|S I X|
El niño pelirubio miraba atento cada movimiento, sentadito en el sofá del rincon, con un pequeño JungKookie sentado en su regazo, que también miraba todo curioso.
Kim TaeHyung y Min YoonGi se movían de un lado a otro, uno limpiaba la cocina, el otro barría rápidamente todo el polvo de aquella vieja casa, a JiMin le causaba gracia el rostro de miedo que tenía YoonGi.— «Lindo» —rió alto cuando diviso los ojos llorosos de TaeHyung, no entendía cual era el afán por limpiar la casa un día domingo por la mañana. Pero, estaba seguro que el causante de que esos dos estuviesen aterrados, era aquel sujeto que llamó durante el desayuno, si bien, cuando la llamada fue cortada, lo siguiente que vio fue al mayor correr a toda prisa hacia la habitación de TaeHyung, quien después de unos minutos lo escuchó gritar “que estaban jodidos si veía la casa patas arriba”. Y es así como JiMin término sentado en el sofá del rincón cuidando del bebé de cuatro años, mientras esos dos limpiaban el desastre del hogar.
—¡No puedo creer que SeokJin haya dado con nosotros!. —expreso el peliazul, mientras trapeaba, o más bien intentaba trapear el piso.— ¡Carajo, pensé que nunca más lo volvería a ver, han pasado años!.
—Callate. —dijo YoonGi, desde el segundo piso, era gracioso. Aun así JiMin solo se limitó a leer el libro que se robo, digo que se encontró en la biblioteca, al pequeño JungKookie.
—No me gusta el rosa. —se quejo el niño, haciendo un lindo mohín, a JiMin ese gesto le causo demasiada ternura.
—Escucha Kookie, debes aprender de todo en la vida para ser un muy buen chico cuando seas grande. —«eso suena como si fuera su padre dándole un consejo».
—Pero este libro sólo habla de cosas que no entiendo, ¡Leeme algo de super héroes!. —pidio con una sonrisa.— Por favor papi.
JiMin no supo que decirle al niño, lo había llamado papá, o más bien papi, el rubio rió nervioso acariciando las hebras oscuras del niño, que esperaba que JiMin, le dijera algo por haberlo llamado de esa manera, solo esperaba no ser rechazado por su futuro papá.— De acuerdo pequeño, te leeré algo de super héroes. ¿Algo en especial?.
—¡El lobo de sonrisa gigante!. —grito el niño, con alegría.
—¿El qué? No había escuchado nunca esa historia. —pero el nombre de la historia sonaba interesante, para alguien como el que estaba obsesionado con esa especie.
—Papá me la cuenta antes de dormir, es de un lobo que nunca sonreía, siempre estaba enojado y nunca hablaba, pero un día conoció a un lobito más pequeño que el, que siempre sonreia, siempre estaba feliz y siempre hablaba. —JiMin asintió muy interesado en la trama de ese cuento para niños.— aun así no sabía cómo demostrarle sus sentimientos, por eso, el lobo llevo a una colina al lobito, donde le arrancó el rostro en un mordisco, y así el lobo se puso la sonrisa del lobito para ser como el... fin.—termino a decir el menor, con desinterés. JiMin hizo una mueca de disgusto, ¿Que clase de padre le cuenta una historia como esa a un niño de cuatro años?, Sí, solo Min YoonGi.— ¿Te gusto?.
—¡Oh sí claro, me fascinó!. —menciono sarcástico, ese chico pálido, realmente tenía problemas si le contaba historias como esas a su propio hijo. JungKook se pegó a su pecho, cerrando los ojos, degustando los cariñosos mimos que estaba recibiendo, a JiMin le agradaba mucho el niño, y si, hablaría con YoonGi sobre esas historias.
