19
♢
Taehyung se pregunta si el karma existe, o si hubo algo en su vida que haya hecho mal y que ahora está pagando.
Si tuviese la oportunidad, con gusto viajaría al pasado y enmendaría ese error, pero, definitivamente siente que no se merece todo lo que está viviendo.
Ahora se encuentra en una especie de gimnasio, un cuarto grande y no tan vacío como le gustaría estar. Si mira a su alrededor, las paredes que lo envuelven son de un color beige, casi blanco y brillante, las luces LED incrustadas al techo, dándole un aire estéril y de laboratorio, como todo el complejo en realidad.
Más que un gimnasio, Taehyung intuye que esto era una especie de cámara para llevar a cabo experimentos.
Un suspiro se oye tras su espalda, a metros de él.
—Como mencioné anteriormente, Taehyung-ssi, podemos hacer que esto sea una prueba que nos beneficie a ambos —Choi Siwon arrastró las palabras, lentamente, como si quisiera dar el tiempo necesario para que él entendiera sus intenciones, algo que Taehyung nunca haría porque el tipo estaba simplemente loco. Por lo mismo, ni siquiera se volteó a mirarlo, mantuvo su posición y su mirada al frente en todo momento, incluso cuando el hombre agregó—: tú decides, si hacemos esto por las buenas o por las malas...
Eso definitivamente le hizo reaccionar.
Se giró y le miró tras su hombro, alzando una perfecta ceja que desapareció bajo mechones marrones ondulados.
—¿Cómo se supone que esto me beneficia? —literalmente, Taehyung observaba a Choi como si le hubiese salido otra cabeza del cuello, él tipo estaba demente, y no había por donde imaginar cómo es que utilizar su poder podría beneficiarlo a él mismo cuando ya Taehyung es consciente de todo lo que es capaz.
Esto no es un viaje para descubrirse a sí mismo, es simplemente él atrapado entre un conjunto de maniáticos. Incluso sonaba como una película de terror.
Choi Siwon alzó el mentón.
—Podemos evaluar su capacidad, y así usted conoce el nivel de poder que posee, ¿no es curioso? —preguntó, sonriendo con suficiencia mientras inclinaba sutilmente la cabeza—, ¿no le interesa saber hasta dónde puede llegar?
Taehyung chasqueó la lengua.
—No necesito una prueba de mierda para conocer mi nivel —respondió, con una media sonrisa mientras volvía la cabeza hacia el frente, dando por terminada su conversación con él—, ya te dije, no voy hacerlo.
Y su mirada se volvió seria de nuevo, sus músculos tensos, no por sus palabras, sino por lo que ahora observaba, aquel lobo que se encontraba en la otra esquina de la habitación, encadenado en sus patas en un acto de retenerlo.
El gran animal observándolo como si él fuese su verdadero enemigo y no por lo que eran ambos: víctimas de la codicia de los humanos.
Quizá, en un tiempo atrás, Taehyung habría compartido la misma mirada que el lobo le da, pero ahora que ha convivido con los cambiaformas, no puede.
Además, insistía ver algo familiar en él, como si lo conociera de otra época, como si lo hubiese visto antes, lo cual es absurdo porque los primeros lobos que Taehyung conoció fueron los de la manada.
Se preguntó por un momento si los lobos tenían más de una vida, porque este lobo que tiene frente a él, estaba seguro no pertenecía a la manada, sin embargo-
—Creo que lo hemos educado bien en estos días, Taehyung-ssi —la voz de Choi alejó todos sus pensamientos, alertándolo al segundo—, y si usted coopera, su estadía podría ser incluso más amena, ¿por qué no terminamos esto rápido?
Soltó una risa seca.
—No voy a utilizar una compulsión en ese lobo para obligarlo a mutar —aclaró, por milésima vez con ellos—, ni en este lobo, ni en la bruja ni en cualquiera, utiliza tu droga de mierda, dijiste que lo usarías en él, lo que sea, pero no a mí —negó con fuerza y apretó los puños, sintiendo la presión de las bandas alrededor de sus muñecas—, no lo haré.
Hubo un silencio que perduró por bastante tiempo. Taehyung ya se estaba acostumbrando a ellos.
Sin embargo, no del todo, porque aun si sabía lo que significaba ese silencio, se volteó a mirarlo, Choi Siwon mantenía la boca tensa en una dura línea mientras sus ojos se encontraban con los suyos.
Taehyung le escrutó con la misma intensidad, sintiéndose de algún modo débil, con esas ridículas bandas de minerales apretadas en sus tobillos y muñecas, mas sabía que sus destrezas para una lucha cuerpo a cuerpo eran impecables.
El problema era que nadie estaba contemplando luchar con él, por lo menos no cuerpo a cuerpo.
