Special I.
Joujoujou ¡Feliz Navidad madafakas-penes!
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Mina se había golpeado tres veces con la misma puerta en menos de cinco minutos, y es que la llamada de JiHyo le había quitado cualquier rastro de tranquilidad.
NaYeon, su NaYeon se encontraba en el hospital y aguardaba a su llegada.
La japonesa no estaba preocupada, por el contrario, su emoción se disparó cuando cayó en cuenta que su hijo estaba a punto de nacer. Ella sabía que debió insistir para acompañar a su prometida esa tarde que salió con JiHyo, pero no era momento de lamentos; necesitaba tomar el bolso con todo lo que había preparado para cuando ese momento llegara y salir de ahí.
Sus manos y piernas temblaban mientras esperaba a que las puertas del ascensor se abrieran y más de una vez se golpeó el rostro con el sonajero de su bebé.
— Relájate, hermanita. — Kai, quien esperaba por ella en el primer piso, le sonrió amablemente al verla llegar con varias cosas en mano. — ¿Estás preparada?
— Seré mamá... ¡Seré mamá! Oh por Dios...
— Okay. — El mayor ignoró el baile improvisado de su hermana y la obligó a entrar al auto para poder emprender su camino hasta el hospital. — Necesitas calmarte, NaYeon necesitará mucho de ti.
— Yo... yo... en verdad necesito un té caliente. Kai, ¡seré madre! ¡¿Lo puedes creer?! ¡Por el amor a Cristo! ¡Acelera, anciana! Mi prometida me necesita.
— Mina, no me obligues a darte un calmante.
El camino hasta el hospital pareció eterno, Mina salió corriendo del auto dejando la puerta abierta del mismo; empujó a una anciana, a un niño y a JiHyo. Al darse cuenta que se había pasado del lugar, volvió sobre sus pasos y trató de recuperar el aliento apoyando ambas manos sobre sus rodillas.
— Primero, cálmate. Segundo, en unos minutos vendrá una enfermera para llevarte a la sala de parto. Ya preparé todo y di tu información. — Explicó la mayor dándole golpecitos sobre la espalda. — Todo está bien, Minari. — Su amplia sonrisa tranquilizó a la japonesa que se reincorporó lentamente.
— Al fin llegas, torpe. — JeongYeon apareció junto a Momo tomadas de la mano.— ¿Cómo es que te demoraste tanto?
— Kai me trajo... ¿cómo es que llegaron tan rápido?
— Volamos hasta aquí. — JeongYeon se encogió de hombros y no le dio importancia a la seria mirada de Mina. — Tranquilízate, pronto estarás con ella. — Soltó a su novia y se acercó a su mejor amiga con una gran sonrisa. — Felicidades. — Ambas se miraron, y aunque no eran fanáticas de las muestras de afecto entre ellas, se abrazaron. — Serás una grandiosa madre. — Agregó en un susurro.
— Gracias Jeong. Es importante para mí que tú estés aquí.
— ¿Myoui Mina?
Las dos chicas se separaron ante la voz femenina y giraron sus rostros dejando escapar un "wow" al ver a la hermosa enfermera frente a ellas. Prácticamente se quedaron con la boca abierta y una sonrisa tonta en sus rostros.
— Tienes novia. — Dijo Mina.
— Y tú estás a punto de ser mamá. — Completó Jeongyeon.
La joven enfermera les sonrió amablemente. — ¿Myoui Mina? — Apuntó a JeongYeon.
— Claro, por qué no.
Mina detuvo a su amiga y la empujó cerca de Momo quien recibió a su novia con un golpe en el brazo.
— Lo siento, soy yo. Myoui Mina.
— Acompáñame por favor, necesitas cambiarte de ropa. La señorita Im espera por ti.
El corazón de la japonesa se aceleró y asintió siguiéndole los pasos a la enfermera.
— ¿Entonces, es su esposa? — Cuestionó la chica mientras se adentraban por el oscuro pasillo que las llevaría a una antesala.
— Lo será muy pronto. — Respondió con una sonrisa, alzando su mano izquierda donde un anillo de oro adornaba su dedo anular.
— Entonces toda posibilidad de que estés libre es inexistente. Es una lástima...— Mina giró su rostro confundido, ¿le estaba coqueteando? Era imposible negar que la mujer era preciosa, pero no tenía punto de comparación con su coreana.
— Cero posibilidades. — Respondió. — Esa mujer que aguarda por mí es el amor de mi vida. — Y lo dijo tan segura, sin ningún titubeo que hizo sonreír a la contraria.
