Cuando despierta, Taehyung observa al pelinegro que se encuentra recostado a su lado. Se levanta y camina desnudo al cuarto de baño.

–Si quieres darte una ducha puedes coger una toalla limpia del armario que hay en el baño –le dice Hoseok adormilado–. ¿Qué hora es?

No obtiene respuesta.

Taehyung se gira y analiza al chico con el que ha pasado la noche. No puede creerse que se haya acostado de nuevo con el mismo hombre.

¿Ha sido por el vino? ¿Algún tipo de excitación inevitable? ¿Le apeteció intimidar con la persona que ha sido su sombra desde hace nueve meses?

Frunce el entrecejo y solo cierra la puerta para luego adentrarse a la ducha. Un chorro de agua tibia cayó de golpe sobre su descubierta piel.

¿Acaso ha perdido su memoria? ¿Por qué no recuerda haber llegado ahí? La noche anterior fue como las demás veces, no dejaron ningún rastro de lo que hicieron.

Sale de la ducha y va hacia la cómoda de toallas desinfectadas. Coge dos, con la más grande envuelve su parte baja, y la siguiente lo coloca sobre sus hombros, debajo de sus hebras dorados.

Al intentar salir del baño se topa con el pelinegro espiándolo.

–¿Qué haces aquí? –pregunta.

–Na-nada –remueve su cabello–. Solo quería entrar a bañarme, pero ya veo que has terminado –dice con una sonrisita nerviosa.

–Yo estaba duchándome, no era necesario que entres. ¿Por qué aún no te has puesto tu ropa? –cuestiona el rubio al ver a Hoseok sin nada encima.

–Es que... –trata de excusarse pero no se le ocurre nada. Él solo quería pasar más tiempo con Taehyung.

–Ponte algo o ve a ducharte –le ordena.

Mientras se seca el cabello al lado de la cama de doble plaza, examina cuidadosamente la desnudez del chico con quien se acostó, lo ve moverse de un lado a otro buscando ropa limpia.

Oh, chico desnudo, sé que no pude dudar. Me excité anoche pero, no hay nadie que pueda derretir este cerebro frío.

–Tae –lo llama cuando consigue cubrirse con una bata blanca–. Entraré a ducharme. ¿Quieres pedir algo para merendar?

Taehyung pasa a levantar su ropa del día anterior–. No es necesario, ya me voy.

–Pero –insta en cuanto puede–, hace mucho que no nos vemos. ¿Anoche no lo pasaste bien? –mira al rubio desilusionado.

–No recuerdo nada –responde tajante, siguiendo con su labor.

Un silencio repentino inunda la habitación, solo siente la mirada de Hoseok sobre él.

–Esto no volverá a pasar, ten por seguro eso –aclara Taehyung cuando está por cambiarse. No piensa acostarse de nueva cuenta con el pelinegro.

–Necesitamos hablar –repone acercándose a la cama.

–¿De qué? No hay nada de qué hablar.

–Mientras más tiempo paso contigo... –comenzó diciendo.

–Sabes lo que pienso respecto a eso –interpuso.

–Más me enamoro de ti y menos puedo frenar este sentimiento –trata de acercarse pero Taehyung ha terminado de vestirse–. Por favor, no te vayas.

–Siendo honestos, esto fue solo algo casual, Hoseok –le regala una mirada indiferente, como si fuera un gato en su más alto aposento.

–Esto es injusto –se queja–. Solo puedo acercarme a ti cuando eres más débil en el amor.

–¿Qué es realmente injusto? Yo no tengo la culpa de que te hayas enamorado de mí –se excusa mientras busca su teléfono para pedir un uber.

–¿Por qué cambias tu versión a cada rato? –lo encaró, cansado–. Anoche me dijiste que no era tu intención que la última vez terminara así y querías continuar conmigo.

–Ya te dije que no lo recuerdo, ¿entiendes? –se desesperó al no encontrar su teléfono por ninguna parte.

–Yo pensé que lo nuestro era... –no pudo terminar lo que quería expresar porque un par de lágrimas se lo impidieron.

–No lo entiendo, ¿Por qué creerías que eres especial?

Al no haber descenso del gimoteo del pelinegro, Taehyung simplemente se dispuso a seguir buscando.