Choi Siwon tomó una respiración profunda cuando se atrevió a hablar de nuevo.
—Intenté educarlo, que entendiera que esto podría hacerse si ambos cooperábamos —advirtió, negando suavemente—, pero veo que quiere entender por las malas...
Con un pequeño movimiento de su mano, los soldados alrededor de Choi Siwon se movieron para rodearlo a él.
Taehyung no observó a ninguno en particular, no necesitaba hacerlo, bastó ver el movimiento por el rabillo del ojo para notar que todos esos soldados le apuntaron con sus armas, justo antes de escuchar el ligero clic del seguro en sus fusiles.
No pudo calcular cuántos eran, pero estaba seguro que recibiría una buena dosis de esos minerales si seguía presionando en los botones incorrectos de Choi.
¿Eso le importaba?
No realmente.
Taehyung alzó la mirada y le sonrió de manera socarrona.
—Adelante —le dijo, seguro de sí mismo al ver el estremecimiento en el cuerpo de Choi cuando pasó la lengua ligeramente por su labio inferior—, edúcame entonces.
Recibió un pinchazo en su nuca apenas terminó de hablar, su cuerpo cediendo en un segundo, mientras sentía que todo a su alrededor daba vueltas, haciéndolo caer al suelo de golpe.
Al parecer estaba gritando, pero sus oídos se taparon y ningún sonido llegó a él cuando recibió otro pinchazo, al mismo tiempo que intentaba ponerse de pie de nuevo, desplomándose por completo cuando recibió otro y luego otro más, perdiendo finalmente la cuenta, la fuerte sensación que atravesaba su cuerpo haciéndolo imposible de resistirlo.
Se había desmayado del puro dolor.
*
Jungkook de la nada siente un escalofrío recorrerle todo el cuerpo. En tres tiempos, levanta la vista y observa por su ventana como si estuviese en alerta, hacia la nada, en dirección a donde lo guía su propia intuición: árboles y más árboles del bosque iluminados en sus copas bajo el claro de la luna que bañaba el bosque esa noche.
—¿Tienes todo listo? —Jin aparece por la puerta de su habitación, Jungkook mira a su hermano y nota lo cansado que está, el aroma a tristeza emanándose rápidamente por toda la habitación.
Honestamente, Jungkook podría consolarlo, su lobo le pedía ir y consolar a su hermano, sin embargo, su lobo también le pedía con mayor fuerza saltar la ventana y salir corriendo de ahí porque, aunque esa fuera su casa de toda la vida, no es ahí realmente donde pertenece.
Sino donde Taehyung estaba.
El sentimiento es fuerte. Jungkook ama a sus hermanos y la manada, pero Taehyung...
No estaba intentando escoger aquí, porque nadie lo estaba poniendo entre la espada y la pared, pero ahora mismo se siente abrumado de sensaciones y no puede evitar pensar que, si algún día, tuviese que tomar la decisión por algún bando, estaba más que claro para dónde se iría él.
Aprieta las manos en la mochila de montaña y asiente.
—Sí, iré a la frontera a ver a la bruja donde Hoseok y de ahí partiré, Hoseok y Mingyu me acompañaran hasta la zona limítrofe del sur.
Jin asiente a todo lo que le decía, viéndolo tomar sus cosas para irse, Jungkook vestía un traje táctico negro a la medida y esa mochila simple.
Parecía como si se fuera a ir de excursión, pero Jin temía que no volviera nunca más.
—¿No hay otro modo de hacer las cosas, cierto? —pregunta, resignado cuando sabe la respuesta que su hermano le dará.
—No lo hay.
Jungkook no duda, es tajante y serio. Si hubiese otro camino, tendrían que sacrificar tiempo, y tiempo era lo único que les faltaba. Era claro que no era un camino que iba a tomar.
Porque no sabe lo que le están haciendo a Taehyung, ni cómo lo tienen ni como lo tratan.
No puede quedarse a esperar e idear otro plan que quizá, resultaría menos arriesgado pero más lente.
Él necesita ir ahora, no puede esperar por algo más elaborado, no puede, él-
La simple emoción lo hace jadear.
—Hyung... por favor... —le dice, dándole una mirada lastimera—, necesito ir.
Jin se hace a un lado al instante, aun si su corazón se aprieta, preocupado.
—Esto es arriesgado Jungkook, desde que dejes la zona del bosque, estarás por tu cuenta, estarás incomunicado con la manada y... y las probabilidades de que todo resulte- —negó, apretando los labios sin poder terminar realmente su frase. Jungkook le miró un poco adolorido, destapando su actitud firme cuando sus miradas se encontraron—. Hacer que te quedes es lo más sensato, como tu hermano mayor te digo que es lo más sensato.
