Capítulo 5.
Se sentía vacío, frío y extraño, no sabía qué palabras usar para expresar aquél sentimiento con el que se levantó ese día, era como una especie de incomodidad que lo abrumaba.
Mejoró rápido su resfriado y el viernes ya estaba esperando en su casa a que la tarde cayera para que sus amigos pasaran a recogerle para ir a la casa del amigo de Jong Dae donde sería la fiesta, estaba algo nervioso ya que tiene tiempo en que no sale realmente a fiestas o eventos de ese ámbito.
Solo se había puesto una sudadera sin nada abajo, igual no se la quitaría y el frío no era problema, unos pantalones cualquiera y sus típicos converse negros, no sabe dónde dejó toda la emoción de hace unos días. Ahora solo estaba en su casa completamente solo, sentado en el sofá mientras escuchaba música con sus audífonos puestos mirando su reflejo en la pantalla negra del televisor.
Se sentía perdido por alguna razón.
Como siempre Luhan le había dado su increíble consejo sabiondo, diciendo que aprovechara la oportunidad para emborracharse y tomar valor de confesarse, mejor que se vaya a fajar con su pretendiente que ni en mil años pasará. Pudo ser un caso complicado en el pasado pero el intentar volver a aquello le es complicado y no le gustaría sinceramente retomarlo.
Renegó haciendo una mueca, un claxon fuera de su casa sonó, entrecerró los párpados levantándose hasta escuchar el golpe en la puerta y el grito de Luhan llamarlo. Negó sonriendo tomando las llaves y su celular, salió encontrándose al rubio muy bien vestido con una llamativa gabardina naranja mientras le sonreía guiñando el ojo.
— ¿Listo para divertirte? Al menos deberías buscar a alguien, un faje quizás. — dijo Luhan mientras se encargaba de cerrar la puerta.
— Deja de pensar con tus hormonas y ya acuéstate con tu pretendiente. — replicó riendo cuando el rubio pasó su brazo sobre sus hombros guiándole hacia una bonita camioneta negra. — Woa, y luego se quejaban del Mercedes de mi hermana ese día que vinieron por mí.
— Para tu información, ya nos acostamos, no fue un simple faje. Y en segunda, es de la mamá de él así que no debemos beber mucho porque si vomitamos nos decapitan. — Luhan aplastó sus labios suspirando, le abrió la puerta de atrás viendo al resto de sus amigos discutiendo. — Adelante caballero.
— ¡Min Seok! Mira, imagina esto. — Yerim gritó golpeando el brazo de Mark que iba en la otra ventana picando su brazo logrando molestarlo, Jessica solo se sacaba selfies y trató de ajustarse al espacio cerrando la puerta detrás de él. — Estás en una habitación y tienes dos sillas, en una un pastel-
— Ya habíamos hablado de eso Yerim. — regañó Min Seok interrumpiéndola con diversión.
— ¡No espera! — pidió alterada.
— Es que el novio de Luhan dijo que él prefiere sentarse en el pastel antes que en la silla. — respondió Mark con diversión, Min Seok miró al conductor parpadeando sorprendido de ver lo atractivo que era el chico. — Al menos ya sabemos quién es quién en el sexo o es bueno con las mamadas.
— O tiene masculinidad frágil. — sugirió Jessica continuando acicalándose.
— Para su información, que yo quiera estar abajo es mí problema. — Luhan alzó su brazo desde el copiloto, estiró su mano acariciando el mentón del chico serio que solo sonrió un poco ante el toque. — Y Sehun y yo aún no somos novios, pero coge rico así que no me quejo.
— Eso me alaga. — se burló Sehun dirigiéndole al rubio una sonrisa coqueta.
— Ah, que vulgares son. — reprendió Jessica haciendo una mueca de asco. Se recargó en el hombro de Min Seok acercando la cámara mientras tomaba unas fotos posando. — Min, ¿hay chicos guapos disponibles?
— ¿Ustedes no pueden quedarse en sus casas de hormonales y disfrutar una fiesta bien? — preguntó mientras guiñaba el ojo hacia la foto, luego solo abrió ligeramente la boca haciendo una v con sus dedos. — Pero sí, los de teatro son guapísimos, no lo niego.
Solo he visto bien a Jong Dae, quizás los demás también lo sean.
