Aquella mañana Nela se levantó con los ánimos por el cielo. Tenía mucho tiempo que no se sentía así de alegre, pero haber convivido con su vieja amiga Luna y con Blaise le hizo estar de un muy buen humor.

Al menos hasta que llegó a la cocina, donde en la mesa había una carta con el sello del Ministerio. Nela suspiró pesadamente y la abrió:

Estimada Señorita Longbottom:

Me es un placer informarle que esta muy cordialmente invitada a la cena que se llevara a cabo este viernes en la noche para celebrar el quinto aniversario del fin de la guerra. Al ser portadora de la orden de merlín de primera clase gracias a sus contribuciones en la guerra como líder del Ejercito de Dumbledore, se le tiene considerado un espacio en la lista especial. 

Considero que la invitación le servirá para reencontrarse con antiguos amigos y para que entre usted y yo también conversemos para felicitarla por su nuevo ascenso en el Hospital San Mungo.

Mis más cordiales saludos.

Ministro de Magia.

Kingsley Shacklebolt.

—Púdrete, Kingsley.—masculló Nela con frialdad.

Rompió la carta en trocitos y se dejó caer en la silla con pesadez. La idea de reencontrarse con "sus antiguos amigos" no le emocionaba en lo más mínimo, sin embargo, tampoco creía que la invitación fuera opcional, sino más bien obligatoria y considerando que Kingsley podía removerla de su puesto en un dos por tres, decidió que lo mejor era asistir.

Su semana paso en completa tranquilidad, teniendo mucho trabajo en el hospital y recibiendo a Blaise en su despacho durante su hora de almuerzo, pues este siempre llegaba con comida para ambos. Antes de darse cuenta, ya era la noche del Viernes y se encontraba en casa de los Malfoy dejando a Neville con su mochila.

En un principio había pensado en dejar a Neville con Luna, pero cuando esta le informó que también estaba invitada, Blaise le comentó que porque no dejaba a los niños con Draco y su esposa Astoria, quienes estarían encantados de recibirlos. Al final, despues de mucho discutirlo, decidió hablar con Astoria, quien se mostró alegre y aceptó cuidarlos.

—¡Tía Nela! ¡Neville!—exclamaron los gemelos, Lysander y Lorcan.

—¡Hola chicos!—saludó Nela con una sonrisa.

—¡Chicos!—exclamo Neville.—Adiós, mami.—besó la mejilla de Nela y se fue corriendo con los gemelos escaleras arriba.

—Hola, hola.—saludó Astoria con una sonrisa.— ¡Que hermosa estas!

—Gracias.—sonrió Nela. Aquella noche utilizaba un sencillo pero elegante traje negro con camisa blanca ajustada y su cabello recogido.—Vendré por el mañana temprano, sería muy cruel de mi parte pasar por el en la madrugada.

—Aquí lo cuidaremos bien—aseguró Draco apareciendo junto a Astoria.

Se despidió de Astoria y Draco y se apareció a los pies del Ministerio de Magia. Nerviosa, logró pasar desapercibida entre la ola de reporteros y entregó su invitación a uno de los guardias, quienes le permitieron ingresar al salón principal, donde había una magnifica decoración en tonos blancos y dorados con mucha simbología a la cicatriz de Harry y el número cinco.

Fue hasta una de las barras y tomó una copa de champaña. Para su suerte, aún no se encontraba con nadie, aunque ella si que había visto algunas caras conocidas como Ernie Macmillan conversando Susan Bones, o a Justin Finch Fletchley besándose con una pelirroja, más al fondo vio a Dean Thomas y Seamus Finnigan, quienes si no fuera porque iban cada uno con una chica, pensaría que ya eran pareja.

—¿Nela?—pregunto una voz a sus espaldas.

Se giro maldiciéndose internamente y su mirada choco con los ojos café de Hermione Granger, quien iba tomada del brazo de Ron Weasley y justo a lado de ellos estaban Ginny Weasley y Harry Potter. Ambas chicas vestían dos preciosos vestidos rojos, mientras que Ron usaba un traje azul oscuro y Harry uno negro. Los ojos verdes de Harry recayeron en Nela.

—Buenas noches.—saludó Nela.

—Estas muy guapa, ha pasado mucho tiempo.—dijo Hermione con una gran sonrisa.

—Sí...supongo que sí.—asintió Nela.

—Nela...—llamó Harry con la voz ronca.— Nosotros tenemos que...

—¿Te volviste machorra o porque traes un traje de hombre?—interrumpió Ginny despectivamente, abrazándose posesivamente al brazo de Harry. Hermione empalideció y Nela sonrió de lado.

—La ropa y los colores no tienen genero, Ginevra.—replicó Nela.

—Más aparte,—dijo una voz detrás de Nela— ella luce muy sensual con esos pantalones. Te luciste cariño.

