EL PADRE DE NEVILLE SOLÓ SERA QUIEN EL ASÍ LO QUIERA!

—¡EL ES UN MALDITO MOCOSO! ¡NO SABE LO QUE QUIERE, NI LO QUE ES BUENO O MALO!—grito Harry completamente fuera de si.

—¡Neville!—exclamó Nela, llegando hasta su hijo despues de esquivar todas las peleas.— ¿Estas bien, mi amor? Te prometo que estarás bien,  ¿de acuerdo? Mami se encargará de todo, te lo juro.—dijo besando su frente.

Neville continuaba llorando, tenía el rostro rojo y empapado por las gruesas lagrimas y su corazón latía adolorido de tanto llorar. Miró a su alrededor con expresión desolada: Blaise y Harry se golpeaban mutuamente rodando por el piso, aunque era notable que quien llevaba las de ganar era Blaise; Draco y Ron estaban en las mismas condiciones que Harry y Blaise, aunque aquí la pelea estaba igual de reñida; Luna estaba encima de Ginny, jalando su cabello y soltándole cachetadas pues la otra la arañaba las piernas; Astoria arrastraba a Hermione por el suelo, quien no podía hacer más que gritar e intentar zafarse arañando las muñecas de Astoria. 

Por último, Theodore Nott se encontraba lejos de la escena mirando todo con el ceño fruncido, pero como el buen abogado que era, estaba preparado para que cuando todo explotara legalmente, el pudiera defender y liberar a los suyos.

El pequeño Neville rompió a llorar de nuevo. Nela intentó abrazarlo pero este no la dejó y confundida, contempló como el niño aún llorando se colocaba en medio del lugar, con el rostro aún rojo y con las gruesas lagrimas descendiendo de sus ojos verdes y grito:

—¡YA CALLENSE!

Todo el mundo se detuvo abruptamente. Nadie había escuchado al pequeño Neville, el siempre tierno, tímido y callado Neville, gritarle a la gente. Mucho menos a sus mayores. Confundida, Nela intentó acercarse, pero Neville alzó el rostro y volvió a gritar viendo directamente a Harry:

—¡Tú no eres mi padre!

—¡Neville, por favor...!—exclamó Harry, pero Neville volvió a interrumpirle.

—¡Tú no eres mi padre y ella no es mi madre!—exclamó Neville señalando a Nela con dolor.

El silencio inundo la sala y absolutamente todas las miradas confundida recaían en Nela, quien ya había comenzado a llorar y se tapaba el rostro con una mano, cabizbaja. Hermione, confundida y ya liberada del agarre de Astoria, pregunto con voz suave:

—Entonces...¿Quiénes son tus padres?

El niño alzó la mirada con orgullo y dijo con voz firme:

—Mi nombre es Neville Frank Longbottom...¡Y soy hijo de Neville Longbottom y Hannah Abbott!

¿Verdad que no la vieron venir?;)