extra ࣭⭑𓄹 when Apollo fell in love...again ⸒࣪
﹐ ✦ 𝄒 𝐆𝐑𝐄𝐄𝐊 𝐓𝐑𝐀𝐆𝐄𝐃𝐘 ⊹ ☀️ ₊ ⋆
┇ extra: cuando Apolo se enamoró... otra vez¡!
⠀⠀⠀
⠀⠀⠀
. ⩇ ☀️ ⩇ 𝄒
-¿Cómo que no te haces cargo, Hermes? -pregunté al dios a través del mensaje Iris. Hermes se encogió de hombros.
-La lira tenía una dirección de envío, Apolo. Yo la entregué -respondió. Suspiré, cansado de pelear con él.
-¿Sabes por lo menos dónde la entregaste?
-Creo que en el estado de California -Hermes miró al horizonte, pensando.
-¿En que parte de California? -pregunté, ansioso.
-No lo recuerdo...
-¿¡Cómo no puedes recordarlo!? -exclamé, molesto. Hermes frunció el ceño.
-¡Hago mil entregas por día, Apolo! ¿Cómo crees que voy a recordar donde mandé tu estúpida lira! -contestó él, y la llamada de cortó.
- Kataraménos o Ermís! Elpízo pragmatiká mia méra na pései sta Tártara! Allá apó ólous tous Theoús! -grité, furioso. No era normal para mi despertar y no encontrar mi lira. Luego de registrar todo el palacio e interrogar a cada ser que vivía allí, una de mis musas me dijo que Hermes había venido a buscarla por la noche. Qué estaba en una caja de correo y que él revisó la dirección antes de irse.
Yo no había mandando ninguna caja a ninguna parte.
Al parecer tendré que hacer todo yo.
Cuando volteé a buscar mi arco y mi carcaj que había dejado contra una roca, ya no estaban. Rápidamente me encontré con una situación peculiar. Una niña había tomado mis cosas. Y adelante de la colina había un cíclope. Cíclopes, que geniales son hasta que están en tu contra.
-¡Oye!¿Qué estás haciendo? -pregunté, acercándome a ella. Con cierta habilidad que me sorprendió, ella colocó una flecha en el arco, estiró la cuerda y disparó perfectamente al ojo del cíclope. Vi como una niña pequeña se metía dentro del bosque.
Por reflejo, tomé a la arquera de los hombros y la arrojé al suelo cuando el cíclope tambaleó. Sin embargo este no cayó, sino que salió corriendo de allí. La chica rápidamente se levantó y miró a su alrededor.
-¡Niña! -gritó -¡Niña! -me acerqué a ella una vez más.
-Eh, ¿disculpa?¿Quién eres tú y que acaba de pasar? -la niña volteó a verme. No era una niña, definitivamente. Era una chica mayor. Su cabello oscuro se asimilaba con el color del chocolate amargo. Sus ojos eran azules, que aunque estuviéramos en el medio de la noche, brillaban. Sus labios eran rosados, y parecían suaves.
¿Qué tan fuerte me golpeará si le robo un beso?
-¿Viste a una niña? -preguntó, sacándome de mis pensamientos -. Una niña.
-¿La pequeña que corrió hacía el bosque? -cuestioné, señalando el profundo bosque que nos rodeaba.
-Ay, no. No, no, no -la chica soltó mis cosas y se paso las manos por la cara y el cabello. Parecía realmente estresada. Bajé un poco la mirada, y me encontré con una conocida camiseta naranja.
-Eres del Campamento -dije. Ella me miró de mala manera.
Mírame así las veces que quieras.
-¿Quién es tu padre o madre?
-No lo sé. Mira, tengo un problema mayor ahora que pensar en el ser que me abandonó. Hay una niña en el bosque, sola, y debo ir a buscarla -me explicó, y sentí como su corazón se aceleraba por temor y angustia.
-Cálmate -le ordené, poniendo mis manos en sus hombros -. Al menos puedes descartarme a mí.
-¿A ti?
-Bueno, no he podido presentarme -dije, y la solté para tomar mis armas del suelo -. Soy Apolo.
Nunca fallaba. Cada vez que revelaba mi identidad cualquier ser, humano o mágico, se interesaba en mí. Sin embargo ella solo dio media vuelta y comenzó a bajar por la colina.
-Un gusto, soy Kailani y tengo que irme -respondió mientras bajaba rápidamente. Me quedé allí pensando por en instante.
¿Qué es lo peor que podría pasar si la seguía?
⠀⠀⠀
. ⩇ ☀️ ⩇ 𝄒
Le voy a cortar esas estúpidas alas que tiene otra vez. Jamás debí proponerle este trato. Kailani podía llegar a ser tan ingenua que me exasperaba. Tenía ganas de ir con Eros y arrancarle pluma por pluma. La había elegido, y yo no tenía alternativa.
