I: Oportunidad.
Movió su cuerpo hacia arriba, era hora de levantarse y el hostigamiento mental le avisaba de ello.
Antes de que la típica alarma hiciera su funcionamiento, ésta ya estaba siendo frustrada por un leve golpe de anticipación.
Suelta un bostezo largo.
Su cabellera castaña disponía de un gran alboroto, excusa suficiente para ir de forma predeterminada al baño.
Debía arreglarse, al menos para salir de forma decente a la ciudad.
Una vez dentro, nota deformidad en su camiseta, indicios de un movimiento constante y extenuante.
-Eeeh-Hmmm- Denunció cansada mientras peleaba por arreglar su cabellera.
Bosteza otra vez.
-Se ha vuelto complicado dormir últimamente- Musita en tanto talla la ciliar derecha.
Pasa por encima de la camisa la palma de su mano una y otra vez, casi como si esa acción fuese una solución efectiva al problema que le coteja.
[Qué tan complicadas serán las pruebas de admisión] Abrió la interrogante a sus ciertas inseguridades. Inseguridades no tanto de subestimación personal, más bien de la dificultad laboral al momento de que se lleven a cabo.
-Tengo que seguir esforzándome- Mentalizó aún viéndose al espejo.
Golpeó sus mejillas con cierta fuerza para despertar completamente, haciendo desaparecer cualquier rastro de sueño. Sacude cuatro veces su cabeza.
-Bien, ya desperté- Dijo mientras sonreía.
La fémina al tener todos los sentidos activados, opta por tomar la habitual ducha mañanera. Se desprende de los trapos que subyugan a su cuerpo y preparada para limpiar cada zona íntima, entra a la tina que contenía el agua purificada.
Reposa su anatomía en la base del mueble, entre tanto se talla con la esponja a mano parte del pecho, así como también sus antebrazos, hombros y cuello. Subsecuente, prioriza trasladar continuamente el objeto húmedo sobre sus senos, tanto superficial como debajo de estos para que no quedara ningún signo de impureza.
Repite este proceso para la parte inferior del cuerpo de forma que estuviese lo más limpia posible. Tras unos minutos da fin a la ducha.
Se arropa de una toalla, lo suficientemente grande como para cubrir su torso, y otra que por lo general serviría para secar su cabellera.
Una vez secado cada centímetro de su piel, alista la ropa que utilizaría a lo largo del día, el cual consta de lo siguiente: Camisa sencilla de tintes blancos, pants deportivos de tela negra, sudadera negra con rayas blancas y un par de zapatillas rosadas.
Cada uno elegido para el ejercicio matutino que llevaría en acción.
Se traslada a la pequeña cocina con la intención de elaborar su desayuno, como un sándwich bien complementado y café con leche.
Si bien se atisbaba, dependía de ella misma para la ejecución de cada idea que tuviese, es decir, el que desayunará, que vestirá o que realizará laboralmente hablando. Pues bien, esto normalmente se trata de la idealización independiente, ya que sus Padres no se encontraban ahí mismo, razón por la cual está obligada a pensar por y para ella misma.
Y debido a que la famosa Academia de desarrollo Heroico U. A., está en pleno apogeo por asistir a jóvenes de muchas partes de la ciudad, es cuanto más esfuerzo mental y físico requiere hacer la fémina en sus días de "reposo".
Mientras adquiere energía de los alimentos que consumía, enciende la pantalla que reposa en la sala, más que nada para un fin distractor.
Específicamente establece el canal de noticias, no le dispondrá atención, solo escuchará en tanto sigue moviéndose de un lado a otro para asegurarse de no olvidar absolutamente nada.
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°"Han pasado ya 11 años del suceso que paralizó al país entero, y que por consecuente, casi destruye el concepto de lo que hoy conocemos como Héroe. Fue una gran tragedia.... Para ese entonces la sociedad veía con malos ojos a los Héroes, y no era de menos, el atentado comprometió la vida de no más de 261 personas, personas que no volvieron a casa aquella trágica noche. Sin embargo, cuando se creía que ya no había ningún símbolo de esperanza, él estaba ahí.... Sonriendo para todos nosotros.... Compartiendo una señal de esperanza. Aquella que nos regresó la confianza en los Héroes y que actualmente sigue estando en pie. Hoy como recuerdo en honor a las personas fallecidas, nos acompaña el Héroe más grande de las últimas décadas, el Héroe número UNO de Japón...."° -Pausa- °"¡All Might!"°
Discurseo la presentadora del noticiero mientras daba paso a que la cámara del programa enfocara al inigualable Héroe número 1.
°"Ha-ha-ha-ha"°
Da una gran carcajada entre pausas. Sonríe de esquina a esquina.
°"Todo estará bien, ¿Por qué? ¡Porque ya estoy aquí!"°
Se escuchan aplausos detrás de cámara.
°"Hahaha, muchas gracias Srta. Abe por las palabras tan amables que dedicó. Es más que grato poder presentarme en las instalaciones"°
°"Hehe, la verdad es que no puedo evitar sentir emoción al tenerlo aquí presente"°
La dama ríe muy nerviosamente mientras esboza una sonrisa para disimular ese defecto.
