Capítulo 59: El Paquete
Narrado por Caroline
Entre Danny y yo, tratamos de poner todos los escenarios posibles en el que las cosas resultaran mal. Las probabilidades de atrapar a Malcolm eran realmente altas, pero no debíamos confiarnos.
—El edificio es muy grande Danny.
—Lo sé Caroline, lo sé.
—Tenemos que ser veloces al revisar todo si no queremos perder tiempo.
—Me preocupa que alguien salga herido hoy. Sea quien sea, no quiero que nadie más sea lastimado por Malcolm.
—Yo tampoco quiero eso Danny.
—Violet...—dijo Danny y se acercó a nosotros.
—¿Qué sucede Danny?
—Necesito que me prometan algo, ¿sí?
—Claro.
—Cuando las cosas empiecen a salir mal, por más mínimo que sea, quiero que salgan del edificio.
—Pero Danny...
—Por favor, prometan que lo harán.
—Está bien, lo prometo —respondí.
—Lo prometo —Violet se acercó y lo abrazó.
Regresamos con los demás que ya comenzaban a levantarse para irse, pero antes de que llegaran a la puerta sonó el timbre.
Violet en seguida fue a abrir y era el cartero que traía un paquete específicamente para ella. Firmó la nota de recibido y después entró cerrando la puerta.
—¿De quién es? —pregunté porque era realmente raro que hubiera recibido un paquete.
—No tiene remitente.
—No creerán que es de ya saben quién...
—Malcom Tyler, no temas decir su nombre frente a nosotros.
—Espera, yo lo abro —se acercó Tyler hacia ella y sostuvo la caja. La fue atrayendo al centro en donde estábamos antes y la dejó sobre una mesita.
La fue abriendo cuidadosamente hasta que la dejó al descubierto. Dentro venía lo que parecía ser un recipiente, pero estaba dentro de una bolsa negra.
Sacó el recipiente que era de color rojo de la bolsa y lo dejó sobre la mesa. Tardó unos segundos en comenzar a abrirlo, pero al final terminó por destaparlo.
—¡Oh por Dios! —exclamó Tyler al abrirlo. Un olor asqueroso salió del recipiente.
Me acerqué y al ver su contenido corrí directamente al baño a vomitar.
Eran dedos en una ensalada, y recordé que cuando encontramos a Tessa solo tenía sus muñones. Eran los dedos de Tessa.
Cuando regresé ya habían cerrado el recipiente y lo guardado en la bolsa. Violet se quedó paralizada ante lo que había visto y Tyler intentaba sacarla del shock.
Fui tras Danny para decirle que teníamos que ir con Larry para darle el paquete y asintió jalando a Dylan con nosotros.
Me acerqué a la mesa y tomé el recipiente para ahora guardarlo dentro de la caja. Vi de reojo a Violet y simplemente movió sus labios diciendo gracias.
—Tyler quédate con ella, no la vayas a dejar sola. ¿Entendido? —asintió en cuanto le dije aquello y salimos de la casa.
—¡Es un maldito desquiciado! —gritó Danny entrando al auto de Dylan.
—Tranquilo Danny.
—¿No le bastó con solo matarla y dejarla como la encontramos? Caroline, eran sus dedos.
—Lo sé, pero no sirve de nada maldecirlo.
—Tenemos que atraparlo cueste lo que cueste.
Dylan comenzó a manejar dirigiéndose a la casa de Larry, pero al llegar no se encontraba. Le marqué inmediatamente y respondió diciendo que estaba en la comisaría esperando a que ya entregaran las instalaciones arregladas.
Sin dudarlo nos dirigimos hacia allí.
Bajamos en cuanto aparcamos fuera de las oficinas y buscamos a Larry. Unos oficiales nos dieron la indicación de donde se encontraba.
—¿Qué sucede?
—Esto es lo que sucede —dije dándole la caja en sus manos—. Ábrela y verás lo que está pasando.
—Vayamos adentro.
Entramos y todavía estaban acomodando unas cosas de fuera. Larry preguntó si su oficina ya podía ser habitable y le respondieron que sí. Al escuchar la respuesta nos pasó rápidamente a los tres junto a él.
Dentro de la oficina colocó la caja en su escritorio y la abrió. Sacó el contenido de la caja para después liberar la bolsa. Una vez que tuvo el recipiente descubierto puso una cara de repudio y en seguida lo cerró.
—¡Qué diablos! —exclamó Larry mientras guardaba todo nuevamente.
—Esta noche Larry, debemos atraparlo.
—Lo sé Danny, y así será. Tenlo por hecho.
—Todos nos van a ayudar —intervine para informarle sobre los demás—. Hablamos con ellos hace no mucho y quieren ayudar a atraparlo.
—¿Y cómo?
—Nos vamos a dividir en el salón, es un edificio grande.
—¿Pensaron en todas las cosas que podían salir mal?
—Sí, cada uno de los escenarios los estudiamos. En cuanto algo esté en riesgo abortaremos la misión.
—Primero está su seguridad y la de todas las personas que serán asistentes de la fiesta, ¿entendido?
—Entendido Larry.
—Necesitaré que me manden mensaje en cuanto vayan hacia su fiesta para mandar a mis oficiales más jóvenes.
—¿Y tú? ¿Dónde estarás? —pregunté agitadamente.
—Tranquilos, estaré ahí.
—Confiamos en ti, por favor haz que ya pare todo.
—Lo sé, vamos a atraparlo.
Larry nos dejó un momento a solas en su oficina en lo que se llevó la caja. Estábamos nerviosos porque cada vez faltaba menos para irnos hacia la fiesta, cada vez era menor el tiempo para atrapar a ese infeliz de una vez por todas.
—Tranquilos, lo vamos a conseguir —dijo Dylan al vernos un poco nerviosos.
Después de esperar unos minutos Larry regresó y nos dio todo el equipo que tendríamos dentro de la fiesta. Lo importante eran los intercomunicadores para cada uno de nuestros amigos y los nuestros.
Nos explicó cómo estaría en cubierto sus oficiales y cuál sería el plan B en caso de que todo fallara. Si después de dos horas no conseguíamos absolutamente nada, iba a intervenir con más oficiales hasta atrapar a Malcolm.
—¿Entendido? —preguntó Larry una vez que terminó de hablar.
—Entendido.
—No sabemos que pueda pasar el día de hoy, pero me alegra que estén poniendo de toda su parte para atraparlo. Lamento no haberlos metido más, sé que debí involucrarlos porque son parte de todo lo que está sucediendo.
—No pasa nada Larry, pero gracias por tus palabras.
—Excelente. Entonces chicos, manos a la obra.
Tan cerca y tan lejos del final.
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