— Yo sí voy a tomar hasta que no me sienta vivo. — replicó Mark recibiendo un puñetazo en el hombro por parte de Yerim logrando quejarse. — Exámenes, tareas y proyectos, quiero sentirme muerto de una buena manera.
— Aguas, se te sale lo homo luego y no te aguantas cuando tratan de coquetearte. — se burló Jessica. Mark torció los ojos negando decidiendo mirar por la ventana.
— ¡Solo nos tomamos de las manos! ¿Desde cuándo eso es signo de que me gusta? — replicó molesto Mark. — A parte, John no es la gran cosa, buscaría mejores si me gustaran los hombres.
— Si tú lo dices... — silbó Yerim.
El resto de camino fue un desastre de alboroto, discusiones que extrañamente seguían involucrando pasteles haciendo que recordara que ya no quería probar uno dentro de un largo tiempo.
Sonrió dejando que el aire helado que se colaba por la ventana acariciara su rostro escuchando la anécdota de Luhan y el como casi los habían atrapado haciendo cosas no aptas para todo público en el cine y el como maldecía a la viejita molesta, se recargó en el asiento y se inclinó recostándose en el hombro de Jessica que solo pasó su brazo sobre sus hombros dándole palmaditas mientras miraba sus historias de Instagram.
No recuerda porqué es que olvidó ese sentimiento, se estaba sintiendo tan ligero y feliz, sentía que su autoestima era poderosa con cada selfie que se sacaba con Jessica y era divertido escuchar las vulgaridades de su mejor amigo, no le resultaba molesto los gritos o pleitos de Mark y Yerim, sentía que todo se había acomodado para él.
Acepta que la crisis de crónicas de enamoramiento por un heterosexual estaban acabando con él, pero olvidó la regla más importante entre ellos y es que de ligues a amigos, los amigos serán su primera opción, tantas salidas que les negó en los últimos días por no tener ganas de hacer absolutamente nada pudieron hacer mejorar su estado de ánimo, quizás debía tomar las horribles y ciertas palabras de Luhan.
Jong Dae ya estaba con alguien y él no tenía por qué seguir esperando una luz verde para avanzar en algo que no hay ni habrá.
— Bueno ya veremos qué pasa. — murmuró, Jessica asintió en silencio continuando dándole palmaditas de apoyo en silencio.
Al llegar al sector se sorprendió al ver filas de casas de dos pisos por todo el lugar con amplios patios bien cuidados y un arte urbano americano, seguramente sería una zona bonita de Seúl dejando de lado los edificios apretados.
Mark en el camino hacia la casa miraba el sitio con una mueca, cuando estuvieron fuera de esta escuchó como murmuró un "Mierda" apenas audible por el sonido de la música.
— ¿Te sientes bien? — preguntó Yerim confundida.
— Sí, solo que es mi primer reunión desde que llegué del extranjero, esto se ve un poco como donde vivía. — respondió Mark asintiendo, pasó su brazo sobre los hombros de la chica sonriente. — Alguien toque.
— Luhan ya se está emocionando. — mencionó Jessica señalando detrás de ella.
Min Seok tocó el timbre del departamento mirando al rubio repartir uno que otro beso sobre el mentón del chico que solo sonrió apenado agachándose a la estatura del rubio diciéndole algo al oído.
— Me deprime tu actitud de aguafiestas. — renegó Luhan. Sehun solo sonrió apretujándolo contra su pecho.
— ¡Hey! Te he visto antes. — un chico de pelo rojo abrió la puerta, Min Seok dio un paso atrás bajo la mirada curiosa de este, parpadeó perplejo, su cabello era tan llamativo. — ¡Eres el amigo de Jong Dae! Pasen, encontrarán bebidas o lo que quieran a su alcance solo mi habitación está fuera de ella.
— Mesa de bebidas, gracias. — Jessica respondió siendo seguida con prisa por Yerim.
— ¿Eres el barman cierto? — preguntó Min Seok mirando de reojo cuando sus amigos entraron, el chico asintió dejándole pasar antes de cerrar la puerta detrás de él.
Caminó a la sala viendo a personas ajenas a ellos, algunos parecían entretenidos creando unas retas de baile, unos claramente algo afectados por el alcohol pero aún divertidos, sus amigos ya se habían acomodado con los demás siendo bien recibidos, Seung Wan le miró cuando llegó a la cocina saludándole con la mano, solo le sonrió asintiendo. Buscó con la mirada sin ver a Jong Dae, ¿aún no habría llegado?
