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06









En todo lo que pudo pensar Taehyung por el resto de los días, era en que tenía que salir de ahí, irse definitivamente y buscar a las brujas por su cuenta.

Solo.

Como siempre estuvo destinado a ser.

Ya no importaba el motivo de su debilidad, sin lograr recuperar al cien por ciento sus poderes, ahora le importaba lo que Yeji había dicho.

Y el hecho de que Hoseok no haya podido dar con ellas, solo lo alteraba aún más.

Era mal augurio y le carcomía los pensamientos no saber lo que estaba pasando.

Pero el punto es, ¿realmente podía irse?

Se siente como un idiota, hoy sobre todo, porque no está haciendo caso a lo que las brujas le ordenaron, está reconsiderando su estadía aquí, descartando el hecho de que podría mandarse a cambiar cuando quisiera y así evitar un posible desastre.

De hecho, ha estado planteándose situaciones en las que todo se iba al carajo sólo para saber cómo zafar de ellas.

Lo más cercano que pudiese ocurrir sería un ataque de los humanos, pero, ¿Qué podría salir mal de eso? Taehyung sabía, él no era un vampiro común, las mismas brujas lo maldijeron para que nadie supiera eso. Con todo su poder y su fuerza, podría fácilmente acabar con ellos y proteger a quien lo necesite.

Así que, ¿era necesario irse?

Su garganta se apretó.

—Tsk, como si los necesitara... —murmuró para sí mismo y se levantó de la cama de Jimin, habitación que ocupaba luego de que su hermano se mudó a vivir con Yoongi con la excusa de que él necesitaba un lugar dónde quedarse.

"Es que mi hermano no tiene donde dormir" había dicho la primera vez que ofreció su habitación como estadía para el vampiro, haciendo al mismo Taehyung resoplar porque ¿creía que era imbécil?, ni siquiera tenía la necesidad de dormir o descansar a menos que necesitara recuperar sus poderes, así que se había medio indignado al ser usado por su hermano como pretexto para ir a pasar las noches con el otro idiota de Yoongi.

De todas formas, se abstiene de alegar siempre para sí mismo, porque su hermano se veía feliz con el lobo estúpido de Yoongi.

Porque si bien, Yoongi podría ser una mierda, pero hacía a su hermano feliz y eso era lo más importante.

Gruñe por eso y sale de su habitación, bajando casi a tropezones por la escalera de la gran casa de Jin, la cual estaba vacía a esas horas de la tarde, y se mueve hacia el baño, donde se queda de pie frente a un gran espejo.

Honestamente, aún le estremece ver su reflejo en el cristal, porque sabe que no es normal y sabe que no es algo propio de los vampiros.

Más reniega de pensar en eso por mucho tiempo y agarra con sus manos los marcos del gran espejo, pasando a romper los tornillos con los cuales estaba fijado en la pared, rompiendo también esta misma por lo torpe y bruto que fue al usar más fuerza de la debida.

No le importa, Jin nunca se enojaba cuando hacía un desastre y a lo mucho el que pondría el grito en el cielo, como un cascarrabias, sería Jungkook, pero eso era algo divertido de ver y algo que a Taehyung le encantaba en cierto punto, así que realmente no se preocupa por haber dejado la pared rota.

Toma el espejo y lo sube hasta la habitación de Jimin, ubicándolo encima de un escritorio, tomando asiento frente a este.

Y de nuevo, le inquieta ver su reflejo, pero lo hace, escaneando el exceso de cabello que tiene y cómo desea deshacerse un poco de las mechas más largas, las cuales llegaban a picar en sus ojos, molestando parte de su agudizada visión.

Así que maniobra una tijera que encontró merodeando entre las cosas de su hermano y agarra un mechón hasta estirar el cabello ondulado por completo, llegando casi a la punta de su nariz.

Abre las tijeras y observa su cabello directamente y no a través del cristal, como si hubiese olvidado el motivo del por qué lo trajo principalmente.

La tijera se cierra y él corta, soltando el mechón el cual rápidamente se encoge como un resorte, quedando muchísimo más corto que el resto porque no lo calculó bien.