-Realmente estos conflictos milenarios me parecen estúpidos, pero ustedes están obsesionados -dijo Hestia mientras cepillaba su cabello. Yo alcé los ojos, molesto.
-Es que no puede tomarse con gracia una bromita de nada...
-Le cortaste las alas frente a todo el Olimpo -me reclamó.
-¿Estás de mi lado o no? -pregunté, apoyando mi cabeza en mi mano, y mi codo en el brazo de la silla en la que estaba sentado.
-Estoy del lado de la justicia -respondió mi tía.
-Eso no me sirve de nada.
-Por esto Hermes es mi favorito -gruñó Hestia -¿Estás seguro de que es ella?
Mi estómago se achicó. Si Eros había aparecido así de la nada, e incluso había usado sus encantos con ella, definitivamente había elegido a mi objetivo. No me sorprendería averiguar que él mismo mando a la serpiente a atacarla.
-Casi seguro. Sino, ¿por qué otro motivo Eros habría ido tras ella? -contesté, volteando a ver a la puerta por un instante. La maldición de Eros me perseguía, me carcomía cada día.
-Todavía no sabes siquiera de quién es hija, Apolo. Además, ¿crees que Psique le permitiría hacer esto a Eros? -cuestionó Hestia.
-No sé como explicarlo, tía. Simplemente sé que es ella. Es la chica de mi maldición -respondí.
Me levanté de la silla, molesto, y me dirigí a la puerta.
-Pero Apolo...no tomes las cosas tan literal. Habla con él, ofrécele una disculpa sincera. Probablemente puedan llevarse mejor y liberar a Kailani de todo esto -me aconsejó. Pero me negué.
-Hasta mañana, tía -dije antes de salir de la habitación. No había manera de liberarla. Eros lo había jurado bajo el Estigio. La profecía debía cumplirse. Debía romper su corazón con tanto dolor que ella se perdiera a si misma.
De todos modos, la perdería.
⠀⠀⠀
. ⩇ ☀️ ⩇ 𝄒
Kailani estaba comprando comida en un local de comida rápida. Chloé estaba conmigo, esperando mientras jugaba a la rayuela imaginaria.
-Apolo, ¿cómo es papá? -preguntó ella. Suspiré y me crucé de brazos.
-Tiene sus cosas buenas y malas. Pero lo intenta...muy en el fondo -murmuré ese último para mi mismo. Miré al interior del local a través de las puertas de vidrio. Kailani se estaba tardando mucho tiempo en pedir...
¿Quién es el cajero?
Caminé un poco a la derecha para evitar que Kailani me tapara la vista. Mis ojos se abrieron con ira al ver a Eros sonreírle. Rápidamente me acerqué a la puerta y entré.
-¿A dónde vas? -preguntó Chloé, pero la ignoré. Simplemente me acerqué a ellos, sintiendo cada vez más ira a medida que los veía hablar.
-¿No crees que esas chicas no merecen estar con seres tan repugnantes cómo esos? -le decía el idiota. Rápidamente sus ojos pasaron a verme a mí y su sonrisa se hizo más arrogante -. De todos modos hay que ver con que chusma te juntas para darse cuenta.
-¿Ah, sí?¿Y quién es esa chusma, alitas? -pregunté. Envolví mi brazo alrededor de la cintura de Kailani, y suavemente la llevé hacia atrás. Inevitablemente sentí como si estuviera tocando algo ardiente, al rojo vivo.
-La chusma acaba de hablar -contestó el dios del amor. Ya me había peleado con unos imbéciles en la estación de tren, y me habían quedado muchas ganas de pelear. Con un movimiento rápido tomé a Eros del cuello de la camisa y lo acerqué a mi rostro.
-Escúchame bien, alitas: si tienes un problema conmigo, lo resuelves conmigo. No te metas con ella, o haré que lo pagues -le dije, pero él solo me miró con más arrogancia y superioridad que antes.
-Te recuerdo que tu voluntad está en mis manos, rayitos -respondió él.
Este rayito te va a partir la cara.
-Te juro que voy a desplumarte, pluma por pluma, y después...
-¡Pedido veintidós! -la chica que entregaba los pedidos del otro lado nos gritó. Sentí como Kailani tiraba de mí, y antes de irme Eros me sonrió cruelmente. Cuando salimos, Kailani miró que Chloé estuviera aquí y luego me miró a mi, con el ceño fruncido.
-¿No puedes estar dos segundos sin pelear? -me cuestionó. Inevitablemente me sentí algo avergonzado.
-No me gusta que nos esté siguiendo - murmuré. Ella negó con la cabeza, visiblemente decepcionada y comenzamos a caminar juntos de vuelta al hotel.
