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|T H R E E|

Erase una vez un lobo
que vagaba por las llanuras
siempre caminando solo
aullando en sus noches mas obscuras

Nunca nada le importo
tomo de la vida lo que necesito
siempre se creyó el dueño del mundo
siempre viviendo en un sueño tan profundo

Pero en una de sus noches frías
cuando mas su tristeza sentía
se quedo mirando al cielo
y suspiro con gran anhelo

-—Angel o Demonio

|GLN|


Tres días, tres días habían pasado desde que el tío de TaeHyung, y su hijo habían llegado a vivir con JiMin y el nombrado, puede que no le haya pasado nada ni tampoco que fuera cosa del otro mundo pero ¡Dios! Ambos personajes estaban, literalmente, viviendo de arrimados, tuvo que limpiar los cuartos, arreglar todo y solamente porque el tal YoonGi era alguien “Muy especial”. Para TaeHyung y el como mejor amigo le hizo ese favor.

—Con todo ésto ya no me ha dado tiempo de devolver el libro...  —suspiró. Con cuidado tomó en manos su billetera y observó cuanto dinero llevaba.— A éste paso terminaré pobre la próxima semana o en dos días. —decia decepcionado, literal ya no tenía ni un quinto.

—¡JiMin! —TaeHyung llamó al rubio, hace un rato que quería hablar con el chico y no lo encontraba por ningún lado de la Facultad.

—¿Que quieres Tae? —frunció el entrecejo.—  Si estás aquí por dinero para tu tío déjame decirte que solo tengo para mí «¡Mentira! ¡Ni siquiera para una manzana tengo!».

—No es eso ¿Recuerdas el libro que encontraste en la Biblioteca?.

—Sí, ¿Por que?. —pregunto confundido.

—Tengo una noticia maravillosa, resulta que no le pertenece a la Bibliotecaria. —¿Mentía? Obviamente que lo estaba haciendo, si le decía que le pertenecía a dicho sujeto de apellido Kim y que claramente la mujer que cuidaba aquel lugar lleno de libros no tenía idea de que libro hablaba estaría en verdaderos problemas.

Los ojitos de JiMin se abrieron de la sorpresa y su boca formó una “O” perfecta.— ¿Lo dices de verdad?. —pregunto casi gritando.

—Lo digo de verdad, de hecho le llegaron un montón de libros similares, la Biblioteca los estaba vendiendo así qu...

—¡Eso es peor! —gritó asustado el rubio, interrumpiendo de repente al peliazul. —Con mayor razón tengo que devolver el libro, ¡Ay no —tapó su rostro con sus diminutas manos. —, soy una escoria ¿Cómo pude haber robar algo?! —las lágrimas comenzaban a resbalar por su piel, que era entre pálida y color canela, ejercía presión en sus manos para que nadie viera su rostro.

—J-JiMin no, yo no quiere decir eso... —quería buscar una manera de arreglar su error, sabía bien, con el tiempo que llevaba con el chico, que JiMin era demasiado sensible en cuanto a lo moral.

—Yo lo compré. —interrumpio alguien más.

-—¿Ah? —el chico de manos pequeñas giró hacia la voz y ahí se encontraba aquel sujeto de mirada felina.--- ¿Hyung?.

—¡Eh, sí!, Hyung compró el libro —dijo TaeHyung, agradecido con la ayuda del mayor, acercándose rápidamente al pálido.— Quería llevar un recuerdo de Seúl, ¿Qué mejor que un libro con el cual aprendes? Pero, puedes terminar de leerlo, prometiéndole cuidar bien el libro y que se lo devolverás cuando lo termines ¿Okey?.

—¿De verdad?. —JiMin dejó de llorar y miró directamente a YoonGi, el cual como siempre solo asentía sin decir nada.

—Sí —se digno a responder seco, pero un extraño revoltijo inquietaba a su otra parte lo que hizo que desviara la mirada, esquivando esos ojitos brillosos frente a él.

—¡¿En serio?! —volvió a preguntar, YoonGi asintió en respuesta. Y en un rápido movimiento JiMin se abalanzó hacia él para abrazarlo.— ¡Muchas gracias YoonGi Hyung!. —el contrario se tensó ante tal acto, solo sus padres se atrevían a abrazarlo, además de su hijo y ahora un desconocido, que simplemente no notaba la mirada de muerte que tenía encima de él, lo abrazaba con un gran cariño y tranquilidad.— ¡ChimChim promete cuidarlo bien y regresarlo!. —la sonrisa que emanaba hacía que sus ojos se convirtieran en dos líneas y por una acción involuntaria YoonGi terminó de responder a la sonrisa, con una casi invisible pero que era una sonrisa después todo.— Debo irme, mi turno será pronto —se separó del abrazo.—, de nuevo gracias Hyung.