— Si buscas a Jong Dae, está en mi habitación buscando un juego de cartas, pensábamos apenas hacer algunas apuestas. — respondió el pelirrojo, se giró encontrándose con una bonita sonrisa. Estiró su mano decorada por algunos anillos y solo la tomó por inercia. — Kim Jun Myeon, a tus servicios.
— Kim Min Seok, lo que pueda ayudar. — respondió sacándole una pequeña risa al chico que solo asintió revolviendo su propio cabello rojo. — Tu casa es grande y bonita debo decir. Nunca había estado en una casa de dos pisos.
— Gracias, es algo difícil la verdad vivir en una aquí pero eres bienvenido cuando quieras a ella. Solo avísame. — dijo Jun Myeon.
Le señaló una de las sillas del comedor que quedaba solo donde se sentó. Jun Myeon se sentó en la esquina de la mesa junto a otro chico recibiendo el vaso de vidrio con lo que parecía ser alcohol, alzó la mirada en su dirección extendiéndoselo.
— ¿Gustas? Solo es alcohol de la tienda, tampoco es malo. — señaló Jun Myeon moviendo ligeramente el vaso.
Solo agradeció en silencio tomándolo mirando algunos hielos hacer algo de ruido en el vaso, no es que nunca haya probado el alcohol, es fanático de ello pero algo parecía no apetecerle en esos momentos.
— Min Seok es más de vinos, tiene buen paladar para ello. — se giró sorprendido cuando Jong Dae llegó barajeando las cartas, con su pie pateó el costado de Jun Myeon pidiéndole pase y se sentó junto a Min Seok sonriéndole en saludo. — ¿O me equivoco?
— No quiero sonar quisquilloso, pero el alcohol también es bueno. — murmuró notablemente nervioso, miró a Luhan que estaba felizmente recostado en el pecho de Sehun mientras conversaban con unas chicas a unos metros y sabía que estaba solo a partir de ese momento. — No me disgusta tampoco.
— Crítico del vino eh. — soltó Jun Myeon con diversión. — Deberías enseñarme sobre cómo debería probar vinos, siempre he querido, suena divertido. Mis padres conocen un viñedo que podemos visitar cuando quieras.
— ¿Enserio? Nunca he visitado uno a pesar de que mis padres sí, suenan interesante. — respondió a ello con emoción. — Creen que me voy a descontrolar.
Escuchó como Jong Dae soltaba un quejido mientras continuaba barajeando las cartas con una mueca, pasó la mitad de estas al resto de sus amigos que se encargaron de repartirlas.
— ¿Sabes jugar a las cartas? — preguntó Jong Dae, le extendió la mano que Min Seok tomó dudoso cuando le entregó un juego de cartas mientras negaba. — Estás de suerte, no las encontré y este es el Uno.
— Te dije que estaban en el cajón de arriba. — señaló Jun Myeon mirando su juego de cartas.
— Pues con la porquería que tienes de habitación no sé. — respondió Jong Dae haciéndole una mueca de desagrado por encima del hombro.
Jun Myeon le frunció la nariz mostrándole el hermoso dedo del medio de su mano derecha.
— ¡Escúchenme! — un chico castaño alzó la voz, sus cejas fruncidas eran una contrariedad a su aspecto relajado y mirada expresiva. — Las reglas son las de siempre, los nuevos escuchen, cada carta que pueda afectar al que sigue en poner recibirá un reto o castigo. ¿Queda claro? Si no quieren realizarlo conocen la tarifa, un billete al centro. El ganador se lleva todo.
— No seas duro con ellos Soo. — habló una chica siendo ignorada por este. — Ugh, solo no andes mirando las cartas de los demás.
— Quien juegue será tratado por igual, alguien empiece. — alentó este. Miró a la chica con una mueca. — Y quién me señala de tramposo. Al menos no me copio en el examen de admisión.
— ¡Ya pasaron años!
— ¿Dónde está el baño? — preguntó Mark, Jong Dae le miró confundido cuando el chico volvió a preguntar. — El baño. — habló un poco más lento.