Ella no necesito voltear, reconoció enseguida el brazo que envolvió su cintura y los labios que dejaron un húmedo beso en su cuello. Al parecer Blaise Zabini también había sido invitado a la fiesta, aunque esto no le agrado a los Gryffindor.

—¿Y tú que haces aquí?—pregunto Ron con molestia.

—Fui un especial contribuyente en la guerra actuando como doble espía, Weasley. Por eso me invitaron. —respondió Blaise con sorna.

Antes de que Ron o Harry pudieran replicar algo, Kinglsey, desde el podium, pidió a todos que tomaran sus lugares, puesto que iba a iniciar la fiesta con unas palabras. Blaise no se hizo del rogar, tomó a Nela del brazo y la guio hasta la mesa de ellos, donde curiosamente también estaban Theodore, Luna y un asiento vacío en representación a Neville.

—Buenas noches a todos, me es muy agradable recibirlos esta noche...

Las palabras de Kingsley empezaron a sonar en todo el salón gracias al hechizo sonorum, mientras tanto, Nela giro el rostro hacia el lugar vacío donde debería estar su hermano. Un sentimiento de tristeza la embargo. Blaise la tomó de la mano y se la apretó en son de apoyo, haciéndola sonreír.

—...Y por todo esto, quisiera pedirles a Harry Potter y Nela Longbottom que suban aquí a dar unas palabras. Aquel que libro una batalla en solitario con la ayuda de sus dos mejores amigos, sin abandonarnos. Y aquella que libro una batalla a los ojos de todos, encarando al mal.—pidió Kingsley.

—Maldito hijo de...—murmuró Nela, cerrando los ojos para contenerse. 

—Tú puedes, cariño.—susurró Blaise a su oído.

Se levanto de su asiento y ante la mirada de todos, camino hacia el podium al mismo tiempo que Harry Potter lo hacía desde su lugar. En cuanto ambos llegaron con el ministro, este les sonrió y apretó la mano. Harry hizo un sonorum con su varita y la colocó en medio de ambos.

—Amm...buenas noches a todos, no me esperaba tener que hablar en público.—comentó Harry.—quienes me conocen, saben que nunca fui muy bueno hablando en público.

La audiencia rio ante este comentario y todos estuvieron muy atentos a las palabras de el niño que vivió, quien hizo una remembranza de los tiempos oscuros, de como se esforzo con sus amigos para encontrar los horrocruxes, recordó a Albus Dumbledore y afirmó lo bien que se sintió al volver a Hogwarts y encontrarse con todos los que se habían unido al Ejercito de Dumbledore.

—Por último, solo quisiera pedir que todos alcemos la varita para hacer un patronus, todos los que estuvimos en el ED, para recordar los viejos tiempos y conmemorar a nuestros amigos.—pidió Harry.

Inmediatamente todos los miembros del Ejercito de Dumbledore, que eran la gran mayoría de los invitados, levantaron sus varitas y muchos patronus corpóreos aparecieron en el salón, haciendo sonreír a todos. 

Harry volteó a ver a Nela y al notar que esta no hacía ademan de levantar su varita, la instó a hacerlo.

—Vamos, Nela...por los viejos tiempos.—dijo Harry con una sonrisa.

—No puedo hacer un patronus desde que murio mi hermano.—explicó Nela y todos guardaron silencio.

—L-lo siento, y-yo...

—Esta bien.—lo cortó.

Harry se despidió por parte de ambos y en cuanto Nela estuvo en su mesa, Blaise la abrazó con fuerza. Aquella cena no fue precisamente linda, pero al menos la presencia de Theodore, Luna y Blaise, consolaba el alma de la joven.

Harry Potter fue de los últimos en irse de la fiesta y cuando llegó a su casa en Grimmauld Place con su novia Ginny, miró su rostro enfadado y supo que eso iba a terminar muy mal.

—¿Por qué tenías que ver tanto a Nela? —pregunto enfadada.

—Porque quiero hablar con ella sobre mi hijo.—respondió molesto.

—¡Ese mocoso no es tú hijo! ¡Solo los que yo tenga serán tus hijos!

—¡Ya cállate, Ginny!

—¡Siempre la has preferido! ¡A esa maldita...!

—¡No te atrevas a insultarla!—la amenazo con furia.— Amo a Nela, siempre la he amado y hare hasta lo imposible por recuperarla. ¡No la habría perdido de no ser por ti!

Esa noche, mientras Nela descansaba en su casa durmiendo tranquilamente en el pecho de Blaise, Harry Potter terminaba con Ginny Weasley.

Hola a todos! Para aquellas personitas que no me siguen aquí en wattpad, en mi tablero informe que esta novela contara unicamente con 12 capitulos que espero disfruten mucho. No será tan largo ya que no quiero hacerlo tedioso añadiendo cosas innecesarias a la trama. Tendrá los capitulos justos para cerrar correctamente el ciclo de todo, pues esta segunda temporada la hice con la única intención de brindar un espacio únicamente para Blaise y Nela.

Los amo!