Capítulo 1.
No puede creer que un maldito edificio le dé más miedo que el levantarse a las cinco y media de la mañana para arreglarse e ir a la universidad estando a un punto de congelación. Muchos odiarán el invierno pero termina siendo su estación favorita.
Invierno era igual a reuniones o fiestas a las que podía ir con compañeros, vacaciones, nieve por todos lados, pistas de patinaje, la famosa visita a la casa de su abuela, comida tradicional, dulces, regalos algo que realmente no debería ser beneficiario pero sus padres son demasiado buenos con él.
Aún no era invierno solo se repite mentalmente, era otoño y ya espera que se llegue la fecha. Milagrosamente ese año la nieve empezó a caer mucho antes, agradecido está con el calentamiento global y los efectos en los cambios climáticos, ¿o solo era demasiado ignorante que no sabe ni de qué trata?
Él cuenta números no predice el clima.
Está por octava vez en su vida pisando ese sitio, finales de septiembre pisando terreno peligroso. Ya siente su columna estremecerse ante el estrés y estudio constante, podría tirar flojera y faltar como en otros periodos anteriores pero siempre termina diciendo que al próximo lo hará bien.
Sí... Ese próximo se convirtió en el último en realidad.
Hizo un juramento absurdo a su madre prometiendo esforzarse, él puede hacerlo solo que es demasiado flojo y termina postergando todo hasta el último día.
Empujó el vidrio helado de la puerta de vidrio de la entrada siendo golpeado por la calefacción de este, su cuerpo se estremeció dejando pasar a un par de chicos que salían solo recibiendo un asentimiento en agradecimiento. Sonrió para sí mismo con emoción, se sentía relajado que sabía que podía ser un buen y último periodo.
Estaba a nada de graduarse, se organizaría y pondría atención en las clases, saldría a reuniones y disfrutaría al máximo antes de empezar a trabajar en alguna compañía como algún aburrido oficinista.
Ahogó un grito cuando alguien se atravesó en su camino, un chico solo exclamó con molestia sosteniendo la maqueta entre sus brazos.
Este le miró algo encorvado aun tratando de acomodar el incómodo proyecto entre sus brazos, una extraña bruma en su mirada le decía que estaba en problemas, largas pestañas encantadoras, la comisura de sus labios se alzó mientras tomaba postura afirmando el agarre en el proyecto y alzó la barbilla con una imagen pedante.
Admiró vagamente su rostro, parecía un príncipe encantador. Tuvo que morder su lengua en el interior de su boca con discreción, el sujeto era injustamente guapo. Ese periodo no estaba para andar cazando chicos, por lo menos no hasta pasar los exámenes de la tercera semana para asegurar una estabilidad en sus notas.
— ¿Necesitas que te abra la puerta? — preguntó señalando con desinterés la puerta.
— ¿Todavía lo preguntas? Deja de atravesarte en mi camino, me quitas tiempo para entregar esto. Muévete. — el chico siseó con una mueca. Min Seok solo torció la mirada sosteniéndole la puerta, el rubio solo lo miró por sobre el hombro. — Mira por dónde vas, no todos pierden el tiempo como tú.
— ¡Este ni es tu jodido edificio, Bob constructor! — gritó con molestia hacia el rubio quien le ignoró caminando lejos de él. — Ush, los más guapos siempre son heteros o todos unos idiotas. Ni quién lo quiera.
Con frustración revolvió su flequillo caminando hacia su salón con algo de prisa. Se preguntó si su amigo había podido hacer el cambio fuera del programa de intercambio, habían hablado por mensaje pero solo habían dejado de hablar hace un par de semanas como por arte de magia.
Sus dudas quedaron resueltas al ver al carismático chico sentado junto a la ventana conversando con otros más hasta que lo vio comenzando a correr en su dirección.
— ¡Seok, precioso! ¡Lamento no haberte contestado los mensajes más! — Luhan lloriqueó terminando por abrazarlo, tomó su mandíbula besando su mejilla de forma ruidosa causando todo un espectáculo en el aula. — Lo siento, perdí mi teléfono cuando estaba en Beijing. Salí con unos amigos y de milagro regresé vivo a casa, no pude recuperar mi otro número ni los contactos.
