Narrado por Dylan

—¿Todo bien? —pregunté una vez que Danny colgó el teléfono.

—No sé, es raro.

—¿Por qué es raro?

—Porque es volver a vivir lo mismo, ¿sabes? Pensé que ya esto iba a quedar atrás, pero nuevamente se está repitiendo.

—Cuando nos conocimos y me contaste lo complicada que era tu vida siempre pensé que un día llegaría este momento. Y por más difícil que se vuelva todo no te pienso dejar, vamos a salir de todo este caos.

—Eres el mejor Dylan.

Sonreí porque él ya estaba sonriendo. De alguna manera lo había sacado de su mundo decaído.

Continué manejando hasta que nos detuvimos en un suburbio por el que estábamos de paso. Le dije a Danny que descansáramos un poco, porque de todos modos llegaríamos a Stewartville en la noche.

—Vamos a comer algo y ya seguimos nuestro camino.

—Pero te toca descansar, esta vez yo me voy al volante, ¿vale?

—Está bien Danny.

Aparcamos en el parque centran del Domsville y nos bajamos del auto. Comenzamos a buscar un restaurante para poder comer algo, pero no había nada cerca por lo que decidimos preguntar a las personas que estaban alrededor. Nos indicaron que el restaurante estaba sobre una calle, así que caminamos hacia ella y al entrar ubicamos el lugar.

Cruzamos la puerta del restaurante y no había tanta gente cómo pensábamos que habría. Tomamos un lugar cerca de la ventana y en seguida una chica se acercó a nosotros para que le pidiéramos la orden.

Ambos pedimos un desayuno sencillo en cual incluía un omelette con una taza de café y un vaso de jugo. Solo queríamos algo que nos detuviera el hambre hasta que ya llegáramos a casa.

—¿Ya te encuentras mejor? —pregunté porque comenzaba a verlo otra vez pensativo y una vez que entraba en ese modo evadía muchas cosas.

—Estoy preocupado por Natalie. No sé qué pensar al respecto, puede que ya esté... —se le quebró la voz justo en el momento en el que iba a decir muerta. Porque eso era lo que quería decir, solo que no lo quería aceptar. No estaba preparado para decir que su prima estaba muerta.

—Danny... —lo tomé de las manos para hacer que se tranquilizara— Sé que estás nervioso, sé que sientes que el mundo se viene abajo nuevamente, sé que te sientes asustado, pero no estás solo. Dime las cosas para poder ayudarte porque me siento inútil al ver cómo tú solo te carcomes y entras en el limbo en el que estabas cuando te conocí.

—Es que Dylan... No quiero que cargues con cosas que debo enfrentar solo. Solo te pido que me tengas paciencia, ¿puedes?

—Lo hago, créeme que soy paciente contigo.

Nos vimos interrumpidos por la chica que traía nuestros desayunos. Nos preguntó que si era todo lo que pediríamos y respondí que sí. Comenzamos a comer y realmente tenía un buen sabor.

Terminamos de desayunar, levanté la mano para que la mesera viniera a darnos la cuenta. Dimos las gracias y nos levantamos, pero antes de cruzar la puerta Danny se quedó parado al escuchar a una pareja diciendo que habían encontrado cuatro cuerpos en una de las casas de las colinas de Domsville.

—¿Dónde están esas colinas? —preguntó Danny interrumpiendo la plática de la pareja.

—En la entrada hay un atajo que te sube directamente, ¿por qué preguntas joven?

—Curiosidad. Gracias, qué tengan un buen día.

—Danny... —cruzó la puerta del restaurante— ¿Qué estás pensando?

—Quédate aquí, iré a dar un vistazo. Seguro hay autoridades en el lugar y algo me dice que Malcolm ha estado aquí.

—No voy a dejar que vayas solo.

Caminamos hasta el auto y prendimos el GPS para saber hacia dónde debíamos ir. Una vez que ubicamos la entrada principal de Domsville arranqué.

Al llegar había dos caminos, uno que te llevaba de nuevo a la carretera para ir hacia Stewartville y el otro que te subía a las colinas, más conocido como El Atajo. Tomé ese camino y tal como dijo Danny, había oficiales en el rejado que indicaba las casas de las colinas. Ahí me detuve porque no se podía avanzar más adentro.

