Nicanor Parra
Biografía:
Nicanor Parra Sandoval nace el 5 de septiembre del año 1914 en San Fabián de Alico, zona precordillerana de Chillán (Decimasexta región del Ñuble, Chile). Crece en el seno de una familia de artistas populares: su padre, don Nicanor Parra, profesor primario y músico; y su madre, doña Rosa Clara Sandoval Navarrete, tejedora y modista de origen campesino, que también tenía aficiones artísticas y solía cantar canciones folclóricas.
Pertenecientes a la clase media provinciana , la familia sufre continuos cambios de residencia.
En 1927, es matriculado en el Liceo de Hombres de Chillán, donde cursa hasta el Quinto Año de Humanidades. Su paso por el Liceo le significó tener la experiencia de leer a poetas chilenos, como Manuel Magallanes Moure, resultando evidente que sus primeros versos los escribió en esta época de liceano. Al respecto, el propio poeta recuerda que hacía unos versos pomposos y sentimentales, llenos de retórica y muy floridos, conforme al estilo que se usaba en la provincia.
En 1932, Nicanor Parra huye de su casa y llega a Santiago, donde cursa el último año de educación secundaria en el Internado Nacional Diego Barros Arana, gracias a una beca de la Liga de Estudiantes Pobres. Al año siguiente, el poeta ingresa al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile a estudiar Matemática y Física y también de manera simultánea se matricula en Ingeniería, Leyes e Inglés, estudios que pronto abandona. Ayuda a financiar sus estudios, desempeñándose como inspector del Internado Barros Arana. Allí en 1935 publica su primer anticuento, «Gato en el camino», en la Revista Nueva, publicación que funda junto a Jorge Millas y Carlos Pedraza. El relato circula entre los inspectores, profesores y alumnos del Internado.
Egresa del Instituto Pedagógico en 1937, año en que se desempeña como profesor de matemática y física en el Liceo de Hombres de Chillán y publica su primer libro, Cancionero sin nombre, compuesto por veintinueve poemas.
Sus rasgos más visibles son la incorporación de la métrica del romance, el desarrollo narrativo y la tendencia del que habla a realizar acciones a la manera de un personaje, el uso constante de la personificación y la metáfora con términos referidos a la naturaleza o al mundo religioso. Al año siguiente, Cancionero sin nombre, obtiene el Premio Municipal de Santiago y es señalado por Gabriela Mistral como el futuro poeta de Chile, en el acto de bienvenida a la poetisa en Chillán, ocasión en que Parra lee su poema «Canto a la escuela».
En 1943 Parra viaja a Estados Unidos a estudiar mecánica avanzada, gracias a la beca otorgada por el Institute of International Education. Regresa en 1946 y se incorpora a la Universidad de Chile como profesor titular de Mecánica Racional. Luego, en 1948, es nombrado Director Interino de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile. En la antología 13 poetas chilenos aparecen tres poemas que en el futuro formarán parte de su libro clave: Poemas y antipoemas. Al año siguiente, gracias a una beca otorgada por el Consejo Británico, parte a Inglaterra a estudiar cosmología en Oxford durante dos años. En ese período lee a Ezra Pound, T. S. Eliot, William Blake, Franz Kafka y se interesa en el psicoanálisis freudiano. Estas lecturas son reveladoras para Nicanor, ya que le enseñan una disciplina en la construcción del verso y le hacen adquirir conciencia de su oficio de poeta.
Diecisiete años después de la publicación de Cancionero sin nombre, aparece su segundo libro: Poemas y antipoemas (1954); obra donde adopta definitivamente la línea que el propio Parra denomina «antipoesía»: revelación irónica e iconoclasta de un mundo problemático, hecha en lenguaje antirretórico y coloquial.
El nuevo sistema poético, el de los antipoemas, lo asume Parra a partir de los últimos años de la década del cuarenta, años que coinciden con su estadía en Estados Unidos e Inglaterra. La experiencia de vida cotidiana moderna en aquellos espacios urbanos de dos sociedades desarrolladas y la lectura atenta y meditada de Eliot, Pound, Kafka, las películas cortas de Chaplin y los documentos del surrealismo, le ayudan a adquirir conciencia del oficio de poeta, a disciplinarse en el trato directo, desprovisto de retórica del lenguaje, lo cual hace surgir su propia visión del verso. Dicha visión es la que irrumpe en Poemas y antipoemas y se prolonga en el resto de sus obras.
El gran poeta chileno Nicanor Parra falleció en su casa de La Reina, Santiago, a los 103 años de edad.
