Capítulo 10: Toque de queda
Narrado por Danny
Uno, dos, tres cuatro, cinco, seis, siete...
Uno, dos, tres...
Mismo lugar, mismas circunstancias.
Mis pensamientos únicamente giran en torno a Natalie. Anhelo que esté bien y que haya logrado librarse de lo que sea que haya sucedido. Sin embargo parte de mí sabe que también existe esa posibilidad en la que está muerta.
Giran la manija de la puerta y entra un rostro conocido.
—Otra vez viéndonos en este lugar —habla el detective que formó parte de nuestro caso hace un año.
—¿Qué está pasando? Necesitamos saberlo —responde Caroline intentando ocultar su desesperación por saber algo.
—Tranquila.
—¿Dónde está mi prima? ¿La están buscando? Por favor, díganme que está bien —esta vez yo soy el histérico que habla sin pensarlo.
—Por favor necesito que conserven la calma.
—No puedo. No entiende lo que acabamos de ver en ese museo.
—Sí entiendo, pero necesito que se calmen.
Un silencio incómodo se torna dentro de la habitación. Poco a poco comienzo a relajarme a pesar de que los nervios y mis pensamientos están en su límite. Larry comienza a observarnos uno a uno con la finalidad de confirmar que sí nos estamos tranquilizando.
—Necesito que se tranquilicen. Lo que les voy a decir es algo que sabíamos que pasaría en algún momento, pero no pensé que sería en estas condiciones.
—¿Ha vuelto verdad? Vino a acabar lo que Christopher dejó a medias —habla Caroline.
—Me gustaría decirles que no es así, pero es verdad. Malcolm Stewart está de regreso.
Temíamos que esto pasara algún día, solo que no esperábamos que fuera a ser bajo estas circunstancias en las que ya está haciendo de las suyas.
—¿Qué pasará ahora? —pregunto mientras pienso en cómo se va a tensar todo en nuestra última semana. En cómo no pasaremos una graduación tranquila con los que queremos.
—La seguridad en Stewartville será mucho mayor a la que ya está y todo indica que tendremos que dar un toque de queda para que los habitantes no estén expuestos a horas tardías.
—Creo que es lo más conveniente —responde Caroline levantándose de su lugar.
—Tal parece que sí. Todo sea por su seguridad y así evitaremos otro evento desafortunado.
—¿Y Natalie? ¿Qué pasará con ello?
—No te preocupes Danny, ya se están encargando de buscarla. Desde que nos dieron aviso de lo ocurrido en seguida se armó un equipo de búsqueda.
—Gracias.
—Ahora vayan a casa y estén tranquilos. Sé que es difícil porque los están haciendo revivir momentos, sin embargo deben mantenerse firmes.
Acompañamos a Caroline al levantarnos de nuestros lugares. Violet seguía pasmada sin decir ni una palabra, cosa que era normal pero no me estaba tranquilizando en lo absoluto el hecho de que estaba sintiéndose como hace un año.
Cuando salimos Caroline le dijo que en la noche la esperaría en su casa para tener una pijamada como en los viejos tiempos También me volteó a ver a mí, pero le dije que no podría. Necesitaba mi espacio para lidiar con lo de Natalie.
Una vez fuera de las oficinas de Seguridad en Stewartville algunos de nuestros amigos nos recibieron con un abrazo. Me acerqué a Dylan y le dije que nos fuéramos del lugar, me tomó de la mano y nos despedimos de los demás.
—¿Estás bien?
—No. Estoy preocupado por Natalie, además de que Violet entró en ese estado que ya había superado.
—¿Por qué no te quedaste con ellas?
—Porque... No sé Dylan. Necesito despejarme un rato, por favor.
—¿A dónde quieres ir?
—Vamos a casa de Bryan. Me ayudará hablar con su mamá.
—¿Estás seguro de ello?
—Por favor —le digo mientras giro la vista hacia la ventana. Él me responde que está bien, que me dejará ahí y después pasará para llevarme a casa. Le doy las gracias y acelera.
Aparca fuera de la casa de Bryan. Tenía mucho tiempo que no pasaba a ver a su familia, a pesar de que no estábamos tan lejos. Me despido de Dylan dándole las gracias por estar siempre que lo necesito, él me abraza y siento su calidez recorriendo mi cuerpo.
Nos separamos y nos alejamos poco a poco.
Llego a la entrada de la casa y toco. Quien me recibe es Megan, su hermana. Me abraza tan fuerte que termino tambaleándome. En el umbral de la puerta aparece su madre, sus ojos se llenan de lágrimas al verme y sonrío.
