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18 - ii

WEYY LAS METAS DEL COMEBACK, AYUDA NO RESPIRO GRACIAS POR LEER PORFA PORFA SI TIENEN OTRAS MEETAS ME LAS COMPARTEN, YO ENCONTRÉ ESTAS YA ADIOS 


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Del tiempo que llevaba con los lobos, una de las primeras cosas que aprendió Hoseok sobre ellos, es lo fácil que resultaba provocarlos, especialmente aquellos que mantenían su lado animal más expuesto que el resto, como lo eran en el caso de Yoongi o Jungkook.

Así que no se extrañaba para nada el comportamiento bruto del chico, el cual asume como la reacción natural que tendría cualquier lobo ante el hecho de saber que hay una bruja pisando su territorio.

Sin embargo, ¿era necesario destrozarle la puerta?

Hoseok creía que no, y estaba seguro que la culpa la tiene Mingyu. De seguro su novio le dijo algo para provocarlo, incluso es sospechosa la forma en cómo el híbrido permanece de pie detrás de Jungkook, observando la escena por sobre el hombro del menor, con una pequeña sonrisa en su rostro como si le gustara ver el mundo arder.

Estos vampiros y su humor retorcido. Pensó, o bueno, la mitad de uno en este caso. 

Hoseok no puede evitar darle una mirada harta cuando sus ojos se encuentran, como si quisiera culparlo de haber ocasionado todo esto, sin embargo, Mingyu simplemente se estrecha de hombros y permanece ahí como si fuera un simple espectador.

Ni siquiera parecía tener intenciones de aportar algo positivo a la situación, algo que pudiese calmar la tensión del momento, Mingyu literalmente se quedó ahí observando como si fuese un viejo chismoso que iba de paso.

Jodido bastardo, pensó, teniendo serios problemas en recordar motivos del por qué lo amaba y del por qué no debe imaginarse escenarios donde saliera gravemente herido por su culpa.

Así que prefiere enfocar su atención en Jungkook, a pesar de que el chico no le estaba mirando, sino que su vista penetrante e intensa se encontraba posada en la bruja.

Honestamente, era la primera vez que Hoseok tenía una vista directa de lo que eran los ojos de Jungkook cuando se mostraban así, exponiendo a su lobo, el color esmeralda de un verde claro, tan precioso y tan intenso a la vez que parecía una ofensa querer apartar la mirada de él.

Mas detuvo su contemplación cuando un gruñido emergió de Jungkook, retumbando en la sala, viajando por toda la habitación hasta hacer temblar los ventanales.

Hoseok jadeó al reconocer la causa.

Porque podría no ser experto en entender a los cambiaformas, pero supo rápidamente que ese ruido no lo hizo para intimidar, era más como un llamado, uno que quizá sólo él y Yoongi podían hacer, como si se estuviese comunicando con el resto de la manada, con el resto del bosque.

Mierda.

Moviéndose al segundo, caminó por la sala hasta quedar al medio de esta, entre Jungkook y la bruja, tapando la visión de ambos.

Jungkook dirigió su mirada hacia él.

—¿Qué mierda significa esto? —Preguntó, exasperado y con una expresión abrumada, Hoseok sabía que en cualquier minuto el chico explotaría y todo se iría al carajo. Jungkook frunció el ceño cuando Hoseok no respondió de inmediato, sacando conclusiones apresuradas cuando preguntó—: ¿Nos estás traicionando?

Había rabia, ira, como si Jungkook fuese fuego y si Hoseok no se movía con cuidado a su alrededor estaba seguro se quemaría.

Sin embargo, también había una mueca dolorosa en él. Triste.

Otra cosa que aprendió, es que los lobos son tan de piel que podría apostar se encariñaron con él y Mingyu. Incluso si sus razas eran enemigas.

El hecho de que Jungkook, dentro de todo lo imponente que está siendo ahora mismo, muestre esa expresión mediocre era la prueba suficiente.

—Soy fiel al tratado que hice con Yoongi —respondió finalmente, dejando las pistoleras abajo. Hoseok rotó el cuello hacia un lado para ver sobre su hombro, solo por un instante antes de volver la vista hacia él—, pero ella los necesita y ustedes también a ella.

Jungkook le mostró los dientes.

—Lo único que necesito es matarla.

Y se movió.

—Jungkook —Hoseok llamó, nervioso y descolocado, sin embargo, no volvió a levantar las pistolas, y cuando Jungkook comenzó a caminar hacia él, en un intento de pasar por su lado, Hoseok alzó las manos y las posó a la altura de su pecho macizo, el cual vibró ligeramente bajo su palma—, Jungkook, escúchame, podemos hablar-

—Déjalo —La voz de Yeji lo interrumpió, formándose un silencio inquietante dentro de toda la cabaña luego, como si se hubiese parado el tiempo. Jungkook se detuvo a pocos centímetros de Hoseok, no dejando de mirar al cazador mientras ella agregaba—: no pasará nada, lo vi, vi que sería así conmigo.

De pronto, pisadas (docenas de ellas) se escuchan a metros a la redonda de la cabaña, junto con un grupo de aullidos agudos.

Hoseok no tuvo que analizar los ruidos dos veces para darse cuenta que toda la cabaña había sido rodeada por los lobos, recordando el gruñido que emitió Jungkook hace minutos atrás, con el cual pareció llamar al resto.

Aunque creía que el aroma amenazante de Jungkook también actuaba como un detonador, o quizá el aroma desconocido de Yeji, el cual no tardó en esparcirse por el bosque para ser finalmente sentido por la manada.

Hoseok no lo sabe bien, aun es complicado para él entender del todo la forma en cómo funcionaba una manada y cómo parecía estar todo conectado entre ellos.

De todas formas, se desliga rápidamente de esos pensamientos porque ahora mismo es una de sus menores preocupaciones.

—Jungkook, en serio, no traería a alguien para perjudicarlos —intentó, relamiéndose los labios cuando los sintió secos—, después de todo lo que he hecho por ustedes, ¿crees que serían mis intenciones?, escucha lo que ella tiene que decir por lo menos —y trató de observar hacia afuera—, tienes que decirle al resto de los lobos que retrocedan.

El lobo ni siquiera se conmovió, a su vez, alzó el mentón y le dio una mirada tenaz, empedernido y terco, como lo sería cualquier lobo llevado en base a sus emociones y sentimientos, aquel fuerte sentimiento de proteger a los suyos.

—Ella es una amenaza —refutó, no dispuesto a ceder—, y la trajiste sin consultarle a nadie. Un enemigo en nuestro territorio es ejecutado. Sobre todo en la situación en la que Yoongi se encuentra ahora —gruñó como si lo hubiese recordado e inspiró profundo, inflando su pecho y ganando porte sobre él—, por supuesto que los lobos estarán más a la defensiva que nunca, necesito tomar la responsabilidad, Hoseok, quítate.