— Un amor así es lindo. — Empujó las puertas e invitó a la menor a ingresar. — Cuando termines de vestirte avísame para llevarte a la sala de partos.
Mina obedeció, se vistió rápidamente con ese traje azul que siempre miraba en las películas, un barbijo y un gorro que cubría toda su cabellera. Estaba lista para recibir a su bebé, lista para ver a la mujer que amaba traer al mundo a un pequeño ser que llenaría de amor.
Una vez cruzó las puertas de esa sala, toda su determinación se fue a la basura.
NaYeon se encontraba en una camilla y una doctora a sus piernas lista para traer al mundo a otro niño.
— ¡Myoui Mina! — Gritó la coreana cuando la vio. — ¡Si no traes tu trasero aquí mismo juro que me mudo del país con nuestro hijo! ¡Y me llevaré a JeongYeon también!
Mina se acercó rápidamente y su mano se encontró con la de la mayor.
— Dime que todo estará bien... — Susurró la coreana cambiando radicalmente su estado de ánimo.No ver a Mina cerca cuando fue llevada al hospital la había puesto con los nervios al tope y cuando por fin vio ese precioso y estúpido rostro asomarse se tranquilizó.
— Lo estará, mi amor, todo estará bien. — Mina besó la frente de la mayor y escuchó cómo la doctora a cargo daba indicaciones a los enfermeros.
— Muy bien, cariño, quiero que pujes, una vez más. — Pidió la mujer.
— No...no... puedo...— NaYeon negó y Mina pudo ver el dolor que el rostro de la mayor reflejaba, su ceño fruncido y sus mejillas sonrojadas por el esfuerzo que había estando haciendo horas atrás. — Mina, bebé... hazlo tú... yo ya no puedo... — La japonesa rió y dejó un corto beso sobre los labios ajenos.
— Mírame, pronto todo acabará. Estoy yo aquí y te prometo que al finalizar el día tendremos a nuestro hijo en brazos.
NaYeon tragó saliva y asintió, tener a su amada cerca le daba las fuerzas necesarias para continuar. Apretó con fuerza la mano de la menor y gritó mientras seguía cada indicación de la doctora, descansaba por cinco segundos y volvía a pujar deseando que todo pronto acabara.
Y tras una hora de varios intentos más, el glorioso sonido del llanto de su bebé la hizo desmoronarse en su camilla. Lo había logrado.
Mina se quedó paralizada al escuchar a la doctora.
— Felicidades, es una niña; una sana y preciosa niña.
Las dos nuevas madres intercambiaron miradas y Mina sonrió mientras se inclinaba para besar a su futura esposa. — Lo hiciste.
— Lo hicimos. — Corrigió.
Cuando la enfermera preparó a la pequeña en una manta después de limpiarla y asegurarse de sus signos vitales, se acercó a la pareja.
Mina la recibió y todo su universo cambió al ver a tan precioso ser. Tenía la felicidad entre sus brazos. No pudo evitarlo y sus mejillas se empaparon con las lágrimas de alegría que le provocó ver a su niña, su pequeña princesa. Lentamente se inclinó y dejó que NaYeon la sostuviera.
— Dios mío... es... es... ella es... perfecta, Mina, mírala, es...
— Nuestra hija. — Sonrió escuchando los sollozos de la mayor.
— Mi vida. — Susurró hacia la niña. — Sí, eso es lo que eres, mi vida.... — Alzó la vista y si no se hubiera encontrado en esas condiciones se habría abalanzado contra la japonesa, agradeciéndole una y mil veces por haberle dado ese precioso regalo.
Mina besó por última vez a su chica y a su hija.
— ¿Adónde vas? — Cuestionó la mayor preocupada.
— Volveré pronto, cariño, quiero avisarles a las demás. Estuvieron esperando también.
— No te demores... Minari. — Pidió con un tierno mohín que derritió el corazón de la japonesa.
— Cinco minutos y estaré aquí.
La japonesa no pudo resistirlo y la besó nuevamente antes de abandonar la sala, se retiró el gorro y salió con los brazos extendidos hacia arriba.
— ¡Es una niña! — Exclamó con alegría a todo el grupo que se había reunido por fin.
Kai, WooJin y las chicas celebraron esa noticia y rodearon a la japonesa.
— ¡Mi pequeña JeongYeon! — Todas miraron a la muchacha y la reprendieron por el nombre poco original que había elegido.
— NaYeon ya tenía nombres de niña y niño planeados, no se alteren. Pronto podrán ver a Ryujin. — Las demás aplaudieron y Mina se dirigió a WooJin quien se había mantenido algo alejado de ese abrazo grupal. — Gracias por estar aquí.