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A la peli-castaña le interesaba la sección que el noticiero presentaba en ese momento, no obstante, por más deseos de verlo no podía darse el lujo de alterar la rutina/horario que implantó últimamente.
Apaga la pantalla.
De su bolsillo saca un móvil visualmente económico o al menos del que se podía permitir tener. Va al apartado de mensajes y continúa por abrirlo.
Dentro encuentra el último mensaje que sus padres habían enviado: "Sentimos mucho la demora hija.... Sabemos lo difícil que son tus actividades que te has propuesto hacer para mejorar muchos aspectos, entre esto el deseo que nos contaste sobre entrar a la prestigiosa Academia de Héroes. Por eso queremos desearte lo mejor, desearte el mayor de los éxitos, y que sin importar nada te amamos más que cualquier otra cosa en este mundo. Esperemos tus esfuerzos den frutos. Desde este lado, te estaremos apoyando. Con cariño, tus padres", decía.
Nuestra protagonista presiona contra su pecho el aparato, significando mucho aquellas palabras que sus Padres le regalaron como forma de apoyo.
En ellos es que la chica mantenía su deseo de convertirse en Héroe. Tenía una "deuda" que cumplir, o también denominado presente.
Resguarda el objeto desde su escondite.
Inhala y exhala unas cuantas veces, esboza una sonrisa determinante, toma su mochila donde contiene sus recursos básicos y sin más reemprende su salida al exterior. Había dos lugares que tenía en mente, dos de los cuales uno era el más recurrido para sus ejercicios físicos.
Transita las banquetas con relativa normalidad, sin prisa alguna, mientras avizora el radio de su alrededor, cada característica que resalta frente a sus retinas oculares.
{Bien. Tengo 2 hrs. para enfocarme en los estudios. A éstas horas el local de Tongu estará abierto, si me apresuro antes, llegaré al parque para el calentamiento principal.... Ehhhh} Mentalizó todo el enfoque planificado, pero al mismo tiempo su facción proyecta de forma jocosa (cómica) la sensación de pesadez al recordar lo que debía accionar.
Suspira como si su alma hubiese abandonado su cuerpo. Ni siquiera había comenzado y ya recuerda lo exhausta que quedó los anteriores días; los brazos entumecidos, las piernas con mialgias, el cuerpo pesado, cada músculo de su cuerpo sin fuerzas.
Se demandaba más de lo que creía aguantar.
Pero ahí estaba, caminando directamente hacia el parque, intentando mejorar como podía.... como se le permitía.
.......
Durante un lapso breve llegó al destino marcado, dándose paso a entrar al gran campo verde, rodeado de una basta fauna y al inquebrantable sonido de la naturaleza, la paz, la tranquilidad, la libertad.... Un ambiente ambiguo que cada persona lo interpretaría de diferentes formas.
Ese día en especial, abunda una constante calma debido a la carente señal de actividad. Normalmente era propenso encontrar a no uno, ni dos si no a muchas personas pasear por los alrededores, yaciendo llevando a cabo diversas actividades sociales u personales, así como también perder tiempo o bien explorar y vivir la experiencia acogedora de la serenidad.
Pues bien, ahora la oji-pardo detenta lo que el parque Etsu ostenta en vacío perimetral, aprovechando que aún el tiempo le tenía consideración. Deja la mochila en la primera banca que observa, así mismo gesta la idea de calentar antes de predisponerse a trabajar con el ejercicio aeróbico que concebía mentalmente.
Cada maniobra estaba acatada en el mismo punto instaurado. Sus movimientos llenos de torpeza destacan, el inexperto andar de cada flexión, y la falta constante de conocimiento opaca la idealización del arduo entrenamiento.
Como primeriza de algo que se volvió nuevo en su vida, muy pronto tendría que priorizar, si no es que ahora, la concepción de que toda aquella labor significa en palabras de intención férrea, nada para un Héroe Profesional.
{¡No es suficiente!} Caviló (pensó) determinante, demandado aún más ahínco (esfuerzo) sobre su trote, aumentando los niveles de pulso que efectúa el corazón, y por obvia razón haciendo trabajar, el doble, sus pulmones.
Debía mejorar, tenía que...
El engorro sonido de la llamada entrante que residía del celular se prolifera en el cuarto poco escombrado del chico que aún caía acostado en su sueño profundo, pero que se vio obligado a regresar al mundo real por la cita que no quedo subyacente sobre sus planes.
Bostezó aún somnoliento, mientras inepto, busca el objeto que subyugó los satisfactorios minutos de siesta. Un par de intentos fracasaron, pero inevitablemente consiguió sostener sobre su palma el aparato.
-Cómo se.... Usaba ésta cosa....- Enunció casi como si sufriera disartria, cosa que en realidad no padecía pero tal pinta mostraba lo contrario.
Interactúa poco convencional con la pantalla del celular, impregnando visualmente la ignorancia que poseía al manejar un aparato sencillo como lo era el móvil. Incluso siendo ese un defecto, no lo detuvo, arrastrando el dedo para tomar la incesante llamada que no paraba de importunar al azabache.