— Ah, por acá, ven, deja te digo dónde. — Min Seok se asustó un poco cuando Jong Dae apoyó su mano sobre su rodilla mientras se levantaba y avisaba que ya volvía. — Pueden empezar por mientras.
— ¿Esperabas que te íbamos a esperar? — preguntó otro chico, Jong Dae solo le sacó la lengua.
— ¿Qué estudias Min Seok? — preguntó Jun Myeon alzando la mirada. — Siempre te veo con Jong Dae, estos últimos meses se volvió un lobo solitario eh. ¿Debería estar enojado porque te llevas a nuestro amigo?
— Yo no me lo llevo, él llega solo. — respondió terminando por fruncir los labios, la mirada divertida de Jun Myeon estaba sobre él. — Mis amigos y yo solemos ser muy independientes entre nosotros, por eso no me afecta no estar con ellos.
— Que extraño, nosotros siempre estamos juntos, se hizo fuerte la falta de gritos o risas de Jong Dae. — Jun Myeon sonó tan lastimero tal cual cachorro pateado mirando su vaso de bebida. — Aunque los demás digan que es un amargado en realidad es una bola de luz y desorden.
También sé que de primera impresión es un anciano amargado.
— Eso suena bien. — no supo qué más decir, Jun Myeon lo notó y solo asintió empezando a conversar con uno de sus amigos mientras un par de los amigos de Jong Dae a la lejanía de la sala peleaban con Yerim porque no la dejaban poner su música, había escuchado un Cardi B entre ello.
Se recargó contra el respaldo de la silla arrojando sin mucho esfuerzo sobre la mesa sus cartas bocabajo, Jong Dae le parecía hasta ese punto ya alguien muy extraño. El como tiene una descripción muy diferente de sus amigos, la de él y la de sus compañeros a su alrededor.
Puede ser evasivo con todos, tosco o lucir engreído solo porque no le gustan los extraños, pero también alguien escandaloso el cual nunca ha visto ese tipo de reacciones en él, no que él recuerde, mientras él tiene la imagen tranquila y encantadora de él.
¿Cuál es la imagen verdadera de Jong Dae?
Mark regresó del baño tomando asiento de nuevo en el otro sofá, entrecerró sus párpados mirando a su amigo por unos momentos, este notó su mirada y solo le sonrió antes de adentrarse en la pelea con un chico extraño. ¿Dónde estaba Jong Dae?
— Le toca reto a Jun Myeon. — tarareó un chico señalándole.
— Baek, no se puede poner reto cuando pones la tarjeta de reversa. — Jun Myeon bufó negando pero Soo chasqueó la lengua. — ¡No empiecen con sus mierdas raras!
— No puede ser que olvidaras nuestras reglas, revesar es bloqueo para ti y castigo. — respondió Soo frunciendo sus cejas mirándole retador. — Alguien póngale un reto a este pobre samaritano o que ponga cinco billetes.
— Son unos hijos de puta... — murmuró el pelirrojo. — Ustedes solo me quieren sangrar dinero.
— Algo fresco, besa a alguno de los amigos del amigo de Jong Dae o a menos que quieras a alguno de nosotros. — respondió la otra chica asintiendo, Seung Wan asintió con emoción mirándole de reojo.
Sintió un sentimiento extraño por aquello, la chica lucía tan emocionada con la idea de ver a Jun Myeon besar a cualquiera de ellos que tenía un poco de presentimiento que él sería el objetivo.
Se sentía de vuelta en sus días de secundaria y esta vez no estaba tan mal.
— Está bien, igual solo es un beso, ¿no se sienten mal por ello verdad? — preguntó burlón el pelirrojo.
— ¡Yo me ofrezco! — Jessica alzó la mano con emoción.
— Lo siento cariño, ambos lados me gustan pero tengo preferencia por los chicos. — murmuró Jun Myeon alborotando sus propios cabellos apenado cuando Jessica hizo un puchero por ello. — Entonces, mi ojo ve a un chico muy guapo en esta habitación.
Mark se cruzó de brazos mirando a Min Seok arqueando sus cejas pensativo, Jun Myeon se movió un poco cuando Jong Dae regresó tomando asiento junto a Min Seok mirando con curiosidad la situación, el pelirrojo miró en dirección del pelinegro, Min Seok solo esperó a que algo sucediera.
