|E I G H T E E N|
Después de tomar un largo baño, JiMin terminó de nuevo dormido en los brazos de YoonGi quien lo sacó delicadamente de la bañera, lo secó y cambió para luego dejarlo en la cama para que disfrutara de las horas de descanso extra, su cuerpo lo necesitaba.
Tal vez el rubio esperaba al despertar ver a su Hyung viéndolo mientras acariciaba sus cabellos, mientras la luz del sol se hacía presente en la habitación, pero eso no sucedió.
Cuando despertó el ni siquiera estaba en la habitación, no había rastro alguno de el, ni siquiera el olor que siempre lo acompañaba a la hora de dormir, de cierta manera eso solo hacía que JiMin se sintiera solo, de pronto los sucesos de las últimas horas pasaron rápidamente a su cabeza haciendo que un sonrojo invadiera su rostro, trató de levantarse y mágicamente lo logró, podía todavía sentir las punzadas en su parte baja pero, nada que no pudiera soportar.
A pesar de todo JiMin estaba muy contento por todo, el poder estar de esa manera con YoonGi lo llenaba de alegría. Aunque otra cosa le llamó la atención, entonces, ¿Era oficial, su Hyung y él ya eran una pareja?.
Con todo eso bajó hacia la cocina, tenía hambre y su cuerpo exigía ser alimentado. Cuando estaba a unos pasos de entrar a la cocina logró escuchar la voz de YoonGi y los demás.
—¡Porque son tan ruidosos!. —dijo el peliazul a YoonGi, quien solo rodó los ojos evitando escuchar las quejas y seguir haciendo el desayuno—. Anoche no pude dormir bien por su culpa, tendré pesadillas todo lo que resta de la semana.
—¡Cállate TaeHyung!. —reprendió SeokJin—. Eso mismo pasaba cuando tu y HoSeok lo hacían, no creas que no los escuchábamos. —ante lo dicho los dos chicos mencionados terminaron con un gran sonrojo para luego desviar la mirada avergonzados.— Y dejando ese tema de lado, quiero saber lo que pasó con el cazador. —el ambiente de pronto se tenzó, YoonGi por su parte suspiro fuertemente, ya no podían perder más tiempo con ese tema, debían acabar con ese problema lo más antes posible.
—Espera SeokJin —hablo NamJoon desde el sofá de la sala, todavía se veía un poco débil pero, ya no tanto como para preocuparse, bueno al menos no para que se preocuparan los chicos. —, mejor terminemos de desayunar, ya después podremos hablar tranquilamente, ¿No lo crees mejor?.
—¡Tú te callas!. —gritó furioso—. No me tienes muy contento que digamos. —con lo dicho se acercó hacia él chico de sonrisa nerviosa para volver a revisar si sus heridas ya estaban sanando— JiMin, ¿Puedes pasarme el botiquín?. —cuando el nombre del R
rubio salió de los labios del pelirrosa, JiMin se exaltó «¿Ya sabía que estaba aquí?» antes de que pudiera preguntarle el como había notado su presencia SeokJin se adelantó.— El olor de YoonGi está por todo tu alrededor, ahora pásame el botiquín. —JiMin asintió con un sonrojo adornando su rostro y no pasó mucho para que el objeto estuviera en manos de SeokJin.— Gracias pequeño, ahora ve a desayunar, que gran falta de hace después de tu larga noche. —el pobre rubio bajo la rostro a sus pantunflas de pato, todas las miradas de los que vivían en esa casa estaban sobre de él, chillo asustadizo cuando escucho un par de risas a su persona. Se dio la vuelta y como si se tratara de un oso gigante se abrazó lo más fuerte que pudo a YoonGi, quien no puso resistencia alguna.
JungKook de igual forma corrió a los brazos de sus padres para exigir mimitos por parte de ambos, cosa que obtuvo al instante por parte de JiMin.
A vista de todos, esos tres eran una linda y amorosa familia.