— Tampoco te preocupes, no es como que notara tu falta de presencia. — se burló de este ignorando su chillido de indignación. — Creí que terminarías todo en tu universidad. ¿No extrañas a tus amigos?
— Claro que lo hago pero ni ellos ni ustedes me detendrán. Terminando la universidad aquí tomaré camino hacia Japón. — el rubio lanzó un guiño acomodándose en su banca. — Un año sabático antes de empezar todo es mi plan.
— ¡Min Seok! — Yerim estiró sus manos hacia él recibiendo el agarre de este, se sentó junto a la chica mirando al resto. — Ya habíamos hablado del tema de faltar a clases, creo que te graduarás por milagro.
— No es cierto, las secretarias hicieron mal mi papelería y tuve que esperar hasta quedar inscrito desde hace una semana. — soltó el agarre en las manos de la chica y le sonrió a Jessica que tecleaba furiosa en el teléfono. Miró a un chico castaño quien parpadeó incómodo. — Nunca te había visto.
— Viene de intercambio o algo así. — Luhan acunó sus manos extendiéndolas señalando al chico. — ¿No es precioso? Una lindura, lo adopté la semana pasada que no viniste.
— Soy Mark, Mark Lee. Vengo de Canadá, espero podamos llevarnos bien. — el chico dio un asentimiento desde su lugar.
— Encantador, me gustas. — señaló Min Seok.
El teléfono celular sonó dentro de su chaqueta, se disculpó con el resto comenzando a caminar fuera del aula. Se recargó contra la pared del pasillo contestando la llamada, asintió con la cabeza a unos conocidos que pasaron saludándolo.
— Hola. — saludó vigilando que no llegara el profesor.
— Min Seok, precioso, mejor amigo, hermano de otra madre. — la voz cantarina lo hizo torcer la mirada. — ¿Puedes hacerme un enorme favor?
— ¿Cuánto dinero necesitas? — se rascó el cuello vagamente con una mueca.
— Nada, solo quería ver si tendrías tiempo libre para que vinieras al teatro de mi departamento. ¿Puedes? — preguntó. Min Seok permaneció en silencio escuchándolo lloriquear. — Por favor, solo será un ratito, quiero que veas qué opinas de una composición que hice para la obra. ¿Adivina quién es el pianista principal y encargado de la banda sonora?
— ¿Enserio? ¿Ahora sí no te humilló tu trabajo el profesor? — contestó con emoción. El contrario tarareó a través de la línea con diversión. — ¡Felicidades! Ya era hora Yeol, eres increíblemente talentoso. Es que tienes verdaderas manos de pianista y no lo quieres creer.
— Resulta que el horrible profesor que tenía el periodo anterior no fue tan malo y le dio una carta de recomendación a mi nuevo profesor. En realidad solo esperaba que mejorara un poco. — dijo Chan Yeol con emoción, se escuchó un eco junto con un grito. — Oh dios, acaban de tirar un violín, creo que nos quitarán puntos y de paso nos matan. Bueno, ya cuelgo, te veo en un rato.
— Está bien, como en una hora estoy allá. — respondió Min Seok, Chan Yeol solo murmuró en respuesta despidiéndose antes de colgar.
— ¿Es de esta clase? — el profesor le señaló la entrada del aula notándose algo fastidiado y asintió con emoción. — ¿Y qué hace ahí en el pasillo?
— Lo siento, me llamaron de casa. — explicó entrando rápido al aula.
Se sentó en su lugar y miró a Luhan que estaba entretenido con una pequeña espátula despegando unas de las estampas de estrellas de Yerim.
— ¿Quieren ir conmigo al departamento de artes? — preguntó llamando la atención del resto.
Luhan detuvo la espátula cerca de la frente de Mark para pegarle la estampa de animalitos y las chicas se miraron entre sí casi dándose un mensaje silencioso y telepático sobre la respuesta.
— Un amigo será el pianista principal de la obra de este año y quiere que vaya a verlo en el ensayo. ¿Quieren venir a ver? — preguntó. — Si no quieren mejor para mí.
Yerim solo torció la mirada.