La habitación estaba en completo silencio, una chica jadeó un "Oh por dios", abrió sus párpados no sintiendo nada quedando impresionado por la vista frente a él. Se giró a ver a Jong Dae quien solo había alzado la mirada hacia arriba, soltó un quejido ante el dolor de su cuello, Jun Myeon sostenía su barbilla moviendo lentamente sus labios sobre los suyos.
Jong Dae hizo una mueca empujando a Jun Myeon luego de unos segundos del beso quien solo soltó una risita volviendo a su sitio, el rubio miraba el techo y volvió a acomodarse limpiando sus labios con una mueca y tomó compostura para sonreír a los demás.
— Eso fue... — jadeó Baek Hyun.
— Raro. — completo Kyung Soo.
— Igual solo era un reto, los giros dramáticos son buenos. Le ponen emoción, ¿cierto? — preguntó Jun Myeon, miró a Jong Dae que solo hacia una mueca. — No es como si antes no lo hubiéramos hecho. No sabía que podría extrañar tus labios.
— Yo tampoco. — Jong Dae forzó una sonrisa asintiendo.
Bien, quiere parar todo, se está sintiendo algo tenso todo a su alrededor. ¡Él debía besarlo no Jun Myeon! Ahora no sabe si quiere empujar a Jun Myeon de un acantilado o tirarse él.
— ¡A seguir jugando! — animó la chica animando a Min Seok a poner. — Sigues Min Seok.
— Ah sí, ¿roja? — murmuró para sí mismo mirando las cartas, Jong Dae se inclinó un poco hacia él y las escondió contra su pecho entrecerrando los párpados divertido mirando la sonrisa del rubio. — Deja de mirar mis cartas.
— ¡No lo hago! Solo estoy viendo tus manos, ¿reloj nuevo? — preguntó tomando su muñeca curioso por el reloj de plata en esta. — ¿Es de marca?
— Deja de ser un idiota. — respondió en voz baja abultando sus labios, miró de reojo a los demás que parecían hacer comentarios entre ellos. Se escondió entre sus cartas bajo la mirada negativa que le daba Seung Wan. — Tres rojo.
Colocó la carta dándole pase a Jong Dae que puso un tres amarillo, dándole paso a Mark que empezó a decir el como le pondría un más cuatro a una chica que solo bufaba en falso coraje.
Se removió en la silla, Jong Dae lo miró interrogativo haciéndole resoplar negando se cruzó de brazos mirando el centro de la mesa confundido. ¿Qué buscaba con aquello? Solo se estaba ganando los celos de su novia y no lo negaba, estaba ahí apegado a su pareja cuando ella debería estar con él.
Pero tampoco va a negar que siente cálido el brazo que rodea sus hombros, este parece ser por parte de Jong Dae algo más amistoso, no pensó que su amabilidad fuera a empezar a llegar tan lejos como el llegar a hacer skinship que lo está haciendo entrar en una buena crisis. ¿Era importante para él como para tener esa confianza cuando no tenían ni un año de conocerse?
Se siente una especie de manzana de la discordia tomando el punto de Jong Dae y su extraña pero confianzuda amistad, Seung Wan, la novia de él que los últimos días lo ha estado viendo realmente mal y luego él, quien no quiere perder en nada, aunque ya perdió mucho.
— Soo Young, no quiero que te nos ahogues. — voceó Jun Myeon señalando la chica que alzó el cuarto vaso haciendo una mueca mientras tragaba el líquido. — ¿Qué reto deseas?
— ¿No era ese el reto? — preguntó confundida Seung Wan.
— Soo Young siempre me ha agradado. — respondió Baek Hyun asintiendo con emoción. — Pidió relevo, bebe cuatro vasos para que alguien más cumpla su reto. Elige a quien quieras.
Min Seok sintió el pánico inundarlo cuando la chica lo miró con la ceja arqueada extendiéndole el vaso solo al pelinegro a su lado mientras le señalaba con el dedo.
— ¡No se te ocurra! — le gritó con confianza quitándose el brazo de Jong Dae mirando con furia la chica que solo asentía divertida. — Si me pones algo desagradable me aseguraré de que sufras el doble.
— ¡Ni modo! — respondió esta como niña chiquito, le miró por arriba de sus hombros torciendo la mirada. — Vete a una habitación con quien te diga por cinco minutos, nada sale ni entra de esa habitación.
— Se te van a caer las cejas la próxima vez que te las depiles. — respondió Min Seok bufando, miró a Jessica que solo parpadeaba emocionada. — Elijo a Jess, no ha probado nada de retos.
— Oh no mi estimado nuevo amigo. — Soo Young negó chasqueando la lengua, apoyó su mano en el hombro de Seung Wan sonriendo. — Wannie dirá con quién vas.
— ¿Qué es lo peor que me puedan poner? — respondió Min Seok mirando a la chica que solo alzó sus brazos en signo de paz. — ¿Un compañero de faja o qué quieren que haga en cinco minutos con alguien?
Jong Dae y Baek Hyun soltaron risas escandalosas en el lugar ante la discusión, Baek Hyun alzó el brazo señalando al rubio que solo asintió tratando de respirar mientras se abanicaba el rostro. Min Seok arqueó la ceja confundido ante eso al igual que todos los presentes que miraban a ese par reír como desquiciados.
— ¿De qué mierdas se ríen? — preguntó Kyung Soo.
— Tenía razón... — murmuró Mark mirando al rubio. — Estás loco.
— ¡Esperen! — Baek Hyun carcajeó apretando su estómago. — Esperen, me muero... ¡Ah!
— Ya, ya, ya me calmé. — respondió Jong Dae limpiando sus lágrimas. — Ah, lo sentimos. Es que con lo de compañero de faja nos acordamos de algo en la secundaria. ¡Que pena, ¿por qué tuviste que recordarlo?!
— ¡¿Yo?! ¡También lo pensaste, no te hubieras reído! — gritó sonriendo. Tomó aire suspirando de alivio. — Ah, ya bueno, continuemos.
— ¿Continuar? Ahora cuentas qué idiotez hicieron en la secundaria. — respondió Kyung Soo cruzándose de brazos. — Me imagino que los involucra de forma cercana.
— Algo así, es nuestro pequeño secreto oscuro. — se burló Jong Dae, Min Seok a su lado solo miraba en silencio confundido. — Baek Hyun y yo tenemos años de conocernos, en la secundaria nos dio esa crisis de identidad y nos creíamos homosexuales solo porque ninguna niña nos gustaba.
— Y para ese punto empezamos a pensar que los chicos serían buenos, pero hubo un problema y era que llegamos a un punto frustrado porque conocíamos chicos que al final decían que solo quería sexo. — respondió Baek Hyun revolviendo sus propios cabellos. Miró hacia Jong Dae con una sonrisa boba. — Pero los dos éramos, somos más bien, unos miedosos con el sexo y seguimos intactos por lo que las relaciones terminaban en semanas.
Seung Wan entrecerró los párpados cruzándose de brazos mirando directamente a Jong Dae que asentía a las palabras de Baek Hyun, tan pronto hizo contacto visual con la chica la sonrisa se le borro un poco bajando igualmente el poco alcohol en su sistema. Min Seok sacó de alguna parte valor que solo le dio un empujón con el hombro al rubio atrayendo toda su atención de nueva cuenta.
— Oh sí, y como nos hartamos de eso decidimos intentarlo los dos para antes de estar con alguien más. — Jong Dae asintió, Baek Hyun se llevó las manos al rostro negando soltando un quejido avergonzado. — Entre nosotros pues nos mantuvimos a raya en una base intermedia pero cuando quisimos llegar a la final nos arrepentimos y no hicimos nada más.
— Me desgarró el ano. — interrumpió Baek Hyun, Luhan soltó una carcajada aplaudiendo desde el otro lado de la sala, Sehun a su lado solo mostró una cara asustada tratando de calmar al rubio. — No fue con su cosa, compramos un juguete para aflorar pero terminé en urgencias. De ahí se nos quitó las ganas y nuestras esperanzas.
— Éramos estúpidos, no lo niego. Pero ya pasamos por eso y solo estamos en la línea de hermandad. — respondió Jong Dae tranquilo.
— A Min Seok también le desgarraron el ano. — señaló Luhan al pelinegro que solo le dio una mirada de advertencia pidiendo que se calle. El rubio sonrió forzado. — Ha, bueno eso sí fue serio, no fue una comedia como la de ustedes.
— Ya mataste el momento Lu. — gruñó Yerim negando. Chasqueó los dedos haciendo una mueca. — Mejor ponle el reto, rapidito.
— Ah cierto... Seung Wan, di con quién irá Min Seok. — la chica palmeó su rodilla con desinterés.
— Con Jong Dae, te reto. — señaló Seung Wan cruzándose de brazos, Jong Dae se señaló confundido. — Sí, así como haz besado a Jun Myeon y a Baek Hyun no creo que tengas problema con él.
— ¿Cómo por qué lo besaría necesariamente? — preguntó Jong Dae confundido.
— ¿Llegarás a última base? Que salvaje. — se canturreó Baek Hyun. — Solo se cuidadoso y no desgarres nada.
— Solo cállate. — Luhan escupió acercándose a la mesa abrazando los hombros de Min Seok notando como se había puesto tenso ante las menciones. — Hago su relevo.
— Esto es un reto amigo, relájate. — declaró Soo Young cepillando sus cabellos, Luhan les sonrió a ambas que solo apretaron sus muecas con amargura. — Igual, está en sus manos lo que sea que hagan. Apoyen la causa, después pueden entrar ustedes dos si quieren.
— ¿Entonces Min Seok, eh? — preguntó Jun Myeon alzando la mirada con diversión al par. — Te hago relevo si no quieres Dae.
— Puedo hacerlo. — el rubio contestó seguro, Jun Myeon flaqueó una sonrisa asintiendo con desinterés. Se levantó de la silla dirigiéndose al pasillo, se giró buscando al pelinegro que solo le miraba sentado y estiró su mano. — ¿Vamos? ¿O no quieres hacerlo? No estás obligado, solo es un reto inofensivo.
— De mi parte sí es obligatorio. — interrumpió Soo Young aplaudiendo. — Rapidito, en cuanto cierren la puerta les tomo el tiempo.
— Eres tan odiosa. — Min Seok miró a la chica que abultó sus labios lanzándole un beso.
— Entonces, suerte con ello. — animó Jun Myeon. — ¡Que sea en la de invitados, no quiero limpiar mierda de la mía!
— Lo que sea. — murmuró Jong Dae tirando de Min Seok con él hacia la habitación, dejó que él entrara primero mirando por el pasillo al pelirrojo mirarle hasta que entró cerrando la puerta. — Le pondré seguro para que no entren, ¿te parece? Esta es la habitación de Jun Myeon, deja que se entere y es capaz de querer mearme la mochila.
Respondió pero no recibió respuesta, se giró encontrándose con Min Seok de pie en medio de la habitación mirando algún punto muerto en la habitación, Jong Dae lo tomó de los hombros dirigiéndolo hacia la cama y solo movió su hombro alejándose del toque.
— ¿Quieres hacer algo? — sus nervios se crisparon ante ello.
— No, tranquilo. Solo a sentarnos y esperar a que el tiempo pase. — respondió Jong Dae.
Min Seok pasó saliva y asintió sintiendo el vago temblor en sus manos comenzar, se maldijo internamente tratando de calmarse.
— ¿Solo quieres platicar? — preguntó Jong Dae y Min Seok asintió.
— ¿Te puedo decir algo pero no te molestas? Solo es lo que yo veo. — respondió Min Seok desviando la mirada a sus manos. Al menos estas ya habían dejado de temblar.
— ¿De qué cosa? — respondió tirándose con cómodamente sobre la cama.
— Es sobre Seung Wan, no tengo nada en contra de ella. No tendría por qué. — miró como el ceño de Jong Dae se fruncía levemente sin hacer un movimiento. — Pero creo que me odia.
— ¿Por qué lo haría? — Jong Dae levantó la cabeza con confusión.
Me gusta su novio, tiene lógica, ¿quién no se enojaría si ve esas actitudes y respuestas de su novio?
— No lo sé, solo sé que me odia. — suspiró terminando aquello.
El silencio reinó la habitación, se removió en su sitio escuchando la sábana debajo de él hacer ruido mientras se acomodaba bocabajo escondiendo entre sus brazos cruzados su cabeza. Se sentía tan mal, no había hecho nada pero aun así se sentía culpable.
— Min Seok. — llamó Jong Dae, solo gimió en respuesta aún escondido. — ¿Te puedo hacer una pregunta?
— ¿Qué cosa? — su voz salió amortiguada por la sábana.