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Las cosas se habían calmado después de un par de días, no habían noticias nuevas de aquel sujeto que los cazaba, la casa vieja que era habitada por siete personas parecía haberse llamado más de vida como hace mucho tiempo no ocurría, las habitaciones eran ocupadas por las parejas de la casa, el pequeño JungKook dormía con su padre YoonGi y su nuevo papi JiMin. La situación era agradable hasta un punto, no parecía haber nada malo con lo que sucedía, a excepción de algo.
Nadie quería tocar el tema de los libros, pero alguien debía hacerlo, si o si.
Fue esa misma tarde en donde TaeHyung, fue quien pregunto lo que nadie quería preguntar— ¿Qué vamos a hacer ahora?. —el silencio reino por largos minutos, la tensión creció a tal punto que mirarse a los ojos era incómodo.
YoonGi tomo en brazos a un dormido JungKook y con cuidado lo recostó en uno de los sofás, todos esperaron pacientes a que el Alfa líder dijera o hiciera algo, le vieron suspirar, incluso parecía estar reflexionando sobre algo. El pelinegro se paro delante de ellos, mirándolos con una expresión fría pero a la vez preocupante, el mayor le sonrió a JiMin quien correspondío de manera inmediata. Entonces, fue cuando YoonGi dijo:— Ahora si, hablemos. —al decir eso, JiMin se quedó sin aliento, miro a sus amigos, ellos parecían haber aceptado tan fácilmente esa decisión... ¿Y donde quedaba él?— Debemos tener los seis libros para invocar el último y así, poder regresar a nuestro propio mundo.
—Hyung, solo tenemos cincos de los seis libros. —comento TaeHyung preocupado. YoonGi asintió, miro de nuevo a JiMin quien le sonrió nervioso.
—El sexto libro es el mío, y ese está en poder del cazador furtivo.
—¿Espera? ¿Tú sabías que el lo tenía?. —pregunto esta vez HoSeok.
—Mi libro fue el primero en crearse, así que si, siempre lo supe.
—¿Y como lo vas a recuperar?, Sabes bien que al que más quiere cazar es a ti, YoonGi —dijo NamJoon con mirada sería—, además sabes bien que será difícil ganarle, ya una vez perdiste contra el. —algunos se sintieron incómodos ante ese comentario, JiMin permaneció callado, el realmente no sabía nada más del tema, pero solo le bastaba mirar las expresiones de los demás para darse cuenta de lo crítico de la situación.— Así que, ahora te pregunto Rey Alfa, ¿Qué vamos a hacer?.
Min YoonGi guardo silencio, miro directamente a los ojos a su pareja, el lindo rubio sonrió nervioso, incluso sus ojos ardieron al entender lo que el pelinegro estaba decidido a hacer.— ¿Alfa?. —pregunto muy bajo, el mayor le sonrió con tristeza, mordió sus labios a punto de llorar, negó por sus adentros cuando YoonGi dijo:
—JiMin, amor, nosotros tenemos que irnos —el rubio asintió, pero entonces YoonGi prosiguió:—, pero tú te quedarás. —y la primera lágrima del menor cayó, comprendiendo a la perfección lo que iba a suceder.
Él debía enfrentar cara a cara ese desgraciado que tanto daño le había hecho a los suyos, pero debía alejarse lo más que podía para que ese mismo sujeto no lastimara a quienes amaba. Debía irse, mejor dicho ellos debían irse.
Con el dolor punzante en su pecho se obligó a decir— Está bien, YoonGi. —al mayor también le dolió escuchar eso, pero no había otra opción, estaba haciendo eso por el bien de su familia, de toda su familia incluido JiMin.
JiMin no se quería separar de él, no quería terminar ese lazo, pero tampoco quería que algo le pasará.
¿Su amor o su bienestar?. Fue la pregunta más difícil he importante que se había hecho en su vida.
Y el escogió su bienestar, por qué lo amaba.
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YUMIKO.
El capítulo es cortito porque ya solo quedan dos y el epílogo.
Y esos serán más largos, de nuevo una disculpa por la tardanza.
One.
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