— ¿No es musical este año la obra? — preguntó Jessica. — Escuché de Tae decir que escogieron a la mejor pareja del departamento, creo que será un romance de esos que empiezan mal pero terminan bien tristes y reconfortantes para el corazón.
— Quizás solo estás hablando de algún drama y solo es una obra. — respondió Yerim, pasó sus dedos por la estampa que Luhan había pegado en la frente de Mark y sonrió dándole un zape al chico quien se quejó. — Yo quiero ir, hay un chico muy lindo en ese departamento. Quizás este periodo me anime a pedirle su número.
— Ya deja eso bebé, nunca te pondrá atención. — dijo Luhan molestando a la chica que infló las mejillas. Miró a Min Seok que sonreía divertido. — Iremos, pero le pides a tu amigo la credencial de la cafetería. En el departamento de artes tienen los mejores postres.
— Yo no seré tu mandadero, come la comida basura de aquí. — respondió Min Seok girándose en su lugar. Luhan pasó su brazo por sus hombros apoyándose en su banco y mordió su mejilla — ¡Suéltame, eso duele! Que asqueroso eres.
— Uy, que gruñón estás hoy. — Luhan soltó una risa y besó la zona afectada volviendo a acomodarse en su silla. — No importa, igual tengo a un amigo que me hace el favor.
— Oh, cómprame una gelatina. No, mejor dos, anda. — Yerim berrincheó en su silla.
— Está bien bebé. — Luhan guiñó el ojo divertido haciendo resoplar a la chica.
El profesor pidió silencio en el aula y todos miraron al frente cuando la clase empezó. Min Seok jugueteó con su pluma de gel mientras anotaba aquellos puntos importantes sobre la clase, cuando el profesor empezó a leer una lección que venía en el libro desvió la mirada hacia la ventana desde aquél quinto piso en el que se encontraban.
El cielo despejado pero el sentimiento de otoño le daba esa tonalidad y sentimiento frío de soledad y depresión, tampoco era algo nuevo que sintiera aquello.
Sus párpados se entrecerraron mientras mordía la tapa de su pluma viendo a un chico correr por el camino, este alzó la mirada dejando ver su rostro mientras pasaba su mano por su cabellera rubia despeinada despejando su vista sin perder el ritmo, Min Seok abrió los párpados de sorpresa apoyándose en la banca deseando poder salir por la ventana para continuar viéndolo. Solo notó su espalda con su mochila rebotar sobre sus hombros por el rápido trote completamente agitado.
— Es el chico de arquitectura... — Min Seok murmuró masticando la pluma. Miró al profesor que seguía de pie al frente del aula leyendo, frunció el ceño mirando la página de su libro. Movió sus dedos cruzándolos con confusión. — El departamento de arquitectura está al lado contrario, entonces corría al de, ¿artes?
— Deja de hablar solo. — murmuró Luhan alzando su rodilla logrando golpear su espalda baja por detrás.
— Ugh, deja de ser insoportable y entrometido. — Min Seok negó apoyando su mejilla contra su palma aun mirando la ventana y pensó. — Será muy sociable.
La hora de clase pasó rápido, se burló de Luhan cuando el profesor lo pasó a leer al frente luego de que lo atrapara dibujando monitos de palos y bolitas fingiendo atacarse unos a otros, su primer sufrimiento acabó y se estiró cuando finalmente salieron del edificio caminando por el campus en busca del departamento de artes.
— Escucha Mark, el departamento de artes es el tesoro de la universidad. — dijo Yerim mientras lo sujetaba del brazo emocionada prácticamente arrastrándolo. — Es el departamento que más reconocimiento le da y tiene las mejores instalaciones seguido del de deportes, nosotros tenemos baños de gasolineras mientras ellos tienen tronos con papel.
— Pero en los baños sí hay papel. — replicó Mark.
— Porque hay un chico que se encarga de ponerlo pero nunca hay por parte de la universidad. — respondió Luhan, bostezó pasando su brazo sobre los hombros de Min Seok sonriendo. — ¿Qué vamos a comer más al rato?
— Yo comeré hasta la casa, no tengo dinero ni traje nada para comer. Falta una semana para que me paguen que horrible. — respondió con fastidio, Luhan negó tirando de su mejilla mientras hacía una mueca. — No hagas eso, duele.