—Al carajo... —Y vuelve hacer lo mismo con otro, cortando la punta sin comparar con el primero porque el punto era que no tapara su visión así que realmente le vale poco lo que se está haciendo.

Pensamientos de Taehyung.

Es ahí cuando siente el aroma de Jungkook rozar su nariz, sus sentidos ampliándose y agudizándose mientras sostiene concentradamente un mechón y espera, notando las pisadas del chico a varios metros antes de acercarse a la casa, la esencia volviéndose cada vez más intensa cuando finalmente entra, sube las escaleras y abre su puerta de golpe.

Con el pie.

—Tu traje. —le dice, entrando al cuarto y lanzando el traje táctico en la cama.

Taehyung suelta el mechón de pelo que sostenía y se gira, observando el conjunto táctico de color negro, similar a los que veía usar en los demás lobos soldados, sin embargo, no es solo eso lo que llama su atención, porque rápidamente arruga la nariz, olisqueando el aire hasta convencerse de lo que su cabeza asimila ante el fuerte aroma.

Así que rápidamente gira la cabeza y enfrenta a Jungkook, quien le observa apacible desde su sitio a un lado de la cama, los brazos cruzados sobre su pecho, las piernas un poco abiertas, esa postura a la que está acostumbrado adoptar cuando afronta algo.

El vampiro alza una ceja y desde su lugar sentado en la silla hace lo mismo: se cruza de brazos y alza el mentón.

—Lo marcaste —le dice, como si fuera demasiado obvio para él, el mismo rostro de Jungkook y todo su cuerpo tensándose ante lo que él había dicho siendo la respuesta que buscaba—, marcaste mi traje con tu olor.

El lobo le frunce el ceño y Taehyung alza una ceja, ¿le iba a mentir en su cara?

Al parecer sí, porque niega y pone esa cara de engreído, como si él fuera poca cosa cuando claramente ambos saben que no lo es.

—¿Por qué haría eso? —refuta, como si Taehyung estuviera diciendo disparates, pero Jungkook sabe a lo que se refiere.

—¿El traje era tuyo?

—Es nuevo, joder, seguro mientras lo traía quedó pasado con mi aroma, no te hagas ideas tontas —el lobo tragó duro, y cuando el otro siguió observándole con esa cara de que no le creía ni una palabra, se alteró y le mostró los dientes—. ¡Solo deja de preguntar tanto y ocúpalo!

Jungkook sabe que Taehyung se dio cuenta de lo que hizo, pero no piensa admitirlo en voz alta incluso si su cuerpo, su aroma y todo en él ya le da la respuesta al otro, es demasiado orgulloso para admitir que apenas olisqueó la prenda nueva, la frotó contra su mejilla un montón de veces hasta dejarle su aroma encima porque a su lobo le encanta marcar a Taehyung.

Aun lo recuerda, cuando gruñó al darse cuenta que olía a nuevo, empedernido a marcarla mientras venía a casa. 

Lobo tonto.

Taehyung soltó una risa, divertido y se acercó con la misma silla hasta tomar el traje.

—Para algunas cosas eres maduro, pero para otras... —chasqueó la lengua y negó—, eres todo un cachorrito, ¿hmm? Por supuesto que me iban a emparejar contigo, si al final, voy a tener que cuidarte.

Jungkook le gruñó, pero su corazón latió errático y su lobo alfa movió la colita al escuchar la palabra emparejar.

En serio, lobo tonto.

—Tampoco te pases... —Susurró, intentando lucir inalterado, sabiendo que el calor que sentía en sus mejillas y en la punta de sus orejas lo delataba.

—Lo siento, capitán Jeon Jungkook. —Taehyung soltó junto con el sonido de una risita con sus labios cerrados, mirándole a través de la maraña de cabello castaño que tenía sobre sus ojos oscuros y brillantes. Jungkook tuvo que tragar saliva duramente y apretar la mandíbula en un intento de calmarse.