—Qué gusto verte Danny —me abraza y siento un peso enorme dentro de mí. El haberme alejado de todos fue una dura decisión, pero ayudó a que sanara.
—A mí también me alegra verlas.
—Vamos, pasa.
Entramos a la casa y al verla noto que no ha cambiado mucho desde la última vez que la había visitado. Hay fotografías de Bryan en la pared junto a su familia, pero lo que me asombra es ver una de mí junto a él. No puedo evitar sonreír y que mis ojos se cristalicen.
—Creímos que era conveniente colgar una fotografía de Bryan junto a ti. Eran inseparables y por supuesto que te consideramos parte de la familia —habla Megan observándome. Seco mis lágrimas y le doy las gracias.
—¿Quieres un vaso de agua Danny?
—Por favor, tengo mucha sed.
—Claro, toma asiento. En seguida te lo traigo.
—Gracias.
—Y bien, ¿cómo te ha ido?
—Bien. Solo que hoy ha sucedido algo.
La mamá de Bryan cruza la cocina con una jarra y vasos en la mano. Me levanto para ayudarla y coloco todo en la mesita que está en la sala. Sirvo agua para los tres y vuelvo a acomodarme en mi lugar.
—¿Qué ha pasado?
—Malcolm está de regreso.
Las dos se ponen tensas y no dicen ni una palabra. Trato de pensar en qué decir ahora, pero creo que fui demasiado directo.
—Pero no se preocupen. Hoy vimos a Larry y dijo que la seguridad en Stewartville aumentaría. Incluso habrá toque de queda para que nadie esté deambulado por la noche en el suburbio.
—¿Cómo saben que volvió?
—Natalie...
—¿Cómo?
—Hace unas horas estuve en el museo por motivo de que una pintura de Violet estaría de exposición, pero nos llevamos una sorpresa al ver que en lugar de su pintura estaba una fotografía del cuerpo del novio de Natalie. Así que Natalie está desaparecida y su novio muerto.
—Ay Danny. Lo lamento mucho.
—Trato de no pensar en ello, pero es inevitable.
—Todo estará bien. Verás que la encontrarán y también a ese maldito.
Cambiamos de tema y hablamos sobre el futuro que tendré una vez que sea la graduación. Después de mucho sobre mí paso a preguntarles sobre ellos y me llevo la sorpresa de que en unos meses se irán del suburbio porque no quieren seguir viviendo en recuerdos. Cosa que entiendo, pero la idea de que ya no veré a la familia de mi mejor amigo me desconcierta.
El tiempo transcurrió más rápido de lo que esperaba. Risas y recuerdos nos hicieron sentir de lo más felices de la vida por un momento.
Mi celular me alerta que tengo un mensaje de texto. Al abrirlo me doy cuenta de la hora, es Dylan que ya está fuera esperándome. Me levanto y me despido de ambas diciéndoles que pronto volveré y que esperaba verlas el día de la entrega de diplomas. Asintieron y nuevamente me dieron un abrazo.
Salgo de su casa y volteo para decirles adiós con la mano.
—¿Cómo te fue? —pregunta Dylan una vez que entro al carro.
—Muy bien. Fue mejor de lo que esperaba.
—Me alegra saber eso. Ahora vamos a casa, ¿está bien?
—Sí, pero hay algo que debo decirte.
—Dime, ¿qué sucede?
Justo el momento en el que iba a hablar una sirena empezó a sonar por todo el suburbio. Solo significa una cosa: el toque de queda. Además de la alarma una voz comenzó a hablar:
"Esto no es un simulacro, favor de conservar la calma. A partir de hoy habrá un toque de queda. Manténganse dentro de sus hogares. Queda prohibida la salida después que deje de sonar la alarma. Vuelvo a repetir: toque de queda."
—Necesito que salgas de Stewartville antes de que la alarma cese.
—¿Qué estás diciendo?
—Por favor Dylan. Tengo que buscar a Natalie.
—¿Estás seguro?
—Sí, de verdad.
—Está bien Danny. Iremos a buscarla.
Hola a todos.
Espero este capítulo haya sido de su agrado y que lo hayan disfrutado.
¿Qué creen que pase con Danny al alejarse de Stewartville? ¿Malcolm lo encontrará antes de lograr encontrar una pista sobre Natalie?
Dejen sus teorías, comentarios de qué quieren ver más adelante. :D
Voten y sigan compartiendo La Fecha Marcada.
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