Pese a todo lo que el menor le dijo, con esa voz ronca y ese aura amenazante, Hoseok frunció el ceño y se enfocó en una sola cosa.

Es decir, había pasado menos de un día realmente desde que se ausentó de la manada para ir a la ciudad, investigar sobre los experimentos humanos, y donde Yeji lo encontró en el bar, pidiéndole que por favor la llevara urgente con Yoongi y Jimin, sin realmente explicarle el motivo. En vista de que se conocían, Hoseok accedió al instante, esperándose una no tan grata bienvenida por parte de la manada, pero tampoco con esto.

Y estuvo a punto de abrir la boca para preguntar por el líder de los lobos, cuando Yeji lo hizo primero, diciendo:

—Es por él que estoy aquí, por Yoongi.

—No estaba hablando contigo, bruja —Jungkook refunfuñó, murmurando entre dientes.

Ella se puso de pie, con los brazos cruzados sobre el pecho y le observó fijo, haciéndolo sentir amenazado, su lobo actuando de inmediato a la defensiva al presenciar su movimiento, tomando la muñeca de Hoseok para tirar al chico tras suyo, como si quisiera protegerlo de ella.

Sorpresa o no, Hoseok no comentó nada, sabía que Jungkook actuaba así por instinto pero joder, él igual estaba alterado porque definitivamente no era la situación que se imaginaba como primer encuentro entre ellos.

Es decir, de todas las personas, ¿por qué tenía que ser Jungkook el que la haya encontrado primero? ¿Por qué no pudo ser Jin o Namjoon, o Baekhyun? ¡Hoseok estaba seguro que la historia hubiese sido diferente!

—Mi nombre es Yeji.

Jungkook soltó una risa seca.

—No creo que sea necesario saberlo, pero me aseguraré de escribirlo en tu tumba, supongo.

Ella no reaccionó.

—Vi a Jimin en mis sueños —prefirió decir, y eso hizo tensar a Jungkook de inmediato. Yeji giró la vista y observó a través de la ventana, así como Hoseok anteriormente. Se vislumbraban pequeñas siluetas a lo lejos, lo cual imaginó se trataba del resto de la manada, como si estuviesen esperando alguna señal. Ella suspiró y volvió su vista hacia Jungkook—, él y Yoongi están mal, ¿no es así?

—Cállate —le cortó, empuñando las manos a sus costados cuando su lobo gruñó por salir—, ni siquiera te atrevas a decir sus nombres.

Nadie podría entender lo que Jungkook estaba sintiendo en ese momento, nadie podría ponerse en sus zapatos.

Ella era amenaza, y era difícil no verlo de esa forma cuando sólo piensa en Taehyung, en sus hermanos y en el nombre de su líder escapando de sus labios.

Yeji en cambio, no reaccionó ni un poco a sus provocaciones, el aroma se conservaba de la misma forma, como si estuviera mezclándose con el bosque y, por un lado, Hoseok era el único que la entendía.

Para los humanos, bueno, en este caso, bruja, era un poco frustrante tratar con la personalidad fiel y testaruda de los lobos.

Porque con cosas que involucraban a la manada, era imposibles hacerlos ceder.

—Sé que la opción de irme viva de aquí no existe, y pese a eso me arriesgué y vine. La manada mata a cualquier extraño que pise su terreno, ¿no?

Jungkook se cruzó de brazos, ladeó la cabeza y le dio una sonrisa fingida.

—Me alegro que se haya entendido esa parte, era la más importante.

Hoseok se quejó por lo bajo porque- Jesús, ¿Jungkook tenía que ser así? ¿Lleno de arrogancia y tenacidad? De seguro se le pegó la personalidad de Taehyung.

Sintió el impulso de intervenir cuando la situación fue insoportable para él.

El cazador se inclinó y apoyó una de sus manos en el hombro de Jungkook, apretando ligeramente.

—Jungkook...

—Suéltame, Hoseok —le dijo, la voz ronca ocasionándole un escalofrío por todo su cuerpo—, ustedes los humanos serán pacíficos, pero acá hacemos las cosas a nuestra manera.

—Jungkook, en serio que-

—Hoseok —esta vez Mingyu interrumpió, Hoseok buscó su mirada, encontrándolo en el mismo lugar bajo el umbral de la puerta. El híbrido estaba serio, como nunca antes y negó con la cabeza, como si intentara decirle que esta no era su pelea y, por lo tanto, no correspondía involucrarse.

Hoseok tragó saliva, sus facciones tensas y su boca en una dura línea, sintiéndose frustrado al saber que no sería escuchado; culpable por otro lado al ser él quien ocasionó esto al traerla. 

Debió haber preguntado primero, pero en vista de la mirada afligida de Yeji y de saber que no frecuentaría la ciudad en un buen tiempo, actuó bajo sus propios criterios, sin pensar en las repercusiones. 

Y Yeji no era su amiga, Jungkook tampoco, sin embargo, los conocía lo suficiente para saber que ambos eran personas de buenos sentimientos e intenciones.

Que se conozcan en estas circunstancias... era simplemente lamentable.

—Tranquilo, Hoseok—Yeji le calmó, dándole una mirada furtiva antes de volver la vista hacia Jungkook—, te has involucrado lo suficiente, no es necesario que hagas más.

El cazador guardó silencio, no refutó ni agregó comentario a esa declaración, aunque su rostro transparente expresaba fielmente los sentimientos en desacuerdo de todo eso.

Hoseok se alejó de Jungkook, colocándose cerca de Mingyu, buscando a tientas la mano del híbrido porque, a este punto, necesitaba de su tacto.

Así que entrelazó los dedos y simplemente observó hacia adelante, esperando lo que sea. 

No sabía hasta qué punto una bruja podía ejercer su poder sobre un lobo, pero estaba seguro que Jungkook la mataría.

No es algo con lo que está de acuerdo, pero es algo que entiende en una manada.

Nadie tocaba el bosque, nadie pisaba el bosque sin permiso.

—Luego de todos los ataques que han sufrido los lobos a lo largo de los años, se acordó el tratado de ejecutar a cualquier extraño que entre al perímetro sin permiso, es una orden conocida por todas las razas —Jungkook movió el mentón hacia la puerta de salida—, anda, los lobos te están esperando.

Apenas Jungkook dijo eso, aullidos emergieron de varias partes, como si los lobos no pudiesen estar más de acuerdo con su elección. No había un punto direccional, los ruidos llegaron de todos lados.