Y estaría embobado observando al otro, su belleza inigualable que no tenía comparación con ninguna otra persona que él haya conocido en su corta vida, sin embargo, algo en ese cabello le llama la atención. Fue ahí cuando recién nota el gran espejo que reconoció pertenecer al baño de abajo y unas tijeras junto con unos pequeños mechones enroscados a un lado del escritorio.

—¿Qué se supone que estabas haciendo? —pregunta curioso y Taehyung sigue con la mirada lo que el lobo ve, no sabiendo cómo reaccionar cuando este mira su reflejo en el espejo y luego el conjunto de tijeras y mechones.

—Cortándome el cabello.

Jungkook hizo una mueca cuando notó de dónde provenía el pequeño puñado de pelo cortado.

—Te lo estás dejando para la mierda.

Taehyung rodó los ojos. —Bien, enséñame entonces, peluquero Jeon Jungkook.

—En serio, deja de bromear con todo —masculló, pero de todas formas se movió hacia él, tomando las tijeras y observando su cabello—, a ver, ven.

Taehyung se dejó hacer, cerrando los ojos cuando Jungkook tomó delicadamente un mechón de su cabello, su tacto suave y cálido relajándolo por completo, incluso con ese aroma empalagoso que podía saborear en sus labios y deleitarse en su olfato.

Su presencia le calmaba, lo admitía, pero también había algo en el ambiente que lo dejaba inquieto, con las manos picándole por querer más, por desear más, como si él mismo estuviese resistiendo a la invitación que sentía llamar de su lobo, quien claramente era el causante de todas esas feromonas dulces y delicadas que soltaba.

—¿Por qué te crece el cabello? ¿No que los vampiros estaban muertos?

Taehyung rio por lo bajo mientras Jungkook comenzaba a cortar la punta de sus mechones, apenas un centímetro en comparación al desastre que él había hecho anteriormente.

—Sabes —comenzó, y los músculos de su pierna se contrajeron cuando su rodilla rozó las contrarias, al tiempo que Jungkook se movía frente a él, tan concentrado mientras calculaba a qué nivel cortar que, nunca esperó sus palabras cuando le dijo—: hay otras partes de mi cuerpo que se mantienen bien vivas tambie-

Le tiró el cabello.

Jungkook jadeó y todo su cuerpo se tensó mientras empuñaba inconscientemente su cabello y Taehyung le gruñó, levantando las manos para posarlas a cada lado de su cadera, apretando la carne como si sus manos fuera hechas para pertenecer ahí.

Pero estaba molesto, así que no se concentró tanto en eso cuando le miró con sus ojos, cabreado, el brillo intenso y el iris rojo como el granate mientras Jungkook seguía tirando.

—¿¡Qué te pasa joder!? —y echó un poco la cabeza hacia atrás para deshacer el agarre empedernido que el otro tenía, con una de sus manos yendo hacia la de Jungkook, tapando con sus dedos el puño para que quitara, haciendo presión, dejando que el mismo frío de su temperatura ardiera en la sangre caliente que corría por la piel del otro. Le mostró los dientes—. ¡Suelta mi pelo!

Y Jungkook no lo hizo porque Dios, estaba completamente rojo y sólo le había tirado el cabello por pura inercia, cuando dijo aquello y él como el idiota tonto e inexperto que es pensó sobre esos posibles lugares vivos y-

Tiene que tragar duro, porque la boca se le seca y no es capaz de volver, su lobo volviéndose loco de la emoción como si hubiese recibido la oferta y la invitación que había esperado por meses y estúpido lobo, estúpido, estúpido lobo que soltaba tantas feromonas como él se lo permitía.

Recibió un apretón en su cadera, y sintió el dedo pulgar de Taehyung rozar cerca de su oblicuo del lado donde sujetaba, haciéndolo volver a jadear por aire, sin emitir ningún sonido.

—Jungkook —le llamó, con un tono de advertencia, y cuando Jungkook le observó, sin decir nada, notó lo enojado que se veía—, suelta mi cabello, cachorrito.

Jungkook apenas pudo encontrar estabilidad mental cuando lo hizo, retrocediendo de su toque hasta que su espalda baja chocó con el canto del escritorio.

