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"Hogar, dulce hogar" (1/2)

Dipper y Mabel Pines, un par de hermanos gemelos que pasaron uno de los veranos más alocados y misteriosos de toda su vida, estaban abandonando el colorido e inusual pueblo de Gravity Falls. Ambos ya se habían despedido de sus amigos y de sus tíos y ahora se dirigían a su ciudad natal, California, sin más preámbulos.

Mabel observaba por la ventana mientras tenía en su regazo a su querido amigo y mascota Pato, su fiel y tierno cerdo. Dipper, por otra parte, recordaba con nostalgia todas las cosas increíbles que hizo en su verano, junto con los nuevos amigos que pudo hacer; lo único que lo asustaba era saber que tal vez no tendría la misma suerte a la hora de intentar hacer amigos en una escuela, donde él pensaba que no lo tomarían más que una rata de biblioteca.

Sin embargo, había alguien más cruzando la mente de este joven y era Pacífica Noroeste, esa chica de cabellos rubios le tenía intrigado. Pensaba en el cambio que hizo en su forma de ser gracias a él. Definitivamente, estaba ansioso de volver, pero tendría que esperar a que sus tíos abuelos regresaran de su expedición para que tuvieran a alguien que los cuidase.

Pero, sin duda, tarde o temprano, iban a volver.


Decidieron echarse una siesta para matar el tiempo del viaje.

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En el sueño de Dipper...

Se encontraba dentro de Gravity Falls una vez más; sin embargo, no se presenciaba ningún alma alrededor.

—¿Hola! —Dipper trató de hallar a alguien sin éxito—¿Hola! —repitió. Siguió caminando hasta que se topó con un joven de cabellos rubios con una altura considerablemente alta. Este le estaba dando la espalda.

—Pronto —dijo aquel joven caminando lejos de Dipper—, el mundo conocerá lo que es el verdadero terror.

— ¡Oye! ¿Quién eres? —encaró el castaño encaminándose hacia el extraño rápidamente.

—¿Crees que eso importa ahora? —sonrió burlesco—. Esto no es más que un simple sueño tuyo..., ¿o no? ¿Cómo saber que esto no es el producto de tu subconsciente haciéndote pensar que no todo ha terminado? Podría ser el simple hecho de preguntarte: ¿por qué fue tan fácil vencer a Bill? No lo sé..., fue decepcionante a decir verdad..., pero ¿en verdad todo acabó? —Dipper se quedó pensativo en esas preguntas, tratando de asimilar quien era esa persona que ocultaba su identidad. Se dio la vuelta y pudo ver bien su rostro, iris negras, ojos grandes, nariz mediana y una gran sonrisa maliciosa con dientes puntiagudos. Al ver hacia el cielo, se percató de que se había tornado rojizo; las nubes se pintaron de gris y un fétido olor acechaba a su olfato.

¿Qué está pasando! —pensó Dipper retrocediendo con temor.

Aquel chico inició a alzarse entre los cielos con los brazos extendidos y su cuerpo se empezó a transformar, conformándose de piedras antiguas, su cabeza tomó la forma de una pirámide; sus ojos se fusionaron en uno solo y su cabello desapareció.

—¡Soy libre después de tantos años! —rio lleno de regocijo—. Esta vez, ¡nadie podrá conmigo! —el ambiente se sintió pesado—... y tú —señaló a Dipper—. Me guiarás al éxito de mi propósito.

—No..., ¡no! —Dipper se rehusaba a aceptar lo que sus oídos estaban escuchando.

—Así es..., ¡me llevarás a él y consumiré su incompetencia! No será más que parte trascendental en la conquista y destrucción de esta mísera tierra —su figura creció exponencialmente—... y yo —las tinieblas comenzaron a reccorer las calles del pueblo; una gran sonrisa se formó en el ente flotante—..., ¡seré conocido como el Demonio de la destrucción! —cerró los puños con furia—Ni siquiera Él será capaz de detenerme.