Yeji pudo haberse asustado, en unos segundos podría desatarse una lucha donde terminaría siendo carne para los lobos, dando por hecho su derrota porque la cantidad desigual entre ambas partes era obvia.

Sin embargo, lo único que Jungkook presenció fue una postura firme y una mirada tenaz, quizá el leve atisbo de tristeza, pero era algo que ahora mismo no podía notar con tanta exactitud, no cuando estaba tan al borde de perderse a sí mismo.

—Tengo algo que ustedes necesitan —ella dice, conservando esa mirada obstinada, intentándolo como lo ha hecho en todo ese rato—, y ustedes pueden hacer algo que yo necesito.

—¿Te parece que voy a escuchar lo que tienes que decir? —Jungkook descruzó los brazos de su pecho y volvió a hacerle seña hacia la salida—, vamos, andando.

Yeji no se movió.

—Vi a Jimin en mis premoniciones —dijo sin más, y aunque hubiese soltado la información en un intento desesperado, no se veía como tal, parecía decidida—, Yoongi fue envenenado, vine aquí porque puedo salvarlo.

Hubo reacción inmediata.

El lobo de Jungkook gimió adolorido por dentro, sintiendo una pizca de esperanza y aullando para querer aferrarse a ellas, sin embargo, las facciones de Jungkook se conservaron tensas y seguras. 

Parecía una lucha por ver quien se desarmaba primero.

—No sé de lo que hablas —Susurró por lo bajo, casi lucia como si lo hubiese dicho para convencerse a sí mismo, negando imperceptiblemente. 

En el fondo, Hoseok frunció el ceño, compartiendo miradas confundidas con Mingyu al no entender lo que estaba pasando.

—Las brujas solemos tener premoniciones, no las elijo, el destino simplemente te escoge para mostrarte una verdad. Y sé que puedo salvarlo.

Hubo un silencio, Jungkook afiló la mirada, como si quisiera evaluarla, ver si mentía o no.

Y a pesar de que gran parte de él le incitaba a negarse y matarla, otra parte más racional pensaba en Yoongi y en que debería ocupar todas sus opciones para salvarlo.

Cuanto antes.

Así que su lengua se clavó en su mejilla interna mientras lo pensaba.

—Cómo puedo estar seguro de lo que estás diciendo.

—Lo que a Yoongi le ocurra, va a repercutir en Jimin —respondió Yeji y luego sonrió ligeramente, como si sintiera empatía de ellos—, y Jimin es hermano del señor Kim, por supuesto vamos a velar por él también.

Jungkook alzó una ceja.

—¿Señor Kim?

—Kim Taehyung —Aclaró, pero le dio una mirada inquisitiva al ver la visible reacción que tuvo su cuerpo ante el nombre—, lo conoces... ¿Dónde está él? —Yeji cerró los ojos e inspiró, luego los abrió nuevamente y miró para todos lados—, no está aquí, cuando quise advertirle que vendría no pude contactarme con él, ¿ha estado durmiendo?

No supo realmente el por qué, pero esa pregunta despreocupada hizo brotar un poco de ira en él.

—¿No lo sabes? —una risa seca emergió de su boca, es decir, ella pudo ver a Yoongi enfermo, ¿pero no a Taehyung? Parecía una mala broma— ¿Ni en tus jodidas premoniciones te enteraste?

Ella observó meticulosamente, como si recién se hubiese enterado de que algo no andaba bien, y bajo ese criterio, lo primero que hace es girar la vista y buscar la de Hoseok, como si quisiera pedirle explicaciones al humano.

—¿Qué está pasando? —le pregunta, mas Hoseok mantiene el mismo rostro confundido que ella, con su vista en Jungkook pidiendo por una explicación.

Y a pesar de que Jungkook estaba de espalda al cazador, sintió su mirada en él.

La mirada de todos en él.

—Se lo llevaron —Aclaró por fin, su lobo aullando ante el reciente hecho como algo que ardía en sus entrañas, dolorosamente, su misma voz volviéndose suave de lo rota que se sentía al haber confesado una dolorosa verdad en voz alta, como si sus palabras no pudiesen contener lo que sentía por dentro. Mas lo único que demostró fue fuerza, con tal de verse imperturbable, Jungkook se obligó a sí mismo a tragarse todo ese nudo de angustia que lo estaba sacudiendo por dentro—, fue secuestrado por los mismos tipos que atacaron a Yoongi, no sabemos dónde está, pero fue obra de los humanos.

—Están reuniendo razas... —La voz de Hoseok susurró de pronto, tomando la atención de Jungkook, quien se giró hacia él.

—¿Qué estás diciendo?

Definitivamente había mucho de lo que hablar, y mucho que aclarar, más Jungkook sabe que no es el momento y la oportunidad. Estaba demasiado al borde de colapsar y obligarse a retener a su lobo le estaba costando demasiado poder mental.

Es decir, Taehyung no estaba, Yoongi fue envenenado, y había una bruja dentro de su territorio.

Por supuesto que iba a llegar a un punto de inflexión que lo haría volverse loco.

Y al parecer, no solo a él, sino que a todos.

El suspiro de Yeji interrumpe sus propios pensamientos, dejando de ver a Hoseok quien simplemente permaneció en silencio mientras era observado por él.

Jungkook lo dejó ir, sabiendo que, sea lo que sea que ellos hayan descubierto de su visita a Seúl, era algo que deberían hablar con Yoongi presente.

Así que se enfocó nuevamente en la bruja y en  el aspecto sereno, pero a la vez, cansado que ella poseía.

—Vine porque Yoongi y Jimin necesitan mi ayuda, pero a cambio quiero pedirle a Yoongi que me devuelva el favor.

Solo por esta vez, pensó, solo por esta vez la escucharía.

La intuición de su lobo se lo decía, incluso si eso era ir con sus propios principios, rompiendo todas sus normas.

Ceñudo, apretó las manos en puño y alzó la mirada.

—¿Qué quieres?

—Los humanos secuestraron a una de nuestras hermanas, sabemos la ubicación donde la retienen, y por lo visto, Taehyung también fue llevado ahí —su cuerpo tuvo reacción al tan solo escuchar ese nombre salir de sus labios, ira fluyendo por sus venas y queriendo nublar cada uno de sus sentidos—, nosotras no podemos entrar, está recubierto de materiales que anulan nuestros poderes, somos nada sin ellos, es imposible sacarla sólo con nosotras —reveló, observando sus manos y apretándolas suavemente, como si tuviera rencor de lo que ella era—, hace unos días, tuve esta premonición, y a pesar de que sé que estoy tomando partido de Yoongi, quiero hacer este trato —afianzó su mirada hacia él, decida y tenaz—, si yo curo a su líder, ustedes sacan a nuestra hermana.