Volvió a tragar saliva. —T-te pasa por decir idioteces... —Y no lo miró, porque moría de vergüenza, él no era así, pero este vampiro parecía desarmarlo sin hacer más que pestañear y chasquear los dedos. Quería ocultarse bajo siete rocas.

—¡Jesús! —le dijo, frotándose el mechón como si hubiese sido arrancado de su cabeza, mirándole con mala cara, pero aun conservando esa expresión socarrona en ella—, menos mal no fui más explícito, me habrías cortado la cabeza —Y bajó la vista hasta su entrepierna—, y no me refiero a la de arrib-

—Taehyung, ya. —Y seguía igual de sonrojado, obligándose apoyarse en el mueble tras él porque el vampiro era simplemente demasiado para él.

Porque verlo ahí, riéndose así, mirándole así, tocándole así, hablándole así, era demasiado para él y su lobo. Burbujas parecían arremolinar su estómago con su presencia y su pecho se apretaba de esa forma que quemaba.

Más sabía que el chico sólo le estaba molestando y eso le hería un poco el orgullo, porque se dejó molestar por él por el simple hecho de que le gustaba, a su lobo le gustaba el aroma ajeno, idéntico al suyo y lo disfrutaba como si hubiese nacido para eso, para esto.

Y de nuevo, dentro de todo lo dulce y empalagoso que se volvió la habitación, dentro de todas esas emociones vivas que tenían latiendo su pecho a mil, también siente una pizca de lo amargo que es el hecho de caer en cuenta que el otro sólo gozaba divertirse de él y sus reacciones, como si lo tuviera en la palma de su mano.

Es ese pensamiento el que hace un cambio ligero en su aroma, haciendo resoplar a Taehyung, quien sí notó ese pequeño cambo de olor.

—¿Por qué sueltas ese aroma agrio? —le pregunta, sin mirarle porque comenzó a observar su reflejo en el espejo y el pobre resultado del corte, satisfecho cuando notó que tenía más descubierta la zona de los ojos—, yo debería ser el molesto aquí, me tironeaste el cabello... eso no se hace.

Jungkook suspiró, agotado y se volteó a verlo por el espejo, no queriendo revelar el motivo real porque sería demasiada exposición de sentimientos.

No aún.

—Porque eres un idiota —le responde finalmente y lo sigue viendo a través del cristal, su cuerpo estremeciéndose poquito ante su belleza—, ¿por qué te reflejas? Pensé que los vampiros no lo hacían.

—Hay muchas cosas de los vampiros que tú no sabes.

Y de nuevo ese aire superior, como si de alguna forma, quisiera iniciar una pelea con él.

Jungkook bufó, mofándose.

—Te crece el cabello y tu piel es bronceada y no pálida como se describen en los libros —chasqueó la lengua y le hizo un gesto con el mentón mientras se cruzaba de brazos, como si aquello fuera a darle protección ante el chico que fácilmente podía desarmarlo. Taehyung guardó silencio y se quedó quieto, sin hacer movimiento, como si supiera hacia dónde iban los pensamientos del menor, porque Jungkook abrió la boca y bromeó diciéndole—: Apuesto que no eres un vampiro del todo- ¡Taehyung!

Tuvo reacción inmediata.

El vampiro cayó al piso como si un extremo dolor golpeara todo su cuerpo, tensándolo y obligándolo a encorvarse sobre sus rodillas en el suelo, gruñendo como si quisiera luchar con lo que sea que lo puso en aquel estado, su frente sudando cuando se apoyó contra el piso con sus manos, de donde salían unas garras semitrasformadas de las uñas, rodeando su cuello, como si algo molestara ahí en su garganta, como si algo apretara ahí, en el centro de esta.

Jungkook se alteró, yendo hacia su lado y cambiando los ojos de color, un esmeralda fuerte y viva que chispeaba ante la amenaza que sintió su propio lobo al ver que el vampiro estaba sufriendo, no sabiendo quién lo había dañado, no entendiendo cómo es que se veía tan dañado.