— Sé sincero. — pidió, guardó silencio sintiendo como sus manos comenzarían a temblar de los nervios. — ¿Yo te gusto?
Todo pensamiento racional en él se detuvo, su mente solo se desconectó de él ante esas palabras, solo podía ver la pantalla negra del televisor de su sala mientras él podría estar de nueva cuenta en su sofá abrazando sus rodillas mientras escucha música solo pensando en nada.
Jong Dae lo sabe.
Alzó la mirada nervioso, Jong Dae le miraba en silencio pero tranquilo, su voz tembló a su respuesta. — Sí.
— Seung Wan me lo dijo desde el día que te vio en la función. — respondió con tranquilidad, su voz suave acarició sus sentidos causando un estrago en su persona, sintiendo como en cualquier momento se soltaría a llorar. — Tiene miedo que la deje por ti. Tampoco es que quiera darte falsas ilusiones, quizás parezca que respondo pero así suelo jugar con mis amigos.
— ¡Yo en verdad no quiero nada! — Min Seok se sentó de golpe en la cama cubriendo con sus manos sus ojos asustado, sintiendo sus ojos picar. — Nunca hice nada por aprovecharme, podrás gustarme pero jamás haría eso.
— Min Seok. — llamó de nueva cuenta, sintió un peso a su lado cuando las manos de Jong Dae tomaron sus muñecas alejándolas mostrándole los ojos brillosos de próximas lágrimas. — No llores, te creo, sé que no eres así. Solo ignórala y dime si intenta algo contra ti. Jamás dije nada sobre que te aprovecharas, es mi culpa el no dejar en claro nada y seguir jugando así.
— ¿Esto es un rechazo indirecto, cierto? — murmuró.
Jong Dae no dijo nada manteniéndose serio, soltó sus muñecas lentamente mirando sus propias manos en silencio.
— Es un rechazo, no quiero herir a nadie pero tampoco mereces seguir con la esperanza o idea. — respondió Jong Dae, se alejó aclarando su garganta. — No te sientas como el malo de la historia, no eres un obstáculo. Solo ignórala, ya hablaré yo con ella de esto sin meterte en el problema.
— ¿Y qué pasa con nosotros? — balbuceó con miedo.
— Estamos en los cinco minutos. — respondió tranquilo. — Esto queda fuera de nuestra línea temporal, no afectará nada. Pero tampoco lo olvides, solo tú y yo lo sabemos. Seguimos siendo amigos si aún lo deseas.
Min Seok boqueó sin saber qué hacer, se lanzó sobre Jong Dae rodeándolo en un abrazo sollozando por lo bajo, el rubio lo abrazó con fuerzas dejando que se calmara. Pasó su mano por su cabellera negra acariciándolo queriendo reconfortarlo, miró las fotografías puestas en aquella pizarra pequeña de corcho, muchas por aquí y por allá esparcidas en desorden, la mayoría de Jun Myeon con muchas personas pero en otras salían Jong Dae y Seung Wan luciendo como la pareja perfecta que eran. Luego solo pensó en que Min Seok era una nueva oportunidad y no quería tomar.
Llámenle egoísta, pero no sabe lo que quiere y prefiere dejar todo donde está.
— ¿Por qué me gustas? — Min Seok susurró, apoyó su frente contra el hombro de Jong Dae suspirando pesado. — ¿Cuál fue la principal razón?
— No lo sé. — respondió vago y nervioso, sentía que cada palabra que dijera lo lastimaría, ya era demasiado justo dejarlo así como está sabiendo que le gusta a Min Seok. — ¿Por qué te gusto?
— No lo sé. — se soltó del agarre bajo al rubio que estaba expectante.
— Cuando descubra qué viste en mí, será el día que me gustes. — habló, Min Seok se alejó soltándolo. Jong Dae miró su propia mano besando la zona que Min Seok había tocado. — ¿Esto cuenta como un beso indirecto?
— Evolucionamos de beber de la misma botella a besarnos las manos. — Min Seok se rió tratando de aligerar el ambiente. Alzó su mano besando la zona que Jong Dae había tocado. — Con esto ya se cumple el beso.
— Nuestro beso. — concluyó Jong Dae.
Jong Dae ha besado a Jun Myeon solo dos veces en su vida y fue para una obra que hicieron en la universidad.
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