— Todo en esta vida duele, yo invito, comeremos en la cafetería de artes. — dijo confiado.
— Miren que bonito, hasta te puedes ver en el reflejo del vidrio de las puertas. — Jessica casi lloró viéndose en las puertas de entrada del edificio. Mark pasó junto a ella empujando la puerta. — Hey, admira el sitio.
— Solo es un edificio. — Mark se encogió de hombros bajo la mirada incrédula de las chicas. — ¿Cómo por qué la emoción?
— Es por acá, cuando entren tengan cuidado que el teatro está hacia abajo, hay escalones que quizás no vean bien. — explicó Min Seok, avanzó el paso viendo una especie de puerta de emergencia, en lugar del letrero de Exit decía Start. — Este es si no me equivoco o se lo cambiaron.
Tiró la puerta abriéndola dejando pasar a los demás primero, cerró la puerta detrás de sí siendo recibidos por el armonioso compás de los instrumentos, bajó los escalones con cuidado escuchando los murmullos de Luhan diciendo lo cómodo que se veían los asientos y se situaron a cuatro filas del escenario donde solo habían algunos estudiantes de la clase mirando la actuación de la escena del momento.
Se acomodó en una butaca buscando con la mirada en una esquina a Chan Yeol que tocaba con agilidad las teclas del piano que descansaba en una esquina, junto a él unos chicos con guitarras y otros instrumentos combinando el sonido clásico moderno de la canción, el teatro estaba compuesto por una barra de bar falsa sin mucha cosa, una chica cantaba su guion con el barman que solo asentía a sus palabras hasta que otro chico entró a escena.
Miró atento sorprendiéndose de ver al cabellera rubia con quien había chocado antes acercarse a ella preguntándole si podían bailar y ella asintió.
Quedó sorprendido y encantado escuchando como este empezó a cantar las líneas de la letra, la chica permanecía de pie en el centro mientras este cantaba caminando alrededor de ella, pasó su brazo sobre sus hombros sonriéndole de forma coqueta cuando esta le quitó el brazo negando divertida.
Tomó sus manos guiándola un poco al costado dándole una vuelta cuando otro chico entró cantando la próxima línea enfrentando al rubio que frunció el ceño colocando a la chica detrás de él respondiéndole al chico con una línea hablada esta vez.
— ¿Qué creen que hacen? ¿Acaso no te dijo que ambos estamos saliendo? — el pelinegro espetó señalando a la chica que se escondía temerosa.
— ¿Y quién eres tú para hablar? Debiste cuidarla mejor entonces. — respondió el rubio.
Luhan y Yerim corearon un "Uh" ante la respuesta y Min Seok no dejaba de ver impresionado el perfil del rubio, no podía evitar ver su perfilada mandíbula así como la manzana de adán que se le remarcaba. Sintió un cosquilleo en él teniendo las ganas de querer tocar su rostro.
— ¡Silencio, no iré con nadie! — la chica gritó al mismo tiempo que la música paró de golpe y salió de escena.
— ¡Van muy bien chicos! — un hombre mayor del otro lado del escenario aplaudió junto al resto de estudiantes ante la escena. — Un descanso y continuamos la siguiente escena. Recuerden que en unas semanas es ensayo con vestuario.
— Lloro de lo hermosos y talentosos que son todos los que estudian en este departamento, dios tiene sus favoritos. — Luhan aplaudió fingiendo limpiar sus lágrimas. — Yo solo canto en la ducha y una vez me resbalé, ni puedo bailar, cantar y actuar al mismo tiempo.
— No seas exagerado, eres guapo y... — Min Seok pensó pero le entregó la mochila sonriendo. — Eres guapo, con eso vives, búscate a algún anciano que requiera que le cuiden la herencia, cuida mi mochila mientras veo a mi amigo.
— Ugh, que detestable eres. — Luhan solo torció la mirada.
Salió de los asientos corriendo por el pasillo de abajo, Chan Yeol aún no lo notaba por estar mirando unas hojas junto a una chica, subió al escenario procurando que este no lo viera y lo rodeó llegando a cubrirle la visión con las manos.