—Hyung yo-
—Pero hacer eso, es simplemente matarte en vida —ladea una sonrisa, pero es triste, es tan triste que Jungkook no sabe qué decir—, debo entender que mi hermanito es capaz de tomar decisiones por su cuenta y hacerse responsable por ellas.
Jungkook le mira, inspira con fuerza y su pecho se infla. Sus labios tiemblan un poquito cuando abre la boca y le dice simple: —Gracias.
—Solo cuídate... y vuelve —dice, por último, sin querer mirarlo—, ambos, tú y Taehyung, asegúrense de volver.
Jungkook asiente, quiere ir y abrazarlo, pero siente que eso sería demasiado insoportable y doloroso para él, así que simplemente toma su mochila y abandona la casa, dejando a Jin de pie, en medio de su habitación y mirando el lugar por donde él se había ido.
La puerta principal se cierra y luego golpea la madera cuando se cierra. Indicándole a Jin que había quedado solo.
Tiene una horrible opresión en su pecho que le hace subir la mano y masajear levemente la zona.
Namjoon. Llama, a través del lazo cuando cierra los ojos y la cabeza le duele.
Su lobo aullando cuando pide el consuelo de su compañero.
Voy en camino.
Y es todo lo que necesita. Él se sienta en la cama de su hermano y esconde el rostro entre sus manos.
No debería preocuparse tanto, se dice a sí mismo, su hermano es fuerte, más fuerte que cualquiera y su voluntad inquebrantable.
Pero aun así, Jin lo conoce como la palma de su mano y sabe que es el tipo de persona que no mide cuánto arriesgar con el fin de salvar a otros.
Una actitud admirable para otros y digna de un alfa que, algún día, velaría por su manada.
Para Jin, un acto que quizá lo haría cavar su propia tumba.
*
Al primero que ve en la frontera, fuera de la cabaña, es a Hoseok. El cazador humano se acerca a él, con un arma en su mano.
—Toma —le dice, tendiéndosela para que él agarrara el mango—, necesitarás una de estas por si acaso.
Jungkook detuvo lo que estaba haciendo y se quedó así, sin moverse, alzando apenas una ceja cuando le observó a él y luego al arma.
—Los lobos no somos partidarios de las armas, ¿lo sabes? —Aclaró, en un intento de explicar su reacción reacia a tomarla—, perturba demasiado la naturaleza y a los animales.
Hoseok volvió a empujar el arma contra su pecho.
—Tiene doble silenciador —le dijo, en un intento de que así la aceptara. Mas Jungkook volvió a mirarlo, sin tomarla y él simplemente chasqueó la lengua—, en serio, sólo tómala, creo que es necesario.
Hoseok le frunció el ceño, como si él fuese un niño mal educado que acababa de desobedecerle.
Sin embargo, su aroma alrededor de él era levemente agrío y ansioso, como si estuviese preocupado de él, de lo que podría pasarle si no tomaba esa pistola y quizá Jungkook simplemente agarró el arma y la guardó dentro de su chaqueta sólo para complacer al humano con el fin de que dejara de sentirse así.
No porque luciera enojado y demandante, sino porque olía triste.
—La usaré sólo para emergencias —le aclaró y al parecer eso dejó conforme a Hoseok, quien tragó saliva y asintió en silencio. Jungkook tomó su mochila y se preparó para partir—. ¿Jimin y Yoongi-hyung?
—Salieron —una voz responde por él, Mingyu sale de la cabaña y cuando Jungkook lo ve, vestía un traje similar al de Hoseok, como los de un cazador—. Fueron a la casa de Yunho, quieren infiltrarse para ver si encuentran información.
Algo molestó en su estómago y le apretó el pecho, mas sabía no podía quejarse o preocuparse porque, así como él había tomado decisiones, Yoongi y Jimin también, aun cuando era peligroso para ambos moverse por la ciudad.
No le quedó otra que asentir.
—Bien. Traigan a la bruja.
—Estoy aquí —respondió, saliendo tras Mingyu—, y me llamo Yeji.
Mingyu soltó una pequeña risita ante la postura inquebrantable de Yeji y caminó hacia la mesa de exterior ubicada a un lado de la casa, terminando por extender un mapa que visualizaba todo el terreno del bosque y parte de la ciudad de Seúl.
Jungkook estrechó la vista hacia la actitud de Yeji, mas no comentó nada.
—Muéstranos —le dijo, casi susurrando y con los ojos fijos en ella—, bruja.
Si estaba siendo totalmente desagradable, nadie le reclama nada. Su temperamento estaba en números negativos y no habría forma de hacerlo cambiar, no cuando estaba tan de mal humor por todo lo que estaba pasando.
Él solo quería partir y ya.
Yeji se acercó y pronto todos estaban alrededor de la mesa, de pie observando los puntos del mapa.
—Aquí —ella dijo, señalando el hilo de montañas, una cordillera que parecía no tener fin y que dividía el bosque de Seúl.
