Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 27: Boletín

Narrado por Dylan

Tic tac, tic tac, tic tac.

Los minutos seguían avanzando y no había ninguna noticia sobre Danny. Estaba comenzando a morderme las uñas de la preocupación que traía.

—Dylan, tranquilo. Danny estará bien, no está solo —dijo Caroline para tratar de relajarme.

—Es que ya pasaron horas y no hay ni una llamada, nada.

—Lo sé, yo también estoy preocupada. Pero no sirve de nada estarnos alterando, así que relájate.


Pasaron otros veinte minutos y al fin recibimos una llamada de Danny. Dijo que estaba a salvo de cualquier peligro y que no habían encontrado a Natalie, solo que la ropa sí era de ella. Le dijimos que todo estaría bien y que seguro encontrarían a Natalie en cualquier momento, solo había que ser más minuciosos en esa búsqueda. Al colgar le dije que regresara con cuidado y que aquí lo esperaría.

—¿Ya más tranquilo?

—Sí, me siento mejor. Gracias Caroline.

—Entonces es hora de irnos de aquí, ¿no lo crees?

—Sí, hora de irnos.

Salimos todos de las oficinas en donde habíamos permanecido desde que decidieron venir a pedir ayuda. A pesar de que el lavado de autos se había cancelado decidimos regresar al centro aunque sea para estar sentados en las bancas esperando el regreso de Danny y pensando en un nuevo plan para la recolecta del dinero.


Una vez que llegamos cada uno buscó un lugar donde sentarse. Por un momento habíamos olvidado lo sucedido anoche y ahora solo nos encontrábamos en un estado neutro esperando lo mejor para todos.

—¿Qué haremos ahora? —preguntó Tiffany mientras se acercaba a recoger un pedazo de papel que estaba en el suelo.

—No sé Tiff —dijo Alex que comenzaba a acercarse a ella—. ¿Qué es eso?

—Parece que una señal divina.

—¿Qué?

—El laberinto que está en el otro extremo de Stewartville.

—¿Ya está abierto?

—Mira, aquí dice que ya —señala en el boletín que levantó del suelo.

—¿Y entonces? —pregunté esta vez.

—Hay que ir a pedir información, tal vez podamos participar y llevarnos ese dinero que necesitamos.

—¿No es raro que no hayamos escuchado nada o visto algo al respecto? —preguntó Hayden con inseguridad.

—Hay papeletas tiradas por todo el suelo, seguro apenas comenzaron a difundirlos mientras nosotros estábamos esperando.

Estaba de acuerdo con Hayden en que había sido raro que encontráramos eso, sin embargo tenía razón Tiffany en que debieron de haber comenzado la difusión mientras no estuvimos cerca del centro.

Todos estuvimos de acuerdo en que había que ir a preguntar al respecto, así que volvimos a los autos para dirigirnos al laberinto que había estado haciendo a lo largo del año y que seguro sería la atracción más grande entre los suburbios que estaban alrededor de Stewartville.

Mientras íbamos de camino, pasaban carros con megáfonos haciendo la difusión sobre el laberinto. Tiffany había acertado en su comentario.


Al llegar había una multitud enorme de jóvenes de la escuela, al parecer no éramos los únicos a los que se les había ocurrido la idea de ir al laberinto por el premio.

Tiffany en seguida salió de su auto para ver qué estaba pasando, porque ella principalmente era la que anhelaba obtener el dinero de la graduación. Bajamos todos y escuchamos que todos querían participar porque habría al día cuatro partidas y así lograría tener más dinero del previsto.

—¿Nos podrían explicar las reglas o algo? Por favor —pregunté porque nadie más había querido mostrar el interés por el juego.

—Claro muchacho —contestó un hombre que al parecer era el dueño del juego—. Es sencillo, lo único que deben hacer es encontrar ciertos objetos dentro del laberinto, pero cuidado que podrían perderse y una vez que se pierdan será difícil volver a retomar el camino correcto.

—¿Cómo nos inscribimos? —esta vez una chica de entre el gentío fue la que preguntó.

—Hay cuatro partidas durante el día, así que si se anima pueden registrarse y aleatoriamente el sistema lanza las horas y equipos que participaran.

Tiffany en seguida pidió registrarse, otros más se animaron tras de ella. Al final nos dijo que nos había registrado con el nombre de Los Graduados, y sonaba bien, en días eso seríamos, unos graduados.

El dueño de la atracción una vez que paró el registro de equipos puso al sistema a trabajar para mostrar los equipos que entrarían hoy. Cuando sonó una alarma nos quedamos en silencio y de un megáfono comenzaron a anunciarse los equipos.

—... Equipo: Los Graduados, a las veinte horas.

—Pero es el toque de queda —dije viendo a todos los demás—. No podemos hacerlo.

—Lo haremos —respondió Tiffany.

Después de decir aquello, nos dijo que hablaríamos con quien fuera necesario para tener patrullas rondando el laberinto por si acaso. Estuvimos de acuerdo en que fuera así, pero aun así tenía el pendiente por si llegaba a pasar algo.

Antes de volver al centro le mandé un mensaje a Danny diciéndole lo que pasó para que cuando llegara estuviera preparado. Estando de regreso nos volvimos a acomodar en las bancas esperando a que pasara el tiempo, porque ya no había nada qué hacer.

—Al parecer el destino quiere que tengamos nuestra fiesta de graduación —dijo Tiffany muy animada—. Pero para no estar todo el tiempo aquí esperando, deberíamos de hacer algo más. ¿Qué les parece si vamos al bosque en donde podremos observar el atardecer?

Nos pareció una buena idea ir a ese lugar en específico, porque en verdad se podía apreciar un atardecer realmente increíble. Además de que ese lugar había sido donde Danny me dijo que sí quería ser mi novio.

Esperamos a que Danny llegara y en cuanto volvió se veía desanimado. Lo recibí con un fuerte abrazo y le dije que todo se arreglaría, que no estuviera dándole tantas vueltas al asunto porque no serviría de nada. Únicamente asintió y me dio las gracias por siempre estar para él.

—Ahora sí chicos, vámonos.

Nuevamente volvimos a los autos, era gracioso porque estábamos de un lado a otro. Íbamos y regresábamos, así había sido la mayor parte del día.

Estando en el bosque nos sentamos en una parte donde estaba un pastizal extenso en el que podías acostarte sin ningún problema. Danny estaba recargado en mi estómago viendo hacia el cielo.

—¿Qué tanto piensas?

—Ya lo sabes...

—Te entiendo, en verdad.

—No sabes cuánto anhelo que Natalie siga viva. Sé que la ha torturado y lastimado, pero en verdad espero esté viva —comienza a sollozar y me levanto para abrazarlo.

—Tranquilo Danny, no llores.

—No puedo evitarlo —sus ojos empezaron a sacar todo lo que habían aguantado durante estos días.

—Aquí estoy Danny, no te dejaré. 

Voten si les gustó este capítulo. Comenten sus teorías, lo que gusten. UuU

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro