Capítulo 10.
Realmente algo estaba pasando que lo hacían sentir tan tenso.
Su preocupación se había alterado un poco cuando Mark salió fuera del campo a nada de iniciar el primer juego del evento sin lograr encontrar a Jong Dae, más aunque tratara de preguntarle a Jun Myeon este esquivaba cualquier pregunta respecto a ello. Estaba sintiéndose ansioso.
— El primer juego es de atletismo más se le agrega el relevo. Las parejas que iniciarán pueden ir tomando las posiciones que deseen. — Yoon Oh señaló la pista donde algunos comenzaban a andar. — En caso de accidentes el equipo no será descalificado más sí pospuesto para otro juego en caso de que no sea grave la situación.
— ¿Quieres empezar o ser el relevo? — Jun Myeon lo sacó de su burbuja de pensamiento cuando señaló la pista.
— Pido el relevo, espero avances rápido que no soy tan bueno corriendo. — Min Seok palmeó su hombro amistosamente de camino a sus lugares.
— No te preocupes, ganaremos esto. Nos irá mil veces mejor que a los demás e iremos acumulando esos puntos. — Jun Myeon le sonrió con tranquilidad deteniendo su paso en la línea de salida y picoteó la mejilla de Min Seok con burla. — Ve y toma tu lugar, solo confía en mí.
Min Seok asintió, antes de alejarse escucharon la risa burlona de quien identificó como Baek Hyun quien empezaba a correr a su puesto de relevo cuando le mostró los dedos del medio, aunque pensaba que eran más para Jun Myeon.
— A ver si me ganan hijos de puta. — coreó el chico dándose la vuelta completa corriendo a su lugar.
— Amable como siempre. — murmuró entre dientes Jun Myeon, miró a Kyung Soo quien era compañero de Baek Hyun dedicándole una mirada seria. — Dudo que les vaya de maravilla.
— Habla por mí, no dudes de Baek Hyun. — contestó Kyung Soo con tranquilidad.
Min Seok corrió hacia su puesto hasta la mitad de la pista. Tomó unas fuertes respiraciones sintiéndose ya algo agitado y aún no empezaba nada, miró a los chicos a su lado, entre ellos Baek Hyun quien se estiraba en su sitio murmurando un par de cosas para él.
— Baek Hyun. — llamó al chico que se sorprendió por ser llamado terminando por asentir. — ¿Has visto a Jong Dae?
— No realmente, debe andar por ahí preparándose. Hará su gran entrada, no te preocupes. — Baek Hyun siguió estirándose tratando de tocar la punta de sus pies con tranquilidad y soltó una risita. — Igual siempre ha odiado estas cosas, si no aparece hará cualquier otro trabajo menos este.
— Eso parece...
— Faltan los competidores de la línea dos, ¿alguien los ha visto? — preguntó Seung Wan mirando a todos lados en la búsqueda. — Si en un minuto más no aparece iniciaremos así y se les multará con un negativo en esta actividad.
Min Seok sintió el alivio cuando Jong Dae y Mark regresaban corriendo por el medio del campo hacia la pista provocando el alboroto de los demás. Ambos se separaron a medio camino para tomar su puesto respectivo.
Jun Myeon le dio una mirada de reojo a Jong Dae cuando se posó a su lado en el carril tomando la vara que darían de relevo, el pelinegro ignoró completamente a Jun Myeon poniendo su mejor cara de engreído mostrando apenas una sonrisa con la comisura de sus labios logrando molestar al contrario. Si Jun Myeon quería jugar sucio entonces se volvería verdaderamente malo.
— Bueno, todos están listos. Salen a la hora del disparo, ¿listos? — preguntó Yoon Oh, miró a Seung Wan que sostenía la pistola de aire hacia arriba tratando de cubrir sus oídos cuando asintió activándola haciéndola sonar por el sitio. — ¡Fuera!
El público comenzó a corear en ánimos cuando los primeros seis competidores salieron corriendo desde la meta, Jun Myeon apenas iba en segundo lugar por detrás de un chico alto mientras Jong Dae le iba pisando los talones. Divisó con dificultad a Min Seok esperando con notables nervios, su mirada se desvió hacia Baek Hyun quien daba saltos gritando maldiciones.
Apretó la vara entre sus manos, apresuró el paso y prácticamente se tiró contra Jun Myeon en cuanto lo tuvo lo más cerca de él sin fallar logrando empujarlo y tirarlo contra el césped fuera de la pista junto a su grito donde le maldecía. Provocó el alboroto de los espectadores, se levantó de un salto alzando los brazos en victoria por su acción, a la lejanía en el escenario podía ver la sonrisa de Seung Wan que estaba disfrutando el acto.
Jun Myeon se levantó soltando un grito volviéndolo a tirar en el suelo, le arrebató la vara de las manos y trató de quitarle la camisa. Comenzó a patalear cuando esta cubrió su rostro cuando Jun Myeon casi cae al levantarse pero empezó a correr de nuevo, se levantó con prisa tratando de arreglar su ropa siguiéndole el paso.
Ambos detuvieron su andar de a poco cuando vislumbraron a Baek Hyun bailar como decía él "prostituto del gta" en la línea de llegada alzando vara, trató de cargar a Kyung Soo que comenzaba a golpearle.
— ¡Eso fue una carrera! — celebró Yoon Oh. — ¡Felicidades al número cuatro y doce! Pase la pareja a la carpa a registrar sus puntos.
— Una carrera tan peculiar... — mencionó Seung Wan nerviosa.
Min Seok corrió hacia el par que aún estaban quietos en medio de la pista, detuvo su andar cuando Jong Dae comenzó a alejarse del sitio revolviendo su cabello apenas algo húmedo por el sudor.
— ¿Estás bien? — Min Seok le preguntó a Jun Myeon quien aún jadeaba, alzó la mirada algo molesto pero asintió. — ¿No se lastimaron? ¿Cómo se les ocurre jugar de esa forma?
— No lo sé, ¿por qué no se lo preguntas a Jong Dae? No sabía que le gustaba jugar tan llevado. — murmuró Jun Myeon, se quitó un poco del césped de su cabellera. Min Seok asintió saliendo corriendo en dirección al mencionado, apretó la mandíbula arrojando al suelo de mala gana las virutas de césped. — No era tan literal.
Mark se había alejado de Jong Dae mientras tomaba agua sentado a la orilla del campo mientras él continuaba corriendo hacia él aún sin hacer mucha presencia ya que Jong Dae estaba mirando el suelo, se había asustado un poco cuando lo vio caer o empujar a Jun Myeon mas se alivió al verlo levantarse con emoción. No entiende qué clase de maldito juego es empujarse uno a otro de esa forma, algo demasiado estúpido y peligroso desde su punto de vista.
Jong Dae alzó la mirada confundido cuando Min Seok se dejó caer de rodillas entre sus piernas extendidas y envolvió sus brazos sobre sus hombros abrazándolo logrando tirarlo hacia atrás al césped tirando el agua de la botella.
— ¿Por qué juegas así de feo? Pudieron haberse lastimado, no seas idiota por favor. — pidió Min Seok abrazando al pelinegro dándole un suave apretón.
— No fue para tanto, solo una pequeña broma. Estoy bien, ¿sí? — preguntó tratando de aliviar a Min Seok, miró hacia el campo el como Jun Myeon se alejaba hacia una de las carpas que ofrecían agua. Sonrió con victoria apretando al chico contra su cuerpo. — Me gusta que me abraces pero será mejor que nos levantemos, esto es raro.
Min Seok miró a los costados notando algunas miradas extrañas del resto de estudiantes, asintió levantándose sin más tomando la mano de Jong Dae ayudándolo a levantarse dándose cuenta que había tirado la botella de agua de este hizo una mueca.
— Tiré el agua, que desperdicio. — Min Seok señaló el bote.
— Claro que no, regaste el césped. — Jong Dae se agachó levantando la botella y la agitó goteando un poco la camisa de Min Seok que se quejó. Ambos miraron hacia el escenario cuando los chicos comenzaron a dar instrucciones del próximo juego. — ¿Te alegraste de no correr o en verdad querías hacerlo?
— Me salvaste de una, odio correr de esa forma. Lo bueno es que solo participamos en una ronda al menos hasta la próxima etapa. — soltó un suspiro cansado mirando a Seung Wan dando instrucciones. — ¿Quieres ir a comer en lo que empieza la otra etapa? Yo invito.
— ¿Cuánto puede tardar en seguir? ¿Una hora? — preguntó Jong Dae, pasó el brazo sobre los hombros de Min Seok divirtiéndose de verlo encogerse en su lugar ante el toque. — Vayamos a la cafetería, escuché que están vendiendo pizza esta semana con baritas de pan de ajo.
— ¿Te gusta la pizza con piña?
— Ni que fuera Baek Hyun, que tan hecho mierda tienes que estar para que te guste.
***
— ¿Cómo es que no me dejan pagar con la tarjeta? — Min Seok respondió molesto mirando en su bandeja el par de rebanadas, Jong Dae solo inclinó un poco la cabeza mirando enternecido al chico. — Se supone que en todas las cafeterías podemos pagar con la credencial que nos dan para algo. Hoy no traía efectivo.
— Escuché que ya habían intentado robar o tirar el sistema acá. Prefieren el efectivo para los deportistas. — Jong Dae apoyó la bandeja en una de las mesas del casi solitario sitio. Miró a Min Seok sentarse con un leve puchero. — Tampoco es tan malo, no es como si no pudiera comprar para ambos.
— Es que no quiero que estés gastando por mi culpa. — mordiendo una barita de pan apretó los párpados en berrinche. — Dios no, pásame algún número de cuenta para pasarte lo que pagaste.
— No tienes que hacer eso, lo hago porque quiero. ¿Es mucho pedir aceptar las cosas que alguien más invita? — removió la silla acercándola hacia Min Seok, se sentó a su lado empujando suavemente sus hombros sonriendo. Tomó una barita acercándola al rostro de Min Seok que solo la miró sorprendido. — Acepta lo que alguien quiera ofrecerte.
— Odio que tomes con seriedad las cosas, no siento la necesidad de decir alguna tontería en tu contra. — le arrebató la barita arrojándola a su bandeja, miró esta misma hacia sus rebanadas.
Jong Dae no dijo nada más decidiendo tomar la propia comenzando a comer, Min Seok le miró unos momentos antes de volver a su bandeja sintiendo los nervios comenzando a dudar de aquello. Aceptaría hacer cualquier cosa con Jong Dae, siempre y cuando no vaya contra su propia salud, pero el que termina atentando contra la suya siempre es él mismo.
¿Qué tanto le haría comer dos rebanadas de pizza? Agregando las baritas de pan de ajo que ya había mordido.
El hambre se le había ido si habla de forma sincera y pareció llamar la atención de Jong Dae quien masticó con una mueca antes de limpiar con una servilleta sus labios.
— ¿Sucede algo? ¿No te gustó? Aunque las cosas no se vean tan bien pueden saber mejor de lo que esperas. — Jong Dae sonrió tratando de deshacer el ambiente tenso que repentinamente se había creado. — ¿Min Seok?
El pelinegro salió un poco de su ensoñación cuando la mano cálida de Jong Dae tomó la suya que descansaba sobre su muslo. Parpadeó tomando postura de nuevo y con su mano libre agarró una barita de pan masticándolo dedicándole una suave mueca del contrario.
— Solo me fui unos momentos pensando en cosas. — murmuró.
— ¿Enserio? ¿Qué clase de cosas? — Jong Dae se inclinó un poco hacia él con burla logrando avergonzar a Min Seok quien hizo una mueca evitando ahogarse. — Aún no pruebo las baritas. ¿Saben bien?
— Mm, no lo sé, te devuelvo la que me diste para que la pruebes. — arrojó la barita de pan mostrando una amplia sonrisa cuando Jong Dae frunció sus cejas mirando inconforme la bandeja. — Me gustaron mucho, baritas de pan de ajo supremacy.
— ¡Estoy tratando de ser atrevido contigo y así me pagas! — Jong Dae dio unos brinquitos en la silla en berrinche y se cruzó de brazos haciendo reír a Min Seok. — No vuelvo a hacerlo nunca en mi vida. Como me caes mal de veras.
— ¿Y qué esperaras que hiciera con ello?
Tomó la botella de agua con despreocupación cuando Jong Dae se inclinó hacia él tomando sus mejillas, besó sus labios de forma corta alejándose mientras miraba a su alrededor con nerviosismo aunque en realidad los pocos que estaban en el sitio estaban concentrados en sus comidas y a las señoras que atendían no podría importarles lo que hicieran. Min Seok tocó sus labios algo dudoso, sintiendo la emoción burbujeante y las mejillas abochornadas, por alguna extraña razón se estaba sintiendo como un chico de secundaria experimentando su primer amor.
— ¿No tienes miedo de que alguien nos reconozca? — preguntó, tomó algo de aire aun toqueteando sus labios nervioso mirando hacia un lado.
— No sé pero la cafetería no está tan llena, tampoco hice algo tan indecente. — Jong Dae se cruzó de brazos y carraspeó un poco. Se removió en su silla mirando a Min Seok sonriendo dando toquecitos suaves a sus labios, sonrió extrañamente conmovido y suspiró recargándose contra la mesa. — ¿Por qué no acabas tu pizza? Aún tenemos que volver para la otra etapa.
— No tengo mucha hambre la verdad, pero lo comeré porque lo compraste. — iba a tomar la rebanada que le fue arrebatada por Jong Dae.
El pelinegro tomó un par de servilletas desdoblándolas y colocando las rebanadas en ellas para empezar a doblarla y envolverlas.
— Si no tienes hambre no te forzaré a comer, pero las guardaremos y después puedes calentarlas, tampoco quiero que vayas a vomitar en medio campo. — Jong Dae mencionó aún concentrado en su labor. Empujó las rebanadas envueltas hacia Min Seok dándoles un golpecito. — Vamos donde dejamos las mochilas para que lo guardes, creo que en la mía tengo una bolsa, espero no se apeste mucho.
— Las puedo calentar en el trabajo, hoy cubro el turno de un compañero. — Min Seok tomó las rebanadas mirándolas con algo de sentimiento, se sentía mal por haberlas comido en ese momento. — ¿Tienes algo que hacer el fin de semana?
— Que ganas de decir que no pero estaré algo ocupado... Yo creí que habías dejado de trabajar en esa cafetería, hace mucho que no te veía o escuchaba hablar de ella. — Jong Dae lo tomó de los hombros andando hacia la salida de la cafetería, le empujó un poco para que anduviera más rápido logrando molestarlo.
— Ay, Jong Dae no hagas eso. Aún tenemos tiempo para llegar. — se removió tratando de soltarse del agarre solo logrando que Jong Dae envolviera sus brazos alrededor de su pecho apresurando el paso. — Voy a chocar con la puerta. ¡Jong Dae!
— No vas a chocar, tampoco me arriesgaría a lastimar la puerta. — soltó una risa cuando Min Seok se detuvo con un quejido de molestia, apoyó su barbilla sobre su hombro suspirando suavemente. — Por cierto, creo que debería haberte dado mi número hacer mucho.
— Pero ya lo tengo. — respondió Min Seok, estiró su brazo con dificultad abriendo la puerta.
— No ese, el que tienes es el que uso en un teléfono viejo para los trabajos, me refiero al mío, al personal. — murmuró Jong Dae.
Ambos se detuvieron cuando del otro lado de la puerta pretendían entrar Jun Myeon junto a Zitao y Mina. Zitao sonrió con emoción señalándoles haciendo que Min Seok se removiera incómodo logrando que Jong Dae lo soltara y tomaran postura.
— ¡Hey! Estábamos buscando a Jong Dae para comer pero veo que se adelantaron, ¿no se quieren quedar un rato? — preguntó Zitao haciéndolos a un lado para él pasar.
— Íbamos a ir a un mandado, los vemos en el campo. — Jong Dae se excusó tomando el brazo de Min Seok dándole un suave golpecito llamando su atención. — Igual en cualquier momento puede empezar, si hacen algún llamado les mando mensaje.
— Jong Dae, deberías comer un poco al menos. No te vayas a sentir mal. — animó Mina.
Jong Dae solo declinó con una leve sonrisa incómoda.
— Gracias, pero no gracias, ya nos vamos. Provecho chicos. — Jong Dae empujó a Min Seok por la puerta dejando atrás al trío en la cafetería.
— Tenían razón en decir que ese chico ya era casi que su sombra, ten cuidado Jun Myeon que de por sí ya pe leas con Baek Hyun por el puesto de mejor amigo, ese chico te lo va a quitar. — Zitao soltó un gemido y señaló el menú del día. — ¿Venden pizza acá? ¿Por qué nosotros tenemos de todo menos pizza?
Jun Myeon solo frunció el ceño, Mina y él se miraron unos momentos levemente molestos decidiendo ignorarse y seguir a Zitao quien parecía fuera de lugar y conocimiento a la situación.
***
— No encuentro mi mochila. — murmuró Min Seok, se removió hincado en el improvisado sitio repleto de más mochilas. Miró a Jong Dae de pie al costado mirando a la nada. — ¿No has visto mi mochila?
— ¿No está donde la dejaste? ¿Ya miraste las etiquetas? — Jong Dae se acercó removiendo alguna que otra y tomó la suya. — Si quieres yo guardo las rebanadas, pero tenemos que buscar la tuya.
— Ahí dejé mi teléfono... — se levantó soltando un bufido y miró alrededor hacia el resto de mochilas acomodadas debajo de aquella carpa. — ¿Quién es tan idiota para tomar la mía? Para eso las etiquetamos.
— O quizás quién quiso hacerse el chisto en esconderla. ¿Habrán tomado la de alguien más? — Jong Dae se cruzó de brazos algo incómodo. Min Seok solo hizo un puchero bajando la mirada, notó como rascaba su brazo con cierto nerviosismo y se acercó a abrazarlo. — Tranquilo, en el próximo descanso luego de este juego iremos con algún coordinador a preguntar por ella. No es tu culpa.
— Cuando encuentre al idiota que hizo eso le voy a partir la cara a golpes. — respondió entre dientes, apoyó su frente contra el hombro de Jong Dae con burla. — Y tú me vas a ayudar.
— Oh no, detente ahí. Hablaré mal de las personas o las miraré del culo cuando quiero pero los golpes no son mi fuerte. — Jong Dae lo alejó del agarre, Min Seok solo apretaba sus labios aguantando las ganas de hacer algún comentario. El pelinegro torció la mirada pellizcando sus mejillas. — Mejor vamos a la zona de la próxima etapa. Esperaremos a nuestras parejas.
— Solo viene Mina... — Min Seok murmuró con algo de desagrado.
Ambos vieron a la chica correr hacia ellos luciendo algo angustiada, Mina se detuvo frente a ellos alzando la mano pidiendo tiempo mientras trataba de calmar su respiración.
— ¡Chicos! — Mina alzó los brazos cansada y las apoyó en su cintura. — ¿Mark era compañero de Jong Dae al final?
— Sí, ¿por qué lo dices? — preguntó confundido Jong Dae.
— Porque se acaba de lastimar en los baños, no sé cómo pero Jun Myeon está con él y dijo que vinier-
Jong Dae no dejó que la chica terminara de explicarle en cuanto escuchó la mención de Jun Myeon y corrió lejos de ellos por el campo, si el idiota se atreviera a ponerle una mano encima a su hermano no se las acabaría con él y el código de cero violencia podría pasar por el arco del triunfo.
Mina vio a Min Seok con una sonrisa apenada antes de correr detrás de Jong Dae.
— Qué rayos está pasando hoy. — hizo una mueca aún de pie en el sitio, miró a la dirección donde Jong Dae había corrido y no sabía si debía ir o no. Mark era su amigo. — Eso no se duda, debo ir.
— ¡Min Seok! — alguien gritó detrás de él.
Soltó un grito en su lugar completamente frustrado cubriéndose la cabeza con los brazos antes de enfrentar a la persona.
— ¡¿Por qué tanta interrupción?! — se dio la vuelta encarando al trío que se acercaba a él y soltó un grito para correr y apretar las mejillas del chico. — ¿No eres una copia?
— ¿Cómo sería una copia? — preguntó Mark, agitó el jugo que tenía entre sus manos con emoción. — Mira, es de manzana. Peleé tanto por él, al parecer nadie quiere de uva.
— ¿Y Jong Dae? Los había visto a ustedes juntos. — preguntó Seung Wan, Min Seok pasó saliva desviando la mirada a Yoon Oh quien estaba molestando a Mark con su altura o picándole las costillas. — Si fue al baño dile que se apure porque en diez minutos más retomamos esto.
— Ah, sí, iré por él. No tardo mucho, Mark, ven conmigo por favor. — Min Seok estiró su mano, el mencionado la tomó siendo tirado por él. Miró al par y sonrió apenado. — Me lo llevo, nos vemos más al rato.
— Está bien, cuidado chicos. ¡Recuerden, diez minutos! — avisó Seung Wan.
— Mark, algo está pasando hoy, todo está muy raro. Acaba de venir una chica, es amiga de Jong Dae. ¿Mina? — miró a Mark quien le seguía el paso algo confundido hacia el edificio más cercano. — Vino y se fue con Jong Dae porque según tú te lastimaste en el baño y que Jun Myeon estaba contigo y un show así.
— ¿Enserio? Esos idiotas, espero no hagan alguna estupidez. — Mark resopló y señaló el edificio. — Yo iré al baño a ver si pasa algo y tú ve alrededor del edificio. No creo que fueran tan lejos.
— Me mandas mensaje... — apretó los labios con obviedad y negó. — Te veo en la entrada del edifico mejor y me dices si lo encontraste, si lo encuentro lo llevo conmigo.
— Está bien, hay que apurarnos. — murmuró Mark corriendo al edificio.
Min Seok lo observó andar hacia la entrada del edificio, lo siguió unos pasos y se detuvo en la banqueta mirando alrededor sin saber a dónde debía buscar. Se enfocó que al fondo estaba el campo de futbol solo, algo en él le decía que podrían estar ahí o no, así como su sentido puede fallar y debería buscar en otro lugar.
Corrió hacia el campo atravesando ese campo de plantas que adornaba el lugar esquivando las ramas de uno que otro árbol, pasó la estatua mascota de la facultad deportiva hasta divisar el campo. Por los barrotes que rodeaban la cancha divisó a un par de personas, su corazón se agitó con angustia no queriendo pensar mal de nada. Rodeó el alrededor acelerando el paso, casi se tropieza al dar vuelta hacia la entrada del sitio.
Entró al campo viendo a Jong Dae y Mina pareciendo tener una conversación, notó claramente el ceño fruncido de Jong Dae y el como claramente no estaba contento con algo. Detuvo los pasos siendo ignorado a la lejanía por ellos cuando Mina se abalanzó hacia Jong Dae queriendo abrazarle o besarle, no alcanzó a diferenciar mucho cuando Jong Dae solo la detuvo, se dio la vuelta decidiendo salir del campo.
Su corazón se agitó con ansias, decidió esperarle mejor afuera. Era lo mejor y tampoco deseaba meterse en aquello. Todo el maldito día estaba resultando ser un fiasco enorme.
***
Pasando la mano por su pelo con nerviosismo, solo se sentó en una parte de las gradas del campo y tomó algo de aire, no quería decir algo grosero a Mina, tenía la culpa pero tampoco es que la vaya a tratar mal. Pero sí le pareció una táctica asquerosa y horrible.
Se levantó caminando hacia la chica que esperaba de pie balanceándose en silencio con la mirada recorriendo el césped debajo de ellos. Pareció darse cuenta de su presencia alzando la mirada con una pequeña sonrisa tímida.
— Perdón por usar ese tipo de excusas. A Jun Myeon no le molestó que usara su nombre. — se disculpó ella acomodando los mechones de pelo detrás de su oreja. — Pero creo que no me hubieras dado tiempo de hablar si lo pedía ahorita.
— Mina, lo que sea que quieras hablar se hace pidiéndole a alguien que necesitas hablar. Solo haces que me preocupe y me enoje, estos chistesitos no dan risa. — señaló Jong Dae, apretó los labios ante el cinismo de la chica cuando solo se limitó a desviar la mirada. — No juegues con el pueblo avisando que viene el lobo porque cuando venga nadie te hará caso.
— ¿Podemos hablar ya de lo que realmente quería? — preguntó ella. Jong Dae solo pasó la lengua sobre sus encías de mala gana pero asintió cruzándose de brazos contra su pecho. — Bueno, me caes bien. Siempre ha sido así, pero ahora que has terminado con Seung Wan he tomado el verdadero valor de darte las señales claras. Me gustas Jong Dae, y busco una oportunidad de salir contigo.
Jong Dae solo parpadeó en silencio, alzó la barbilla un poco tomando inconscientemente una fría postura ante la chica al verla batir con encanto las pestañas y el como escondía sus manos detrás de su espalda queriendo lucirse bonita.
Pasó la lengua sobre sus labios soltando un seco suspiro.
— Mina, me caes bien, solo como amiga. Antes de Seung Wan, después de ella, así seguirá siendo. Si no he salido con alguien es porque no estoy interesado en nada más. — respondió, la chica cabeceó como si estuviera burlándose de lo que estaba escuchando. — Solo amigos, tómalo o déjalo.
— ¿No puedes concederme una cita al menos? ¡Solo una! — pidió Mina. Jong Dae solo negó en su sitio. — No lo entiendo, Seung Wan también fue tu amiga, luego se volvieron pareja. ¿Te sientes incómodo al saber que saldrás con una amiga?
— Así no funcionan las cosas, yo no salgo con todas mis amigas. Sí, Seung Wan era mi amiga pero me gustó en su momento por ser ella, si nadie más me gusta es porque simplemente no da. — Jong Dae balanceó su peso contra una de sus piernas tomando una postura de fastidio ante la chica. — ¿Crees que ando de chica en chica?
— ¿Nada te hará cambiar de opinión? ¿Ni un beso? Por favor, puedes intentarlo. — pidió Mina.
Jong Dae negó desviando la mirada, pensó en darse la vuelta y dejarla pero sus reflejos lo hicieron bloquear a la chica que se abalanzó hacia él queriendo besarle. Maniobró de forma extraña viendo de reojo la figura de alguien correr, buscó la figura afilando la mirada y negó notando que era Min Seok. Empujó con tranquilidad a la chica sin querer ser brusco viendo su rostro furioso.
— Te diré lo que mi hermanita ha dicho, nadie está para rogarle a nadie, mucho menos una chica, no creo que una niña más chica entienda mejor las situaciones que tú. Por favor Mina, ¿alguna vez te rechazaron? — preguntó Jong Dae, empezó a andar hacia la salida del campo y miró por sobre su hombro a la chica que miraba con enojo el suelo. — Podemos ser amigos si quieres, pero no insistas más cuando ya te di una respuesta más que clara. No hagas que me comporte grosero por favor, que es lo que menos quiero.
Revolvió su cabello sintiéndose completamente frustrado, salió del campo mirando a ambos lados logrando ver sentado en la banqueta a Min Seok quien esperaba. Solo soltó un leve hey llamando su atención cuando saltó de golpe caminando hacia él con una mueca de preocupación. Sonrió levemente hacia él y caminó a su lado.
— Vamos al campo, de seguro ya empezaron.
***
Entró de mala gana queriendo morirse justamente ese día. Se dejó caer en una de la silla de las mesas de la entrada ante un pesado jadeo completamente fastidiado del día tan malo que tuvo. Sintiendo una segunda presencia miró hacia la silla vacía frente a él a Soo Young sentarse acomodando el mandil del uniforme.
— Estás decaído y ni haz pasado a cambiarte. Debo decirte que Tae Yong no volverá en la noche para el turno, aún debes cubrirlo. — señaló la chica jugando con el trapo entre sus manos, Min Seok solo soltó un gemido tirando la cabeza hacia atrás. — ¿Por qué tan decaído?
— Fue un día horrible, tuve que regresar a casa para ducharme porque algún inepto se robó mi mochila donde tenía mi conjunto de ropa para ducharme en la escuela luego del evento. — se levantó acomodándose mejor en la silla. Soo Young cruzó las piernas asintiendo escuchándole atenta. — Iba mi celular ahí, lo bueno es que saqué antes la tarjeta de la universidad, algunas cosas de la escuela. ¿Ahora qué haré? Estoy a nada de acabar finalmente la carrera y me pasa esto. Agregando a Jong Dae...
— ¿Quién es Jong Dae? ¿No me digas que es el rubio con el que coqueteaste la primera vez que se encontraron acá? — echó el trapo sobre su hombro cuando Min Seok asintió en silencio con una mueca seria. — ¿Pelearon o algo?
— Creo que las cosas iban bien pero pasó esto, luego algo con una amiga de él y de ahí a todo el evento solo hacía uno que otro comentario conmigo y al final se despidió diciendo que tenía algo que hacer. — se removió golpeteando el piso con los pies en berrinche bajo la sonrisa divertida de Soo Young. — Y luego los coordinadores ineptos me dijeron que buscarían mi mochila pero dudo que lo hagan. Ahora tengo que pedir los apuntes a mis amigos para volver a rehacer los cuadernos de las clases de hoy.
— Es una señal. — respondió la chica con tranquilidad.
— ¿Una señal de qué?
— Una señal para que dejes la universidad y te dediques a trabajar acá a tiempo completo y dejes de pedir descansos solo porque "la escuela me tiene taaan ocupado" y termino viendo tus estados de Instagram. — se quejó ella.
Min Seok entrecerró los párpados con molestia levantándose seguido por ella en su camino detrás del mostrador.
— ¿No tienes algún uniforme extra? — preguntó Min Seok. Soo Young le miró extrañada en cuanto se acomodó detrás de la registradora para atender al cliente que había entrado. — Mi uniforme estaba en la mochila.
— Ay dios sagrado, ilumina a este hijo tuyo. No lo sé, revisa atrás, sino busca en el espacio de Tae Yong a ver si de casualidad lo dejó, en la salida me lo llevaré para lavarlo. — explicó ella agitando su mano con desinterés y se acomodó mejor el casco de los audífonos. — Apúrate, el trabajo no se detiene.
— Deberían ascenderte a gerente. — señaló Min Seok recibiendo un gruñido de parte de la chica.
Corrió detrás a la sala de descanso buscando entre los compartimentos el de Tae Yong, realmente dudaba que tuvieran alguno extra ya que eran hechos a la medida por lo general. Miró el locker de su compañero admirando los números para poner el código, puso el uno, dos, tres, cuatro y cinco como broma pero se sorprendió cuando el candado se desactivo.
Hizo una mueca de fastidio ante ello, claramente a Tae Yong le importaba menos ese empleo de lo que a él le importaban sus faltas.
Se fue a cambiar, se alegró al ver que el uniforme no le molestaba demasiado, aunque Tae Yong era más alto que él y de una complexión más delgada no le quedaba tan mal. Igual solo la usaría ese día, saliendo del baño caminó a su casilla guardando su ropa cuando escuchó a su estómago rugir del hambre.
Recordó que no había comido nada ni cuando regresó a su casa a bañarse, salió de la sala pensando que era buen momento para comer. Soo Young trabajaba en el pedido del cliente, se acercó a la barra sacando del estante solo un paquete de galletas.
— No robes galletas. — advirtió Soo Young, tocó el timbre en el mostrador activando la alarma del cliente ante su pedido, lo entregó recibiendo el aparato agradeciendo la compra. — Ya van cinco que pago.
— Lo pagaré cuando salgamos, por favor. No he comido desde ayer en realidad y más que una mordida a unos panes de ajo. — hizo una mueca y apoyó la mano en su pecho sorprendido de sí mismo. Miró a Soo Young que ya le estaba dando la mirada de una madre reprochadora. — Wow, rompí mi record más actual, aunque en la secundaria aguantaba más. La edad.
— Min Seok, ve a revisarte por favor. No es sano que hagas eso, trata de comer poco aunque no tengas hambre. Ya son casi las siete, ¿quién en su sano juicio hace eso? Luego vienes de un evento donde hiciste esfuerzo. — señaló ella, Min Seok abrió el paquete mordiendo una galleta con una mueca de cachorro regañado. — Hablo enserio, lo había visto en ti y pensé que eran mañas tuyas pero eso no es sano ya.
— ¡Me da mucho miedo! Sabes, soy de engordar fácil, en momentos me dan ganas de comer de todo y soy feliz pero luego al acabar me siento fatal y me pongo la meta de eliminar todo lo que gano. — se recargó contra el mostrador bajando la mirada. — No quiero volver a mis tiempos de secundaria pero tampoco quiero sentirme mal.
— Dos cosas, comida y ejercicio. — señaló Soo Young caminando a la caja para atender. — Ve a revisarte por si acaso. Ponte los audífonos para empezar a atender la ventanilla de carros. Toma uno de los sándwich y un café, corren por mi cuenta.
Min Seok asintió algo avergonzado, tomó rápido solo el sándwich caminando con prisa hacia la ventanilla, las dejó en la mesita a su lado y masticó en silencio esperando.
En realidad no tenía mucho que pensar, solo estaba mirando a la nada cuando el sonido de un auto lo hizo despertar y presionar el botón de su casco mirando por la pantalla el auto estacionado frente al menú.
— Bienvenidos, ¿qué desean ordenar? — preguntó amablemente viendo apenas el reflejo del auto a la mujer señalar un par de cosas a su acompañante.
— Cuatro cafés especiales, tres grandes y uno chico, el chico que sea sin canela por favor y quería ver si podían ponerle caramelo extra en su lugar. Y, ¿aún venden esos sándwich dulces que parecían como pasteles? — preguntó ella. — Si tienen quisiera uno entero, realmente el sabor no importa mucho.
Escuchó algo lejana la voz del acompañante de este.
— Sí señora, aún tenemos de esos. Solo nos quedan de vainilla si no mal recuerdo, deje entrego su pedido y pregunto. ¿Será todo? — preguntó escuchando la afirmación de ella. — Bien, puede avanzar a la próxima ventanilla, en unos minutos estará listo su pedido.
Terminó de anotar en pedido sobre la pantalla del computador a su lado dándole enviar y caminó hacia el puesto de Soo Young.
— ¿Por qué en la noche empieza a llegar la gente. — jadeó con fastidio logrando asustar a su compañera quien estaba concentrada mirando la lista del pedido. Tomó cuatro vasos de los compartimentos siendo ayudado por Soo Young en la labor. — Siento que voy a sufrir esta noche.
— Se llama karma por auto cancelarte turnos. — reprimió la chica maniobrando con la máquina para la bebida y algunos ingredientes.
— Oye, ¿aún nos quedan de esos sándwich de pasteles raros verdad? — preguntó Min Seok, Soo Young se movió inclinándose hacia el escritorio viendo de reojo y asintió. — Bueno, ¿los terminas? Para preparar la caja de eso.
— Aunque te diga que no te irías... — la chica apretó sus labios sin terminar de hablar cuando Min Seok caminó al almacén. — Nunca esperas a que termine de hablar y te vas, qué mala educación.
Min Seok sonrió tomando una de las cajas dobladas y regresó al mostrador armando la caja, un cliente llegó y se acercó a atenderlo rápido entregando el turno de espera. Regresó sacando el postre de vainilla y lo acomodó dentro de la caja con cuidado, cerró la caja tomando un par de listones amarrándola. La tomó mirando a Soo Young que terminaba de empaquetar las bebidas en la base.
Agradeció a su compañera cuando lo ayudó a dejar el pedido en su mesa junto a la ventanilla cuando la chica se retiró e hizo la cuenta total.
— En total serían 355*. El postre es de vainilla, espero no les moleste. ¿Desearían algo más?
— No, eso es todo.
— ¿Efectivo o tarjeta? — preguntó. Tomó la tarjeta que la mujer le extendía y agradeció con una sonrisa, la pasó haciendo todo el trabajo cobrando la cuenta y la devolvió sosteniendo la bandeja de los cafés. — Sus cafés, tres especiales grandes y uno mediano con cambio de canela por caramelo.
La mujer asintió tomando el pedido extendiéndolo al copiloto que pronto se agachó mirando mejor a Min Seok.
— Y un postre de vainilla entero. — entregó el postre sonriendo. — Gracias por su preferencia, que lo disfruten.
— ¡Oi! Min Seok, hace mucho que no te veía aquí en la cafetería. — el mencionado se asustó sonriendo algo apenado cuando Mark le señaló divertido. La mujer quien debía ser su madre golpeó la mano del chico cuando quiso sacarla por la ventanilla. — Ow, no haga eso madre. Es mi amigo, va conmigo en el aula.
— ¿Enserio? Que encanto eres, luce tan joven. Mucha más como para estarse graduando de la universidad. — la mujer asintió con una suave sonrisa.
— Me había tomado un descanso pero estoy de vuelta. Quizás en otro momento podamos conocernos mejor señora Lee. — Min Seok asintió dando una pequeña reverencia. — Un gusto en conocerla.
— El gusto es mío chico, ánimo en tu trabajo.
— ¡Visita... No espera. — Mark negó ante la mirada extrañada de Min Seok. — Visitemos pronto ese parque de diversiones con los chicos, Luhan quiere ir con su ligue y molestarlo no estaría mal.
— Lo pensaré, les aviso por el grupo. — Min Seok se despidió agitando su mano en despedida. — Nos vemos.
La señora Kim asintió andando fuera del pasillo hacia la avenida, subió las ventanas con el botón y miró de reojo a Mark que miraba los vasos de café entre sus manos.
— ¿Señora Lee? No tengo problema con llamarme señora Lee pero suelo usar más mi apellido de soltera. — preguntó ella con diversión, Mark solo rascó detrás de su cuello con una mueca. — ¿Tus amigos no saben de cómo está formada nuestra familia?
— No soy la persona para decirlo pero lo haré porque quiero a Jong Dae y estoy harto de que todo le moleste. — soltó Mark mirando el pasar de las calles. La señora Kim solo asintió. — Ese chico, Min Seok, es la persona de la que Jong Dae habla. Hoy pasaron cosas muy raras en la escuela que lo molestaron y sé que se fue para no portarse grosero con Min Seok pero estoy harto de todo esto.
— ¿Ese es el chico? Yo me imaginaba a algo más grande y fornido, creo que juzgo algo mal. — respondió la mujer soltando una risa bajo la mirada afilada de Mark. — No me mires así, agarra cosas positivas de Jong Dae, no esa fea mirada que tiene. Entonces, ¿por eso mi bebé llegó de mal humor?
— ¡Están conspirando en su contra! — alzó la voz al igual que su mano soltando un quejido cuando chocó sus nudillos contra el techo del auto. — No me importa que Jun Myeon y él se conozcan hace mucho, es un hijo de pe-
— ¡Nada de maldiciones Min Hyung! — regañó la mujer.
— No me hable por ese nombre, me siento tan regañado. — soltó un bufido y se recargó contra el respaldo cerrando los párpados unos momentos. — Pero lo digo bien, Jun Myeon se está portando muy mal con Jong Dae, deben alejarse.
— Bueno, eso no te toca a ti. Es cosa de Jong Dae y solo está en sus manos, por el momento seguiremos normales como siempre y a ver si ese postre lo anima. — respondió la señora Kim, frunció las cejas con algo de tristeza. — Pero igual me siento mal de ver a mi hijo así, pero no debemos meternos aún.
— Una estupidez más y me meteré quiera o no. — murmuró de mala gana, miró de reojo a su madre que solo tarareó asintiendo. — Y Min Seok no sabe que somos hermanastros, si te lo topas de nuevo solo di que eres la señora Lee, trata de no venir con Yeji.
— Ustedes los chicos de ahora solo complican las cosas. — la mayor negó aún atenta al camino borrando de a poco su sonrisa. — Demasiado
Te amo Mina preciosa pero te tocó ser la mala, no te tocaba.
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