-¡Por fin has correspondido la llamada, idiota! ¿¡Acaso tratas de evitar tu entrenamiento!? ¡Espero y no te estés arrepintiendo!- Bramó molesta desde el otro lado, insinuando las claras emociones negativas que sentía por la nula importancia que parecía darle el joven oji-oscuro.
El chico se sobresalta en un periquete una vez escuchado la voz detrás de la llamada, mostrando su faz nerviosa e intimidada tras reconocer esa vocalización familiar.
-¡L-Lo siento...!- Dialoga apenas coherente gracias al breve tartamudeo -Me quedé tan dormido que olvidé pre-presentarme al entrenamiento, hehehe.... He....- Ríe para aliviar la tensión.
-¡No quiero más excusas Goku-san! Preséntate lo antes posible, ¿Quieres?- Tras exclamar la última oración cuelga de golpe la conversación.
-¡Rayos! Cómo se me pudo olvidar-
Salta de la cama con prisas, coge la primera prenda que ve y sale sin delicadeza de su habitación, azotando en el proceso la puerta principal que divisaba el pasillo con su cuarto. Vaga directamente hacia la cocina mientras aún se empecina en luchar por ponerse los pantalones deportivos oscuros que adquirió al azar.
-Ya te has levantado- Profirió quien parecía ser la madre; se encuentra lavando los primordiales utensilios de cocina y uno que otro traste sucio tras su uso pertinente.
-Si.... Hahahaha...-. Rasca su nuca mientras consagra una amable sonrisa.
-¿Goku? ¡No puedes hacerlo de costumbre! ¡Ni mucho menos debes ser alguien irresponsable! Eso habla pésimo de quien eres- Le regaña con un semblante serio, mientras lo señala para remarcar tanto su actitud como su punto.
-¡L-Lo siento Mamá!- Goku sentía un gran golpe de realidad al ser su madre quien se lo decía.
-No te disculpes conmigo. Tienes que disculparte con Fukuda que fue a ella quien realmente defraudaste, ¿Entiendes?- La alta vara de seriedad decayó levemente hasta ser una actitud más comprensiva con su hijo.
-Lo haré, lo haré- Repitió en paralelo movía de arriba hacia abajo su cabeza como forma afirmativa de su disposición para disculparse.
-Pero quisiera comer algo antes, hehe....- Ríe el chico con la identidad desvelada como Goku, quien sustenta un comportamiento despreocupado de lo que le rodea y a las situaciones que le abordan en su día a día.
-¡No tienes solución!- Murmuró la mujer de edad aparentemente mayor pero que de sus facciones compartían la belleza juvenil.
Sujetó un plato del cual llenaría con proporciones de alimento cocinado para aquella mañana que se convirtió en tarde, después se lo ofrece al joven dejándolo en la mesa mientras volvía al trabajo del hogar.
-Puedes dejar el plato en el lavaplatos, lo lavaré una vez termines de comer, hijo- La madre no dispuso de atención a su hijo, pero el mensaje lo dejó más claro que evidente.
Arrasó el alimento consumiendo grandes proporciones con la cuchara, llenando su boca hasta que sus cachetes se hicieran dos globos procurando que no se atragantara estúpidamente o que por consecuente el bocado se abriera paso directamente a la garganta. En menos de un minuto terminó, y así como lo hizo se levantó, abandonó el traste donde le fue instruido y rápidamente se marchó hacia la entrada principal no sin antes despedirse con la mano en alto -Adiós Mamá- La bella dama corresponde la despedida con una sonrisa dulce y cálida en un último afecto materno de esa tarde.
(Ella lo era todo...)
Se aventuró en las calles de la inmensa ciudad, contemplando lo más irrelevante, examinando lo más destacable, perdiéndose literalmente en las direcciones y guiándose por las localidades que afincó con el paso del tiempo. Tiempo le llevó pero en menos de lo que esperaba su trayecto concluyó afuera de un centro comercial en el que la tal Fukuda aguarda paciente su llegada.
-¡Amélie-san!- Voceó el nombre femenino de su conocida sin importarle mucho lo jactancioso que fuese a ser.
Físicamente descrita como: cabellera suelta/larga, grisáceo de ojos celestes, busto grande y arropa un traje especialmente de Héroe profesional bastante ajustado a su cuerpo. (Básicamente como la mayor parte de diseños de monas chinas que hizo Horikoshi)
(El diseño lo pueden imaginar a su gusto)
-Hasta que te presentas baka. Aún no puedo creer que desperdicie mi tiempo de descanso para entrenarte y que tú no llegues a la hora indicada- Continúa por regañar a el oji-oscuro, cruzada de brazos.
-Una disculpa- Goku le sonríe casi como una salida del conflicto.
-Me perdí mientras trataba de encontrar el centro comercial de Shibuya, eso me llevó aún más tiempo- Apenado se rasca la nuca.
-Debe ser una broma.... ¿Realmente tienes 17 años? Cuestiona incrédula.
-Si, ¿Por qué la pregunta?- Un resplandor de ingenuidad sobresale de la contestación que presentó Goku.