Bajamos del auto y Danny se acercó hacia los oficiales. Le dije que esperara, pero no hizo caso por lo que tuve que alcanzarlo.

—¿Qué están haciendo aquí? —preguntó uno de los oficiales.

—Disculpe, pero necesito saber qué sucedió aquí —dijo Danny mientras se asomaba para ver si podía observar algo.

—Es mejor que se retiren, no tienen nada que hacer aquí.

—Por favor, es importante.

—Joven, mataron a la familia que vivía en esta casa. Tal parece que fue hace días, porque los cuerpos ya apestaban mucho.

—¿Alguna pista de quién fue?

—Creemos saber quién.

—¿Quién? —esta vez pregunté yo. Ya sabíamos la respuesta, pero queríamos escucharlo de los oficiales.

—Malcolm Stewart.

—Lo sabía —respondió Danny mientras volteaba a verme. Regresó su vista hacia los oficiales que estaban desconcertados—. ¿Podemos entrar a ver la escena?

—¿Por qué te interesa esto?

—¿Ha escuchado sobre Los Ocho de Stewartville?

—No me digas que eres uno de los tres que sobrevivieron hace un año —dijo el oficial sorprendido.

—Danniel Baggot.

Los oficiales quedaron aún más sorprendidos. Dijeron que de preferencia no entráramos, pero era más la curiosidad de Danny el ver lo que había sucedido.

Les dije a los oficiales que gracias por dejarnos pasar y que sería rápido. Mientras caminaba le hice la observación de que no entendía por qué quería ver lo que había sucedido, a lo cual solo respondió que quería encontrar algo que lo llevara hacia él.

Al llegar a la casa había más oficiales, me detenía a explicarles quién era Danny y por qué quería ver todo. La mayoría asintió, pero hubo uno en especial que se puso aún más curioso.

—No deberían de estar aquí, es raro que quiera ver esto.

—Se la pasó estudiando casos y escenarios durante un tiempo... Así que es más su curiosidad de encontrar algo que el morbo que usted piensa —respondí con una mirada desafiante.

Avancé para alcanzar a Danny y al entrar todo estaba entre cintas amarillas. Sangre por todas partes, el olor que invadía cada centímetro era hediondo y realmente todo lucía aterrador.

—Danny ya vámonos, no vas a encontrar nada.

—Lo hace por diversión, no matas a personas así porque sí. Le divierte y le excita el hecho de molestar a alguien, es como se está nutriendo después de tanto tiempo encerrado.

—¿Y por qué hace un año cuando escapó no hubieron muertes?

—Porque Christopher estaba haciendo su trabajo. Confiaba en que él iba a acabar con todo.

—Entonces...

—Debe haber más casos en todas las ciudades que rodean a Stewartville. Me alegra que los padres de los demás se hayan ido del país.

—¿Qué quieres hacer Danny? —pregunté mientras seguíamos avanzando entre las divisiones de la casa.

—Regresar a Stewartville y decirle a nuestros padres que deben irse de aquí. Él regresó por nosotros Dylan, no tiene por qué matar a más personas.

—Pero...

—En algún momento entrará desapercibido, y no quiero que lastime a más personas.

Nos vimos interrumpidos por un oficial que entró y nos habló. Dijo que debíamos salir del lugar porque el olor estaba desprendiéndose más. Ambos salimos y Danny se desvió hacia con el oficial en mando.

—Disculpe, ¿hay más casos en otras ciudades?

—Hasta el momento llevamos reportados tres. Y es curioso porque en cada uno con los cuerpos forma un número, aquí había un cuatro.

—¿Y en los otros?

—Uno, dos, cinco.

Al escuchar esos números Danny volteó a verme y su expresión me dejó paralizado.

—Se saltó el tres porque nosotros somos la cantidad que hay en Stewartville. 

Hola Marcadooooooos.

Subo este capítulo en festejo de que llegamos a 50, 000 lecturas en La Fecha Marcada. :D

Este es uno de mis capítulos favoritos, porque la historia va tomando su camino por parte de Malcolm, además de que se van introduciendo cosas interesantes. :D

Espero les haya gustado, así que voten y comenten lo que más les gustó.

Ahora sí nos vemos en quince días. Y ya comenzaré a dedicar capítulos, así que si quieres tener una dedicación comenta aquí.