El primero en hablar fue Hoseok, el cazador jadeó y se movió hacia adelante, más cerca de ellos.

—Yeji, eso es...

Yeji lo ignoró.

Y Jungkook también.

Porque todo lo que quería, era una oportunidad, una oportunidad de entrar ahí.

Yeji se la estaba dando.

—Puedo llevarte al lugar —Yeji prosiguió—, pero no puedo entrar, desde ahí estarás solo —sentenció, mas Jungkook no se estaba quejando, escuchó todo meticulosamente aun si sentía un leve aroma de Hoseok cambiar a su alrededor—, solo tienes que encontrar una forma de salir, del resto nos encargamos nosotras.

Hoseok era una persona razonable, y como persona razonable, se alteró, porque lo que ellos estaban discutiendo sonaba como una locura.

Ni siquiera podía llamarse a eso un plan.

—Jungkook, no creo que deberías-

—Acepto —dijo el chico entonces, volviendo a ser olímpicamente ignorado.

Hoseok apostó haber escuchado una risita provenir de la boca de Mingyu, pero la ignoró.

—Jungkook-

—Bien —Yeji asintió, igual de seria mientras observaba a Jungkook—, llévame con Yoongi, lo sanaré.

—¡Esperen un jodido minuto! —Hoseok gritó esta vez, yendo hacia ellos, casi exasperado, su mirada viajando de lado a lado, observándolos, es decir, hace apenas minutos Jungkook quería matarla, sin embargo, al parecer el que quiere matarse gratuitamente es Jungkook. Miró a este último como si le hubiese salido un brazo de la frente y le dijo—: ¿¡Te das cuenta lo que vas a hacer!? ¡Es casi una misión suicida! Si están capturando razas, entonces van a sacar provecho de ti, eres un lobo, además de un lobo alfa, será como la puta lotería para ellos si vas —negó, abriendo y cerrando la boca cuando vio que Jungkook ni se inmutó. Era como hablar con una pared—, Jungkook sea lo que sea que esté pasando, necesitamos idear un plan.

—No me importa —Jungkook ni siquiera vaciló—, estoy seguro que se llevaron a Taehyung a ese lugar y lo necesito sacar de ahí. No lo voy a dejar solo.

No fue un intentar, no fue un quiero, fue un necesito. Porque así se sentía, la necesidad carcomiendo en su corazón, inundando sus pensamientos, alimentando esa preocupación innata de su lobo, sintiendo la distancia con el vampiro como una tortura que duraría mil años si no lo tenía aquí, con él.

De pronto, hay una pequeña risita y todos voltean a mirar a Mingyu.

—Me gusta —dijo el híbrido, colocando los ojos en Hoseok, quien parecía ser el único desconcertado—, él es intenso.

Jungkook lo ignoró y observó a la bruja.

—Nos debes explicaciones, un montón de ellas con respecto a Taehyung y la maldición que ustedes le colocaron, si ellos se enteran —Jungkook enseñó los dientes, enojado—, será usado en su contra.

Ella tomó una respiración profunda y luego dejó salir el aire, su cuerpo viéndose menos tenso que al principio, parecía nerviosa e intranquila, porque recién a este punto de la conversación, se movió, dirigiéndose hacia la ventana y estudiando a los lobos de afuera, con ojos filudos.

—Nunca creí que llegaríamos a esta situación —confesó entonces—, ni que la maldición que fue puesta para protegerlo, fuese usada en su contra, porque nadie debería descubrirlo. Y si vi ciertas premoniciones futuras de Taehyung, nunca vi que había sido capturado por los humanos —ella se giró nuevamente y enfrentó con su mirada a Jungkook cuando, con el semblante serio, le dijo—: sin embargo, Taehyung estaba advertido.

—¿Advertido? —Jungkook soltó el aire contenido, algo parecido a una risa sarcástica, mofándose de sus palabras—, estoy seguro que si Taehyung hubiese sido advertido nada de esto hubiese pasado... 

Dios, decir su nombre- lo extrañaba tanto... 

—Hace más de un mes le dije a Taehyung que iba a morir si se quedaba aquí —ella aclaró, y todo el cuerpo de Jungkook se tensó—, de alguna forma los hilos se están conectando, él aceptó este camino en su destino y decidió quedarse, no puedo hacer nada más al respecto, él estaba advertido y se quiso quedar igual.

Eso le hizo jadear, con un poco de miedo, sobrellevado bajo las emociones fuertes que compartía con su lobo.

—Él no aceptó su destino... —susurró, y juró sentir su garganta doler en un nudo de angustia.

Yeji le miró, en silencio, quizá porque Jungkook estaba auto convenciéndose de sus propias palabras.

Y es que, de alguna manera, era sorprendente para ella ver la forma en como un lobo tan demandante y autoritario como Jungkook se desarmaba, quizá mostrando lo que realmente era, una persona genuina y pura.

Ella no tenía duda sobre eso.

Jungkook tenía un largo camino que recorrer, pensó, y por lo mismo, tampoco mencionó nada, porque parte del destino que vio en Taehyung, estaba escrito con él, con este lobo frente a ella. Lo había visto, en sus propias premoniciones, si Taehyung moría, sería por él.

Yeji no lo dijo, las premociones siguen su curso y desafiar el orden de la naturaleza era una falta ética y moral a las reglas esenciales de su propia raza.

Y ya suficiente pesar tiene con entrometerse en el destino de Yoongi y Jimin, en un acto desesperado al querer velar por la seguridad y bienestar de sus hermanas.

Nadie sabía, pero esta era la razón del por qué las premoniciones volvían locas a la mayoría de las brujas, un poder tan inmenso con el que no puedes hacer nada, muchas veían las muertes de los seres más amados, más queridos, sin embargo, no correspondía involucrarse y cambiar los hilos.

Yeji le había dado la oportunidad a Taehyung, pero sea lo que sea que haya escogido, terminaría con el mismo final igual.

Al fin y al cabo, no importaba la raza que seas, todas tenían consigo su talón de Aquiles, algunos se volvían locos por amor, otros perecían en una vida corta y llena de enfermedad, y luego estaban ellas, otorgadas con el don de conocer una verdad que no podían tocar.

—Te diré todo lo que quieras —le dijo entonces—, pero llévame con Yoongi. Jimin está sufriendo, ambos.

Jungkook lo meditó, mientras la estudiaba, intentando olisquear su aroma, sus emociones, algo que le diga si está diciendo la verdad, mostrando realmente sus intenciones.

No había nada, ¿podría creerle?

La decisión que tiene que tomar es crucial, sabe que los lobos están rodeando la cabaña, como si inconscientemente su lobo los hubiese llamado al ver a un enemigo como ella pisar su terreno.