-Era una pregunta retórica.... -Suspira- En fin, iremos al distrito Harajuku para comer algo-
Se da media vuelta para empezar el recorrido establecido, dejando pasos atrás a Goku mientras este le sigue el paso a su ritmo, evidentemente sin asolar la conversación que erigieron.
-Al menos no tuviste que firmar autógrafos- El chico primeriza la palabra con serenidad.
-¡Es todo lo contrario! Tuve bastantes personas alrededor mío como para llenar el centro comercial.... Una lástima total porque tuve que rechazar firmar autógrafos esperando a que llegaras-
-Ya dije que lo sentía- Vuelve a dar una carcajada nerviosa.
-Uhm, no soy tan popular como las otras héroes.... Mt. Lady, Ryukyu.... Pero tengo una base de fans que aprecian lo que hago-
Verla expresarse es como si estuviera peleando consigo misma de una forma mental, tratando de convencerse de que no era una suela maltratada a lado de Héroes de gran calibre que superan las expectativas ordinarias. Quedarse callado y escuchar es lo más aceptable que Goku podía hacer respecto a esos temas, ya que de igual forma no sabía ni le interesaba en lo más mínimo.
-Ya lo sabrás cuando te vuelvas un Héroe Profesional. Pero para que llegues a esa meta primero debes prepararte en muchos aspectos-
Apresura su andar con el objetivo de estar al lado de ella, y así tener una mejor convivencia o que al menos la interacción sea consumada de la manera correcta.
-¿Por qué quieres ser un Héroe?- Le interroga como un examen andante pero estando intrigada por las respuestas.
-Porque quiero.... ¿Salvar vidas?- Su vocalización es redundante a la inseguridad.
-Suenas inseguro- Incluso Amélie se percató de aquella oscilación que abunda en las silabas de su aprendiz.
-Es que yo.... En realidad quisiera conocer muchos Quirks diferentes y lo fuertes que pueden llegar a ser para poder enfrentarlos en una lucha amistosa. Y claro si también la oportunidad se presenta, pelear contra villanos increíblemente fuertes- Un destello de emoción resaltó en cada poro del adolescente, sus ojos brillaban como haz de luz en su máximo esplendor continuado de la sonrisa esbozada en su expresión, sin detener ni un minuto el traslado que trajinó desde hace tiempo.
-¡Cálmate chico listo!- Ella imita la sonrisa, aunque con diferente propósito -Un héroe es más que eso.... Los objetivos personales suelen quedarse en un plano secundario por el bien común de la sociedad. Pelear con otros héroes es.... Muy raro de ver cuando no es en entrenamientos o pruebas culturales. Además....- Pausa para sonreír en un tono fanfarrón -Ya me dirás tú que querrás enfrentarte a All Might-
-¡Si!-
Goku alza la voz aún más emocionado.
-Hahahaha....- Ella rompe a carcajadas.
Los nervios faciales desarrollan una expresión confusa al comportamiento de su considerada "hermana mayor ".
-¡Antes de que siquiera comience el combate ya estarás por los suelos Goku-san! Hahaha....-
Subsigue con las carcajadas.
-¿Eh?- La confusión es lo primero que resalta el disertar del peli-punta.
-Dudo que el Héroe más grande siquiera piense en pelear con alguien inferior-
Vocifera planteando los diferentes resultados sin frenar ese toque de arrogancia, alejándose inconsciente de su acompañante mientras el mismo continúa por seguirla pero sin brindar en consideración su total atención.
[Es un hecho....] Pensaba.
Deseaba entrar a la gloriosa Academia U. A., pero de cierto modo ser un héroe no era la meta final que acecha aspirar, es decir, le parecía increíble, interesante o curioso, no obstante subsistía la idea de solo querer pertenecer a algo y no estar encuadrado en ese margen de justicia al que muchos soñaban alcanzar. Dentro de lo que sentía, un vacío inconmensurable consumía su ser poco a poco como una bomba de tiempo, subyugando el motivo de estar vivo o los deseos por los cuales persistía en estar de pie.
¿Por qué se sentía tan vacío....?
-Solo una taza de café con leche por favor- Pidió con cortesía, la amable chica de rostro redondo mientras sonríe dulcemente a la mesera.
Asiente mientras corresponde con un gesto alegre la fémina de servicio, alejándose de la mesa en la que nuestra protagonista se incorpora.
Nombre: Ochako Uraraka....
Llenó con tinta de un bolígrafo el espacio que correspondía, afiliado a la guía de simulación que imita al examen escrito del próximo requisito de aprobación a U. A. En paralelo dos pequeños materiales de estudio se suspendían en el aire cerca de ella, pertinente al Quirk que concebía cuando era niña.
Cada yema por cada dedo poseía una almohadilla, idéntica a la de los gatos, que le posibilita la habilidad de hacer flotar (en términos más estratos privarlos de la gravedad impuesta que posee la Tierra), objetos inertes, estructuras o/y seres vivos, aunque esto último sea solo especulación. Estudiaba para el examen de conocimiento pero también prioriza mejorar su Don en estándares bajos, haciendo flotar cosas sumamente sencillas lo que le facilita trabajar en dos aspectos al mismo tiempo.
Rellena cada casilla en la que cree correcta.