—¿Qué está pasando? ¿Qué tienes? ¡Qué sucedió! —y jadeó con miedo al ver la musculatura contraída alrededor de su cuello, los tendones marcados por sobre la piel, sobresaliendo junto con las venas que comenzaron a notarse, con sangre oscura que se propagaba en pequeñas ramificaciones que viajaban desde sus clavículas, subiendo por su mandíbula hasta el centro de su boca. 

Como si hubiese sido envenenado. 

El lobo de Jungkook aulló, como si compartiera su dolor y sus ojos se volvieron llorosos, tomando con miedo al vampiro para ayudar a sentarlo, mientras lo veía luchar visiblemente con lo que sea que estuviera mal, las manos apretadas en su cuello como si sus mismos dedos quisieran cortarlo.

—Taehyung... —llamó bajito, sintiéndose inútil cuando ayudó a reposar la espalda del vampiro en la cama, no sabiendo qué más hacer que observarlo—. ¿Qué está pasado? ¿Qué sucede?

Pero Taehyung no respondió, sus ojos seguían fuertemente cerrados y su postura se mantenía de la misma forma, tan tensa que Jungkook tuvo miedo de tocarlo, miedo de lastimarlo. Quizá Jimin pudo haber sabido cómo actuar en su situación, pero su lobo se negaba a llamarlo, a ir por él porque se negaba a dejar al chico solo.

Y fue alivio cuando segundos más tardes, las ramificaciones comenzaron a desaparecer, el cuerpo de Taehyung dejó esa tensión constante y todos sus músculos se relajaron, más el vampiro cayó hacia su lado, como si no pudiera balancear su cuerpo aun cuando estaba sostenido con la ayuda de la cama tras su espalda, porque se movió y cayó sobre su pecho, como si hubiese buscado acurrucarse ahí, con el rostro  y parte de su tronco sobre él, escondido en el centro de su pecho, la cabeza hacia abajo, solo dejando ver su nuca, expuesta para él, a centímetros de su boca cuando bajó la vista e intentó notar qué rayos le estaba ocurriendo.

Jungkook no tardó en responder, porque abrió sus brazos y lo recibió, su cuerpo ardiendo bajo la algidez de la temperatura de Taehyung, notando un leve sudor aparecer bajo su mullet, un aroma ácido apenas perceptible entre todo el aroma de flores y coco.

Llevado por el instinto de su lobo o no, Jungkook lo abrazó, creyendo que el vampiro había caído inconsciente entre sus brazos.

Más Jungkook lo sintió tensarse bajo su toque.

—Nunca... —le dijo, como si luchara con su propia voz—, nunca vuelvas a decir eso —y cuando iba abrir la boca para reclamar, Taehyung volvió a decir, con la voz más lastimada—: por favor, nunca vuelvas a mencionar algo así.

Jungkook apenas asintió, perplejo, con un montón de dudas pasando por su cabeza, por sus pensamientos, sus ojos aun mostrando a su lobo, quien no se había calmado del todo, a la defensiva, como si quisiera ocultar y proteger al vampiro de cualquier persona que quisiera hacerle daño, de cualquier enemigo que le estaba haciendo daño, como esa vez cuando no dejó que nadie entrara a su habitación porque su lobo territorial estaba demasiado a la defensiva al ser consciente de lo débil que el vampiro se sentía, como si todo el mundo buscara lastimarlo.

Así que asintió, apenas tragando saliva y apretó las manos alrededor de su cuerpo, no dejando el abrazo porque estaba asustado, su corazón retumbando en el oído de Taehyung, quien, extrañamente tampoco se alejó, quizá por el cansancio, quizá porque quería.

Jungkook no sabe, pero de lo que sí está seguro, es que por esta vez, le haría caso. 




¿Teorías? ahre decía eso akljd, gracias por leerme :( en serio, estoy muy agradecida, gracias también por comentar sus opiniones y todo ahre se ponía sentimental de la nada ladñjs bueno les aviso que no estaré hasta el martes porque viajo, así que lo siento, luego respondo todos sus mensajes ♥ nos leemos jiji 

sé que quizá hay muchas dudas, pero les juro que con el transcurso de la historia podrán comprender todo ♥

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