— Ew, manos heladas, de seguro eres Min Seok. — contestó el alto. Torció los labios destapando su vista cuando se giró a verle. — Caliéntate las manos antes de hacerlo, pareces muerto.
— Lo siento, pídele a mis manos que se conecten al resto de mi cuerpo y las caliente. — dijo, Chan Yeol sonrió tomando sus manos antes de soplar en ellas y atraparlas entre las suyas queriendo calentarlas. — Entonces, ¿futuro pianista?
— No seas así, solo seré el pianista principal de un musical escolar, nada importante. — Chan Yeol negó haciéndose el desentendido y solo siguió jugando con sus manos.
— Tocaste muy bien debo admitir, pero quedé sorprendido con los actores. Dijo Luhan, hermosos y talentosos. — buscó con la mirada a los tres chicos que conversaban entre sí con el chico que hacía de barman, sonrió mirando como el rubio acomodaba un mechón que caía sobre sus ojos mientras reía por algo. — Muy guapos debo decirte.
— ¿Quién te gustó? — interrumpió Chan Yeol divertido. Soltó sus manos mientras se sentaba mejor en la silla cuando Min Seok negó. — ¡Vamos! Te conozco, ese suspiro al terminar cada frase, quién te gustó, ¿el guapo barman?
— Ninguno, bueno no sé. Tuve un encuentro con él. — respondió Min Seok, cubrió sus mejillas casi como un niño avergonzado. — Choqué con él y fue algo grosero, pero lo guapo y talentoso nadie se lo quita.
— ¿Te presento al barman? Jun está soltero. — señaló Chan Yeol. — Y es bisexual, la tienes fácil mientras le gustes.
Min Seok negó frenético señalando al rubio.
— El rubio, ¿sí o no su perfil es perfecto? Cuando me contestó mal no me fijé mucho en su atractivo, pero así relajado es hermoso y perfecto. — pasó las manos por su cabello revolviéndolo con una sonrisa suave. Luego notó la mueca en Chan Yeol. — Muy guapo, si me lo presentas a él no tengo problema.
— Creo que eso no se podrá. — Yeol negó mirando con pena a Min Seok. — Él ya sale con alguien, su pareja de actuación es su novia también, es completamente heterosexual hasta donde sé.
Min Seok llevó la mano a su pecho casi de manera dramática mientras daba unos pasos hacia atrás haciendo sonreír a Yeol mientras se quejaba del dolor imaginario en su corazón.
— ¡No! Los guapos siempre son heterosexuales. — Min Seok se quejó negando, tomó postura cuando Yeol comenzó a reír. — ¿De qué te ríes?
— Siempre fracasas, o te engañan o son heterosexuales al final. — respondió burlón.
— Ya llegará el indicado. — Min Seok suspiró negando, en la esquina del teatro una chica empezó a bailar de forma tonta cuando pusieron una canción en las bocinas mientras el maestro se quejaba sobre quién la había puesto. — A ustedes les gusta la mala vida.
— ¿Por qué lo dices?
— Siempre me cuentas de que el profesor los regañó, les hizo esto u otro. Ustedes lo provocan. — respondió divertido moviéndose con el ritmo de la canción. — Pero no negaré que me sé la canción.
— A veces creo que debiste entrar conmigo a teatro, eres bueno en todo. — aduló el alto pero Min Seok negó mientras cantaba para sí mismo. — ¿De verdad te siente feliz siendo algo de números y esas cosas?
Empezó a cantar mientras fingía sostener un micrófono invisible asintiendo a su pregunta.
— Ya siéntate, llamas la atención. — pidió Yeol tomándolo del brazo pero Min Seok negó continuando cantando.
Yeol tiró de Min Seok queriendo arrastrarlo fuera del escenario mientras algunos compañeros se reían de él, Min Seok golpeaba sus brazos pidiendo que lo soltara pero dio un mal paso, Yeol por no querer caer al suelo giró de forma extraña empujando a Min Seok a un costado.
— My baby's all alone... — cantó Min Seok mientras callaba cuando se detuvo a centímetros de chocar contra el rubio que pasaba por un costado, este alzó las manos del susto así como una mueca de desagrado al verle el rostro de nuevo. — In his bed...
— Ugh, tú de nuevo, deja de estorbar y mira por dónde vas. — le dijo el rubio alzando los brazos mientras le rodeaba evitando tocarle como si tuviera algo malo en él.
— Otra razón por la que no debes salir con él aunque pudieras. — dijo Chan Yeol acercándose a él. Min Seok solo puchereó mirando al rubio bajar del escenario y acercarse al profesor. — Es medio amargado, tiene un círculo de amigos muy cerrado y le molesta todo, tiene algo en el culo.
— ¿Tú crees? Es tan guapo como para que piense como abuelo que pasó por la segunda guerra mundial.
— Quizás es su segunda vida y se le quedó el resentimiento. — Chan Yeol se encogió de hombros con desinterés tomando su brazo. — Mejor vamos a la cafetería, te invito lo que quieras, hoy es día de pay de queso.
— ¡¿Aquí venden eso?! Me comprarás dos. — respondió mientras daba saltitos de emoción palmeando la mano que sostenía su brazo, Chan Yeol asintió guiándole fuera del escenario.
— Tae, regreso más tarde, voy a cafe, si alguien pregunta por mi le dices que estoy allá. — avisó Chan Yeol mientras tomaba su mochila, la chica asintió con desinterés mientras revisaba unas hojas.
— ¿Me compras un agua? — preguntó otra chica y Yeol asintió.
Pasó su brazo sobre los hombros de Min Seok mientras iban subiendo por los escalones hacia la salida.
— Oye, un amigo quería comprar, ¿le prestas tu tarjeta? — preguntó Min Seok.
— Solo si me devuelve el dinero.
— Dalo por perdido.
***
— Primera semana y no entiendo de qué estamos hablando o contando. — replicó Min Seok recargándose contra su banca, Luhan palmeó su cabeza negando tristemente. — Como que ya no quiero ese título, igual no creo ejercer.
— Se te quitan las ganas mientras avanzas, no eres el único. — replicó Yerim mirando el asiento vacío frente a Mark quien jugaba con su teléfono. — Extraño a Jess, es tan aburrido sin ella.
— Solo se enfermó, no se murió. — replicó Mark escuchando el quejido de la chica.
— ¿Cómo hicieron las tablas comparativas de la semana que falté de ciencias? — preguntó Min Seok revisando sus apuntes.
— Yo se la copié a Mark. — dijo Yerim.
— Mi hermano mayor me la hizo. — replicó Mark encogiéndose de hombros. — Sabes que la mujer de ciencias es bien complicada, nadie le entendió y revisa con los pies.
— Yo la compré. — respondió Luhan, los demás le miraron extrañados. — ¿Qué? Hay un chico que anda siempre por acá, hace cualquier tarea que quieras por cierto precio, él te dice dónde te dejará tu tarea así como la cuenta a la que depositas. ¿Quieren su número? Es muy bueno, nunca falla con nada.
— ¿Seguro que no es cualquier persona que hará mi tarea a lo idiota? — preguntó Min Seok y Luhan negó sacando su teléfono. — Más te vale, aún debo algunas de los días que falté.
— Dejen les paso el contacto por el grupo por si lo llegan a necesitar después.
El celular vibró, Min Seok desbloqueó su pantalla mirando en el chat el nombre del contacto que compartieron.
Tareas U.
— Gran nombre tan original. — dijo Min Seok. — ¿Y qué debo decir?
— Solo dile para qué fecha lo necesitas, él te dirá si entras dentro de su horario y posibilidad, y si te dice que sí te pide que deposites primero, suena extraño pero confía.
— Está bien, voy a creerte. — asintió.
— El profesor al final no llegó a la última clase, pueden irse chicos. — un encargado de pasillo se asomó por la puerta avisando bajo el alboroto de felicidad de todos.
— Vámonos de putas. — dijo Luhan tomando sus cosas.
— No puedo, tengo que ir con mi hermano por las compras de la semana. — Mark negó con cansancio. — Quizás la otra semana.
— Iré a visitar a Jess, ¿vienen? — preguntó Yerim y Luhan se encogió de hombros asintiendo.
— Ya que me cancelaron la cita de putas. — respondió el rubio mirando atrás a Min Seok que aun guardaba sus cosas en la silla. — ¿No vienes Min?