—¡No sé quién seas o lo que quieras! ¡Pero jamás ayudaría a gente cómo tú! —protestó con el ceño fruncido mientras señalaba al ser.

—¿Y quién te pidió tu opinión? —aquel rostro piramidal mostró una sonrisa de malicia mientras se acercaba al chico—¿Cómo un ser mortal e inferior como tú puede llegar a ser rival contra un ser divino e inmortal como yo? —cuestionó colocando la palma de su mano en su pecho. Dipper sólo se quedó atónito observando a este ser paranormal, digiriendo sus palabras. Sentía temor dentro de él, pero también había determinación.

—¿Qué es lo que harás? —preguntó tímidamente.

—Lo sabrás antes de lo que piensas —tomó a Dipper de sus brazos y le clavó la mirada con su único ojo—... Por ahora, mira de lo que soy capaz —chasqueó los dedos de su mano izquierda.

De un momento para otro, todo el pueblo se vio envuelto en llamas, varias rocas descendían del cielo impactando en algunas viviendas, desintegrándolas y convirtiéndolas en ceniza. Las calles se vieron cubiertas de sangre, la cual cubría los pies de Dipper; el joven se sintió atemorizado al momento de sentir ese fluido entre sus tobillos. El cielo se oscureció dejando ver dos ojos rojos observando detenidamente la escena. Dipper vio aquellos ojos y sintió más miedo del que pudo sentir en toda su estancia en Gravity Falls.

—Todos morirán... y nadie... sobrevivirá —proclamó una voz muy gruesa para luego desatar una loca y desenfrenada risa maquiavélica.

Dipper estaba asustado y atontado, hasta que sintió que era sacudido por el ente piramidal.

—¡Reacciona! —se detuvo por un momento—. Esto que vez se hará realidad, Dipper Pines..., ¿o debería decir, Mason Pines? —rio. Dipper lo vio asombrado—. Todo será destruido y la vida acabará tal y como la conoces..., solo debes ser tú mismo —dicho esto lo vuelve a sacudir—. Ahora despierta..., despierta, ¡despierta, Dipper, despierta!

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—¡Despierta, Dipper, ya llegamos! —Mabel agitaba a su hermano para que despertara, lo cual pareció funcionar cuando abrió los ojos. Dipper reaccionó bruscamente dando un brinco del susto con la mano en el pecho, específicamente, en su corazón—. Ya no tardamos en llegar a la estación, espero que acepten a Pato, ¡mira lo adorable que es! —le puso a su cerdito en el rostro y jugó con sus mejillas. Dipper aún seguía desconcertado, esto llamó la atención de su gemela—. ¿Dipper? ¿Estás bien? —retiró a su cerdito y dirigió su vista preocupada a su hermano. Luego de unos segundos, respondió.

—Sí... Sí, Mabel. Sólo tuve una pesadilla —volteó a verla—, pero nada de qué preocuparse —rio nervioso.

—Bueno —agachó la mirada—, extrañaré Gravity Falls. Sobre todo, a mi tío Stan... Volveremos pronto, ¿no? —sonrió esperanzada.

—¡Por supuesto! Dudo mucho que haya otro apocalipsis... —después de un momento, ambos rieron, aunque Dipper estaba un poco nervioso. Ese sueño fue demasiado extraño, además de sentirse muy real.

—Sí..., por cierto, vi a Pacífica antes de irnos y me dijo que te extrañaría.

—¿En... en serio?

—Sí, eres un suertudo, tal vez le gustes —le dio unos golpes con el codo. Su charla se vio interrumpida cuando el autobús se detuvo.

—Última parada: Piedmont, California —avisó el conductor. Ambos gemelos se levantaron y procedieron a salir del autobús. Afuera estaban sus padres esperándolos.

Felizmente, los dos niños se abalanzaron contra sus padres envolviéndolos en un fuerte abrazo, diciendo que los habían extrañado. Los señores Pines reaccionaron de igual manera, para luego ayudarles con el equipaje y proceder el recorrido a casa.