Los dedos de Yeji se deslizaron por el papel, desde la zona sur de la frontera hasta el bosque brumoso, terminando en una de las montañas, señalando entre medio de estas, quizá la más grande que parecía visualizarse en el mapa. Jungkook recuerda haberla visto en sus rotativas, ella movió el dedo por la montaña, y luego la rodeó un poco, quedando en el centro de esta.
—¿El paso de la cordillera? —Hoseok preguntó, un poco confundido donde ella señalaba.
Si bien, la zona era conocida, era un terreno casi inexplorada.
—¿Entre medio de esas dos montañas? —Jungkook observó el lugar un poco confundido, su mente vaga en recuerdos cuando en esa zona casi nunca se notaba movimiento, salvo esa vez que vieron los incendios que Taehyung posteriormente había apagado. De todas formas, la información le dejó un mal sabor en la boca, porque estaban incluso mucho más cerca de lo que ellos creían—. ¿Cómo no notamos nada?
En su tono hubo decepción, más si el resto lo notó o no, no dijeron nada.
Salvo Yeji.
—Es porque no es entre medio —aclaró, tomando una bocanada de aire antes de volver hablar—, sino que dentro, dentro de la montaña.
Bueno, eso explicaba muchas cosas, pensó.
Sin embargo, no sería un impedimento para ir. Su actitud era segura y su mirada confiada cuando intercambió miradas con el resto.
—¿Saben qué tan custodiada está la zona?
—Con Hoseok estuvimos investigando parte del perímetro —Mingyu avisó, apuntando en el mapa las zonas que ellos habían revisado—, pero creo que dejaron de vigilar como antes, quizá porque ya capturaron a la persona que tenían en mente, a Taehyung.
Su solo nombre le estremece el cuerpo y hace a su lobo rugir.
—Lo difícil no es como llegar—Hoseok se une a las palabras de Mingyu, analizando la situación como solo la mente de un cazador podía—, el perímetro no es tan vigilado como se debería porque no es una zona donde la gente puede llegar realmente, es una zona oculta, aislada y secreta —confesó, pero aun si sus palabras daban a entender cierta ventaja y probabilidades de llegar sin ser capturado, el humano seguía frunciendo el ceño.
—El problema está en entrar —Yeji terminó la frase del cazador, ambos concordando hacia la misma conclusión.
Jungkook sonrió y se irguió en su sitio.
—Eso déjamelo a mí.
—Podrías hacer la gran Jimin —Mingyu soltó de pronto, y sea lo que sea que tenía para decir, a Hoseok no le gustó para nada, porque todos notaron cuando le miró molesto.
Mas Jungkook, a quien iban dirigida las palabras simplemente le dio una mirada confundida.
—¿Qué se supone que significa eso?
Mingyu abrió y cerró la boca, casi como si no conocer ese hecho fuese un insulto para él.
—Él literal me noqueó dos veces y se puso mi uniforme para infiltrarse en el gobierno hace meses atrás. Pensé que todos en la manada lo sabían.
Jungkook asintió.
—Puedo hacerlo —le dijo, completamente serio mientras se dirigía hacia Mingyu, incluso si era ridículo en su mente, con leves recuerdos de un Jimin mencionándole aquella historia.
Sin embargo, no dijo ni hizo nada más porque un suspiro ruidoso se oye provenir de Hoseok, el chico observó el mapa y luego a Jungkook, llamando su atención.
—Tienes claro el camino, ¿cierto?
Jungkook asintió, sin decir nada y luego sus ojos se movieron hacia Yeji.
—Tu hermana —comenzó diciendo—, Jayoon ¿cierto?
—Si... —respondió, con una expresión nostálgica, como si mencionar su nombre en voz alta la llenaba de recuerdos. Yeji negó con la cabeza, perdida en ella y luego le dijo—: sólo sácala de ahí, basta con que estén fuera del edificio para que nosotras podamos actuar, las brujas estaremos esperando. Es lo único que te pido, Jungkook, déjala fuera de la superficie y libre de esos minerales. Del resto nos encargamos nosotras —y sus ojos se afilaron, al igual como su mandíbula cuando apretó los dientes—, vamos a obtener nuestra venganza a como dé lugar.
—Creo que el tratado de razas se va a romper —Hoseok susurró, casi hablando para sí mismo.
—Siempre fuimos enemigos naturales entre todos —Yeji respondió, mirándolo—, haber querido generar paz entre razas que no pueden llegar a un acuerdo dentro de sus ideales... —chasqueó la lengua y negó—, fue un error de todos, los humanos son los únicos que no han podido llevarse bien con las demás razas, esta es la única opción que nos queda, no daremos nuestro brazo a torcer, no ahora.
Jungkook enseñó sus dientes.