El chico rascó su nuca con cierto nerviosismo y asintió. — No podía perderme de este momento, después de todo, es NaYeon quien está ahí dentro.
— Ella se alegrará al verte. — Miró a las chicas que hablaban animadamente y lo jaló consigo. — Escucha, esto debería de decírtelo NaYeon pero ahora mismo debe estar peleando con las enfermeras para que no se lleven a la niña al cunero. — Ambos rieron sabiendo que era muy probable. — Ella dijo, y yo estoy de acuerdo, en que tú seas el padrino de Ryujin.
WooJin se sorprendió y aunque quiso evitarlo, no pudo contener su emoción ante la propuesta. Sus manos rápidamente limpiaron sus ojos de cualquier rastro de lágrimas y asintió efusivamente.
— Gracias, significa mucho para mí... es decir, soy un tonto con los niños pero aprenderé, te lo prometo.
Mina sonrió y por primera vez ambos se abrazaron. — Solo espero que no te moleste tener a una compañera algo desquiciada. — El chico frunció el entrecejo sin entender y solo pudo reír cuando la japonesa señaló a su mejor amiga que abrazaba por la espalda a Momo. — JeongYeon será la madrina, pensamos decírselo cuando salgan del hospital, no queremos que haga una locura por la emoción.
— Es comprensible. Digo, ella es quien convenció a NaYeon de hacerse esa prueba, ¿no es así?
— Sí, en mi ausencia ella prácticamente tomó mi lugar y cuidó de NaYeon.
Le resultaba extraño mencionar esa época, todavía le causaba escalofríos el solo recuerdo de ella enterándose sobre el embarazo de NaYeon en circunstancias poco agradables. Apretó los labios y decidió dejar atrás el tema al menos por ese día, no necesitaba llenarse la cabeza de malos recuerdos en el nacimiento de su hija. Sus miedos todavía presentes los dejaría para después.
— ¡Sharon Myoui!
Todos se callaron al escuchar el grito de NaYeon y se sorprendieron ante lo potente que era su voz.
— Me matará si no entro, seguro ya se llevaron a nuestra hija. — WooJin asintió y se hizo a un lado para que la japonesa volviera al lado de la coreana. — Nuevamente, gracias por estar aquí.
Mina se alejó del grupo y volvió a la sala solo para encontrarse a NaYeon tomando de la ropa de una de las enfermeras.
— ... y si algo le pasa a mi niña juro que incendiaré este hospital.
La japonesa frotó su rostro con ambas manos y se acercó a la camilla ayudando a la enfermera a librarse de la mayor.
— No dejará que nada le pase, coneja...
— Mina, dale dinero.
— ¿Eh?
— Dale dinero, quiero que diez doctores cuiden de nuestra hija. Rápido Myoui.
— A ver, aguarda... — Mina se dirigió a la bonita enfermera que la había acompañado desde un inicio y se disculpó ante la agresividad que mostraba la mayor. Cuando por fin tuvieron algo de privacidad, se acercó tomando de su mano. — Cariño, no puedo ofrecerle dinero, pero te aseguro que la cuidarán bien.
— Es que Mina, es tan pequeñita y frágil...
— Lo sé. — Sonrió acariciando el dorso de la coreana. — Pero ya escuchaste a la doctora, nació bien. Tú relájate y descansa, pronto vendrán por ti para llevarte a tu habitación.
— Maldición... ¿por qué tienes que ser tan linda?
NaYeon soltó la mano de la menor solo para tomar de su ropa, atraerla a su rostro y besarla sin pudor alguno por varios segundos.
— Woah... — Mina intentó recuperarse de ese acalorado beso. — Y-yo también te amo. Es una buena forma de demostrar que estás feliz.
— Tonta... Myoui Mina tonta.
— Una tonta con la que tienes una hija. — Aclaró alzando ambas cejas.
— Y con la que me casaré. — Prosiguió sintiendo cómo todo en su mundo se iba a arreglando poco a poco.
— Una que te ama. — ambas rozaron sus narices y volvieron a compartir un beso, esta vez, uno más tierno y pausado, transmitiéndose todo el amor que sentían la una por la otra.
•••
(+) Publicaré tres capítulos extra de esta historia basándome en lo que más me pidieron en el epílogo.
El primero fue este; el nacimiento de Ryujin.
El segundo será un especial del JeongMo. (será largo)
Y el tercero ustedes elijan, comenten lo que quisieran leer (menos la boda👀) Si no comentan lo que desean pues se quedará solo en dos capítulos extra y alv el tercero.
Felices fiestas cositas bellas. Espero que la pasen muy bien.
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