— No, tengo todo el fin de semana para hacer las tareas que me faltan. — dijo con tranquilidad. — Saluden a Jess por mí.
— Regresa con calma bollito dulce. — cantó Luhan alejándose con los chicos.
Asintió divertido tomando sus cosas saliendo del aula, ese día por la tarde la temperatura estaba bajando considerablemente y sus manos estaban insoportables, sentía que le dolían y quería llorar, ama el frío pero tampoco a punto era de hielo.
En la salida del edificio miró debajo de un árbol al rubio pasar con la chica del musical, hizo un puchero inconscientemente de solo ver como el chico le sonreía mientras tenían sus manos unidas y dentro de la bolsa de la chamarra de mezclilla de él.
Era una lástima, la gente a su alrededor se quejaba de que los guapos daban para el lado contrario, mientras los más guapos para él eran rectos, el chico era guapísimo con una mirada encantadora, acepta que le había aterrado las miradas feas que le dio pero viéndolo así su sonrisa tenía algo tan bonito que no sabe qué decir o como explicarlo, es un extraño sentimiento de anhelo.
Ya encontrará a alguien, eso cree.
Tan pronto llegó a casa se tiró en su cálida cama pensando en descansar un rato antes de tomar un baño y comenzar a hacer su tarea, miró la pila de cuadernos y papeles pegados por la pared frente al escritorio con los pendientes. Su celular vibró y miró la notificación de esa aplicación de anime diciendo "Es hora de ver anime", ya desea que así fuera.
Se acomodó mirando el techo un rato, guardó el contacto que Luhan mandó y decidió probar suerte con ello. ¿Qué más podía pasar con intentarlo?
Hola
¿Haces trabajos como dicen?
Que idiota su mensaje, bueno la realidad es que no sabe qué decir, es la primera vez. Solo espera que aquello no sea una estafa.
Sonrió mirando la pantalla y el mensaje se había enviado más no llegado, resopló dejándolo sobre su pecho mientras miraba el techo con aburrimiento, prefiriendo concentrarse en pensar en el chico guapo. Ni si quiera le preguntó a Yeol como se llamaba el chico, como mínimo podría buscarlo en Instagram, si es que tenía.
Se sigue lamentando, el chico era muy guapo, pensar en sus últimas relaciones desde que salió del closet no era prometedor al igual que su futuro, probablemente llegue a ser viejo con un gato, frunció el ceño levantándose de la cama mirando la habitación buscando con la mirada a Tan.
— Desde que llegué no lo veo. — murmuró para sí mismo, guardó el teléfono en su sudadera y salió de la habitación a la primera planta buscando a la bola de pelos. — ¡Tan! ¿Dónde estás niño?
Su celular vibró más lo ignoró mientras recorría toda la primera planta, se quedó de pie en la sala mirando a la nada bajo el silencio de la casa apoyando sus manos en las caderas, justo empezó a escuchar pequeños rasguños provenientes de la puerta de entrada, llegó a ella abriéndola viendo a la bola de pelos sentada, esta se levantó entrando con elegancia a la casa, miró la calle que empezaba a caer apenas un poco de nieve.
— Todavía que andas de callejero, entras muy digno a la casa. — regañó al felino que solo movió sus orejas atento, su cola se alzó mientras trotaba a la cocina. — Sabes que me entiendes perfectamente niño, no hagas como que no me escuchas.
Se dejó caer en el sofá mirando su celular soltando un grito leyendo por la notificación la respuesta del chico de las tareas.
Tareas U
Sí.
— Que... ¿Agradable? — dijo mirando la respuesta seca.
¿Me harías mis tareas? Son de ciencias, ¿conoces a la profesora Kim Tae Hee? Son de ella, tengo plazo para la próxima semana, viernes en la tarde.
Mordió su uña con impaciencia notando la marca de leído en el mensaje, se estaba poniendo claramente ansioso, ¿cuánto tardaba en responder?
Tareas U
Tengo algunas condiciones para aceptar este trabajo, ¿las aceptas?
¿Cuáles son?
Aceptas sí o no, no me hagas perder tiempo por favor.
Está bien.