La expresión facial va arrugándose de forma jocosa, sumando a su frente una sombra abrumadora que proyecta su furia al pasar por los temas más complejos.
[Ehhhh.... ¿Q-Qué se supone debería de responder?] Duda del cognitivo cerebral que adquiere.
No era una cerebrito, su aporte en cuanto a inteligencia estaba al nivel promedio, no obstante de aquello que no detenta lo fortalece a su rápida retención de información así como de su facilidad para leer las situaciones y entender a las personas. Si bien ahora no ayudan esas características era un hecho que tampoco se trataba de una tonta.
Aprendía de experiencias erróneas para tener la mínima comprensión de la veracidad del contexto en el que se situaba. Le fastidiaba, si, pero terminaba por aprender ha resolver los problemas.
-¿Complicado?- Dialoga la mesera quien ya traía consigo la bebida demandada.
-¿Eh? Hehehe.... Un poco, si- Ríe con una gran gota de sudor deslizándose entre su piel de tez clara y su cabellera marrón.
-Pues mucha suerte en tus exámenes-
-Gracias-
Se retira no sin antes dejar la bebida solicitada.
[¡Ay vamos! ¡No puedo creer que esto se me esté haciendo tan pesado!] Gritó internamente mientras sus ojos se mostraban blancos como un ser sin vida.
-Si sigo así no avanzare nada- Recarga su mandíbula entre la palma de sus manos.
Repasa la lectura, repasa la pregunta y la respuesta parece tomar forma, volviéndose concisa, coherente, clara como la nube del cielo que viaja sobrepuesta encima de la ciudad.
-¡Waaaa!- Reacciona como alguien que le fue revelada la absoluta verdad.
-¡Ya lo entiendo todo!-
Profirió tan alto que no le importa llamar la atención. Choca el puño contra la palma de su mano, ampliando una sonrisa de grata satisfacción que tuvo origen al entender ese tema intricado.
Coge su bebida y le da un gran sorbo que hizo.... Su faz se paraliza, el color cambia bruscamente al de un rojo intenso, tan intenso que podrías confundirlo al de un jitomate liberando una gran carga de presión que se acumuló durante mucho tiempo.
Escupe el líquido con facciones cómicas mientras agita sus manos de un lado a otro, alborotada por exponerse a la alta temperatura del café con leche.
-¡Aún está caliente!- Exclama exaltada aún siendo bastante graciosa la situación.
......
Las estrellas brillan en el oscurecido firmamento, señales de astros que probablemente sean un último suspiro de vida. El satélite natural también dispara una luz brillante que aturde a los ciudadanos japoneses, gracias a aquella forma redonda que atisba un tamaño enorme al del habitual.
Arribó nuevamente al domicilio que le acogía siempre, entrando por la puerta principal mientras se deshace de las zapatillas y las intercambia por pantuflas pre disponibles cada minuto del día. Suspira, camina hacia la sala y deja la mochila en el sofá. Sienta su trasero de igual forma.
Cómoda saca del bolsillo su celular y se dirige al apartado de mensajes, abriendo de vuelta el correo de sus padres.
Piensa.... Duda de si redactar un mensaje era lo correcto.
Sobre-analiza y finaliza retirando la idea.
-Ya no quiero.... Ser una carga para ellos-
Alza la vista al techo.
-Siempre han estado pendientes de mi, de mi debilidad y torpeza cuando era una niña. Incluso ahora que ya he crecido, no dejo de causarles preocupación. Tienen suficientes problemas como para ser yo quien agregue otra carga más-
-Si fallo....-
-Si no entro....-
Entrecierra a sus ciliares....
-Jamás podré verlos a la cara otra vez...-
..........
Sostiene la manija, jala hacia él y abre la puerta mientras se abre paso dentro del apartamento.
-¡Con permiso!- Vocifera cerrando otra vez la entrada.
Han transcurrido dos días desde que Amélie Fukuda instruyó a Son Goku en un entrenamiento preparativo para su ingreso a la academia de Héroes. Lamentablemente debido al comportamiento despreocupado de Son Goku, ella tomó con más agresividad la preparación física del joven exigiendo el triple de esfuerzo, total atención en sus prácticas y que su descanso fuese nulo.
Sin embargo aquel día fue.... Desemejante.
Según el reloj marcan 1:04 de la madrugada, tiempo preciso en que el joven peli-negro regresó. Muy extraño venir de él. Físicamente manifiesta agotamiento, fatigado de haber llevado a cabo una actividad, como si hubiese sido solo unos minutos atrás. Una respiración agitada se volvió constante sin poder manipular las pausas.
Otro motivo raro.
-¡Hola Mamá!- Le sonríe una vez que se la encuentra sentada en la sala disfrutando del entretenimiento televisivo.
En cuanto Gine Ogawa escucha el clamo de su hijo no pensó dos veces para correr hacia él, preocupada del lapso en el que tardó en retornar de su escape emprendido.
-¡Goku! ¡Q-que bien que estés bien! ¡Me preocupaste!- Le reprocha enojada y aún alerta. Examina la anatomía del chico con el interés de descartar cualquier señal grave.