—No hay...  —antes de decir algo más los labios del pequeño rubio chocaron con la mejilla del mayor, no duró mucho pues así como se realizó así acabó. Dejando a un aturdido YoonGi.

—¡Nos vemos después Tae! ¡Adiós Hyung!. — comenzó a correr hacia la salida, despidiéndose con un movimiento de mano, desapareciendo de la vista de aquellos tres.

—¡Papá! —gritó el pequeñito mirando a su padre, quien estaba estático.

—Kookie. —habló TaeHyung, igual de sorprendido por aquel gran atrevimiento de JiMin. Y más al notar que el pelinegro no apartó al rubio.— ¿Desde cuando estas aquí?. —le pregunto al niño.

—Papá me trajo. —señaló con su dedito al hombre tieso a su lado.

TaeHyung lo miró curioso.— ¿Le sucede algo Hyung?.

—¿Eh? —agitó la cabeza— no, nada. —respondio cortante y voz rasposa.

—¡Papá cargame! —el mayor bajó la cabeza para encontrar a su pequeño con los brazos estirados dando pequeños saltitos, dando entender su petición la cual el pelinegro acató.— Papá~, tengo hambre.

—¿Seguro que no se siente mal?. —pregunto desconfiado el peliazul, no era normal que su mayor se quedará estático, mucho menos que su vista estuviera pérdida.

—No pasa nada TaeHyung. —el menor casi grita de la sorpresa,  YoonGi había usado cuatro palabras, más de las comunes. El mayor con su hijo en sus brazos caminó hacia la salida.

—¡Pero, algo debió suceder!.

—Déjalo ya TaeHyung. —amenazo con mirada fulminante. Fue suficiente para que el otro captará la indirecta.

El peliazul no esperó mucho y lo siguió.— Hyung, ¡Hyung!, ¡HYUNG!

●●●



—¿Sabes? Nunca creí que te tomaras en serio lo del libro. —los dos menores caminaban sin un rumbo en particular, o al menos para el peliazulado así parecía.

—¿Por que lo dices Tae?. —pregunto al aire el rubio.

—Estamos a mitad de la noche, en el bosque, sin autorización. Solamente para buscar a un hombre lobo que posiblemente ni siquiera vive aquí, y es que no encuentro lógica para ésto.   —¿Qué JiMin no podía dejar de ser inocente?.

—¿Por qué no vivirían aquí? —preguntó sosteniendo firmemente la linterna que daba la posibilidad de no tropezarse con alguna piedra o algo más.— Según en éste libro, a los cambia formas les gusta estar en bosques inmensos, y éste no solamente es extenso sino que también es hermoso y mágico ¡Como si fuera de un cuento de hadas!.

—Exagerado —«He visto mejores».

—Espera. —el detener brusco provocó que TaeHyung chocara con el rubio.

—¡Hey! ¿Por qué te detienes de esa manera?.

JiMin tomó una rama larga y con cuidado la puso delante de el, TaeHyung al no saber exactamente qué hacía se acercó pero un ruido de algo cortar lo hizo saltar de su lugar hacia atrás. Al poder ver, gracias a la linterna, notó una trampa de cazador— ¿Eh? ¿Por qué hay trampas? Creí que la zona estaba protegida.

—¡Khg! Eso malditos cazadores furtivos. —dijo molesto el rubio.

—JiMin. —colocó su brazo en el hombro del nombrado.—  mira. —señalo a una parte con la luz de la linterna. El más bajo alzó la mirada y al dar con la luz pudo notar montones de esas trampas.

—Será mejor que regresemos, si seguimos hay una gran posibilidad que quedemos atrapados en una... Andando. —murmuro el peliazul, con un tono de voz molesto. «Algo está mal» pensó TaeHyung, algo andaba mal como para que hubiesen trampas como esas en una zona como esa.

JiMin un poco desanimado se limitó a asentir.— Bien, volvamos a casa. —Mientras daban la vuelta para regresar JiMin volteó la mirada pero no pudo creer lo que había presenciando; a lo lejos, detrás de todas esas trampas...

Un lobo estaba mirándolo fijamente, a él...







YUMIKO.

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