–¿Dónde está mi puto teléfono?

–¿Dónde está el chico que era cínico pero por lo menos tenía amor? ¿Dónde escondiste al Taehyung de sonrisa cuadrada? –dijo en cuanto se limpió las lágrimas bruscamente. 

El rubio prefirió no responder y seguir buscando su aparato.

–¿Acaso tienes corazón?

Esa pregunta detuvo al rubio en medio de la habitación. De pronto, un recuerdo se infiltró entre su recuerdos:

Hoseok y él a los 17 años en medio de un parque cerca a sus casas.

Por las altas horas de la noche sus voces susurrando paulatinamente  entre sí.

–Hyung –llamó el rubio.

–¿Si?

–Si tuvieras que reencarnar en una planta, ¿en cuál lo harías? –preguntó en cuanto se giró para ver las expresiones de Hoseok.

–Ya que lo preguntas, lo había pensado antes y quisiera ser un girasol.

–¿Por qué? –sintió una extraña sensación de saber la razón.

–Porque son lindas.

Una risa socarrona resonó entre los labios de Taehyung.

–Si me dices eso dudo que quisieras ser un girasol en tu próxima vida, Hyung–se dispone a acariciar sigilosamente el cabello del pelinegro a su lado. Obtuvo en respuesta una sonrisa acorazonada.

–¿Por qué? –la curiosidad no lo deja tranquilo al rubio.

–Es porque yo creo que eres como la gravedad. Eres más intenso a mayor cercanía y más débil a menor cercanía –explicó con paciencia.

–¿Y eso qué tiene que ver con que quieras ser un girasol? –dejó de acariciar el cabello del chico para solo mirarlo con atención. 

–Tiene que ver porque al reencarnar en un girasol mis raíces sentirán atracción por ti, tendré que alejarme del sol para estar cerca a ti –justificó. Ahora él acariciaba el cabello de Taehyung. 

–Pero eso solo será con tu raíz, tus ramas y tu tallo crecerán en contra de mí y hacia la luz del sol. No tiene sentido lo que dices. Sigo sin entender, Hobi.

–¡Oye! Déjame soñar. ¿Acaso no tienes corazón?

Parado en la habitación y mirando a la nada, Taehyung piensa que si alguien viviese en su corazón este no sería un humano.

《Quizás un alien》, piensa.

Al instante una silueta se sitúa delante de él. Al levantar su vista observa una cara suplicante.

《¿Qué es esa cara? Me miras como si fuera un idiota》.

–¿Qué piensas? ¿Quieres irte aún así?

–No era mi intención terminarlo, solo continuemos –se deja llevar en medio del trance.

Los ojos de Hoseok se exaltan al analizar las palabras recién mencionadas.

–¿En serio quieres darme una última oportunidad? –pregunta con un inminente destello.

–Ignorarte por naturaleza se siente como una maldición, Hobi.

Nadie vuelve a pronunciar palabra alguna porque el pelinegro a saltado a los brazos del contrario. Hoseok se ha vuelto a ilusionar en un santiamén. 

A medida que pasa el tiempo, el amor convierte a Taehyung en un buen actor. A medida que pasa el tiempo, el amor perturba su intuición.  A medida que pase el tiempo, ¿el amor tomará el control?

A partir de ese día Kim Taehyung piensa que si pudiera definir a Jung Hoseok como una planta, definitivamente sería un cactus, debido a que pueden sobrevivir hasta dos años sin agua (en el caso del castaño, sin afecto), aunque la requieran.

Por eso están sus espinas, los cuales pueden soportar altas temperaturas. Él está acostumbrado a esto. Al final, entre tanta espina siempre suelen florecer hermosas flores.

《El cactus es un tipo de planta que está adaptado a convivir en climas adversos, lo cual no es nada nuevo en nuestro "girasol"》.

Los cactus necesitan permanecer inactivos en invierno, para luego despertarse con la primera. Es ahí cuando se pregunta: ¿Jung Hoseok puede quedarse en el invierno para siempre?

Los cactus son plantas que conquistan corazones con gran facilidad, aunque la ingravidez de Taehyung provocara que nuestro girasol salga disparado de su lugar de origen.

El rubio está dispuesto a cuidar de su cactus.

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