Mándame en un archivo la lista completa de actividades, una fotografía tuya con tu nombre completo, si deseas que haga tu tarea a mano necesito un papel con todos los caracteres para copiar tu forma de escribir, si deseas escribirlo tú yo solo te mandaré el archivo de las tareas.
Pagas primero.
No nos veremos, no doy datos de mi identidad ni mucho menos encuentros, yo te diré a qué hora y en dónde dejo tus libretas o cosas, igualmente tú. Si me delatas con algún profesor o alguien se entera de quién soy te irá mal.
Si lo que obtienes de calificación no es lo que esperabas no es mi problema, tus tareas tienen que pedirse con anticipación, no un día antes, no tiempo extra.
¿Una foto mía?
Tengo que identificarte, no me puedo arriesgar, si me hundo mientras te estoy dando servicio te hundes conmigo. No te preocupes, me deshago de toda información terminada el trabajo.
Me llamo Kim Min Seok. No te rías por favor, es la única foto que tengo, soy un tonto con las fotos. TT
¿Te ves bien??
Gracias por confiar en mí Min Seok, espero la lista de tareas. Mañana temprano te paso el número de cuenta y el precio.
Necesito que guardes en una caja pequeña tus materiales y los envuelvas en papel de regalo, los dejarás en el último baño de la cafetería del campus de deportes. Detrás del bote de basura, el lunes a las dos de la tarde.
Mandaré a alguien a recogerlo por mí.
¡Gracias a ti, me salvaste de una grande!
De nada.
Suspiró apagando el celular y lo arrojó al sofá con una sonrisa de victoria.
Torció los labios pensando seriamente en ello, eso parecía más un trato con alguna clase de mafia en lugar de un nerd que cobra por hacer trabajos, pero era en cierto punto justo. Se encogió de hombros buscando una fotografía de su galería, no muy convencido la mandó.
— Bueno, no estuvo tan mal el día. — miró a su lado a Tan que había saltado empezando a mullir el sitio dando vueltas antes de hacerse bola y acurrucarse mirando a su dueño. — ¿Qué tanto haces en la calle niño? Hace mucho frío.
Se levantó yendo a su habitación buscando entre sus cosas alguna caja que tuviera por ahí, abultó sus labios mirando una de zapatos pero era demasiado exagerada, solo era un cuaderno y un libro, removió algunas cosas abandonadas encontrando una caja de una camisa que tenía años abandonada.
Rogó porque el cuaderno entrara y sonrió de alivio viendo que le sobraba una cosita de espacio, metió las cosas e hizo rápido los caracteres dejando la hoja sobre esta, le puso la tapa y un poco de cinta, pensó que la caja negra se veía bien pero especificaba papel de regalo.
— ¿Dónde tendré papel de regalo? — frunció el ceño, la puerta detrás de él se abrió mirando a Tan entrar saltando a la cama. — ¿Mamá tendrá de la fiesta de la tía?
Corrió a la habitación bajo la mirada confusa del gato que volvió a levantarse para seguirlo de nuevo, rebuscó entre los cajones de un mueble quitando cajas de telas a medias y cosas para coser, sacó pedazos de papel de regalo infantil de regalos anteriores para los hijos de su tía, eso era algo.
Guardó todo regresando a su habitación comenzando a envolver la caja con el pobre felino hastiado de seguirle de habitación en habitación, satisfecho de su trabajo guardó la caja en su mochila asegurándose de que todo entrara muy bien y volvió a tirarse en la cama gimiendo de comodidad.
Tan se subió nuevamente acurrucándose contra su estómago mientras mullía con sus patas su estómago como si fuera un cojín, soltó una risita sintiendo el peso por el costado del felino que solo parpadeaba en silencio mirándole cuando la fría mano de su dueño acarició sus orejas.
— Bueno, una tarea menos es algo. Lo de la carrera se puede hacer rápido y el fin de semana me pongo al corriente con el resto. — dijo acomodándose en la cama. — Por hoy creo que puedo dormir temprano.
El gato no dijo nada, solo miró en silencio a su dueño cerrar los párpados para dormir y él le siguió apoyando su barbilla sobre sus patas comenzando a ronronear al sentir el calor del cuerpo del humano.
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