—Para mí los únicos enemigos son los que hieren a mi manada y a mi-
Se calló abruptamente, no sabiendo cómo terminar la frase y entendiendo tarde lo que quiso decir, de algún modo, sonrojándose superficialmente en sus pómulos. Algo que, bajo la noche, pasó desapercibido.
Porque, ¿qué iba a decir? ¿incluso podía decirlo?
A mi manada y a mi compañero.
Apretó los labios, y agitó un poco la cabeza intentando dispersar los pensamientos porque dolía.
A su vez, prefirió concentrarse en observar a Hoseok y ajustar la mochila en su espalda.
—Estoy listo.
Hoseok asintió.
—Te acompañamos hasta la frontera.
—¿Yeji se quedará aquí? —Jungkook preguntó, observando a la bruja y no gustándole mucho el hecho de que ella estuviera en terreno de lobos.
Aunque más que no gustarle, no estaba acostumbrado.
—No, me reuniré con mis hermanas, estamos al otro lado del bosque, del lado de los humanos, cerca de la casa de Yunho, ahí esperaremos la señal —explicó, abrazándose a sí misma como si sintiera frío y observando el cielo, en dirección al norte—, esperaremos por Jayoon, ella será capaz de comunicarse con nosotras apenas salga del edificio, libre de minerales y nosotras estaremos listas para atacar —Hay un cambio en sus ojos cuando vuelve la mirada hacia él, con mayor intensidad—. Seremos los ojos tras tu espalda, así que por favor... saca al señor Kim y a Jayoon de ahí.
Su voz se rompió en la última parte, aun cuando su mirada era dura y demandante. Algo en el lobo de Jungkook le dijo que la consolara, su mismo animal demasiado de piel para hacer caso omiso a las emociones contrarias, aun si parte de ella era vista como una enemiga bajo sus ojos.
Así que fue inevitable para su lobo emerger, mostrándose a través de los ojos esmeraldas que veían con intensidad a esa bruja, como si quisiera hacer una promesa a través de esos, mientras asentía a su petición.
Nadie se despidió.
Hoseok y Mingyu tomaron sus mochilas, mucho más grandes que la suya y se unieron al camino junto con él.
Sin embargo, debido a que ni Hoseok ni Mingyu tenían permiso de entrar a la manada, no podían cruzar a través de esta para llegar a la zona sur, sino que la rodearon.
No era un camino más largo, pero sí un poco más dificultoso.
Era clara la forma en como la respiración de Hoseok se volvía más alta a medida que avanzaban, haciéndole imposible no preguntarse qué rayos podía cargar en esa mochila grande que llevaba tras su espalda.
Aunque Jungkook sabe que no necesitaba pensar mucho, estaba seguro que se trataba de algún arma.
De todas formas, pesado o no, Hoseok no se quejó, continuó caminando con ellos e incluso tomando ventaja y yendo al frente, ocupando unos binoculares detectores de calor de vez en cuando, cuando hacían una pausa para escanear la zona, al mismo tiempo que Jungkook y Mingyu cerraban los ojos y agudizaban sus sentidos del olfato y audición, asegurándose de que todo estuviera despejado antes devolver a retomar el sendero.
—Créeme —Mingyu fue hasta su lado, luego de una media hora de caminata y le dijo, sin dejar de avanzar por ese largo sendero que sólo era iluminado bajo la luz de la luna llena—, eres el favorito de Hoseok —El recién nombrado seguía caminando delante de ellos. Jungkook observó su espalda y esa ridícula mochila y luego a Mingyu, sin decir nada cuando el híbrido le sonrió y continuó—: es decir, le destrozaste la puerta y te dio un arma, hermano —él alzó las cejas y apretó ligeramente los labios, ladeando la cabeza—, yo no hubiese hecho eso, en lugar de darte el arma, te hubiese disparado con ell-
—Mingyu —Hoseok llamó, sin observar al chico pero con un claro tono de advertencia.
—Cómo decía —Mingyu continuó, hablando un poquito más alto—, creo que Hoseok te estima mucho, eso es bueno.
Jungkook suspiró.
—¿Siempre eres así?
—¿Así cómo?
—Defectuoso —le dijo, con la mirada más cabreada que pudo darle.
Mingyu frunció el ceño, entre descolocado y confundido.
—¿Qué mierda significa eso? —preguntó y cuando Jungkook no respondió, soltó un leve resoplido—, ni siquiera estoy seguro si me estás insultando o no.
—Por supuesto que no te estoy insultando, solo hablaba de tus cualidades —le dijo, con un tono un poco burlón que hizo a Mingyu darle una mirada en blanco.
Mingyu chasqueó la lengua.
—Tú y Taehyung son iguales —confesó y eso hizo a Jungkook tensarse un poquito, quizá imperceptiblemente porque Mingyu no lo notó.