El señor Pines se quedó viendo a Pato extrañado, pensando en por qué su hija traía un cerdo. Discutió con ella acerca de su mascota y le dijo que no tenían lugar para su amigo, sin embargo, Mabel no se dio por vencida. Explicó que ella cuidaría de él y que no importaba si dormía en su cuarto. Desafortunadamente, su padre simplemente no quería.

Por otra parte, la Sra. Pines, viendo la desesperación de su hija, se acercó a su esposo y colocó su mano sobre su hombro.

—Querido, solo piénsalo un poco.

—Pero no hay lugar para el cerdo. Además, puede que ensucie toda la casa y haga desastres indeseables.

—¡Yo me encargaría de eso, papá! No tienes que preocuparte, es más, mantendré Pato en mi cuarto.

—¿Lo ves, amor? Deja de ser un enojón y dale a tu hija esta oportunidad. Es su único recuerdo aparte de su álbum de fotos.

El Sr. Pines se quedó un poco pensativo viendo la cara de su hija, la cual mostraba unos ojos nublados que demostraban la más humilde suplica. Soltó un suspiro de derrota.

—Bien, hija, puedes conservarlo.

Mabel gritó de emoción y se abalanzó hacia su padre para darle un fuerte abrazo, al igual que a su mamá por haberle ayudado a convencerlo. Después de sucumbir, todos se fueron al automóvil para emprender el camino a casa.

—¿Y qué tal las vacaciones, hijo? —preguntó el padre sin dejar de vista el camino.

—¡Fue fascinante! —alzó los brazos—. Definitivamente, encontré todo lo que pude haber querido antes ahí... —suspiró.

—¿Y qué hay de ti, Mabel?

—¡Hice muchas amigas! Además de tener a Pato, mi cerdito —abrazó a su cerdito—. Tuvimos muchas aventuras y aprendimos bastante del tío Stan.

—¿Y lograste un amor de verano? —preguntó su madre repentinamente. Mabel se rascó la nuca y luego suspiró.

—La verdad nunca tuve uno que durara. Solo tuve uno y su nombre era Mer... —pensó que sus padres sospecharían del nombre tan extraño, por lo que lo cambió un poco—. Armando, perdón.

—Oh, vaya..., ¿qué fue lo que pasó?

—No creo que lo entiendas, mamá —rio Dipper nerviosamente después de interrumpir. Su madre solo rodó los ojos y pensó que sería mejor dejarlo para después.

Luego de un incómodo momento, llegaron a su destino. Dipper y Mabel sacaron su equipaje y se dirigieron a su cuarto, el cual también era compartido. Sin embargo, el señor Pines ya tenía en mente darle a cada uno su habitación.

—Finalmente en casa —suspiró Dipper dejando su maleta en el suelo y recostándose en su cama. Mañana sería el primer día de escuela, el inicio de la secundaria. Dejó la gorra de Wendy un lado suyo y su mirada se clavó en el techo.

Mabel, por su parte, estaba ansiosa y nerviosa, no sabía si la secundaria sería como Wendy se la pintó. Jugaba con los dedos mientras miraba el cuarto nuevamente, pero al menos ahora Pato la acompañaba. El cerdito se había acomodado en los pies de su dueña. Mabel sonrió para sí.

Ojalá no sea tan malo —pensó sentándose en el suelo junto a Pato, para luego acariciarlo. Pato cerró los ojos y se quedó dormido—. Al menos siempre estará Dipper. Además, me pregunto si conoceré a alguien especial este año, en serio lo espero con ansias. Sin duda haré amigos y, tal vez..., algo más —sonrió ilusionada—, solo tal vez...

Hola mis queridos lectores, y amigos, hemos iniciado este nuevo libro!!! Estará repleto de muchas cosas mágicas y malignas. Secretos y preguntas que serán reveladas. Si leíste mi primer fic, seguro se te contestarán algunas dudas en esta precuela. Sin más que decir, nos leemos en 4 días.

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