Un poco sonrojado, el azabache se quedo recostado en la camilla mientras volvía a poner el hielo en sus zonas íntimas.

Miró al techo y suspiró cual quinceañera enamorada vaya que le había sorprendido el beso que le había dado el doncel; sin embargo aún no quedaba el hecho que Seunjoon últimamente estaba pasando mas tiempo con Sunghoon.

Aún así lo frustrante era que no tenía derecho a declarársele o a algo por el estilo, aún ni siquiera sabia si el algún dia tuviese una relación con Seunjoon, los padres del rubio probablemente por su estatus social, no lo aceptasen como pareja de este.

Si era mejor hacerse la idea, de que eso jamas pasaría.

Después de salir de la enfermería, un poco sonrojado por la acción que había cometido se dirigió nuevamente al patio donde sus compañeros seguían jugando, mientras unos descansaban en césped verde. Con paso precavido se acerco a Sunghoon queriéndolo sorprender.

—Ni siquiera te atrevas Seunjoon—dijo el castaño volteándolo a ver.

—¿Qué? ¿Cómo es posible que me vieras? No hice ruido—inquirió cruzando los brazos.

—Se ve tu sombra—dirigió sus ojos hacía el suelo y vio como su sombra esta ahí muy a la vista.

—Ok, comprendo eso era algo muy obvio—le dijo al castaño sonriendo—. Seunjoon, necesito hablar contigo en privado—la seriedad de Sunghoon llamó la atención de unos chicos que empezaron a murmurar, tomó la mano de Seunjoon y salió del campo.

—¿Qué sucede, Hoon?—dijo algo preocupado el rubio.

—Quiero romper el compromiso contigo—exclamó Sunghoon serio sorprendiendo a Seunjoon.

—¿Por qué?

—No me amas.

—No seas tan directo. Además con el tiempo...

—Seunjoon, ha pasado mucho tiempo desde que te conozco y no te has enamorado de mi y sinceramente no creo que lo hagas.

—Sunghoon... yo...si-.

—No.

—Pero te aseguro que me enamorare de ti, eres guapo, inteligente y buenos en los deportes, eres perfecto y...

—De esa manera lo soy, pero se que no te enamoraras de mí, aparte de que dices esto por no hacerme sentir mal, por lástima. Creme no necesito eso, romperemos el compromiso y tú te irás con quien ames de verdad así es el destino.

—¿Seguro?

—Sí

—Bueno en ese caso, pues tendré que buscar esa persona que me haga feliz—dijo Seunjoon con una resplandeciente sonrisa.

—Eres un tontito, que nunca ve lo obvio.

Un poco avergonzada por lo ocurrido con Heeseung, YungMi caminaba cabizbaja por los pasillos del instituto.

Nuevamente el séptimo intento había sido completamente fallido como los últimos 7, ahora que debía hacer.

¿Cómo podría llamar la atención de Heeseung? Claro sin quedar ambos en ridículo frente a todos.

—Ah YungMi-dongsaeng—la voz de Sunghoon la saco de sus adentros.

—¿Qué pasa, Sunghoon-oppa?

—Aléjate de Heeseung—dijo este directo.

—¿Qué?

—Que te alejes de Lee Heeseung—volvió a decir este nuevamente.

—¿Por qué?, solo por que tu dices—le contestó de manera retadora mientras lo encaraba.

—Sólo te dire que él...

—¿Me corresponde?—dijo con ilusión la joven.

—¿Qué? Yo no quize decir eso, lo que pasa es que yo ...

—Oh, oh claro ya se lo que ocurre, estás celoso—el castaño se sonrojo un poco aun si saber bien el por que, pero lo siento mucho yo no te amo ni me gustas asi que te rechazo—dijo YungMi mientras salía del corredor, dejando a Sunghoon en shock.

—¡Wakala!—decía mientras ponía un cara de asco en el rostro.

Después de la "declaración"—según ella—de Sunghoon, se puso a pensar en un nuevo plan par que Heeseung le hiciese caso.

"Celos"

Entro al salón, y vio como Heeseung estaba ahí sentado relajado como si no hubiese pasado nada, como si no le hubiese ponchado las bolas y mallugado. Sonrió feliz al ver que su futuro esposo era tan fuerte y valiente —según ella— cuando en realidad el pobre solo se estaba aguantando el claro dolor y punzadas que aun le daban en los genitales.

Sólo tenia que esperar al almuerzo para llevar a cabo su plan. Solo esperaba que resultase bien.

La tranquilidad que había en el almuerzo, era sorprendente ya que la mayoría se encontraban callados o murmurando cosas, cosas como: ¿Para que había citado Sunghoon a Seunjoon para hablar a solas? ¿Qué le había dicho? ¿Por qué estaban sentados junto? ¿Será que son novios?Murmuraban unos mientras otros sacaban sus propias conclusiones.

Seunjoon estaba en el cielo y no notaba que estaban hablando de él, mientras que Sunghoon tenía una palpitante vena en la frente, por los murmullos que se escuchaban a su alrededor. Hasta Sunoo —quien estaba sentada en frente de ellos— podía ver como si le quisiesen salir venas alrededor de los ojos al castaño.

Solo bajo la cabeza esperando a que Sunghoon no hiciese nada estúpido.

La castaña caminaba arrogantemente por el comedor mientras se dirigía hacia la mesa de Sunghoon y Seunjoon, con una pose "sexy". Acarició el mentón de Sunghoon sorprendiendo a los presentes y al resto de la cafetería.

Heeseung que pasaba por ahí, no pudo evitar sonreír al ver que la chica que lo molestaba iba a centrarse en su enemigo en el amor, ojalá y les pasase algo a los dos pensaba alegremente el azabache.

—Heeseung-oppa, que bueno que estas aquí—la pelirosa lo llamo con una voz un poco mas ronca pero melosa.

—¿Eh?—dijo él confundido.

—Sé que te duele, pero es la realidad—él frunció el seño a ver o más bien pensar a lo que se refería la castaña—. Sunghoon te ganó—dijo eso mientras una socarrona sonrisa aparecía en su rostro.

Heeseung aun mas enojado dirigió su mirada a Seunjoon y suspiró.

—Mira, a ti no te incum...

—Claro que me incumbe hoy en la mañana después de educación física Sunghoon se declaró y te ganó.

—¡Así que era verdad!—gritó Jongseong mientras se ponía de pie—. Si son novios, Seunjoon .

—¿Qué? No eso no es...

—Así que por eso lo citaste después de deportes, Sunghoon—decía con picardía TaeHyun.

—Oigan no es...—trató de arreglar las cosas Sunghoon.

—¿Qué dices ante eso Heeseung-oppa? Me perdiste—dijo YungMi mientras tomaba el vaso de soda que estaba en la charola de Sunghoon. Seunjoon quien trataba de retener las lágrimas con algo de furia sin saber por que tomo el refresco que tenía YungMi en las manos y lentamente se lo vacío en la cabeza, dejando a todos sorprendidos.

—Cállate—fue lo único que dijo antes de salir corriendo.

—¡Seunjoon!—gritó con desespero Heeseung mientras salió en busca de el doncel.

—Así que... ¿Me pagarás mi refresco?—dijo Sunghoon seriamente.

—Yo...