-¿¡Por qué tan tarde jovencito!?- Ahora se avizora más molesta.
-L-Lo siento.... Hahahaha- Cada carcajada ilustra la evidencia del sentimiento nervioso que pretende disimular.
-Amélie-san me asignó algunas cuantas horas extra de entrenamiento-
-¿Horas extra? ¿A éstas horas?- Sospecha.
-Ajá. Ella se molestó tanto hace dos días que de lección me obligó a entrenar arduamente. Hoy dijo que se concluye hasta altas horas de la noche-
-Fukuda-san es muy dura.... Pero dudo que sea muy severa- Dudosa la mujer madura infiere. Inquieta frota su barbilla pensando que tan verídico es lo que diserta su hijo.
-Yo....-
-En verdad lo siento Mamá....-
La actitud desinteresada del enérgico joven descendió en picada. Su voz se oía deprimida.
-No se repetirá-
Desvía la mirada mientras agacha la cabeza.
Suspira la mujer de alta edad.
-Solo me preocupé eso es todo. Sé que puedes cuidarte por tu cuenta, pues ya eres un chico bastante grande. Pero eso no consigue evitar que me preocupe por ti, ¿Entiendes?- Sonríe con dulzura intentando subir los ánimos perdidos de su descendiente y que captara los sentimientos que se desarrollan al ser su madre.
-Si, entiendo-
Goku no salía de esa sensación instaurada.
-Tomaré agua-
Gine contempla a su hijo moverse aún en ese estado decaído.
Desplaza su cuerpo a la cocina, coge un bazo, lo llena del líquido vital y bebe plácidamente de éste. Mientras consumía de la refrescante agua pudo atestiguar que el plato en el cual desayunó aún quedaba abandonado sobre el lavaplatos, sucio desde hace ya dos días que hizo uso.
Le extraña pues Gine siempre hacia las labores de la casa puntualmente, y dejar no solo un traste sucio era sin excepciones lo primero en eludir.
-Mamá... mi plato... los platos siguen sucios desde hace dos días-
-¿¡De verdad!?- La melodiosa voz de la peli-oscura es altisonante, apenada por la repentina aclaración que afaca (enfoque) su falta de labor domiciliaria.
-Olvídalo... tal vez sea el de ésta mañana- Discernió cuestionando su convicción, ya que incluso él distingue lo que ocupó a tempranas horas del día.
Palidecen sus pensamientos ante las dudas....
La culpa consumía la moral que luchaba por abrazar...
Analiza los nudillos de su mano derecha...
seguían...
ensangrentados....
1 Mes después....
"Continúan los esfuerzos en la búsqueda del responsable que acabó con la vida del oficial y jefe de departamento policial -Keitaro Hitoshio-. Los investigadores siguen dando hincapié en que pronto obtendrán pruebas que los acercarán aún más al horrible autor...."
Interrumpe la transmisión apagando la pantalla desde el control, limitando en ese momento la información diaria del noticiero, ya que tenía suficiente con los nervios que le carcomen al ser el tan esperado día de los exámenes admisibles.
Fue bulliciosa durante casi dos meses, un ir y venir a diario con descansos poco frecuentes que se apilaban entre si para moldear la excelente rutina de providencia definitiva.
Arropó de una sudadera sencilla de tela café topo que avasalla el último uniforme que portó en secundaria, además de también echar encima del cuello la ordinaria bufanda para invierno. Sale de casa en una tarde nublada con el fresco ambiente del día.
Los planteles se hallaban a 1 Kilómetro del vecindario en el que Ochako vivía, haciendo ameno la caminata hasta allá.
Tras llegar al inicio de la entrada hacia el edificio, una multitud de jóvenes entran tranquilamente por las puertas, adentrándose al desconcertante destino que les espera como futuras promesas de la sociedad. Uraraka imita a quienes visualizó no sin antes salvar de un tropiezo al joven peli-verde que cruzó enfrente suyo.
-Tropezar y caer antes del comienzo de los exámenes es de mala suerte- Enunció con una linda sonrisa mientras junta las palmas, desactivando su Quirk en paralelo.
Le deseó mucho éxito y continuó por entrar.
Ella igual era devorada por muchas emociones, entre estos los nervios; el desconcertado pensamiento del fracaso, de la insuficiencia en su habilidad mental, del poco potencial en las destrezas físicas que fortaleció, que luchó arduamente y sudó por mejorar hasta el cansancio.
Tantas ideas atormentan su mente, tantas y jamás se planteó voltear para salir huyendo. Tomó asiento mientras el Teatro aún se atiborra de estudiantes temerosos, ansiosos de que podría ser un momento importante en sus vidas como adolescentes.
[¡Vamos! ¡Estoy lista!] Mentalizó audaz en un faz preocupado.
La atmósfera opresora es prolongada por un discurso introductorio que fomenta con fines inspirativos un Pro-Héroe y profesor de la Academia. Después de la charla motivacional se dispusieron las pruebas para su elaboración.
Ochako respira con serenidad.
Suspira.
Dialoga en susurros buscando autoconfianza.
Cierra las ciliares.
Abre de nuevo.
