Capítulo 56: El Último Mensaje
Narrado por Violet
Llegamos a Stewartville faltando una hora para nuestro cumpleaños.
Directamente fuimos a mi casa para pasar la noche juntos, para evitar estar solos en casa.
—Por un momento pensé que nos mandaría en taxi o algo así —dijo Danny.
—Claro que no, no serían capaces.
Nos sentamos en la sala para descansar un poco. Había sido un regreso algo pesado por el tráfico que se hizo.
Danny en seguida le mandó mensaje a Dylan para avisarle que ya estábamos de regreso, y me preguntó si podía venir. Mi respuesta era más que obvia, no sabía para que me preguntaba.
Les dije que subiría a mi habitación por un momento y los dos asintieron.
Al llegar a mi cuarto me recosté en la cama viendo hacia el techo. Me sentía más tranquila después de haber sacado todo con mi mamá. Definitivamente habíamos aguantado mucho por este largo año, solo que nos aferrábamos a estar bien para que nadie sintiera lastima por nosotros.
Tomé los regalos que había comprado secretamente para las dos y bajé nuevamente. Era mi par favorito en la vida y me alegraba seguir compartiendo este momento con ellos.
—¿Qué traes ahí Vi? —preguntó Caroline acomodándose.
—Les compré antes de que iniciáramos esta semana.
—Ay, yo no he comprado nada para ninguna de las dos —dijo Danny y los tres nos reímos.
—Así que levántense, quiero darles su abrazo.
Los dos se pusieron de pie y se acercaron uno a uno para darles su regalo y un abrazo. Me dieron las gracias y nuevamente tomaron su lugar. Antes de que empezaran a abrirlos les dije que esperaran a que diera la hora. Ya no faltaba mucho.
Nos quedamos sentados hablando sobre cómo es que habíamos llegado hasta este día, pero nos vimos interrumpidos en cuanto sonó el timbre.
—Yo voy, es Dylan —dijo Danny que ya estaba corriendo tras la puerta.
—¡Estos tórtolos! —exclamó Caroline y reí.
Dylan entró y nos saludó a ambas dándonos un abrazo. Ya sabía qué hace unas horas nos habíamos despedido de nuestros padres y por lo tanto el abrazo fue por ello.
Seguimos esperando a que diera la hora. Había olvidado lo que era esperar despiertos hasta que dieran las doce de la madrugada para felicitarnos. El año pasado había sido la primera vez que no lo hacíamos.
Mientras Dylan nos habló sobre lo que estaba planeando para mañana en la graduación porque quería que nuestro último día en Stewartville fuera de lo mejor.
Me alegraba el ánimo con el que todos estaban siguiendo adelante. Sabíamos que no era nada fácil seguir hablando sobre estos temas sabiendo que algunas personas ya no estaban con nosotros. Sin embargo lográbamos mantener el ritmo a todo sin ningún inconveniente.
La campana del reloj comenzó a sonar en cuanto dieron las doce. Ahora sí, comenzaba nuestro cumpleaños y nuestro último día.
—Feliz Cumpleaños —nos dijimos los tres al mismo tiempo mientras uno a uno abrazaba al otro.
—Feliz Cumpleaños Danny —dijo Dylan que lo abrazó fuertemente para después besarlo. Luego nos felicitó a nosotras y volvimos a sentarnos.
—Ahora sí puede abrirlos —les dije y sin pensarlo tanto comenzaron a abrirlos.
Caroline sacó un libro y al leerlo se dio cuenta que era uno de los mejores que había sobre periodismo. Además también venía acompañado de una libreta para que tomara notas de todo lo que fuese viendo a sus alrededores.
Danny por otro lado se sorprendió aún más en cuanto vio que le había conseguido los discos firmados de su grupo favorito.
—No puede ser, ¿cómo lo hiciste? Esto es imposible Vi, no puedo creerlo.
—Me costó mucho trabajo, tuve que contactar a muchas personas de diversos países desde meses atrás.
—No creo poder conseguir un mejor regalo.
—Gracias Vi —dijo Caroline.
—No se preocupen, el mejor regalo que tenemos es el estar juntos otro cumpleaños más.
Todos sonreímos en cuanto dije aquello. Me alegraba bastante ver felices a mis amigos y que estuviéramos juntos.
Ya íbamos a subir a dormir, pero nuestros celulares sonaron al mismo tiempo. Dylan se sobresaltó en cuanto tomó su celular diciendo que el de él no había recibido nada.
Al abrir el mensaje se reprodujo un vídeo.
Era Tessa que estaba atada y amordazada en una silla. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, sentí que mi corazón se hacía pedazos al verla estar sufriendo de aquella manera.
—Conozco ese lugar —dijo Danny que comenzaba a acercarse a la puerta.
—¡La casa de Tania! —exclamó Caroline que ya estaba un paso más cerca de la entrada—. Corre Danny, corre.
Sin dudarlo salimos corriendo los cuatro de casa hacia la de Tania. Había una distancia considerable que había que recorrer, pero en ningún momento nos detuvimos.
Al llegar Dylan gritó que esperáramos en lo que avisábamos a las autoridades, pero le respondí que no había tiempo. Debíamos entrar para salvar a Tessa del infierno que estaba viviendo.
Simplemente asintió y fue detrás de nosotros verificando que nada extraño ocurriera mientras entrábamos.
Una vez dentro volteamos a todos lados por si llegábamos a cruzarnos con Malcolm. Comencé a sentir que esa escena ya la había vivido, los recuerdos de aquella noche atados frente a Christopher empezaron a llegar.
—Violet tranquila, vamos —dijo Danny que me sacó del trance en el que estaba entrando.
Comenzamos a subir las escaleras cuidadosamente hasta que llegamos a la cima. Caroline fue la primera en avanzar, Danny y Dylan iban detrás de nosotras.
Entramos de cuarto en cuarto pero no había nada. Fue el último en donde mantenía la esperanza de que Tessa se encontrará ahí.
Abrimos la puerta y la escena que vieron mis ojos fue una de las más horribles en mi vida.
Tessa se encontraba en la cama completamente desnuda. El cuello lo tenía cortado y las muñecas atadas al respaldo. No tenía ni un dedo, solo se podían ver los muñones.
Sobre su cuerpo tenía muchas cicatrices de estarle atravesando un cuchillo constantemente y sus pechos estaban desgarrados.
Detrás de la cama en el muro había un mensaje...
"Feliz Cumpleaños..."
—Tessa... —dije sollozando. Caí de rodillas al suelo y las lágrimas no dejaron de caer. Caroline se acercó en seguida y me tomó de los hombros para salir de la habitación.
Bajamos las escaleras y no podía dejar de llorar. Por más que intentaba calmarme no podía. Tessa estaba muerta, la persona que nunca me dejó caer durante este año ahora estaba muerta.
Con este capítulo queda finalizado el día viernes para los graduados.
Los siguientes catorce serán los que competen al día de la graduación y los últimos dos serán el después de los acontecimientos que vivirán durante su fiesta.
¡Comenzamos la recta final!
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