Podría matarla aquí mismo o podría otorgarle el poder de tener en sus manos la decisión de destruir a una manada o salvarla por completo.

Traer a Yoongi aquí sería complicado, más en su estado si las cosas no resultan y empeora, pero llevar a la bruja al corazón de la manada, no estaba dentro de sus opciones, los lobos podrían reaccionar mal y atacarla en cualquier minuto.

Y honestamente, Jungkook prefiere cortarse las manos antes de tener que proteger a la bruja de su propia familia.

Sin embargo, sea disgustante para él o no, sabe que esta es una oportunidad que se presentó por algo, quizá por diferentes motivos o razones, así que medio resignado, da un largo suspiro y busca el intercomunicador apegado en su chaqueta táctil. Sus ojos se mueven de soslayo, intentando observar por una de las ventanas el exterior, dónde sabe que varios lobos se han reunido.

No pudo proteger a Taehyung, no pudo alcanzarlo y Jungkook no quiere imaginarse qué ocurriría con él si es que no puede proteger a esta manada y a su líder.

—Al habla el capitán Jungkook —dijo, el botón dio luz verde y luego volvió a rojo—, necesito permiso de los capitanes para traer a Yoongi y a Jimin a la cabaña de Hoseok. Hay una bruja aquí que sabe cómo quitar el veneno de Yoongi y sanarlo.

Hubo estática y un silencio sepulcral antes de que vuelva a escucharse el chirrido de la línea.

—Jungkook —dijo la voz de Namjoon, la mano derecha del líder tomando su petición con un poco de recelo— ¿Podemos confiar?

—No te preocupes —le aclaró seguro, mirando a Yeji cuando agregó—: si llega a hacer algo no dudaré en matarla.

Namjoon no respondió al principio y Jungkook lo entendía, era una situación difícil de procesar, pero a la vez decisiva.

Y a pesar de ser un caso de emergencia, de todas formas, se necesitaba la aprobación de al menos la mitad de los capitanes, no solo él y Namjoon.

Porque si no lo hacían, podían incluso volver a los propios capitanes en su contra, el instinto de su lobo por querer proteger a su líder pudiendo ser tan fuerte que cualquiera podría resultar ser un enemigo aquí.

Así que tomó un poco de tiempo, unos cuantos minutos mientras la tensión seguía subiendo fuerte por toda la habitación cuando Jungkook finalmente recibió luz verde por parte de la manada, siendo autorizado para que la bruja tratase al líder.

Hoseok de inmediato preparó la habitación para recibirlos, siendo ayudado por Mingyu mientras Jungkook vigilaba a la bruja, a pesar de que esta no olía a amenaza ni tampoco realizaba comportamientos extraños. No podía quitar los ojos de ella, su lobo le decía que tenía que mantenerla vigilada.

Jimin llegó primero, siendo cargado por Namjoon, a Jungkook le dolió el corazón, y sus ojos ardieron cuando vio al capitán entrar con su hermano envuelto en una manta, tiritando, pálido, con el ceño fruncido mientras murmuraba cosas indescifrables.

Jungkook quería llorar.

Todo estaba siendo injusto, y él se estaba obligando a permanecer estable, imperturbable cuando por dentro su lobo no paraba de aullar.

Cállate, le murmuró, porque le nublaba los pensamientos, mas su corazón se destrozó un poquito cuando lo visualizó en su mente haciéndose chiquito.

Dejaron a Jimin en una de las camas, el muchacho rápidamente se hizo un ovillo en ella mientras respiraba agitado, una mueca de dolor enmarcando en todo su rostro mientras seguía murmurando cosas.

Y fue en ese momento en que se dio cuenta que Yeji realmente hablaba en serio, porque la preocupación que se mostró en su rostro fue genuina cuando vio a Jimin así, murmurando el nombre del híbrido casi desesperada, como si hubiese sido su reacción automática al verlo así, tan ido.

A pesar de ser una vista dolorosa, Yeji  se las arregló para aclarar que lo que estaba sintiendo Jimin era una especie de trance psicológico, vivenciando lo que realmente estaba sintiendo Yoongi por dentro.

Jungkook tuvo dudas sobre eso, no sabía si a través del lazo fue Yoongi quien le traspasó parte de su dolor inconscientemente, o fue Jimin quien decidió tomarlo por él.

Aunque, conociendo a su hermano y conociendo a Yoongi estaba seguro que toda la situación se inclinaba por la segunda opción.

Chanyeol y Baekhyun llegaron a la cabaña unos minutos después de Jimin, ofreciéndose a custodiar  la entrada mientras esperaban por Yoongi, ambos capitanes observando con cierto recelo a la bruja, desde su distancia, al igual que Namjoon. El único que se presentó formalmente fue Jin,  quien también le dio una pequeña mirada a Jungkook, recordando su conversación de ayer en la madrugada.

Minutos después, llegó Yoongi, envuelto en una manta y siendo cargado por varios capitanes. Fue llevado a la habitación y dejado en una cama contigua a la de Jimin, el animal quedó recostado y se envolvió en su propio sitio, silencioso, como si hubiese entrado en un estado de inconsciencia absoluta, sin embargo, todos sabían que estaba resistiendo.

—Entraré —Yeji dijo, caminando hacia la habitación.

—Voy contigo —Jungkook agregó, en un gruñido molesto, casi amenazante para advertirle que su vida como bruja dependía de lo que estaba a punto de hacer.

—Yo también voy —La voz de Jin los interrumpió, Jungkook no refutó nada, más fue la mirada de la bruja la que le hizo tensar la suya propia para decir—: soy el médico principal, necesito estar ahí para ellos.

Ella no comentó nada, no estaba en posición tampoco de hacerlo, así que los tres entraron mientras el resto esperaba afuera.

Honestamente, era la primera vez que Jungkook veía el estado real de Yoongi, él simplemente había pasado las últimas 48 horas tratando de no volverse loco ante el secuestro de Taehyung.

Joder, tenerlo tan presente ahora le estremece todo el cuerpo.

Se ubicó tras la puerta, con los brazos cruzados y su vista dirigida en el lobo de Yoongi, albino y corpulento, sin embargo, encorvado y emanando ese olor miserable, a un sufrimiento que Jungkook no podía poner en palabras.

Era como si su aroma estuviera diciendo a gritos que necesitaba ayuda y eso desesperó un poquito a Jungkook, quería gruñirle en la cara a Yeji y obligarla a que ayudara al líder de una buena vez.

Mas apretó las manos en sus brazos y esperó, obteniendo una mirada de Jin cuando este lo sintió así de tenso, quizá su lobo emanando aromas por toda la habitación.

Yeji se acercó a Yoongi y levantó una de sus manos, pasándola superficialmente por el pelaje del lobo, a unos cuantos centímetros de distancia, sin tocarle realmente.

—Hay minerales dañinos para él en todos lados, no se pueden separar, así que los voy a destruir.

—¿Alguna diferencia entre ambos? —Jin susurró, observando la mano delgada de ella y luego el rostro del lobo, como si buscara alguna reacción en él.

—La diferencia dependerá de cuánto poder tenga una bruja, si es inicial o mayor.

—¿Y tú? —Jungkook alzó la voz a lo lejos, manteniendo distancia de ellos, receloso—, ¿lo puedes hacer o todo esto es improvisado?

Si ella estaba enojada o no, si ella ya había perdido la paciencia con su trato o no, no lo demostró.

Lucía igual de inalterada que siempre.

—Puedo —le dijo, sin mirarlo y concentrándose en su tarea—, solo observa a su compañero, con tratar a Yoongi, Jimin estaría libre de síntomas.

En su misma posición de pie, alineada en paralelo a la cama de Yoongi, ella alzó ambas manos y las volvió a pasar superficialmente por el cuerpo del lobo, una y otra vez, la habitación poco a poco sucumbiendo a una tensión horrible, oscureciéndose como si el aura tuviera un color negro dentro de todo el lugar. 

Jungkook descruzó los brazos, colocándose en posición de ataque cuando se sintió amenazado, su lobo despertando y haciendo brillar sus iris, preparado para mutar ante la tensión hostil que viajó por todo su cuerpo.

Jin por otro lado se alejó de ella, y con su lobo más calmado, fue hasta la cama donde Jimin estaba, a quien se le escuchó un pequeño gruñido.

Entonces, los ojos de la bruja se volvieron completamente blancos, como la esclerótica impregnando todo el iris, y de sus brazos emergieron ramificaciones negras, similares a las que Jungkook recuerda haber visto en Taehyung cada que su maldición se activaba.

El recuerdo le carcome el cuerpo, sin embargo, se obliga a retener el impulso de ir hasta ella y detener lo que hiciera porque el aroma ya no es lúgubre y porque de a poco Yoongi comienza a reaccionar, con un leve gruñido, similar al de Jimin y su cuerpo convulsiona, tiembla y vibra, volviendo a ser el cuerpo de un humano, en posición fetal como si quisiera esconderse, taparse de algo a lo que le teme.

—Lo estás hiriendo —Jungkook no evitó susurrar, su corazón martilleando en sus oídos cuando tuvo esa mala energía de reconocer a la bruja como un enemigo. Ella no se detuvo y las ramificaciones llegaron hasta cubrir como pinceles su cuello—, Yeji, lo estás hiriendo.

Su voz no pretendía salir ahogada, pero lo hizo, ahogada y desesperada, sin saber si intervenir o no.

Parecía como si el veneno se inundará por el cuerpo de Yeji, pero no la hería, ella lo recibía como si fuese parte de ella.

Jungkook se obligó a calmarse cuando las garras emergieron de sus uñas y los colmillos picaron en sus dientes, el gruñido ronco y fuerte vibrando en su pecho cuando ella no se detenía.

Entonces, una voz calmada y suave rompió todo.

—¿Y-yoongi? —La voz de Jimin llamó, bajando todas las alertas de Jungkook cuando escuchó a su hermano, girando la cabeza al instante cuando lo vio sentado, con el rostro desesperado observando hacia donde Yoongi yacía, aun siendo tratado por el poder de la bruja.

Jin ayudaba a Jimin a estar con el tronco erguido, quizá su cuerpo sintiéndose débil al haber pasado casi dos días completos en cama.

Y como si sus pies se movieran solos, cruzó la habitación y fue hasta la cama de su hermano, sentándose cerca de él para abrazarlo, su corazón de pronto sintiéndose un poquito menos roto, el ardor detrás de su garganta haciéndose presente junto con el alivio de verlo bien, sentirlo bien.

—Menudo susto que nos dieron, ¿estás bien? ¿qué ocurrió? Envenenaron a Yoongi, pero... ¿qué pasó contigo? ¿estás bien? —volvió a preguntar, echándose hacia atrás y escaneando su rostro a esa corta distancia.

Jimin no respondió sus preguntas, el híbrido no podía quitar la vista de lo que Yeji hacía, sin embargo, no tenía miedo, porque aún si le costaba entender la situación, no sintió amenaza cuando reconoció la presencia de Yeji ahí.

—Lo está sanando... —susurró, con la voz rota y baja. Observó a Yoongi con un nudo en la garganta, llamándolo a través del lazo que parecía estar contaminado de algo que no entendía de primera, pero que ahora sabía, fue veneno.

—Eso es lo que ella dijo —Jungkook observó con él y luego se sintió incómodo—, casi la mato...

Jimin le dio una dura mirada, y Jin simplemente le observó como si sintiera empatía de él.

—¿Qué ocurrió, Jimin? —esta vez, fue Jin quien preguntó—, ¿Qué sucedió?

—Sentí a Yoongi mal a través del lazo, mi lobo como que... quiso salvarlo, pero no podía, era imposible, no podía acercarme —negó con la cabeza—, luego no supe más, lo sentía enfermo, y eso me enfermaba, enfermaba a mi lobo.

—Es entendible —Jin empatizó con él, posando una mano suavemente en la espalda de Jimin y sonriéndole con alivio—, me alegro que estés bien, ha ocurrido demasiado en poco tiempo...

Jimin no dijo nada, miró a Jin, esperando a que siguiera hablando, mas el médico sólo calló, no sabiendo cómo decir lo que tenía que decir.

Jimin entonces observó a Jungkook, esperando una respuesta ante las palabras ambiguas del médico, sin embargo, Jungkook lucía peor que Jin. Y ahora que lo veía bien, lucía lamentable, con ojeras marcadas bajo sus ojos y sus facciones más delgadas, los iris tristes y emanando una esencia así, llena de tristeza y lamento.

Taehyung.

Fue lo único que pudo pensar. Rápidamente le echó un vistazo a la habitación, no reconociéndola del todo, aunque eso ni siquiera era importante, porque era extraño que el vampiro no estuviera aquí.

—¿Dónde está Taehyung?

Jungkook casi gimió adolorido en voz alta, y Jin fue consciente de aquello.

Así que fue el mayor de los tres quien observó a Jimin con una mirada dolorosa, intentando encontrar las palabras para informar los hechos.

—Jimin, eso es...

—Mierda —Todos quedan en silencio cuando la voz rasposa de Yoongi rompe el silencio, Yeji está a un lado de la cama, viéndose completamente estable, sus ojos normales y las ramificaciones desapareciendo como tatuajes que se desvanecían poco a poco en el tiempo. Pero más impactante era ver a Yoongi ahí, cubierto con una manta que llegaba a su cintura y girando la cabeza para ambos lados en un intento de estirar los músculos, quejándose audiblemente y con los ojos cerrados, como si le doliera la cabeza—, Esa maldita gente... esa gente quería a Taehyung, jo-

El alfa no pudo seguir hablando cuando un cuerpo golpeó sobre el suyo, haciéndole exprimir todo el aire de sus pulmones ante la bruta acción. Luego sintió dos brazos rodear su cuello y eso era todo lo que importaba, Jimin junto a él.

Algo dolió entre ellos, en su alma, el lazo vibró con fuerza y juró sentir al lobo de Jimin quejarse por haber estado ausente y enfermo.

—Imbécil —susurró Jimin, con la voz un poco lastimera y rota, el rostro escondido en el cuello de Yoongi mientras se apretaba más contra él, sintiendo al mayor abrazarlo y llenarlo de caricias de inmediato. Sus labios temblaron—, no me vuelvas a asustar así...  

Yoongi soltó una ligera risita.

—Un alfa no cae tan fácil —y sus ojos se movieron hacia Yeji, dándole un ligero saludo con un asentimiento de cabeza—, gracias... —le dijo entonces, ella simplemente le sonrió suave como respuesta, como la primera vez que se conocieron.

—¿Cómo lo hiciste? —Jin preguntó a la bruja unos minutos después, ambos lejos de toda la escena, con Yoongi siendo abrazado por Jungkook y Namjoon, quien también entró a la habitación cuando supo que el líder había sido sanado.

Luego entró Hoseok y Mingyu y de pronto todo fue caos cuando Jungkook les gruñó a ambos que se jodieran.

Ella sonrió ligeramente, curiosa al ver a Jungkook así cuando aún su aura emanaba esa tristeza infinita saliendo de él.

—Magia —dijo entonces, volviendo a la conversación con Jin, notando que este había quedado inconforme con sus palabras, quizá, porque el médico principal no pudo salvar a su líder anteriormente—: No es algo que pudiese hacerse de forma tradicional, son venenos muy complicados, sólo se puede quitar con magia, no había forma de lograrlo sin magia.

—Entiendo... —Él volvió a mostrar ese semblante triste, cuando agachó la cabeza y se sumergió en sus propios pensamientos. 

Al verlo así, Yeji no pudo quedarse sin hacer nada.

—Puedo instruirte —le dijo entonces, a lo que Jin le miró con un poco de sorpresa—, puedo enseñarte sobre estos venenos para que estés más preparado, quizá tú puedas encontrar alguna solución ajena a la magia, pero te advierto, es muy complicado.

—Lo tomaré —respondió más que rápido—, gracias, lo tomaré, definitivamente lo tomaré.

—Yoongi-hyung —Jungkook habló de pronto, poniéndose de pie y caminando hacia la bruja, todos observaron su movimiento, Jin, sobre todo, quien le miró nervioso al saber lo que diría—, no podemos perder más tiempo, le debemos un favor a la bruja.

Quince minutos más tarde, Jimin, Yoongi, Jungkook y Yeji estaban sentados alrededor de la mesa en la casa de Hoseok, junto con el cazador y Mingyu.

La manada había vuelto a su actividad normal, celebrando con varios aullidos la recuperación de su jefe.

Jin prefirió quedar ajeno a la reunión porque de seguro perdería la cordura al escuchar nuevamente la decisión de Jungkook. No podía detenerlo, ya no, pero tampoco quería escucharlo, le dolía en cierto punto el camino que el chico prefirió seguir.

Le preocupaba.

Namjoon por otro lado, se encargó de liderar a la gente, ya que al tener a su líder enfocado en lo que estaba pasando con la bruja y Taehyung, la mano derecha del alfa se hizo cargo de distribuir nuevamente a los capitanes, ampliar la búsqueda del vampiro en las fronteras y aumentar aún más el número de gente en las rotativas, mucho más que antes.

Solo deseaba que todo lo que estuviese pasando, termine pronto.

No era justo que la manada tuviera que sufrir ataques tras ataques cuando ellos no habían hecho absolutamente nada para merecerlo.

Así que media hora bastó para poner a todos al corriente, a Jimin y a Yoongi.

Jimin fue el primero en volverse loco.

—No podemos quedarnos aquí, dónde se supone que lo tienen —y con eso observó a su compañero, quien mantenía los codos sobre la mesa, las manos entrelazadas por delante de su boca mientras intentaba procesar los hechos y recordar lo que pasó esa noche—, Yoongi no puedo quedarme aquí, necesitamos ir, ¿qué se supone que le quieren hacer?

Jungkook apretó las manos.

Eran las mismas preguntas que se hacía a cada rato, a cada minuto.

¿Cómo estará? ¿qué le estarán haciendo? ¿qué es lo que quieren de él? ¿por qué él?

Necesito ir.

Ah... se volvería loco de nuevo.

—No creo que lo dañen —Yeji confesó entonces—, Taehyung es como esa gema que te encuentras, tan rara y tan valiosa que no quieres que nadie la vea por temor a que alguien más la codicie, no quieres que nadie la toque, pero a la vez, quieres que todos la admiren, porque tenerla, no significa otra cosa que poder.

—Por lo que investigamos con Mingyu, han estado reuniendo varias razas, se ha corrido la voz de varios secuestros de razas diferentes en el bar —Hoseok agregó, aportando la nueva información que ellos habían conseguido.

Mingyu le dio una mirada a Yoongi y le dijo:

—Tienen a un lobo también —eso hizo tensar a Yoongi—, pero los chicos del bar no saben si es un salvaje o no.

—Quizá lo sea, nadie de la manada se ha perdido, lo sabría sin siquiera presenciarlo.

Ambos cazadores asintieron y Yoongi asintió con ellos, girando su vista hacia Yeji.

—Hay que sacar a Taehyung, a como dé lugar.

—Sacar a mi hermana, no será complicado, sé que la principal atracción para ellos es Taehyung, y sacarlo de ahí —sus palabras se cortaron a media frase cuando buscó la mirada de Jungkook, tan decidida que sea lo que sea que dijera, el menor lo tomaría igual. Yeji aun así le advirtió y le dijo—, va a ser un infierno.

Jungkook apenas rió con sarcasmo.

—Qué alentador —comentó, a nadie en particular y luego la miró—, ¿alguna idea?

—Esto será complicado —Yeji suspiró, pensando que todos los destinos y todas las premoniciones que tuvo se unían en una sola cosa. Cerró los ojos, y se enfocó en un punto en la mesa, debatiendo sus opciones—, si no lo explico bien, creo que tú no quedarás conforme —agregó, refiriéndose a Jungkook.  