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YoonGi observó detenidamente las facciones de ese niño rubio, ¿Qué le estaba pasando? Estaba mal sentir esas cosas de nuevo, no le gustaba y no lo aceptaría, a quien engañaba, si tan solo con verlo hacer esos pucheritos mientras dormía, con su bebé JungKook durmiendo cerca de su pechito, hacían que su propio pecho se inflara de orgullo. Muy sigiloso coloco una colchita sobre el cuerpo de ambos, admirando en silencio los bonitos y jugosos labios que tenía ese niño rubio, por inercia lamió sus propios labios, acercándose lentamente al cuerpo del menor, estaba tan cerca de rozar sus labios, a unos centímetros de probar su sabor y textura, su corazón empezó a acelerarse con fervor, un poco más, solo un poco más, se decía, pudo sentir el aliento del menor chocar contra el suyo, cerro sus ojos, para disfrutar ese momento que estuvo esperando desde hace semanas donde conoció al niño y atrajo su atención desde el primer segundo, toco el labio inferior apunto de plantar los suyos cuando...
—¡Hola estúpido Min, ¿Estás en casa?! —tocaron a la puerta insistentemente, provocando que JiMin abriera los ojos, topandose con YoonGi muy cerca de él, las mejillas del rubio se volvieron dos semáforos en rojo, por su parte YoonGi tenía sus manos en cada lado del sofá, apretándolo con fuerza y molestia, lo habían interrumpido.
—¿Qué hace Hyung?. —pregunto JiMin, pegando el cuerpecito del bebé al suyo.
—Moscas. —dijo el mayor.
—¿Moscas?. —interrogo el menor, sin créele mucho.
—Habían moscas. —soplo el rostro el menor, alejándose de él, estaba frustrado, sea quien sea el que lo haya interrumpido sentiría su furia.
—¡Es SeokJin Hyung!. —grito el peliazul desde la puerta. Bueno, al parecer su furia acababa de volverse... cobardía absoluta.— ¡Y viene con NamJoon Hyung!.
—¿Por qué grita tanto TaeHyung?.
—Molestias. —susurro YoonGi. A la entrada de la sala se pudo ver dos siluetas acercarse, JiMin como el curioso que era estiró un poco su cabeza para observar a... ¿Y esos quienes eran?.
—¡Quítate idiota que quiero ver a mi lindo bebé lobito!. —grito un chico de cabellos rosas, empujando a un lado al pelinegro. JiMin se asustó al ver a ese chico acercarse a él y a JungKook como si fuece su presa.
—¡Hyung!. —chillo aterrorizado, en ese instante un gruñido muy fuerte se escucho, cosa que hizo que ese chico se detuviera al igual que todos los demás. YoonGi tenía los ojos dilatados, y respiración pesada.
—No te acerques Kim SeokJin. —gruño el pelinegro, poniéndose frente a JiMin y JungKook, como un escudo humano.
Pero el otro chico tenía los ojos entre cerrados y los brazos cruzados.— ¿Dime qué es una broma de mal gusto Min YoonGi?. ¿Acabas de gruñirme, acaso?.
—Amg chicos calmense. —pidio TaeHyung, entrado a la sala acompañado de otro sujeto de tez casi morena.— Vamos, apenas y nos estamos viendo después de varios años, no es momento de peleas.
—¡Lo dice el mocoso grosero que hecho a patadas a HoSeok!. —TaeHyung se quedó callado, sin poder llevarle la contraria.— ¡No iba a atacarlo, solo quería ver a mi sobrino, ¿Tiene algo de malo?!.
—Sí. —respondío el pelinegro, con el ceño fruncido. Estaba muy territorial, pero quien no lo estaría si su posible pareja está en peligro de un inexistente ataque.
—No jodas, ¡TaeHyung, ¿Por qué YoonGi sigue hablando como si estuviera ahorrando las palabras?!. —JiMin se sintió mejor cuando el pelinegro le tomo de la mano, dándole un poco se tranquilidad, no entendía nada, pero solo sabía que estaba un poquito asustadizo desde hace días.
—SeokJin Hyung, usted sabe que a YoonGi Hyung le cuesta aprender el idioma de este... mundo. —murmuro bajito.
—SeokJin, acabamos de llegar, dale un respiró a los chicos. —le dijo el sujeto detrás de ellos, el nombrado SeokJin asintió.
—De acuerdo, lo siento fui muy brusco con todos. Hola a ti también niño.
—H-Hola. —susurro el rubio.
—Soy Kim SeokJin. —se presentó educadamente.— El es NamJoon, hermano mayor de TaeHyung. —el moreno estiró su mano saludando al rubio, quien tenía la boca abierta.
—¡¿Tienes un hermano TaeHyung?!
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WUANPROGONE.
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