Algunos poemas:
"Epitafio"
De estatura mediana,
Con una voz ni delgada ni gruesa,
Hijo mayor de profesor primario
Y de una modista de trastienda;
Flaco de nacimiento
Aunque devoto de la buena mesa;
De mejillas escuálidas
Y de más bien abundantes orejas;
Con un rostro cuadrado
En que los ojos se abren apenas
Y una nariz de boxeador mulato
Baja a la boca de ídolo azteca
-Todo esto bañado
Por una luz entre irónica y pérfida-
Ni muy listo ni tonto de remate
Fui lo que fui: una mezcla
De vinagre y aceite de comer
¡Un embutido de ángel y bestia!
Este es un gran ejemplo de los antipoemas del autor. A través del humor, elabora el mensaje para su tumba. Se describe a sí mismo como un hombre sencillo en el que habita la dualidad. Recurre a un lenguaje directo y simple, se refiere a sus orígenes, a su físico y a su forma de ser, pero sin tomarse jamás en serio.
"El hombre imaginario"
El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario
De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios
Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios
Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario
"El hombre imaginario" trata sobre el sufrimiento provocado por la pérdida de la amada. Una de las características de estos versos es el motivo recurrente de "imaginario", que le otorga ritmo al poema, pero también ayuda a generar reflexión en el lector.
La única palabra que no está acompañada del adjetivo imaginario es dolor, pues es lo único que se siente real en un mundo que ya no hace sentido. Este hombre continúa con la rutina de su vida, pero como si fuese un ser autómata que no sabe distinguir entre una realidad difusa y la angustia punzante que lo persigue
"Coplas del vino"
Nervioso, pero sin duelo
A toda la concurrencia
Por la mala voz suplico
Perdón y condescendencia.
Con mi cara de ataúd
Y mis mariposas viejas
Yo también me hago presente
En esta solemne fiesta.
¿Hay algo, pregunto yo
Más noble que una botella
De vino bien conversado
Entre dos almas gemelas?
El vino tiene un poder
Que admira y que desconcierta
Transmuta la nieve en fuego
Y al fuego lo vuelve piedra.
El vino es todo, es el mar
Las botas de veinte leguas
La alfombra mágica, el sol
El loro de siete lenguas.
Algunos toman por sed
Otros por olvidar deudas
Y yo por ver lagartijas
Y sapos en las estrellas.
Siguiendo la tradición de las odas a objetos sencillos, Parra recurre al humor para referirse al vino. Los versos siguen el estilo de un brindis en una fiesta en que decide celebrar con ingenio esta bebida que aunque produce diversas sensaciones, termina uniendo a las personas.
Datos curiosos:
1. Estudió cuatro carreras:
Luego de terminar sus estudios en el Internado Nacional Barros Arana, estudió como primera carrera Matemática y Física en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, pero además se matriculó para estudiar Derecho, Ingeniería e Inglés.
2. Su primer cuento se llamaba “Gato en el camino”:
Lo escribió cuando tenía solo 20 años y fue publicado en su propia revista llamada “La revista nueva”. Es para muchos el primer “anticuento” de la historia.
3. Los “Quebrantahuesos”:
Estas obras sin duda no dejan a nadie indiferente. La idea de Nicanor Parra de ir más allá de la poesía quedó plasmada en estas obras, que son una selección de poesías hechas con recortes de diarios y plasmadas en murales en collage.
4. Nunca ganó el Nobel:
Fue acreedor de varios premios como el Premio Nacional de Literatura en 1969, el Premio Miguel de Cervantes, entre otros. Pero jamás obtuvo el nobel, fue nominado en varias ocasiones, pero nunca fue el ganador. En una entrevista, el poeta dijo que le interesaba más ganarse la lotería y que, como Jorge Luis Borges, se sentía un “candidato repetido, uno de los persistentes que nunca salen. Uno de los condenados de antemano”.
5. Preparó su muerte:
Con bastante anticipación, en 1969 escribió “Últimas instrucciones” con una serie de peticiones para su muerte, les dejamos un extracto.
“Cuidadito CON velarme en el salón De honor De la universidad
o en la Caza del Ezcritor
de esto no cabe la menor duda
malditos sean si me velan ahí
mucho cuidado con velarme ahí
Ahora bien -ahora mal- ahora
vélenme con los siguientes objetos:
un par de zapatos de fútbol
una bacinica floreada
mis gafas negras para manejar
un ejemplar de la Sagrada Biblia”
Linkografia:
https://www.cervantesvirtual.com/portales/nicanor_parra/autor_biobibliografia/
https://www.culturagenial.com/es/mejores-poemas-nicanor-parra/
https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-42791520
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