Únicamente a él, porque lo había reconocido al instante, desde la premonición de Taehyung, desde la premonición de Yoongi. 

Yeji sabía quien era este chico que casi la mata.

Taehyung se había enamorado de él. 

Para siempre.

Tan profundamente, que no había vuelta atrás, ni para el vampiro ni para el lobo, porque Yeji se dio cuenta, en su aroma a rosas, ese aroma que es único en Taehyung.

Jungkook también estaba enamorado.

Si era una condena o no, Yeji no iba a juzgarlos. 

La sonrisa autosuficiente de Jungkook la trajo de vuelta al presente.

—Bien, me alegra que nos entendamos. Explícate entonces, bruja.

Yeji asintió con obediencia, como si la forma en que Jungkook la trataba no le afectaba para nada.

—Para empezar, Taehyung es diferente, y estoy segura que los humanos que lo capturaron son conscientes de ello, es por eso que lo buscaron...

Yoongi frunció el ceño.

—¿A qué te refieres?

—Los vampiros son una especie casi extinta, primero, porque muchos humanos que son convertidos no toleran la transformación, prácticamente es un veneno que les obligan a resistir y la mayoría muere de un paro cardiaco antes de lograr convertirse, las probabilidades son muy bajas. Y segundo, porque los pocos vampiros que quedan son seres solitarios, no son como los lobos que viven en manada, así que tampoco se mezclan, Seúl tampoco luce como una ciudad amigable con ellos. Encontrar a un vampiro es como encontrar una aguja en un pajar.

Hoseok asintió, agregando a lo que ella decía:

—Mi gremio los ha estudiado por toda la vida, y hasta el momento, solo han podido matar a dos, el resto se mueve sigilosamente, es difícil seguirles el rastro y es por eso que hay pocos cazadores, el trabajo es casi suicida para un humano, pero la recompensa equivale a millones de dólares.

—Dar con uno es casi imposible —Jungkook gruñó—, por supuesto que los estúpidos de los humanos harían lo que fuera para tener a uno con ellos.

—Era el más cercano a Yunho —Mingyu dijo entonces, cruzándose de brazos y echando la espalda sobre el respaldo de su silla—, no me extrañaría que Yunho haya dado información de él, trabajaba para el gobierno después de todo.

—No solo eso... —Yeji le miró, y se irguió en su sitio, como si a ella también le costara formular las palabras. Pero ya estaba aquí y vino con la idea de poner todas las cartas sobre la mesa si eso ayudaba a rescatar a una de sus hermanas menores. Ella suspiró y sus ojos se dirigieron a Jungkook.

—¿Qué? —Jungkook tensó su cuerpo visiblemente cuando sus ojos se encontraron— ¿Qué está pasando?

—No creo que Yunho haya dado información de Taehyung —tragó saliva y observó al resto, de aquí en adelante, todo lo que contaría, era algo que no se lo ha contado a nadie—, porque Taehyung no solo era un vampiro cerca de Yunho, era su hijo.

Jimin frunció el ceño, nunca fue algo que se preguntó, era un niño apenas, y lo único que había tenido claro en su vida era que ambos habían sido adoptados por Yunho, aunque ahora que ha crecido, para él era casi una burla la forma en como ambos eran similares en semejanza.

—¿Lo convirtió? —preguntó entonces, un poco conmocionado—. ¿Convirtió a su propio hijo?

Yeji tragó saliva.

—No —negó, y sus facciones se tensaron, los recuerdos emergiendo en su cabeza como un montón de tiras de películas cuando les dijo la verdad—: Taehyung nació siendo vampiro.

—Eso es imposible —Hoseok susurró, casi como si no creyera sus palabras porque el mundo era demasiado extenso como para que él pudiese darle una explicación lógica a lo que decía, a lo que Yeji decía.

Jungkook no pudo evitar pensar en Taehyung, en su rostro reflejado en el espejo cuando le cortó aquel cabello que crecía y crecía, su temperatura helada volverse cálida cuando le abrazaba, donde sus manos tocaban. O su sudor, el ligero aroma a rosas emanar en sus constantes entrenamientos y cercanías. 

Un músculo tiró en su estómago.

Pensar en Taehyung era... era tan triste que las ganas de aullar volvieron a nublarlo.

Sin embargo, puso todo su esfuerzo en formular la pregunta que rondó en su menté, diciendo:

—Entonces, ¿es un híbrido como Mingyu?

Todos observaron a Jungkook, y luego a la bruja.

Ella lo meditó, como si estuviera a un paso de arrepentirse, más se obligó a sí misma a continuar.

—No es solo un híbrido, no es una combinación de dos razas, él es una nueva raza.

Jungkook perdió el sentido de cordura, golpeó la mesa y se inclinó.

—¿Qué mierda estás tratando de decir?

—Taehyung nació siendo vampiro, pero nació de una bruja. Él es hijo biológico de un vampiro y una bruja. No es un híbrido, Taehyung tomó lo mejor de ambas razas y creó una nueva, no cabe en ninguna categoría —confesó por fin, sus labios temblaron cuando reveló una verdad que se había ocultado por años, décadas. A este punto, ya no podía parar—, y su poder es tan inmensurable, que las brujas no pudimos hacer otra cosa que maldecirlo, es por eso que el gobierno lo quiere, a él y a las razas sobrenaturales, porque su solo poder, es el arma de guerra que los haría indestructibles.

Jungkook entendió una sola cosa.

Tenía que sacarlo de ahí, aun si su vida dependía de ello. 




Gracias po rleeeeeeeeeer, sé que muchas adivinaron lo que era tae juju, muchas gracias por decirme sus teorias anteriormente, habia una niña que dio en el clavo pero perfectoooo, creo que todavía no llega a estos capitulos aksdjqhwe en fin, muchas gracias por todo ♥ ahre se despedía como cap final, de hecho hoy comienza la segunda temporada ahre, mentira aklsdj bueno decirles que falta una parte iii y una iv para terminar este cap, es muy extenso pero no pude hacerlo de otra forma, siento que todo lo que está escrito aquí es necesario, no quería dejar nada sin aclarar, en fin muchas gracias , ya no más sufrimiento para el yoonmin solo besitos, lo prometo osisososissisisi♥

Mucha fuerza para Colombia, me rompe el corazón todo lo que está pasando y me da mucha rabia y pena que la vida sea tan injusta para todos :( el abuso de poder es algo que repudio con todo el corazón, mando mis sinceras energías y todas mis buenas vibras, que se haga justicia por todo y que todo esto acabe para un bien 🙏

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