—¿Tú crees? —preguntó, luego de un rato de escucharlo refunfuñar.
—Bueno no —confesó—, el noventa por ciento de las veces no sabes si Taehyung te está hablando en serio o sólo te está usando para su diversión personal. Tú eres más serio y se puede entablar una conversación contigo, quizá no tan civilizada porque ustedes los lobos son de puños y golpes, pero una conversación después de todo.
Y quizá Mingyu solo estaba parloteando, porque Jungkook se dio cuenta que el chico era demasiado bueno para hablar, aunque ya lo sabía, sólo que nunca había tenido que soportarlo por bastante tiempo.
De todas formas, sus comentarios y sus palabras no llegan del todo a sus oídos porque sólo piensa en Taehyung y en cómo el híbrido los describió a ambos, quizá con mucha simpleza, pero con bastante certitud.
No pudo evitar sentirse nostálgico, sobre aquellas veces cuando creía que todo lo que Taehyung le decía era un juego, una mala broma, un fetiche extraño de vampiros, algo cruel.
Y bueno, él como lobo, había tenido un temperamento corto y sensible, donde muchas veces actuó llevado por acciones físicas más que razonables.
Jungkook no puede evitar recordar todos esos entrenamientos que tuvieron, a altas horas en el gimnasio, luchando por horas y golpeándolo con las reales intenciones de ocasionarle un daño grave.
Nunca pudo, en realidad, era como si su lobo no se lo permitiese y eso lo hacía enojar más aún con él.
Honestamente, juntos podían lucir como algo muy volátil, que de pronto estallaría. Jungkook nunca pensó en una forma en la que pudiesen complementarse y funcionar bien juntos, es decir, Taehyung era un vampiro, un ser de una raza con la cual, por naturaleza, no se siente cómodo, y, además, tenía una actitud altanera y creída.
Sin embargo, cuando pudo conocerlo realmente, se dio cuenta que el chico era alguien sencillo, alguien que simplemente se conformaba con poco y que no se complicaba demasiado la vida por las cosas por las cuales Jungkook sí lo haría.
Quizá en lo único que se parecían era en cuán orgullosos podrían llegar a ser, el hecho de que les haya tomado bastantes meses poder aceptar lo que sentían era el claro ejemplo de eso.
Y es que era ridículo que un vampiro y un lobo congeniaran.
Pero Taehyung terminó enamorándose de él y Jungkook imprimándose.
Joder.
Se detuvo cuando la cabeza le dolió, teniendo que posar la palma en el centro de su frente.
Quería verlo, lo extrañaba.
Quería arrullarlo, marcarlo, lo que sea.
Estar ahí para él, incondicionalmente.
Decírselo de frente, todo lo que sentía, porque lo cierto es que nunca lo hablaron, las emociones simplemente estallaron y se desbordaron de ellos mismos, sin embargo, aún así había mucho por lo cual hablar, mucho que demostrar.
Jungkook quería mostrarle al mundo que, incluso si son prohibidos, estaban destinados a encontrarse. Estaban destinados a ser.
En esta vida, o en otra, su lobo lo siente en su alma y es algo de lo que está cien por ciento seguro.
Aun así, es esta vida la que Jungkook quiere pasar con él y-
Hay un apretón en su hombro.
—Lo vamos a sacar —oye decir a Mingyu a su lado y luego pasos acercándose, girando la vista hacia Hoseok, quien le mira a unos cuantos metros de distancia, sonriendo.
—Apuesto toda mi pólvora que Taehyung tiene a esos humanos besándole los pies.
No era un consuelo como tal, y ambos estaban jodidamente locos bajo la mirada de Jungkook, bueno, Mingyu más que Hoseok, pero de todas formas se sentía así.
No pudo evitar hacer una mueca a Hoseok.
—Siempre hablas de la pólvora como si se tratara de droga.
—¿Cierto? —Mingyu se unió—, ¡Es lo que yo le digo!
Y definitivamente, Hoseok no tendría esa conversación con ellos.
El cazador simplemente rodó los ojos y suspiró con cansancio.
—Solo sigan caminando, joder.
Ellos continuaron caminando en silencio por veinte minutos más, Jungkook con el corazón un poco menos pesado, pero aun conservando esa angustia que hacía dolerle el pecho, a su lobo incitarlo aullar en más de una ocasión y el deseo de gritar el nombre de Taehyung para buscarlo, en la punta de su lengua.
Sin embargo, sus pensamientos se dispersan cuando llegan a la frontera sur, al área de la cabaña quemada, los tres ubicándose frente a ese bosque brumoso, el cual noches atrás estaba obstinado en atravesar.
Solo. Al igual que ahora.
