Lección 3
Taehyung con pequeños besos descendió por el cuerpo desnudo a su merced, y de vez en cuando paseó su lengua por la piel del contrario, hasta volver a llegar a su parte baja, donde cogió ese falo erecto y bien definido con su mano y se inclinó para lamerlo desde la base hasta la punta, sin introducirlo en su boca, a su antojo.
Taehyung devoraba la intimidad de Jungkook gustoso, a la vez que jugaba con sus testículos. Pero esa sensación placentera para el pelinegro duró solo un instante para dar paso a una nueva ávida de placer. El rubio le dio la espalda y sentándose sobre él comenzó a introducirse lentamente el miembro de su Kook hasta llegar a la mitad, para luego sacarlo y soltar una risilla traviesa, mientras que Jungkook, debajo, le devoraban las ganas de hacer a ese chico suyo de todas las formas que su imaginación le permitiera; pero no podía. Aquello era un castigo por su mala escritura.
Taehyung en su juego volvió a introducirse el falo de su novio, suavemente; pero con la diferencia de que al llegar a la mitad fue más rápido y terminó por meterlo de tajo, con presión, para sentirlo todo dentro de él.
—¡Joder, suave! —Jungkook gruñó.
Taehyung hizo caso omiso a la petición de su novio, subió nuevamente y cuando estuvo a punto de sacarlo bajó al instante, introduciéndoselo hasta el fondo fuertemente.
—¡Ah! —Jungkook gruñó otra vez—. Bebé… esto… mnn.
Taehyung comenzó a moverse sobre su novio, en un vaivén delicioso que a Jungkook le gustaba, mientras este gemía y decía el nombre de su novio entre delirios, así como que le gustaba ser maltratado de esa forma y que no dejaría de tener mala escritura para que volviesen a castigarlo así.
—¿Te gusta que te maltrate eh?
—Mnn… Me gusta amor… Sigue así.
Jungkook estaba ansioso por soltarse, movía sus caderas al ritmo de Taehyung. Le decía cosas lindas, así como también sucias.
Taehyung se contentó con aquellas palabras y se inclinó hacia delante, dándole una buena vista a Jungkook, para que viera cómo su miembro salía y entraba sabrosamente de él.
—¿Te gusta así? —Jungkook asintió con un gemido a la pregunta—. ¿Sigo?
El cuerpo de Jungkook se tensó y Taehyung aceleró sus movimientos. Ambos gemían sin contemplaciones. Y Taehyung disfrutaba cada minuto, estaba seguro de que Jungkook había aprendido bien la lección del día. Ahora solo quería enloquecer, acelerar aún más su ritmo y permitirle a su novio poseerlo como desde un inicio seguramente estaba deseando.
—¡Me corro joder! —Jungkook gritó, pero Taehyung se la sacó de inmediato para evitar que eso sucediera.
—Cuidado con correrte. Esto aún no termina mi amor. —Taehyung desató los pies de Jungkook y se giró para verle—. Me quedaría unos instantes mirando tu cara de placer y fuego, pero veo que ya estás que no te aguantas, ya te volviste loco ¿no?, porque yo también. —Terminó soltándole las manos—. Eres libre, ahora castígame tú. Haz conmigo lo que quieras, disfrútame.
—¿Seguro bebé? —Jungkook se sentó en la cama—. ¿No vas a seguir dándome lecciones?
—Por el momento no. Por hoy es suficiente. Pero a la próxima que te equivoques, te enseñaré con tu cuerpo a hacerlo bien. —Taehyung se colocó boca abajo y se posicionó en cuatro para su novio.
—Lindas vistas bebé. —Jungkook se colocó detrás, aproximó su boca al trasero de su novio y lamió su intimidad—. Delicioso.
—Gracias, sírvete a tu antojo.
—Te voy a dar duro bebé.
—Y no espero menos.
Ambos amantes se entregaron al placer. Se amaban, se gustaban y se disfrutaban el uno al otro. Jungkook podría equivocarse más seguido, porque ahí estaba Taehyung para aleccionarlo. Y, por supuesto, ambos adoraban esas clases privadas más que nadie.
°FIN°
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