Ciñe en su mano el bolígrafo y más autoritaria procede a analizar cada pregunta, cada enunciado, cada fracción de texto plasmado en la hoja, rellenando cada casilla que denomina cerca de lo correcto. Sin apreciar el tiempo ultimó de concluir el cuestionario plantado entre sus manos, presionando fuertemente el material sensible debido a cierta inseguridad que nació al momento de terminar.
Lo único que quedaba era confiar en que las respuestas erradas fuesen una minoría a comparación de las acertadas.
El receso advino después de una hora ajetreada de conocimientos cognitivos, cuestiones morales u éticas y autopercepción del entorno social en el que se vive. A continuación todos sin excepción requerían de cambios en la vestimenta para la verificación y demostración del rendimiento físico.
La adolescente se anticipó con una indumentaria casual (deportiva) bastante flexible que se ajusta a contextos como los que estaban por venir aún cuando no era totalmente ostensible el escenario.
Grandes puertas se alzan por encima de todo panorama que el ojo humano podía contemplar, protegiendo así mismo lo que yacía en una ciudad simulada como paraje de uso privado.
Muerde el labio inferior, síntoma de un nerviosismo que no era suprimible.
En cuanto se abran comenzaría el reto que catapulte su vida... la vida de sus padres...
1... 2... 3... 4... 5...
Sin previo aviso las puertas que sirven de obstáculo son hendiros (abiertas) al punto de dejar un estrecho espacio por el cual pudiesen colarse los candidatos jóvenes. Todos al andar del viento entran corriendo como el galope de un caballo en libertad, acelerando su paso por las ya no desoladas calles con el objetivo en mente de afrontar lo que sea que les espera.
Precavida trota moviéndose entre diferentes zonas del pavimento, dando vuelta a la derecha, girando a la izquierda, analiza lo que le cruza a plena vista. Casi como un llamado al peligro máquinas abstractas emergen del área, saliendo de las edificaciones y callejones que aúpan (alzan) precedentemente.
Muchos de estos eran objetivos de eliminación, así que eventualmente la fémina debía de actuar si quería conseguir un puntaje decente. No reaccionó acometida y en su lugar primero quiso utilizar su ingenio.
El Don de Uraraka no presenta altas ventajas ofensivas pero... si utiliza el escenario como su arma principal la ruleta gira a favor.
Corre hacia escombros dejados por luchas ajenas de los demás. Hace que los elementos más pesados se suspendan a cierta altura que al descender tengan un efecto de proyectil en picada, sin embargo requiere de acrecentar la chatarra para que pueda extender su uso de forma práctica.
Concentrada agarra valor para ágilmente acercarse esquivando y tocando el costado de cada robot que irrumpe mientras activa su peculiaridad con tal de que, una vez arriba, los haga caer hasta destruirlos. ¿Lograría su cometido sin dificultad alguna? Esperaba que así se prestara la situación, pero teniendo presente que carecía de avances en su Quirk debido al inoperante empeño que le puso por mejorar, aquella presunción llegaría a extinguirse.
Despoja del don desencadenando el impacto contra el suelo. Estos se destrozan en cuanto entran en contacto con el pavimento, expulsando al azar otras piezas que los conforman. La respiración se volvió pesada ya que explota las limitaciones exploradas del Quirk, ejerciendo de su uso un pesar.
Vuelve al lugar del evento empedernida con el plan discurrido, ahora ésta vez alzando más piezas hacia el firmamento; mueve por encima de la demás maquinaria y en una ejecución rigurosa deja llover proyectiles a alta velocidad que se incrustan sobre las carcasas metálicas. Repite éste procedimiento cinco veces más dejándola fatigada.
Se tumba en el suelo de rodillas en tanto lucha por respirar.
-P-por fa... vor... que esto sea suficiente...- Su cara restriega dolor y cansancio.
A pesar de irle medianamente bien, no consiguió librarse de ciertos golpes. La codificación era ser una adversidad balanceada para el adolescente evitando que los dañaran de gravedad. Algo que por lo visto funcionó correctamente.... O eso se cree....
Nadie imagina lo que se aproximaba....
[Los puntos... conseguí los suficientes... Ahg...] Gime de dolor cuando irgue su cuerpo a la postura común.
Sus ojos se convirtieron en espirales mientras el suspiro de su alma muerta sale de su boca. Una cómica descripción que encaja visualmente.
[¡Bien, bien, bien! ¡Se logró! Lo hice, ¿Verdad? Yo... pude hacerlo por mi cuenta, ¿No? Fui capaz de...] Orgullosa de si misma cavila esbozando una sonrisa satisfactoria.
Si los resultados de ambas pruebas terminan por ser aprobatorias, el gran sueño que tuvo desde pequeña... el anhelo que creció con ella... el deseo por darle a sus padres una mejor vida... ese sueño de ser heroína... solo entonces aquel primer peldaño habrá subi....
Uraraka es atraída a la realidad cuando el suelo se estremece agresivamente, muy similar a la furia en la que las placas tectónicas ejercen contacto para liberar energía, sin embargo esto no tenía afiliación con aquel evento natural de la Tierra. Al contrario de lo que se piensa, el estruendoso sonido de pisadas colosales acercándose al área es lo que advierte del inminente desastre que estaba a punto de acontecer.
-¿Eh...?-
La asombrada y asustada expresión de Ochako al avizorar al responsable de todo escándalo es la perfecta representación del miedo puro consumiendo a una persona -¡N-no!- Murmuró aterrorizada en cuanto una máquina colosal del tamaño de un edificio hace emersión de entre estos mientras derrumba las construcciones cercanas.
Muchos huyen al sentido contrario una vez que son testigos del poderoso robot abocándose. Quería huir también, de hecho lo hizo, pero aunque aceleró el paso fue alcanzado en dos simples zancadas. No es que fuese veloz el movimiento del robot, es todo lo opuesto no obstante la ventaja fue el enorme tamaño que ostenta, siendo una horrible suerte para ella.
[¡¡No!!] Grita internamente aún intentando huir.
Sin notarlo la edificación cercana colapsa de un golpe que por consecuente produce una lluvia de grandes escombros siendo expulsados a varias direcciones e inevitablemente incluyendo el sendero de Ochako.
Por inercia la peli-castaña reacciona en tirarse al suelo una vez que avista desde el rabillo la caída de los escombros, salvándose de ser aplastada por estos pero quedando aprisionada en su lugar.
Debido a la mínima diferencia de altura en la que descendieron los residuos, favoreció en no lastimar de gravedad a la chica, sin embargo, si aquello no lo hizo la máquina imparable lo hará.
Intenta moverse pero sus piernas eran subyugadas por las rocas.
La desesperación ahora envenena por completo su mente.
-¡¡Por favor ayúdenme!!-
-¡¡SÁLVENME!!- -¡¡POR FAVOR!!-
Estira su brazo como si pretendiera alcanzar la muchedumbre de chicos que se alejan acobardados.
¿Así terminaría? ¿Hasta ahí llegaría su vida? ¿Moriría tan joven? ¿No podría vivir su sueño?
[¡¡No quiero morir!! ¡¡NO QUIERO MORIR!!]
Lágrimas recorren su facción mientras insiste en gritar internamente el temor y el miedo que sentía.
[¡Por favor...! ¡Que alguien me salve! ¡Sálven...me!]
Espera el único destino que le aguarda, cediendo su vida al mismo tiempo en que cierra sus ciliares con fuerza esperando la muerte.
Ese sonido.
Ondas sonoras de un metal que no frena su andar.
Aquí viene...
.....
-Tranquila hija... No te preocupes, no es nada grave-
"Una pequeña niña elimina las lágrimas que invaden y proclaman sus globos oculares en un intento por avasallar el llanto."
-No puedo hacerlo-
"Musita triste en tanto divisa a sus padres."
-Ochako, cariño... tal vez no ahora pero créeme que lo conseguirás... No estés triste. Tú padre y yo estamos muy orgullosos de ti-
.....
El sonido es opacado por el estruendo de dos fuerzas chocando entre si.
-¿¡E-estás bien!?-
Con asombro abre los ojos al oír la cuestión formulada, solo para girar y contemplar a un chico peli-oscuro que le sonríe abiertamente mientras carga sobre su espalda todo el peso concentrado del titán metálico.
-Yo te... salvaré...-
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Hola buenas...
Nos volvemos a ver después de un madral de tiempo (literalmente un año xd). Pero bueno, he aquí mi regreso con una historia que prometí hacer desde hace ya 3 años y que por fin me motive en escribirla así como publicarla.
Solo unos puntos que aclarar en cuanto a la historia.
1. Una disculpa por la demora excesivamente larga y también por si encuentran fallos en la lectura. Últimamente Wattpad se ha vuelto una porquería para editar hasta el punto de darme problemas cancerígenos. Traté de arreglar todos los errores que pude notar durante la edición.
2. Por si no era suficientemente claro, el protagonismo del Fic es para Uraraka.
¿Por qué? Porque me pareció muy buena idea.
Cabe aclarar que ELLA es PROTAGONISTA y SON GOKU es el PERSONAJE PRIMORDIAL.
Es decir, la mayoría de situaciones son desde la perspectiva de Uraraka y quien mueve la trama es Kokun. Que no haya confusión.
3. Este fan fic es el auténtico Goku en My Hero Academia. No es la historia de un ship aparte, ni nada de eso, es mi interpretación del crossover así que es el definitivo.
4. Si no les parece el ship de GokuxUraraka pues me importa una mierda (pueden irse a leer la historia cliché de siempre donde se despacha a Nejire o Momo, que sé yo).
5. No seré fiel al manga, quiero decir, no seguiré los acontecimientos respectivos de la historia original.
6. Los tiempos en que suceden ciertos hechos del Fan Fic pueden ser confusos, así que presten atención a la redacción y momentos clave.
Creo haber dicho todo, luego daré información extra sobre este proyecto que es uno de los dos fics más ambiciosos trabajados hasta la fecha.
Antes de despedirme, al final de cada capítulo publicaré una imagen de la waifu protagonista, solo para rellenar.
Ahora sí, nos estamos viendo en el segundo capítulo que estoy ansioso porque lo lean.
Chao....
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