Esta vez, comprobó el área con sus sentidos desarrollados junto con Mingyu, y Hoseok escaneó el perímetro bajo el detector de calor.
Cuando estuvieron seguros de estar solos. Hoseok se volteó hacia él y habló primero.
—Cambio de planes —le dijo, haciéndolo de inmediato fruncir el ceño, casi mirándole como si estuviese siendo traicionado por él.
No puede evitar ponerse a la defensiva, cuando apretó los puños y le dio una mirada inquisitiva.
—¿A qué te refieres?
—Vamos acompañarte hasta la montaña, hasta la entrada —y con eso bajó la mochila de su hombro y la apoyó delicadamente en el pasto—, seremos tu carnada.
—¿De qué estás hablando?
—Parte del plan era acompañarte hasta aquí para evitar sospechas —Mingyu agregó, ubicandose a un lado de Hoseok, sonriendo como si hubiese ganado el premio gordo—, pero se nos ocurrió hacer una gran escena para que puedas infiltrarte y entrar.
Jungkook no estaba entendiendo, observó a Hoseok abrir su la mochila y sacar una carga grande de metal, como piezas que se unían y que no tenían ningún sentido para él.
—Vamos a ir hasta la montaña los tres —dijo Hoseok, y Jungkook juró ver que al humano le brillaban los ojos mientras armaba las piezas—, y la vamos a colisionar.
Sacó la última pieza y la unió al resto de las partes con ayuda de Mingyu, quien parecía tener más fuerza bajo el mismo poder de su lado sobrenatural.
Cuando todas las piezas se unieron, Mingyu sacó una caja larga, destapando la tapa para mostrarle lo que era.
—Sé que las armas perturban el bosque, pero esto es necesario —le dijo—, necesitamos actuar con fuerza y asustarlos.
Y Jungkook jadeó, tomando un poco más de distancia de ellos como si fuesen unos locos maniáticos.
—¡Jesus! Mierda- Hoseok que- —abrió y cerró la boca abruptamente, mirando a Mingyu, a Hoseok, el arma y luego la caja. No podía creer lo que el chico había traído—. ¡Es un jodido lanzamisiles Hoseok! ¡¿Qué rayos sucede contigo?! ¿¡te volviste loco!?
Hoseok apenas se inmutó ante su actitud, y si Jungkook escuchó una risa provenir de Mingyu y un "está chiquito" mientras lo apuntaba con el dedo, lo ignoró por completo.
A su vez, enfocó toda su atención en el humano, pidiendo por una explicación.
—Vamos a crear una distracción, tú vas a tomar a un guardia, cambiaras tu ropa y te vas a infiltrar.
—Ustedes no le deben nada a la manada —aclaró, negando con la cabeza—, no es necesario que se involucren tanto.
Hoseok sonrió.
—Lo sabemos, pero Taehyung no es solo parte de su manada —le dijo, haciendo que a Jungkook se le apriete el pecho al pensar en eso—, también es nuestro amigo.
—Además —Mingyu cerró la caja y la guardó, rebuscando en la mochila otra arma, una francotiradora de dardos—, metafóricamente, los humanos me tienen las bolas azules, necesito darles su merecido y hacerles probar su propia medicina.
Maniobró una pequeña caja con ampollas inyectables de un líquido que Jungkook desconoció.
Mas gruñó cuando lo entendió finalmente.
—¿Es ese el veneno que hirió a Yoongi?
—No, la composición del veneno es desconocida para nosotros, estos son espasmódicos, crea contracciones involuntarias y activa las áreas del dolor en el cerebro. Les hará vivir el mismo efecto que los minerales en las razas sobrenaturales.
—¿De dónde sacaste eso? ¿Cómo estás tan seguro?
Mingyu sonrió de lado.
—Lo probé en mí, recuerda que tengo una parte humana y me afecta tanto como a ellos.
Jungkook le hizo una mueca.
—Eres un sádico, Mingyu.
El híbrido tomó la francotiradora y la cargó al frente, encogiéndose de hombros bajo el escrutinio de Jungkook.
—Bueno, me gusta el dolor —confesó, despreocupado—, por algo estoy con Hoseok, no cree-
—Mingyu—Hoseok interrumpió—, estoy seguro que eso no es necesario.
—Como te decía, vamos atacar, y tú te vas a infiltrar.
Jungkook negó.
—Una sola cosa —les dijo—, no podemos involucrar a la manada.
Algo en sus palabras, hizo a Hoseok mirarlo con un brillo diferente en sus ojos.
—A la vista de ellos, seremos un humano y un híbrido atacando una base del gobierno, no nos van a vincular con la manada de los lobos, no hay por dónde.
Jungkook quiso insistir, quiso decirles que ellos sí eran parte de la manada, que no eran simple humano y híbrido.
Todos ellos eran una manada, aun si ambos chicos no podían pasar por el refugio aun, eran considerados como parte de los lobos.
Pero no pudo.
Tragó saliva, y meditó por un momento, observándolos ajustar las ultimas partes de sus armas.
—Gracias —susurró, apenas, sin saber realmente por qué lo decía si sabe que ellos están ahí por Taehyung.
Hoseok sonrió.
—Taehyung debería agradecer lo buen amigos que somos.
—¿Cierto? —Mingyu chasqueó la lengua y negó—. Cría cuervos y te sacaran los ojos mi culo, él es tan exagerado que seguro llora por diez años por esto.
Algo en sus comentarios, se sentía tan familiar y cotidiano, que Jungkook no pudo evitar sonreír un poco con ellos.
—Bien —Hoseok dijo, tomando el arma, con ayuda de Mingyu para entrar a esa bruma de bosque que necesitaban atravesar para llegar a la montaña. Ninguno de los dos se veía realmente perturbado, parecía como una salida de campo normal para ambos. Porque Hoseok simplemente sonrió con los ojos brillantes y dijo—: que comience la acción.
Ambos cazadores lucían como si fuese divertido hacer trabajo de campo y no como si estuviesen a punto de involucrarse de manera suicida en una misión que podía significar todo o nada.
Y a pesar de que Jungkook no compartía su método de lucha, lo entendía en cierto punto.
Los humanos tampoco tendrían compasión con ellos, si es que las cosas se ponen peligrosas.
Era todo o nada.
Y por Taehyung, Jungkook pondría todas las cartas en la mesa.
*
No supo en qué momento llegó a su habitación, quizá fue cargado hasta ahí porque lo último que Taehyung recuerda, fue haber gritado hasta romperse.
El hecho de que le doliera la garganta y no estuviera sanando por culpa de las bandas de minerales, lo confirmaba.
Intenta calcular el tiempo, pero es inútil para él conseguirlo, todo se sentía igual. Monótono, rutinario.
Mas se niega a acostumbrarse. Nunca lo haría.
Por lo menos agradecía estar aislado en una habitación a solas, dónde además ya encontró todos los puntos muertos que no detecta la cámara.
Así que se mueve hacia la otra habitación que es el baño, libre de cámaras y donde entra y cierra la puerta de golpe, deslizándose por la madera hasta quedar sentado en el suelo, con las rodillas ligeramente flectadas y los brazos descansando vagamente en estas, la cabeza reposada contra la puerta, inclinada hacia arriba mientras cerraba los ojos.
Se sentía agotado y enfermo debido a las bandas, sin embargo, la sensación molesta y dolorosa no era nada comparado a la sensación desbordante que se producía en él cuando se preguntaba lo mismo una y otra vez.
Incluso ya perdió la cuenta.
Taehyung cree que es la décima vez que se pregunta si Jungkook había muerto o no.
Y no poder confirmarlo, no poder saberlo, no poder detectarlo, le genera un vacío horrible por dentro, como si tuviese ganas de desaparecer.
Él se moriría si es que Jungkook estaba muerto.
Lo sabe, y ese principal hecho no es el que le aterra y lo tiene en ese estado.
Porque Taehyung moriría por él, sin pensarlo, le aterraba más el hecho de no poder verlo nunca más, de no poder sentir su aroma, su piel cálida, su temperatura y su tacto.
Todo.
—Ah, joder, ¿cuánto tiempo más tendré que aguantar esta mierda? —regañó, frunciendo el ceño y apretando ligeramente los labios, casi en un puchero imperceptible.
Y estaba regañando sobre su vida y lo mucho que disfrutaría matar a los humanos, cuando un fuerte ruido se escucha de la nada.
Las alarmas se activan al segundo, por todo el edificio y las sirenas de alerta resuenan como ecos por todos lados.
Taehyung rápidamente se pone de pie y sale del baño, yendo hacia su habitación y apegando la oreja en la puerta, intentando escuchar algo.
Nada más que pasos llegan a sus sentidos, un montón de estos y luego otro fuerte remezón que hace vibrar el edificio por completo.
Como una especie de temblor que cruje la pared.
Luego hubo otro y otro más.
El caos se sembró por los pasillos y Taehyung escuchó muy bien cuando uno de los soldados gritó que el edificio estaba siendo atacado.
Rápidamente se quitó de la puerta como si esta quemara y quedó en el centro de su habitación.
No sabía qué hacer ni cómo salir, por dónde empezar si ni siquiera podía quitarse esas bandas de minerales.
Sin embargo, estaba seguro de una sola cosa:
Esta era su oportunidad para salir.
hOLaaaaaa muchas gracias por la espera, por leer, por todo :c asdñlkjq yo creo que los siguientes cap seran con un poquito de acción pero espero podamos avanzar rápido jujuu hagan stream 🔪
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