⠀⠀⠀
. ⩇ ☀️ ⩇ 𝄒
La sensación de la piel contra otra piel era de mis favoritas. Pero esta era única. El sudor bajaba de su cabeza a sus mejillas, sus labios brillaban, su cuello marcado estaba estirado mientras que yo me dedicaba marcarlo más y más. Ella suspiraba y alguna vez se le escapaba un gemido.
-Apolo... -susurró mientras que mi mano se perdía en el fin de su pelvis. Su cabello estaba esparcido por el cama, y el mio estaba pegado a mi frente.
Inevitablemente sentí como la mejor parte de mí se endurecía. Ella también lo sintió cuando me apoyé contra su vientre.
-Eres única -murmuré, y mis labios se unieron a los de ella. El beso eran candente, más caliente que yo. Y realmente no tenía ganas de dejar esos labios.
Abrí mis ojos en la penumbra del cuarto. Me respiración estaba agitada.
Maldita sea, ¿por qué a mí?
Miré a Kai. Estaba muy cómoda, abrazada a su almohada, y profundamente dormida. Con cuidado de no despertarla me levanté y fui al baño. Me lavé la cara y me acerqué al marco de la puerta. Miré a Kailani dormir pacíficamente.
¿Por qué entre todas las mujeres de este planeta, él tenía que elegirla a ella?
Mi peor defecto era probablemente ser enamorizado. Un enamoradizo torturado. Ninguno de mis romances había acabado bien. Todavía recordar a Daphne o a Jacinto me dolía. Y no quería que Kailani fuera un horrible recuerdo. Tal vez alcanzada por unas flechas, o rota por dentro, o devorada por un titán. Los escenarios giraban y mutaban en mi cabeza.
Eros, hijo de Afrodita y Ares, eres dios muerto.
⠀⠀⠀
. ⩇ ☀️ ⩇ 𝄒
El consejo había cerrado su sesión de imprevisto. Miré a mi hermana, quién puso los ojos en blanco. Íbamos a pasar otra eternidad soportando los caprichos de Hera. Y todo porque mi padre no podía respetarla a ella, ni al Pacto. Artemisa se fue, y cuando Kailani terminó de hablar con su padre, me acerqué a ella en mi tamaño humano. Ella miró a su padre antes de volverse a mí y sonreírme.
-Gracias, por todo -le dije, tomando su mano. Su expresión me invitaba a explorar todos mis sentimientos por ella, su sonrisa me rogaba que la besara.
Pero no podía.
-No fue nada -respondió, y reí.
-Si necesitas algo, lo que sea, solo llama por Iris -le dije. Sus ojos eran del color del cielo, eran el mismísimo cielo. Su rostro, finalmente relajado, no podías ser comparado con ningún tesoro del Olimpo. Su forma de ser emanaba una fuerte luz, que iluminaría la noche más oscura. Y sus labios, eran la perdición.
Enamorarme era peor que caer en el Tártaro.
Mientras que mi mano sujetaba la suya y mis ojos paseaban por su rostro, con la otra mano le acomodé un mechón de cabello no sin antes deleitarme con la suavidad de su mejilla. Kailani tenía algo magnético en ella, y dejar de mirarla sería el peor castigo. Me incliné hacia ella.
No puedo besarla, no puedo, no debo...
-¡Kailani! ¡Dionisio dice que si vienes ahora nos iremos al Campamento sin ti! -la voz de Chloé me salvó de cometer un error del que podría haberme arrepentido después. Exhale el aire que había acumulado.
-Es experta en interrupciones -bromeé.
-Definitivamente -contestó ella. Sin que yo lo esperara, se acercó a mí y dejo un beso entre mi mejilla y mi labio -. Hasta pronto, Apolo, dios del Sol -dijo, y se reverenció graciosamente. Reí y sentí mis mejillas ponerse tan rojas como las de ella.
-Hasta pronto, Kailani -susurré, y ella se fue corriendo.
Me quedé allí, viéndola bajar las escaleras. Pronto una mano en mi hombro me hizo sobresaltar.
-No voy a consolarte otra vez si le pasa algo, Apolo. Ya te lo dije: el amor te haca débil y causa una distracción -dijo mi hermana. Yo solo suspiré y miré hacia abajo.
-Sé que lo harías aunque digas que no -respondí. Ella suspiró y se quedó junto a mí. Mientras que ella pensaba como aguantar a nuestra madrastra, yo intentaba encontrar alguna manera de evitar la maldición de Afrodita. Una maldición encomendada por Eros, pero hecha por la diosa del amor.
⠀⠀⠀
⠀⠀⠀
AZU'S SPACE ! 🧸
1. Dejo esto y me desaparezco. Perdonen los posibles errores de tipeo, me hicieron mas uñas y todavía no me acostumbré a usarlas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro